28 de abril de 2014

This Love - CapĂ­tulo 9

CapĂ­tulo 9
La verdad, el regreso y otras cosas


{Una semana después}

Baekhyun había guardado semi-reposo durante toda aquella semana, pues su hiperactividad no le dejaba permanecer quieto por más de 15 minutos y eso desesperaba a sus padres; sin embargo, Kai había estado ahí para ayudarle con TaeHyung.

Ahora se estaban preparando para ir a la clínica. Jongin tenía a TaeHyung en el portabebés, mientras Baekhyun subía al auto.

Luego de que el bajito se acomodó, Kai puso a TaeHyung en el asiento de atrás y luego partieron.

-Kai – habló Baekhyun.

-Dime – dirigió la mirada hacia su novio, aprovechando que el semáforo estaba en rojo.

Baekhyun se acercĂł a Ă©l y le besĂł suavemente.

-Gracias por ser tan bueno conmigo – el bajito le acarició la mejilla -Siento que no te merezco…

-No digas esas cosas – el moreno pegó su frente a la de Baekhyun -Sabes que lo hago porque los quiero a ambos.

-Pero…

Jongin puso un dedo sobre los labios de su novio.

-Shh. Me mereces y punto – le besó tiernamente.

Baekhyun asintiĂł mientras se besaban. Nunca se habĂ­a mostrado tan vulnerable ante nadie. Siempre le gustaba aparentar fortaleza y madurez, pero desde que habĂ­a comenzado a salir con Kai, toda aquella barrera habĂ­a comenzado a derrumbarse.

Jongin era la primera persona que veĂ­a su lado sentimental y eso le aterraba, pues no querĂ­a perderlo por nada del mundo.






[*]






Tras llegar a la clínica y esperar 10 minutos, la secretaria hizo pasar a Baekhyun. Kai iba a seguirle, pero…

-No – dijo Baekhyun.

-¿Por qué? – exclamó el moreno, algo sorprendido.

-Es plática de mujeres.

-Pero tĂş no eres mujer.

-¡Shh! El punto es que no puedes pasar – Baekhyun hizo un puchero.

-Ah, bien. Estaré en la cafetería. Me hablas cuando termines.

-Ok – el bajito besó a su novio y entró al consultorio.

-Buenas tardes, Baekhyun – saludó la doctora, desde su escritorio.

-Hola – contestó.

-Déjame ver al pequeño TaeHyung – la doctora se puso de pie y extendió los brazos para recibir al niño -Wow, es de los pocos bebés que he visto que no lloran cuando los carga alguien diferente a su madre.

-TaeTae es mágico – bromeó Baekhyun -Bueno, quería hacerte algunas preguntas.

-Claro, pero primero necesito revisar esa herida – señaló hacia el vientre de Baekhyun.

El bajito asintió y se fue a sentar en la camilla. La doctora puso a TaeHyung en el portabebés y lo acercó hacia donde estaban para tenerlo vigilado.

ComenzĂł a hacer su trabajo y en cuestiĂłn de 20 minutos, Baekhyun ya habĂ­a regresado al escritorio.

-Ahora sí, pregunta lo que quieras. Te escucho – se acomodó en su silla.

-¿Cuándo podré volver a tener…? – Baekhyun calló y se sonrojó -Tú sabes...

-ÂżSexo?

Baekhyun asintiĂł repetidas veces.

-Bueno, al ser un caso único y al ver lo rápido que se está curando la herida… – pausó –…Podría decir que aproximadamente en 4 o 6 semanas.

-¡¿Cuatro a seis?! – gritó -¿Tengo que esperar alrededor de 42 días para desvirgar a mi novio?

La doctora quedĂł atĂłnita.

-Sí, sí, Kai es virgen – bufó rodando los ojos.

-Si no obedeces, podrĂ­as abrir la herida.

Baekhyun lanzó un grito que despertó a TaeHyung. La doctora tomó al pequeño entre sus brazos para arrullarlo.

-¿A-abrirse? – el bajito se tocó el vientre.

-SĂ­. Por eso te recomiendo que mejor esperes de 4 a 6 semanas – hizo una pausa -Aunque no tiene nada de peligroso que se besen y acaricien, pero, tener relaciones no es buena idea, por el momento.

-De acuerdo… - Baekhyun hizo un puchero -Ay, y yo que me moría por desvirgar a mi negro lo antes posible – bufó.

La doctora comenzĂł a reĂ­rse. Nunca le habĂ­a tocado un paciente como Baekhyun. TaeHyung tendrĂ­a que aprender a vivir con la madre que le habĂ­a tocado.






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Kai habĂ­a comprado y devorado casi todos los postres que habĂ­a en la cafeterĂ­a de la clĂ­nica.

