Capítulo 16
Amor
Amor
[
Muchos años después ]
-¿Ten? – exclamó Johnny apenas abrió la
puerta de la oficina de Leeteuk. Ahí estaba él
, con sus alas y atuendo negros, haciendo juego con su cabello azabache.
-¿Puedo abrazarlo? – preguntó Ten a Leeteuk,
quien asintió.
El ahora demonio corrió hacia Johnny y lo
abrazó fuertemente, tratando de transmitirle todos sus sentimientos, desde el
infinito amor que le tenía hasta la enorme tristeza que le causaba no verlo.
-¿C-cómo pasó? – preguntó Johnny, acariciando
la cabeza de Ten y mirando a Leeteuk.
-Ya era su hora. El darle parte de tu
juventud de ángel no lo es todo – explicó el ángel mayor -Supongo que ya sabrás
por qué es demonio.
Johnny asintió.
La puerta de la oficina de Leeteuk volvió
abrirse revelando un par de alas negras y otro par de alas blancas.
-¿Se puede?
-Claro, Haechan, pasa – contestó Leeteuk.
-Quería preguntarle si pod— ¿quién es él? –
Haechan señaló a Ten.
-Hola, me llamo Ten y soy nuevo – saludó el
demonio separándose un poco de Johnny.
-Espera, ¿eres bueno era el humano de Johnny?
Ten asintió.
-Oh, déjame decirte que Mark te odia—
-Haechan, ¿a qué viniste? – interrumpió
Leeteuk.
-¡Es verdad! Vine a preguntarle si podía
quedarme a cenar.
Leeteuk suspiró.
-Sí, pero sólo tú, dile a Taeyong que Winwin
no puede quedarse.
-No se preocupe, ya cenó – sonrió con
picardía, haciendo que Ten estallara a carcajadas, Leeteuk y Johnny fruncieran
el ceño y Mark quedara confundido.
Haechan tomó la mano de Mark y lo sacó de la
oficina tras ver el rostro de Leeteuk.
-Dime que entendiste mi chiste – suplicó
Haechan.
-Tengo una teoría, pero no sé si estoy en lo
cierto.
El demonio se palmeó la frente.
-Olvídalo.
-Sabes, extraño a Renjun – suspiró Mark.
Era sorprendente cómo podían cambiar de tema
en cuestión de segundos.
-Y yo a Jeno molestándolo, pero están en un
lugar mejor, además puede que para las fiestas de fin de año vengan de visita.
Escuché a Leeteuk hablar sobre eso – dijo Haechan.
Mark miró con asombro al demonio.
-Sabes más del cielo que yo.
-Los demonios somos expertos para
escabullirnos, ya deberías saberlo a estas alturas – bufó.
Mark adoraba verlo “molesto”; sabía
perfectamente cómo cambiar ese semblante: robándole un beso. Lo tomó de la
barbilla, haciendo que girara la cabeza para verlo, luego le plantó un sonoro
pero rápido beso.
-¿Contento?
-Hmm… quizá necesite otro – enredó los brazos
en el cuello de Mark y ambos se besaron como si llevaran siglos sin hacerlo.
愛
-A ver, entonces, ¿tú fuiste mi ángel? –
preguntó Chenle.
-Sí, pero luego cuando me mandaron de regreso
a la tierra, Jisung y tú me adoptaron.
Chenle era nuevo como ángel y había muchas
cosas que le confundían pero Renjun estaba ahí para ayudarlo en todo.
-Ah, mi Jisung, espero que vengas pronto –
suspiró el chino.
Renjun se acercó a abrazarlo. Ambos miraban
al coreano, quien seguía en la tierra, a través de la fuente.
-A todo esto – habló Chenle -¿En dónde está
tu novio?
-¿Jeno?
Chenle asintió.
-Dijo que estaba arreglando cosas para su
traslado a China.
-Sí que te ama, mira que cambiar de país por
ti.
Renjun no pudo evitar sonreír antes las
palabras del nuevo ángel; a pesar de ser molesto y desesperante, Jeno sabía
cómo enamorarlo cada día más.
愛
-Doyoung, deja los libros por un rato,
alguien vino de muy lejos a verte – dijo Heechul.
Doyoung abrió intempestivamente la puerta de
su habitación.
-¿Jaehyun?
Heechul asintió.
-¿Le diste otro anillo?
-No. Vino para quedarse.
Doyoung abrió los ojos con sorpresa; llevaba
muchos años sin verlo debido a que, al ser mitad humano mitad ángel sus visitas
debían ser contadas pues le debilitaban vitalmente y Doyoung tuvo que
suplicarle que sólo se vieran una vez cada dos años, para no causar problemas.
El demonio corrió a toda prisa hacia el salón
principal, en el que Jaehyun le esperaba de pie, con sus alas blancas y cabello
negro.
-Al fin podremos estar juntos – exclamó el
ahora ángel.
Doyoung no pudo contener más las lágrimas y
dejó que éstas resbalaran por sus mejillas.
Heechul los observaba de lejos; jamás pensó
que un ser tan frío como Doyoung pudiera derretirse con tan sólo escuchar
“Jaehyun”.
愛
-Leeteuk dijo que no puedes quedarte –
comunicó Haechan a Winwin, el cual estaba con Taeyong en los jardines del
instituto de ángeles.
-Me lo imaginaba – contestó Winwin; Leeteuk
le había permitido quedarse tres días seguidos ya y obviamente un cuarto día
sería mucho abuso a su nobleza.
-Supongo que ahora tú vas a quedarte – dijo
Taeyong, a lo que Haechan asintió con una sonrisa de oreja a oreja.
-Bueno, les dejamos – Haechan arrastró a Mark
hacia el comedor. Si había algo que le gustaba de ese lugar, además de Mark,
era la comida -Heechul siempre nos da cosas frías pero aquí lo sirven todo
caliente y con amor – exclamó Haechan mientras devoraba la comida que había en
su plato.
-¿Recuerdas cuando nos conocimos? – preguntó
Mark de repente.
-¿En casa de Jisung?
Mark asintió.
-Cómo olvidarlo, me caíste muy mal – Haechan
dio un sorbo a su bebida.
-¿Por ser ángel?
-Y por golpearme.
-No lo hice a propósito – se defendió el
ángel.
-Pero me dolió.
-Deberías estar agradecido; gracias a eso nos
conocimos.
-De alguna manera teníamos que hacerlo, somos
almas gemelas – continuó comiendo.
Mark soltó una boba risilla.
-¿Qué? – exclamó Haechan.
-Te amo, Haechan – sonrió.
El demonio estuvo a punto de atragantarse con
su comida. Ambos eran completamente diferentes, pero tenían algo en común: el
amor que se sentían el uno al otro.
F I N
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