CapĂtulo 2
Trato
Trato
//Años atrás//
-Y… bueno,
me gustas… mucho – confesó Jaehyun; al fin, luego de dos años pudo declarar sus
sentimientos al hermano menor de su asesora de matemáticas.
-Ya lo
sabĂa – exclamĂł Doyoung.
Jaehyun
quedĂł perplejo. ÂżTan obvio habĂa sido?
-Pero tĂş a
mà no. No eres mi tipo – agregó Doyoung -No te sientas mal, a Ten sà le gustas.
Jaehyun le
mirĂł algo confundido y triste por la frialdad en la que Doyoung le contestaba.
-ÂżEs todo
lo que necesitabas decirme? – preguntó Doyoung.
El menor
asintiĂł con la cabeza.
-Bien,
entonces me voy – Doyoung tomó su mochila y la colgó en su hombro izquierdo.
Jaehyun
lanzó un largo suspiro, sintiendo cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
HabĂa planeado aquella “cita” durante tanto tiempo, para que terminaran
rompiéndole el corazón.
La gente
en el restaurante le miraba con pena. Una vez que se estuvo un poco más
calmado, se dio cuenta de que Doyoung habĂa dejado el dinero del cafĂ© y el
sándwich que habĂa consumido. SonriĂł con melancolĂa, tomĂł sus cosas y abandonĂł
el lugar.
Los dĂas
pasaron y un rumor rondaba por la escuela, el cual le tachaba de acosador y creepy. Fue golpeado, burlado y
amenazado, pero ninguno de los directivos hacĂa nada.
-Doyoung
inventó el rumor – le dijo WinWin, uno de sus amigos.
-¿Por qué
harĂa algo asĂ? – preguntĂł Jaehyun entre lágrimas. Estaba encerrado en un
cubĂculo del baño; una vez más habĂa sido golpeado tras terminar su jornada
escolar.
-Porque es
un insensible – bufó su amigo.
-SabĂa que
nunca se fijarĂa en mĂ. ¡MĂrame! Soy un fideo sin color, pecas, lentes y
brackets.
-Ten sĂ lo
hizo.
Jaehyun
sorbiĂł su nariz y saliĂł del cubĂculo.
-Pero está
en su último semestre, no tendré tiempo de tratarlo – caminó hacia el
lavamanos.
-Yo puedo
ayudarte, es amigo de Yuta – dijo WinWin.
Y una luz
de esperanza brillĂł en la oscuridad que consumĂa al pobre muchacho.
//Fin del flashback//
-Jaehyun –
exclamĂł Doyoung.
El chico
se girĂł y sonriĂł.
-OlvĂdalo,
me voy – bufó Doyoung, dando la media vuelta. Jaehyun chasqueó los dedos y uno
de los guardias que estaban en la oficina se puso frente a la puerta,
bloqueándole el paso a Doyoung.
-¿Por qué
tanta prisa? Platiquemos un poco.
-SabĂa que
no debĂa confiar en Wonho – murmurĂł el mayor.
-Wonho
sĂłlo querĂa ayudarte. Toma asiento – levantĂł un mano y otro guardia tomĂł a Doyoung de los hombros y lo sentĂł en una de las sillas frente al escritorio de
Jaehyun.
-Escucha,
no quiero problemas. Sólo deja que me vaya – pidió Doyoung.
-ÂżProblemas?
¿Quién habló de problemas? – Jaehyun se recargó en su silla -Wonho me contó que
estás por perder tu preciado club nocturno, adorado por muchos idols. ¿Cierto?
Doyoung
asintiĂł.
-PodrĂa
comprarlo si quieres – sugirió.
-No lo
estoy vendiendo – contestó Doyoung tajantemente.
-Sigues
con el mismo genio – bufó -¿Qué es lo que quieres entonces?
-Un socio.
-Ya veo… -
hizo una pausa -Acepto, pero con condiciones.
-¿Cuáles?
Jaehyun
sonrió malévolamente.
-Ya no eres
el mismo bicho raro de antes – agregó Doyoung tras notar lo cambiado que
Jaehyun estaba. Ya no usaba lentes ni brackets, tenĂa el cuerpo bien trabajo,
otro corte de cabello y seguĂa con las mismas pecas de la preparatoria.
-No, ya no
– dijo Jaehyun orgulloso.
-¿Qué es
lo que quieres? – insistió Doyoung.
-ÂżTienes
novio?
Doyoung se
levantĂł rápidamente de la silla; sabĂa a donde querĂa llegar con aquella
pregunta.
-Me voy –
dijo.
Los
guardias lo tomaron de los brazos rápidamente.
-No se preocupen, es un viejo amigo – dijo
Jaehyun y los guardias soltaron al mayor. Se puso de pie y otro guardia se
acercó con una carpeta en las manos -La deuda ya está saldada – le lanzó la
carpeta al mayor.
-¿Qué? –
exclamĂł Doyoung, leyendo lo que decĂa el papel.
-Mañana
mismo podemos iniciar los trámites para cambiar de socio, si aceptas, claro.
-¿Cuál es
tu maldita condición? – miró con molestia al menor.
-TĂş sabes
muy bien qué quiero – respondió sonriente.
Doyoung
arrugó el ceño.
-¿Cuántas
veces? – preguntó.
-Una –
contestĂł Jaehyun.
-No creo
que por una vez estés pagando tanto dinero.
-Tienes 24
horas para pensarlo.
Doyoung
suspiró y apretó los puños fuertemente.
-Está bien
– dijo entre dientes -Sólo una estúpida noche y ya.
-Firma –
ordenĂł Jaehyun.
Doyoung
tomĂł el bolĂgrafo que el menor le extendiĂł y firmĂł los documentos que Ă©ste le
habĂa dado. Jaehyun hizo lo mismo.
-Hagamos
de Mojito el mejor club nocturno de Seúl, socio – le extendió la mano, Doyoung
asintiĂł y la estrechĂł.
🍇
Luego de
firmar aquello, Doyoung habĂa regresado a casa, Jisoo le bombardeĂł con
preguntas.
-Espera,
si mal no recuerdo, Jaehyun es el chico que se te declarĂł en la preparatoria.
El del rumor – dijo Jisoo mientras servĂa la cena.
-SĂ, es
Ă©l. Le diste asesorĂas por un tiempo – agregĂł Doyoung, dando un sorbo a su jugo
de naranja.
-¡Es
verdad! ÂżCĂłmo es que tiene tanto dinero?
-Se mudĂł a
Estados Unidos por un tiempo e hizo unos negocios que funcionaron muy bien.
-¿Qué
clase de negocios? – preguntó Jisoo, algo preocupada.
-Ilegales.
-¿Para…?
-Para
gente sin escrĂşpulos, obviamente.
Jisoo se
sentĂł en la silla.
-Demonios.
SolĂa ser un chico muy dulce – suspirĂł.
-Y raro –
murmurĂł Doyoung.
-El punto
es que salvará el club. ¿Pidió algo a cambio?
Doyoung se
atragantĂł con su comida.
-¡¿Lo
hizo?! – exclamó la chica.
-SĂ, pero
no puedo decirte.
-Aguafiestas
– bufó la mayor.
Continuará…
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