-Un café de crema irlandesa, por favor – le pidió a la señora que atendía.

Tras recibir su bebida, regresĂł a su mesa. ComenzĂł a comer una dona con chocolate que habĂ­a dejado a medias, en eso, alguien se sentĂł en la silla que estaba frente a la suya. LevantĂł la mirada y de inmediato sintiĂł un escalofrĂ­o recorrer su espalda.

-¿Qué haces aquí, Chanyeol? – preguntó entre dientes.

-Cosas – respondió el gigante.

-¿Qué quieres? – Kai enarcó una ceja.

-¿Dónde está Baekhyun?

Chanyeol se veía terrible. Tenía ojeras sobre ojeras, estaba pálido, un poco más delgado y ni qué decir del desastre en el que se encontraba su cabello. Aunque lo que más llamó la atención del moreno, fue la tristeza que reflejaba su mirada.

-¿Para qué lo quieres? – preguntó Kai; no se dejaría llevar por el estado de Chanyeol.

-Necesito hablar con Ă©l.

-No creo que sea buena idea – le dio un sorbo a su café.

-Tú qué sabes. Es mi hermano, necesito verlo – Chanyeol prácticamente había suplicado.

-¿Desde cuándo te importa? Siempre te ha caído mal, ¿no?

-Mira, Kai, no te entrometas. Sólo dime en dónde mierda está.

-En el consultorio de la doctora Lee – Jongin decidió decirle por la paz. No quería armar un escándalo.

-Bien – el gigante se levantó -Ni se te ocurra aparecer por ahí – apuntó con el dedo índice.

-SĂłlo si prometes que no vas a hacerle algo malo.

-Lo prometo – Park bufó y se fue.

Kai quedó algo intranquilo con aquello. Pagó la cuenta y se dispuso seguir a su “cuñado”, discretamente, claro.






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Baekhyun había salido del consultorio. Iba marcarle a Kai, pero en eso escuchó aquella profunda voz llamándole.

-¿C-Chanyeol? – exclamó cuando tuvo enfrente al gigante.

-Baekhyun – Chanyeol sonrió con alegría.

-Chanyeol, ¿por qué estás aquí? – preguntó sorprendido de ver el deplorable estado de su hermano.

El más alto tomó la mano del bajito y lo llevó a un lugar más alejado. Baekhyun tuvo que detenerlo en el camino pues no podía seguirle el paso, ya que aún no podía caminar normalmente.

Chanyeol entendiĂł y se sentaron en la sala de espera de un consultorio cerrado.

-¿Puedo verlo? – Chanyeol preguntó y señaló hacia el portabebés.

Baekhyun asintió y con mucha delicadeza tomó al pequeño y se lo pasó al gigante, el cual lo cargó con nerviosismo; temía hacerle daño al recién nacido.

-Es una perfecta combinación de…bueno, de él y tuya – exclamó tras observar al bebé, por un par de minutos.

-Lo sé – Baekhyun suspiró -Pero, se parece más a mí, ¿verdad?

Chanyeol asintiĂł.

-Hola, pequeño, soy tu tío – susurró suavemente.

TaeHyung abriĂł los ojos luego de haber escuchado aquella gruesa voz. Le observĂł con detenimiento y luego sonriĂł mostrando sus encĂ­as sin un solo diente.

Chanyeol chillĂł con emociĂłn.

-¿Qué haces aquí? – preguntó Baekhyun.

El alto lanzĂł un largo suspiro.

-Dara perdió a nuestro bebé – murmuró con tristeza.

-Oh – Baekhyun se sorprendiĂł tanto con aquella noticia  que, le tomĂł algunos segundos seguir hablando -L-lo siento mucho, enserio… - dijo, al fin.

Dara había perdido al bebé y él tenía al suyo ahí, con apenas una semana de nacido. La vida podía ser muy cruel, a veces.

-Quiero regresar a casa – Chanyeol dijo de repente, cortando los pensamientos de su hermano.

-Pero, Âży Dara? No puedes abandonarla en momentos como estos.

-Baekhyun, te extraño – el gigante ignoró aquella palabras y estrechó entre sus brazos el menudo cuerpo del bajito. Lo hizo con mucho cuidado pues aún tenía a TaeHyung en su regazo.

Baekhyun cerró los ojos dejando que aquél cálido abrazo le envolviera; sin embargo, sólo duraron segundos así, pues rápidamente, Baekhyun se separó alegando que podrían lastimar a TaeHyung.

Kai no habĂ­a visto aquella escena, ya que habĂ­a regresado a la cafeterĂ­a, pues recordĂł que no probĂł unos cuernitos con jamĂłn y queso que la cocinera le habĂ­a ofrecido como regalo por haber acabado con casi todos los platillos.

-Quiero hablar con mamá y papá – continuó Chanyeol.

