Capítulo 2
Cerezas
Cerezas
Habían pasado dos semanas desde que Wonho y Kihyun se habían
conocido. Kihyun iba casi diario a tomar el “especial para estudiantes”, Wonho
no le cobraba por nada de lo consumido, al contrario, lo pagaba de su propio
bolsillo, incluso había ido un par de veces al departamento de Kihyun para
ayudarlo con el dichoso proyecto escolar.
-¿Podrías… enseñarme a preparar tu especial? Es que me gusta
mucho – pidió Kihyun.
Wonho estaba en la cocina lavando algunas cerezas que había
traído de su cafetería; sí, de nuevo se encontraba en el departamento del
menor.
-Lo siento, pero es una receta secreta – dijo, tocándole
tiernamente la nariz con el dedo índice.
-Bueno, entonces, ¿qué tal algo parecido? Últimamente estoy
muy interesado en el café gracias al proyecto y a tu ayuda – sonrió.
Wonho se mordió el labio inferior.
-Lo voy a pensar – dijo.
Kihyun hizo un puchero, tomó una cereza y la mordió
sugestivamente, mirando fijamente a Wonho, el cual tragó fuerte tras presenciar
la escena.
-N-no hagas eso – pidió, tratando de recuperar el aliento.
-¿Por qué? – Kihyun tomó otra e hizo lo mismo -No quieres
enseñarme a preparar café.
Wonho tomó un poco de aire.
-¿Estás bien? – preguntó Kihyun, acercándose lentamente a su
presa.
-Sí, no te preocupes – Wonho dio un paso hacia atrás y tiró
el tazón con cerezas; casi todas se regaron en la mesa, excepto una que cayó al
piso. Kihyun agradeció a todos los dioses en los que no creía por la
oportunidad.
-Ay no – exclamó agachándose para recogerla -Regla de los
cinco segundos – dijo, mordiendo la cereza.
Wonho quería huir de ahí. Kihyun estaba hincado y
prácticamente a la altura de su pene.
-Oh, wow – dijo Kihyun, clavando la mirada en el apresado
bulto de Wonho.
-N-no es lo que tú crees – Wonho no sabía qué hacer, se
sentía muy avergonzado.
-¿Yo hice eso? – preguntó con inocencia.
-No, Kyun, no… ¿qué haces?
-Ayudándote – respondió, mientras le desabrochaba el
cinturón.
Wonho cerró los ojos cuando sintió la boca de Kihyun
engullir su miembro.
-Demonios… - jadeó, sosteniéndose con fuerza de la mesa.
-Estás muy grande – dijo Kihyun sin sacarse el miembro de
Wonho de la boca.
Wonho le empujó, lo puso de pie y lo sentó en la mesa.
-¿Cuántos años tienes? – preguntó con dificultad luego de
besarlo posesivamente.
-Los suficientes para hacerlo contigo – dijo sonriente
rodeando con sus brazos el cuello de Wonho.
El mayor sintió sus piernas temblar cuando Kihyun dijo
aquello. Lo besó ferozmente, arrebatándole el aire.
-Ah… Wonho… – jadeó Kihyun, mientras Wonho le masturbaba con
algo de rudeza.
-¿Quieres más? – le preguntó al oído.
-Quiero todo – respondió rápidamente.
Wonho lo bajó de la mesa y lo inclinó hacia adelante,
recargándolo en la misma.
-Te dolerá un poco al principio, pero prometo que no te haré
daño.
-Lo sé – dijo Kihyun.
Wonho mojó dos de sus dedos con saliva y los introdujo
lentamente en Kihyun, quien tensó el cuerpo.
-Relájate – pidió Wonho.
Una vez que estuvo dilatado, Wonho sacó un condón de su
billetera y se lo puso.
-S-sé más suave… por favor – pidió Kihyun.
Wonho obedeció y entró con delicadeza; comenzó a moverse
cuando Kihyun le indicó. El menor se sujetaba con fuerza de la mesa, mientras
Wonho arremetía contra su cuerpo ferozmente. Kihyun llevaba años sin tener sexo
con alguien tan interesante.
-¡Más! – pidió en un hilo de voz. De su boca escurrí saliva,
no estaba seguro si era suya o de Wonho debido a los besos que acababan de
darse.
-Kyun… voy venirme – dijo Wonho para después tomar las
caderas del menor con ambas manos, hundiendo sus dedos en aquella suave piel.
Kihyun aceleró el ritmo de la fricción de su mano en su
miembro para venirse junto con el mayor.
-¿Estás bien? – preguntó Wonho una vez que ambos terminaron.
-Muy bien – respondió Kihyun dando la media vuelta.
-Rayos – exclamó tras mirar su reloj.
-¿Ya tienes que irte?
-Sí, se supone que debí haber abierto la cafetería hace una
hora. Lo siento – dijo tomándolo de barbilla.
-No te preocupes. Podemos vernos en la noche – le guiñó un
ojo para después besarlo en los labios.
-Ten por seguro que voy a regresar – respondió Wonho,
alejándolo suavemente de su cuerpo; ese chico era demasiado para él.
✖
Horas después, Wonho había regresado. Apenas ingresó al
departamento, acorraló a Kihyun entre la puerta y su cuerpo y lo besó hasta
dejarle los labios rojos e hinchados.
-No pude dejar de pensar en lo que pasó en la mañana. Di mal
los cambios, cobré menos… ¿qué me has hecho Kyun? – preguntó sosteniéndolo de
las mejillas.
-La pregunta es… - hizo una pausa para comenzar a
desabotonarle la camisa -¿Qué me vas va a hacer?
Y con esto, Wonho lo cargó y llevó a la cama. En menos de un
minuto, sus ropas estaban regadas por todo el lugar.
-Hueles a cerezas – dijo Kihyun mientras besaba el cuello
del mayor.
-Gracias a ti – respondió el otro para después penetrarlo de
una sola estocada.
Aquella sería una noche muy larga, tanto que haría olvidar a
Kihyun el plan que tenía para lograr su cometido.
Continuará…
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