20 de julio de 2020

trigger - capítulo 7



Capítulo 7. Daño


Mark estacionó su auto en el garaje y luego ingresó a la casa. Sintió un escalofrío recorrer su espalda; llevaba años sin experimentar una sensación así.

La casa estaba en orden, pero en completo silencio. Miró su reloj, eran casi las 10 de la noche; su novia solía estar viendo una serie en la sala a esa hora. Subió a su habitación con cuidado de no hacer ruido. La puerta estaba entre abierta.

-No… - fue lo único que salió de su boca, luego de que el triste recuerdo de la casa de los Lee llegara a su mente. Apresuró el paso y terminó de abrir la puerta.

-¿Me extrañaste?

Y como si una de una pesadilla se tratara, ahí estaba Donghyuck, con una pistola en las manos apuntando a la cabeza de Chae Yeon, quien estaba en una silla, amarrada de pies y manos y amordazada.

-¡¿Qué mierda haces aquí?! ¡Suéltala! – gritó apenas pudo asimilar lo que estaba pasando.

-Vine a hacer justicia, asesino – Donghyuck dirigió el arma hacia Mark.

Chae Yeon miró con confusión y terror a Mark. Donghyuck se percató de aquella reacción.

-Oh, al parecer no sabe de tu oscuro pasado – Donghyuck se agachó hacia la chica, Mark quiso acercarse, pero el moreno hábilmente dirigió su arma hacia él, nuevamente -¿Por dónde empezar? ¿Qué tal por la parte donde tu querido novio me secuestró y vendió a un depravado? – pausó, disfrutando de cómo el rostro de la joven se desencajaba con cada palabra -Y con ese dinero puso el negocio del que comes, linda – le acarició la mejilla.

-¡No lo escuches! El— él fue quien asesinó a mi novia – exclamó Mark, buscando escapar de la verdad.

-¡Sabes que no fue así! Viste el vídeo que mostraron en el juicio, es tu maldita locura la no te deja abrir los ojos a pesar de que ha pasado tanto tiempo.

Mark quedó atónito.



|| Flashback ||

El abogado defensor dijo que tenía evidencia fidedigna que dejaría en claro la inocencia de su cliente.

-¿Por qué trajeron una televisión? ¿Qué está pasando? – cuestionó Mark a su abogado.

-Lo que verán a continuación es la grabación de la cámara de seguridad que se encuentra en el estudio del señor Lee – el abogado de los Lee hizo una pausa -Les pido discreción ante las escenas que se presentarán – dicho esto, presionó “play”.

Tanto Donghyuck como Ye Bin estiraron la mano para tomar el abre cartas. La chica lo hizo primero.

-Dame la contraseña.

-N-no la sé, la cambiaron – indicó Donghyuck.

-¡No soy idiota! ¡Dímela o te vuelo la cabeza!

-¡Que no sé!

La chica enfureció y cortó a Donghyuck en el brazo. El moreno la miró asustado y aprovechó su distracción para tumbarla en el suelo y quitarle el arma.

-Con que muy hábil, ¿no? – retó la chica.

-No te acerques o disparo – amenazó Donghyuck mientras se ponía de pie.

-Hazlo, apuesto a que no tienes los huevos para matar a alguien – contestó la joven, la cual seguía en el suelo.

-Por favor…n-no te acerques.

La chica sólo sonrió con burla.

-Por favor, no quiero lastimarte.

-Pero yo sí – se puso de pie -¡Odio a la gente como tú! – se lanzó hacia Donghyuck.

De pronto ambos comenzaron a forcejear. Ye Bin continuó haciendo pequeños cortes en Donghyuck para que soltara el arma y justo cuando la joven se dirigió al cuello del chico, Donghyuck disparó.

Ye Bin cayó al piso y Donghyuck se fue al rincón, asustado.


|| Fin del flashback ||



-¡Cállate! – gritó Mark -¡¡Asesino!!

-Acabo de recordar – Donghyuck miró a Chae Yeon -Igual abusó de mí las veces que quiso—

-¡Ya basta imbécil! Deja de atormentarla. Esto es entre tú y yo.

-¿Ah sí? Entonces, ¡¿por qué metiste a mis padres?!

-No le hice nada a tus padres.

-¡Están muertos, tú mismo lo confesaste!

Aprovechando la confusión y distracción de Donghyuck, Chae Yeon había logrado desamarrar sus manos; una vez que estuvo libre, empujó a Donghyuck y Mark intentó desarmarlo.

Ambos forcejeaban mientras Chae Yeon trataba de hacer algo para separarlos; de pronto, Donghyuck pateó a Mark en las costillas logrando soltarse y salir corriendo de ahí.

Mark quiso perseguirlo, pero el dolor era intenso pues Donghyuck había dado exactamente en una de los golpes que había tenido tras la explosión. Chae Yeon le ayudó a ponerse de pie.

No se quedaría tranquilo, le encontraría y asesinaría…

o eso quería pensar.






  🥀 





  DÍAS DESPUÉS  


-Aquí la tienes – Doyoung le aporreó una hoja con la dirección de Donghyuck.

-Amable, como siempre.

-Estoy harto de ti, sólo eres una mala influencia para Jaehyun.

-¿Ah si? Lo dice el detective que sale con un hacker.

-Jaehyun es un buen chico, tú por otro lado, tienes una extraña obsesión con el asesino de tu novia. Hasta pensaría que estás enamorado de él.

-Ugh, mejor me voy. Eres demasiado molesto – bufó Mark, poniéndose de pie.

Luego de aquel incidente con Donghyuck, Mark presionó a Jaehyun para que convenciera a Doyoung a encontrar el paradero del moreno. En cuestión de días, ya se encontraba en la oficina de éste.