-¿Qué pasará con tu novia? – insistió el bajito.

-¿Sigues con Kai? – si se trataba de evadir las preguntas, Chanyeol se llevaría el primer lugar.

-No me cambies el tema.

-Mierda, Baekhyun, ¿qué me has hecho?

-¿De qué rayos estás hablando? – tomó al pequeño y lo regresó al portabebés.

-¿Por qué rayos me gustas tanto?

Aquello hizo que Baekhyun enrojeciera en cuestión de segundos. Era verdad, Chanyeol sí sentía algo por él. Su hermano le quería; le quería de una forma “diferente”.

-¿Tienes fiebre? – fue lo primero que se le ocurrió decir.

Chanyeol lo jaló suavemente, haciendo que sus labios chocaran. El bajito se separó rápidamente.

-No, ojalá tuviera, pero no. Lo que estoy diciendo es verdad – Chanyeol murmuró sobre los labios de su hermano.

-Pero…pero...aun así seguiste con Dara… - Baekhyun sentía que su corazón bombeaba con fuerza.

-Deja de hablar de ella – pidió el gigante.

-Mira, Chanyeol, no puedes dejarla sola. No ahora que más te necesita. Serías muy poco hombre si lo haces – Baekhyun se puso de pie y tomó el portabebés.

-¿Qué hay de mis sentimientos? – Chanyeol copió la acción de su hermano.

-Respeta mi noviazgo con Kai.

-ÂżLo quieres?

Baekhyun se quedĂł callado.

-¿En verdad lo quieres? – insistió.

-Sí - Baekhyun huyó lo más rápido que pudo.

Chanyeol se quedó ahí, estático y con una rajadura en el corazón. Triste y desahuciado, regresó al consultorio en la que se encontraba su novia.

-Pensé que me habías abandonado – exclamó Dara, abrazándolo, dejando que las lágrimas mezcladas con su delineador, mancharan la camisa de su novio.

-No, no voy a hacerlo – Chanyeol comenzó a llorar.

El haber visto a Baekhyun le había dejado peor y más aún cuando le dijo que en verdad quería a Kai.

-No voy a renunciar – murmuró.

-¿Qué? – preguntó Dara.

-Nada – contestó, abrazándola con fuerza.






[*]







-Vámonos – Baekhyun tomó la mano de su novio y comenzó a jalarlo.

-Espera, mi cuernito – Kai regresó a la mesa, tomó su comida y corrió para alcanzar a Baekhyun.

-El idiota de Chanyeol está aquí – Baekhyun caminaba rápidamente, ignorando el dolor en su vientre.

-Ya lo sé, vino a interrogarme para que le dijera en dónde estabas.

-¡¿Por qué le dijiste?! – frenó haciendo que Kai chocara contra él.

-Me amenazó – justificó el moreno.

-Como sea, ya no aguanto estar aquí – el bajito rodó los ojos y continuó caminando rumbo al estacionamiento.

-¿Discutieron? – Kai abrió el coche y puso a TaeHyung en el asiento trasero.

-Como siempre – bufó Baekhyun.

-ÂżQuieres ir a tu casa?

-No, quiero ir a la tuya.

-Ok – puso en marcha el auto.







[*]







Durante el camino, Baekhyun permaneciĂł en silencio y Kai no se atrevĂ­a  a preguntar nada.

-Aw, TaeTae está bien dormidito – exclamó el moreno, luego de ver al pequeño a través del retrovisor.

Baekhyun se giró y automáticamente, su expresión se suavizó.

-Kai – murmuró.

-Dime – respondió el chico.

HabĂ­an llegado a su destino.

-Lamento mucho que tengas que soportar mi mal humor es que…

-Está bien, es normal que estés así. Leí que cuando tienes a un bebé, tus hormonas están revueltas y tu estado de ánimo es todo un caos – explicó.

-Ah, todo un experto – sonrió.

Kai asintiĂł y se apresurĂł a bajar a TaeHyung, pues parecĂ­a que pronto lloverĂ­a. Entraron a la casa.

Una vez que TaeHyung se quedĂł durmiendo en la cama de Kai, Baekhyun enredĂł los brazos en el cuello del moreno.

-Sabes, la doctora me dijo que tengo que esperar 4 o 6 semanas para tener sexo – mordió el esponjoso labio inferior de su novio.

-¿Eso fue lo que tanto te urgía preguntar? – murmuró Kai. Su voz se había hecho más profunda, dándole un toque de sensualidad a aquel momento.

-Sí. Necesitaba saber en cuánto tiempo puedo desvirgar a mi novio – Baekhyun le tocó la nariz con el dedo índice.

-Eres un pervertido – exclamó el moreno.

-Pero, ya. Fuera de broma, Âżen serio eres virgen?

