Grupo: EXO
Pareja: SeTao (Sehun x Tao)
Clasificación: +18
Advertencias: AU, drama, bullying escolar, lemon. Sehun tops.
Resumen:
Para Sehun, Tao no era más que un chino homosexual que había llegado de intercambio; sin embargo, cuando éste comienza a hacerse popular debido a sus buenas calificaciones, la bomba estalla.
Para Sehun, Tao no era más que un chino homosexual que había llegado de intercambio; sin embargo, cuando éste comienza a hacerse popular debido a sus buenas calificaciones, la bomba estalla.
-¡Por favor, me hacen daño! – decía mientras era golpeado por aquellos gorilas que siempre andaban con Sehun.
-Escucha, chino, haré todo lo posible por que dejes esta escuela. Te lo juro.
Pero el plan de Sehun cambiaría tras
acostarse con Tao.
° ° ° °
I Hate You with Love
1.
Hate.
Hate.
-¡Por favor, me hacen daño! – decía
mientras era golpeado por aquellos gorilas que siempre andaban con Sehun.
-Escucha, chino, haré todo lo posible
por que dejes esta escuela. Te lo juro.
-¿Qué hice para que me trataras así? –
preguntó en un hilo de voz.
-Robar mi fama – le dio un último
golpe en el estómago provocando que escupiera sangre.
Sólo
había pasado un mes desde ese incidente.
Tao vivía
un infierno, pero nadie le ayudaba. Se preguntaba la razón por la que toda la
maldita escuela respetaba al “chico flor con actitud de demonio”.
Sehun se
había encargado de alejar a la gente que se acercaba buscando su amistad. Estaba
solo en aquella escuela.
Pensó varias
veces en darse de baja, pero eso sería una estupidez, pues había luchado hasta
el cansancio por ese intercambio; por esas calificaciones impecables; por una
vida mejor.
-*-
-Hmn...Sehunnie,
alguien...alguien nos está viendo – jadeó, Taeyeon; su novia.
El
aludido pudo distinguir una cabellera mal teñida de rubio. Sabía perfectamente
de quién se trataba.
-Ve a tu
casa. Te veo en la noche – le dijo a la chica.
Salió
disparado del salón.
{Flashback}
Tao
caminaba rumbo hacia su aula; había dejado algunos libros debajo de su silla.
Cuando se disponía a girar la chapa, divisó a dos personas dentro.
Se pegó
un poco más a la ventana de la puerta y sus ojos se abrieron en demasía cuando
vio a Sehun y una chica teniendo relaciones en el escritorio del maestro.
Quiso
moverse, pero se congeló al darse cuenta de que aquella muchacha le había
descubierto.
Tras
escuchar que ésta le decía a Sehun, comenzó a correr.
{Fin del flashback}
Le fue
muy fácil atrapar al intruso. Lo golpeó contra los casilleros.
-¡No era
mi intención! No sabía que...
-¡Toda la
puta escuela sabe que Taeyeon es mi novia y que me la cojo después de clases! –
gritó.
-P-pero
yo soy nuevo – intentó justificarse.
-¡Llevas
meses aquí, no es posible que no sepas!
Tao
estaba esperando a que Sehun le golpeara y se fuera; justamente cuando iba a
hacerlo, una fuerte mano, sujetó el brazo de Sehun.
Huang abrió
los ojos encontrándose con un chico de cabellos dorados, rostro afilado pero
con algunos rastros delicados, piercings en ambas orejas y anillos de calavera
en ambas manos. Era la combinación perfecta entre un ángel y un demonio.
-Maldita
sea, ¡Kris! – gritó Oh Sehun alejando violentamente su brazo.
-¿Estás
bien, chico? – preguntó.
Tao
asintió repetidas veces; la belleza del tal Kris le había dejado sin habla.
-Sehun,
sabes que debo reportarle esto a tu padre, ¿no?
-Y tú
sabes que mi padre es el director y que no hará nada, ¿no?
He ahí la
respuesta. Por eso nunca expulsaban a Sehun.
-Sí; sin
embargo, no puedo permitir que estas cosas sucedan.
