2. Roller Coaster
Wonho golpeaba
con fuerza a su contrincante el cual, incluso con protección, parecía
estar a punto del Knock-Out.
Kihyun, quien
con desgano “golpeaba” el saco de arena, miraba de reojo al chico de cabello
azul; observaba aquel pecho bien trabajado, aquellos brazos bañados en sudor y
aceite; aquellas piernas afeitadas y torneadas… Inconscientemente se mordió el
labio inferior.
Wonho sintió
la mirada de Kihyun por lo que volteó la cabeza hacia donde éste se encontraba
y le sonrió al mismo tiempo que esquivaba un golpe. Kihyun apartó los ojos con
rapidez.
-¿Cómo
demonios me voy a acostar con él? Es algo… asqueroso – murmuró para sí mismo.
-Stop! – gritó
el entrenador -¡Wonho gana!
Kihyun rodó
los ojos y suspiró.
X X X
-Hey, ¿tanto
te gusto que no puedes quitarme los ojos de encima? – preguntó Wonho apenas
entró al área de las regaderas y vio a Kihyun guardando algunas cosas en su
casillero.
-… - el menor
prefirió ignorarlo.
Wonho chasqueó
la lengua, lanzó la toalla blanca con la que estaba secándose el sudor, caminó
hacia Kihyun y le cerró el casillero con fuerza, acorralando al instante.
-Voltéate –
ordenó.
Kihyun no hizo
caso. Wonho bufó y lo volteó.
-¿Por qué te
cuesta tanto aceptar que te gustan los hombres?
-¡Porque no es
cierto! – gritó Kihyun, furioso por la fuerza y brusquedad con la que Wonho le
había volteado.
-Si ese fuera
el caso, no hubieras aceptado que te besara, no hubiera habido vídeo y por lo
tanto no tendrías que acostarte conmigo – sonrió como si nada.
-¡No soy gay,
no me gustan los hombres y jamás lo harán!
Wonho le tomó
del cuello. Kihyun se asustó y trató de quitar aquella mano que le sujetaba con
fuerza, pero no pudo.
El de cabello
azul, se acercó a él un poco más y lo besó con salvajismo. Kihyun no correspondía,
se sentía asqueado. Tembló al sentir que una mano acariciaba su entrepierna,
buscando estimularlo.
-N-no – dijo
en un hilo de voz.
Wonho retiró
la mano de su cuello para luego tomarlo de la barbilla y volver a besarlo.
-Vaya, te
estás poniendo duro – sonrió dirigiendo la mirada hacia el semi-erecto miembro
de Kihyun. Rápidamente le bajó aquellos pants negros -Y no traes ropa interior,
parece que estabas esperando este momento.
-¡Claro que
no! ¡Es asqueroso! ¡Repug–
Wonho le tapó
la boca.
-Cállate o van
a descubrirnos.
-¿N-no se han
ido? – preguntó Kihyun con los ojos bien abiertos.
-Claro que no,
sólo cerré la puerta con seguro.
-¡¿Qué?! –
exclamó.
Wonho no
respondió, se dedicó a masajear el miembro del menor, quien estaba bastante
inquieto pues que un hombre le estuviera provocando aquellas sensaciones, no
estaba bien; era “del diablo”, según palabras de su familia.
De pronto,
Wonho retiró aquella mano de su boca y la bajó hasta sus glúteos, masajeando el
izquierdo, rozando los dedos con su entrada.
-¡¿Qué
demonios estás haciendo?! – gritó Kihyun.
-Eres
demasiado ruidoso, sólo disfruta el momento tal y como tu pene lo hace. Kihyun se
mordió el labio inferior. De nuevo su mirada de clavó en aquellos pectorales y
brazos. Eso no estaba bien, ver a un hombre de aquella manera era pecado.
-Mhn – gimió
echando la cabeza hacia atrás. Estaba por acabar -Won– - gimió al sentir un
dedo rozar su entrada.