-¿Qué? ¿Acaso acerté? Soy detective, hijo. Sé de lo que hablo.

Mark le enseñó el dedo de en medio y salió de la oficina.

-Ahora sí, ya no tienes escapatoria – murmuró para sí mismo mientras leía la dirección en el papel.

Su celular timbró por enésima vez; era Johnny. Inmediatamente presionó “colgar”. No tenía ganas de hablar con él, necesitaba tener la cabeza fría y fija en su objetivo.






  🥀 





  AL DÍA SIGUIENTE


Mark despertó cerca de las 4:00 AM, salió de la cama con cuidado de no despertar a su novia, pero fue inútil.

-¿Qué haces despierto a esta hora? – cuestionó algo adormilada la chica.

-Iré a ver unos asuntos.

-¿Sigues buscándolo? – bufó visiblemente molesta.

-¿Quién te dijo?

-Es obvio que lo haces, Mark. Te conozco, no le dejarás en paz ni él a ti hasta que uno acabe con el otro. Estoy cansada de lo mismo.

-Tranquila, sé lo que hago.

La chica rodó los ojos y regresó a dormir.

Mark tomó algo de ropa del clóset y fue a darse un baño. Asegurándose de que su novia siguiera dormida, bajó al sótano de la casa. Metió la mano en un hoyo que tenía la pared, el cual solía cubrir con un viejo mueble, y sacó su arma.

Le había prometido a Chae Yeon que se alejaría de ese mundo, pero vamos, era obvio que nunca lo haría. Le generaba demasiada adrenalina y era algo con lo que había crecido a consecuencia de una familia disfuncional; padre ausente, madre alcohólica, hermanos en drogas o en la cárcel. Su único apoyo había sido Ye Bin, su única verdadera familia, arrebatada por un adolescente estúpido y rebelde del cual no podía librarse… o no quería.

-Aquí es… - murmuró para sí mismo tras ubicar el edificio en donde vivía Donghyuck.

Por un momento pensó que le encontraría en un lugar de mala muerte y en un condominio a punto de caerse a pedazos; pero no, era un barrio de clase media, a las afueras de Seúl.

Con ayuda de la destreza que había adquirido en su juventud, logró abrir la puerta e ingresar sigilosamente al departamento. Las luces estaban apagadas; sin embargo, el sonido de la regadera captó su atención. Preparó su arma y caminó con cuidado hacia lo que suponía sería el baño.

A la cuenta de tres, pateó la puerta y lo primero que vio fue a Donghyuck sobre las piernas de un hombre; ambos estaban en la tina y tras percatarse del intruso, se separaron inmediatamente.

-¡Vete! – gritó Donghyuck al sujeto con el que estaba, este salió de la tina con rumbo a la puerta, pero Mark le tomó del cuello y le apuntó con su arma en la cabeza -¡Déjalo ir! – pidió Donghyuck mientras se cubría con la bata de baño.

-¡¿Por qué lanzaste la granada?! – reclamó Mark.

-No sé de qué hablas yo—

-Fui yo – murmuró el sujeto capturado por Mark.

-¿Qué? – exclamaron los otros dos en unísono.

-Lo hice por Donghyuck… sufrió mucho por tu maldita culpa – pausó -Ese estúpido restaurante del que tanto estás orgulloso lo conseguiste gracias al negocio que hiciste con el enfermo de Lucas.

-¡No le defiendas! – Mark puso más presión el cuello del otro -Vi el tatuaje, sé que es él.

-Todo el que trabaja para Lucas tiene uno en el mismo lugar – movió su pierna para mostrarle a Mark, el cual terminó soltándole -Soy uno de sus abogados.

Mark estaba sumamente confundido. ¿Qué mierda hacía Donghyuck con el abogado de Lucas? ¿Cómo se había liberado de él?

-No creo ni una sola palabra, ¡¿por qué fuiste a mi casa?! – preguntó a Donghyuck.

-Asesinaste a mis padres – contestó el aludido.

-Otra vez con eso, que no fui yo.

-¿Quién más tendría razones para matarlos?

Mark soltó una risilla.

-¡¿Te parece chistoso?! – gritó Donghyuck.

-Yo te vendí al asesino.

Donghyuck abrió los ojos de par en par y palideció ante esas palabras.

-Así es, todo este tiempo estuviste conviviendo con el asesino de tus papis.

El moreno quiso lanzarse hacia él, pero el abogado de Lucas lo impidió.

-Desaparece, Mark. Ya le has hecho demasiado daño – exigió el hombre.

Mark sintió cómo aquellas palabras y la imagen de Donghyuck bañado en lágrimas, se clavaron en su pecho. Salió del departamento algo aturdido.
Donghyuck en verdad había sufrido más que él… y todo era su culpa.

Se la pasó conduciendo sin rumbo durante el resto del día. Terminó comiendo en un restaurante de paso en donde fue testigo de cómo secuestraban a una chica luego de ponerle un polvo blanco en el café.

Su mente se llenó de imágenes de los posibles destinos de aquella joven, algo similar a lo que había vivido Donghyuck. El chico había cometido un grave error en su juventud y Mark se había ensañado con hacerle sufrir durante años.

Luego recordó aquellos momentos en los que sus impulsos carnales dominaron su razón. La manera en la que el cuerpo del moreno había sido usado para saciar su propia sed, sin importarle si el otro quería o no, le creaba conflicto. Le excitaba tener control sobre él, verlo sufrir y suplicar porque se detuviera… 

Donghyuck estaba clavado en su mente y eso le asustaba.



Continuará…

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