¿Dónde
rayos había estado Kris durante todos esos meses de sufrimiento que tuvo que
enfrentar? Se preguntaba Tao.
-Le dije
a mi padre que el otro orientador estaba mejor – bufó el chico flor.
-Claro,
porque lo tenías amenazado y nunca reportaba tus abusos.
-Ay, ya.
Jódete, Wu, haz lo que quieras – comenzó a irse, pero se detuvo y volteó a ver
a Tao –Nos vemos después.
El rubio
sintió que los escalofríos se adueñaban de su cuerpo.
-*-
Los meses
pasaron y Tao era constantemente defendido por Kris; hasta que de un día a
otro, desapareció.
-Le pedí
a mi padre que lo despidiera – respondió Sehun mientras caminaba por los
pasillos de la escuela.
-¿Por
qué? – preguntó Tao. Sabía que era peligroso atosigarlo con preguntas pero
necesitaba saber qué había pasado con su “protector”.
-Me caía
mal.
-S-sehun,
no sé qué fue lo que te hice, pero, por favor, deja de golpearme y amenazarme –
gran error, Huang Zitao. Nunca debiste haber dicho eso.
Sehun se
detuvo.
-Tienes
suerte de que hoy esté de buen humor – reanudó su caminar.
Tao
suspiró. Seguramente sólo le dejaría tranquilo por un día, aunque eso sería más
que suficiente.
De
pronto, cuando abrió su casillero, un montón de bichos salieron de ahí. Sintió
su corazón detenerse. No podía gritar, no podía moverse.
Todo se puso negro.
-*-
Cuando despertó,
estaba en el cuarto de un hospital y no en la enfermería de la escuela. A su
lado se encontraba, Suho, su tutor y padre adoptivo.
-¿Qué
pasó? – cuestionó.
-Te
desmayaste y no reaccionabas, por eso te trajeron al hospital.
-Oh, lo
siento si te hice viajar – dijo apenado.
-No te
preocupes, mi pequeño – le besó la frente –Firmaré los papeles para que te den
de alta y podamos irnos a casa ¿ok?
-¿A-a
casa?
-Sí, te
dieron unos días para que puedas recuperarte.
-¿Y las
tareas? No conozco a nadie que me las de y...
-Tranquilo,
cuando regreses te pones al corriente. Hablé con el director y dijo que puedes
entregarlas después.
-Gracias,
omma, muchas gracias – le abrazó con fuerza. Le hacían falta unos días con él.
-*-
-Así que
descansaste de mí – decía Sehun.
-S-sehun,
no...
-¿No qué?
Tao bajó
la cabeza. Era inútil ponerle un alto.
-¿Te
gustó mi sorpresita?
Sintió
las lágrimas agolparse en sus ojos tras recordar lo vivido.
-Mírame
cuando te hablo – ordenó tomándolo de la barbilla. Tao mordió su labio inferior
aguantando el llanto.
-N-no… -
murmuró.
-Te tengo
otra.
Tao
suplicaba porque no fueran insectos otra vez. Desde pequeño le tenía fobia a
aquellos asquerosos animales.
-Acompáñame
– le dijo.
No se
movió.
-¡Camina!
– Sehun comenzó a empujarlo.
-*-
-Llegamos
– la voz de Sehun le sacó de sus pensamientos.
Frente a
ellos se encontraba una puerta blanca. Nunca había visto aquella parte de la
escuela.
Sehun
tocó varias veces en una especie de clave Morse. La puesta se abrió y ambos
entraron.
Quedó
atónito al ver lo que había ahí: una habitación de lujo; casi como una suite. Papel
tapiz blanco con café, piso alfombrado, muebles de color café obscuro.
Su mirada
viajó por toda el lugar hasta topar con los matones de Sehun, quienes le veían
fijamente.
-Escuché
que te gustan los hombres – dijo el chico flor; se había servido algo de vino y
lo bebía tranquilamente.
Tao
permaneció en silencio. Era verdad, no podía negar sus preferencias.
-Desvístete
– ordenó, Oh Sehun.
Continuará...
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