El chico asintiĂł con mucha pena.

-Estuve a punto de dejar de serlo con mi ex pareja – explicó.

-¿Y, qué pasó?

-El intercambio – Kai hizo una mueca de disgusto.

-Qué pena – Baekhyun le dio un beso fugaz y continuó su interrogatorio -¿Volviste a hablar con él?

-No, terminamos mal porque Ă©l no querĂ­a que viniera a SeĂşl. Se puso como loco por lo que decidĂ­ ponerle fin a esa relaciĂłn.

-Bueno, pero ahora me tienes a mí – pegó su cabeza al pecho de Jongin -Te quiero, Kai.

-Yo también – lo tomó de la barbilla y lo besó suavemente.

Poco a poco Kai fue intensificando aquel beso. Baekhyun agregĂł caricias y uno que otro jadeo. Ambos sentĂ­an que la temperatura de sus cuerpos incrementaba con cada segundo que pasaba.

-Vamos a la sala – suplicó Baekhyun, pues su bebé estaba durmiendo en la cama y en aquella casa sólo había una habitación.

-Pero no podemos… - Kai fue interrumpido.

-Ya lo sĂ©. SĂłlo tĂłcame – jadeĂł en el oĂ­do del moreno, quien lo cargĂł como reciĂ©n casados y lo llevĂł a la sala. Lo recostĂł en el Ăşnico sillĂłn que habĂ­a ahĂ­.

Jongin se ubicĂł entre las piernas de Baekhyun, quien comenzĂł a desabrocharle la camisa.

-No sabía que tenías esto – exclamó tras ver los no tan marcados pero sí visibles, abdominales de Kai.

-Y hay más, pero tienes que esperar… – sonrió juguetonamente apretando su erección contra la de Baekhyun.

-¡Mierda, Kai! – gimió el otro -Maldito, caneloso – lo tomó del cabello, acercándolo a sus labios para besarlo con pasión. Luego, le bajó el cierre y con gran habilidad, sacó su miembro y comenzó a masturbarlo.

El moreno comenzĂł a gemir desesperadamente.

-Acaso…¿nunca te has tocado? – preguntó Baekhyun.

-Claro que sí, pero mierda…tus manos…

-Lo sĂ©, además de ser hermosas, hacen maravillas – bromeĂł mordiĂ©ndose el labio inferior, aparentando inocencia.

Kai le bajĂł los pantalones y se dispuso a masturbarlo tortuosamente.

-Jongin… - Baekhyun lanzó un jadeo.

El aludido le mordió el lóbulo izquierdo, provocando que Baekhyun se viniera rápidamente. Segundos después, él también acabó.

Había sido algo rápido, pero cargado de pasión.

-Nada mal, para un virgen – se burló el bajito.

-Agh, tenías que salir con tu mamada – bufó Kai.

-¿Mamada? – a Baekhyun se le iluminaron los ojos -¿Quieres que te haga una?

Kai enrojeció rápidamente.

-N-no. E-eso será después, cuando TaeHyung esté con sus abuelos… - habló con nerviosismo.

-Tienes razĂłn.

Se besaron suavemente. Permanecieron unos minutos abrazados y luego limpiaron lo que habĂ­an hecho.






 [*]







Baekhyun se encontraba en la puerta de su casa. Jongin luchaba con el cinturĂłn para sacar a TaeHyung del auto.

-Estaba pensado que mañana vayamos a cenar, si es que te sientes bien, claro – dijo el moreno.

-Oh, joven Jongin, ¿a qué se debe su invitación? Quizá, ¿a lo que pasó hoy? O, ¿porque se muere porque se la mam…?

-¡Sólo quiero salir contigo! – habló apresuradamente -S-si después llegamos a eso…será porque así sucedió.

-Me encanta cuando te pones nervioso – lo besó -Nos vemos mañana, ¿a qué hora?

-A las 8.

-Perfecto. Le pediré a mis papás que cuiden de TaeTae – le guiñó un ojo -Adiós, sucio~ - bromeó.

Kai le sacĂł la lengua, se metiĂł al auto, puso en marcha el motor y partiĂł.

Baekhyun entró a la casa. Estuvo a punto de soltar el portabebés cuando vio a Chanyeol y a Dara platicando animadamente con sus padres.

Su madre se puso de pie y se dirigiĂł hacia Ă©l.

-Hijo – la señora tomó al bebé entre sus brazos -A partir de hoy, Chanyeol y Dara vivirán con nosotros.

Un fuerte trueno resonĂł en toda la casa y en una fracciĂłn de segundo, comenzĂł a llover con furia.

-¡¿Qué?! – gritó Baekhyun, dejando sin tímpanos a todos los presentes y de paso despertando a su bebé.




  

Continuará…