-Shh. Quédate
quieto – le susurró al oído para luego meter lamer un dedo de la mano que
previamente masajeó su trasero para dirigirlo de nuevo ahí.
-No pensarás–
-Sí – sonrió.
Kihyun no
podía con tanto. No supo en qué momento la razón le había abandonado. Tomó a
Wonho de aquella camisa gris y lo pegó a su pecho para luego besarlo con
lujuria. Wonho se sorprendió y aprovechó aquello para ingresar aquel dedo
dentro de Kihyun, quien dio un respingo pero no detuvo el movimiento de sus
labios. Wonho dejó de masturbarlo para sostenerse de los casilleros. Estaba por
perder el balance debido a la posesiva manera en la que Kihyun le había tomado
para besarlo.
El menor metió
su mano libre por dentro de la camisa de Wonho, sintiendo aquel abdomen,
aquella espalda bañada en sudor. Wonho retiró aquel dedo y continuó masturbándolo. Kihyun cerró los ojos con fuerza, rompió el beso y se vino. Una
vez que hubo liberado todo, recargó la cabeza en el hombro de Wonho, quien
estaba agitado por todo lo ocurrido.
-Estás lleno
de sorpresas. Qué bueno que no te gustan los hombres – dijo el mayor.
Kihyun le
empujó, subió sus pantalones, tomó su mochila y estuvo a punto de huir como la
primera vez; sin embargo, Wonho lo agarró del brazo a tiempo.
-¿Qué? – bufó
Kihyun.
-Tu pantalón
está manchado.
El menor bajó
la mirada y efectivamente, Wonho había limpiado su mano ahí.
-¿Es en serio?
Mi novia–
-Sólo dile que
te hiciste una paja para aguantar el entrenamiento – le guiñó un ojo para
después soltarlo e irse hacia las regaderas.
Kihyun se
quedó ahí siguiéndolo con la mirada; inmediatamente sus ojos se fijaron hacia
aquel bien formado trasero. Cómo odiaba a Shin Hoseok.
X X X
[Días después]
-Hello, mi
nombre es Changkyun pero me dicen I.M. un gusto en conocerlos.
-Estará con nosotros
alrededor de mes y medio, espero que se lleven bien con él. Bienvenido – dijo
el entrenador -¡Wonho!
El chico
acababa de llegar al gimnasio, estaba quitándose los lentes de sol cuando
escuchó la voz de su entrenador.
-Ven aquí,
conoce al nuevo – habló el señor.
Wonho dirigió
la mirada hacia el chico que era abrazado por su entrenador. Éste le sonrió y
Wonho le devolvió la sonrisa.
-Un gusto – le
estiró la mano.
-Uh, ya estuvo
que se lo coge – murmuró Mark.
Kihyun, que
estaba detrás de ellos, escuchó aquello.
-¿Por qué? –
su boca fue más rápida que su cerebro.
-Porque le
encanta estrenarlos. Sólo tú has
sobrevivido – contestó Yungjae.
-¿Y ustedes? –
de nuevo, con sus preguntas innecesarias.
-Parece que no
conoces la historia – dijo JB -Cuando Wonho ganó fama, se fue a entrenar a un
gimnasio de la high; todos pensábamos
que ahí se quedaría, pero no. Un día regresó y dijo que prefería la manera
tradicional en la que le enseñaban aquí.
-Además de que
aquí nadie le dice nada por revolcarse con hombres – agregó Yugyeom.
-Y nunca le
interesamos porque… no somos nuevos – dijo Yungjae.
-Vaya… -
exclamó Kihyun.
-Que no se te
olvide que aún tenemos tu vídeo, eh. Vigila que no se distraiga mucho con carne
fresca – dijo Bam Bam antes de irse; los otros le siguieron.
Kihyun tragó
fuerte y miró a Wonho y al nuevo, los cuales conversaban animadamente; aunque
era muy obvio el coqueteo entre ellos.
Por alguna
razón, Kihyun sintió que aquel chico se había convertido en su enemigo.
Continuará…
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