22 de abril de 2017

Touch - Capítulo 3

Capítulo 3:
¿En dónde está?

Mark jugaba con su desayuno; sabía que eso estaba mal, pero no tenía mucho apetito, su cabeza estaba hecha un lío.

-Mark, buenas noticias. Ten salió del coma – dijo Taeyong con una sonrisa de oreja a oreja -Llegamos a tiempo. Apenas pisamos el hospital Taeil sintió su luz y la de Ten – explicó el pelinegro.

-Y-ya veo… - murmuró Mark, no muy interesado en la noticia.

-¿Mark? – preguntó Taeyong.

-¿En dónde está Johnny?

-Descansando en su habitación.

-Gracias – Mark se levantó de la mesa y fue en busca de su maestro. Caminaba lentamente, tratando de ordenar sus ideas; cuando se dio cuenta, ya estaba frente a la habitación del mayor.

-Pasa – dijo Johnny antes de que Mark tocara la puerta -Sabía que vendrías – sonrió.

-¿Cómo estás? – preguntó el ángel menor, más bien por compromiso que por preocupación.

-Algo cansado pero mejor – contestó, incorporándose en la cama.

Mark tomó aire, y cerró los ojos con fuerza.

-Cómo fuiste capaz de hacer algo así – exclamó.

Johnny se levantó de la cama.

-Quizá eso deberías preguntártelo a ti mismo – contraatacó el mayor mientras se servía un poco de agua.

Mark le miró asustado; su rencor y enojo habían desaparecido.

-Sé lo que hiciste – Johnny le miró fijamente; tenía el ceño fruncido.

-No sabía que– - suspiró -¿Por qué no me dijiste?

-Porque no pensé que fuera necesario; jamás imaginé que serías capaz de tocar a un demonio.

-Lo que vi… fue horrible – suspiró.

-Cuando un ángel toca el pecho de un demonio, activa los o el recuerdo más doloroso de éste, el cual generalmente es su muerte.

-¿Y qué pasa?

-Lo deja perdido; es decir, vagando en sus pensamientos hasta que se olvida de comer y… desaparece.

-Soy un tonto – murmuró para sí mismo.

-¿No querías derrotarlo? Agradezco que lo hicieras por Ten pero–

-¿Qué puedo hacer? – cortó al mayor. Por supuesto que no lo había hecho por ese tal Ten, lo había hecho por él.

-Nada. No trates de salvar a un demonio – Johnny se giró para depositar su vaso con agua sobre el escritorio.

-Pero tú sí puedes salvar a un humano, ¿no? – dijo Mark, dejando que todas aquellas emociones negativas fluyeran con aquellas palabras.

-Basta. Déjame descansar – contestó Johnny, sin mirarlo.

Mark bufó y salió molestó de la habitación. Era inútil hablar con él.






🌠







[ Semas después ]

Haechan no se había aparecido para nada en todo ese tiempo, lo cual tenía a Jisung más que aburrido, sólo se la pasaba haciendo tareas y ayudando a sus padres con las labores del hogar.

Mark observaba a su ahijado ayudar a su mamá a cargar las bolsas de la despensa.

-Hola, Mark.

Mark salió de su transe y miró a quien le llamó.

-Hola, ¿Renjun? – se atrevió a preguntar, ya que el ángel había llegado con Chenle.

-¿Quién te dijo mi nombre? Espera, Haechan.

Mark asintió.

-¿Lo has visto? – preguntó Renjun.

-No. ¿Por qué preguntas? – respondió Mark, tratando de sonar seguro.

-Quizá… ah, no puedo creer que vaya a decir esto, pero creo que lo necesito. Chenle ha estado muy triste porque Jisung se ha portado muy bien, ¿entiendes?

-Sí… - suspiró, regresando la mirada a los adolescentes que continuaban cargando las bolsas de la despensa.

-He hecho de todo para alegrarlo, pero nada. Sigue igual y Jeno, el demonio de Chenle parece que será asignado a Jisung o algo así me dijeron.

-¡¿Qué?! – exclamó Mark, pero Renjun no le escuchó ya que voló con rapidez hacia Chenle que había tropezado con una de sus agujetas.

Horas después, cuando Jisung estuvo sumido en un sueño profundo, Mark regresó al cielo.






🌠






-¿Cómo que quieres que busque a Haechan? – exclamó Johnny, completamente sorprendido.

-Por favor, necesito disculparme – Mark jugaba con sus manos. Lo que estaba pidiendo no era nada malo, pero sí algo riesgoso.

-Mark, él es un demonio – insistió su maestro.

-¡Por favor!

-No, no voy a hacerlo – Johnny se giró y continuó caminando.

-Sólo quiero pedirle disculpas y… hacer que regrese – Mark le siguió el paso.

-Mark, dudo mucho que regrese. Obviamente habrá recibido algún castigo por haber permitido que un ángel se le acercara tanto y tocara su punto débil.

-Necesito que regrese. Es por Jisung, no por mí – Mark pensaba que los ángeles no podían mentir.

Johnny suspiró.

-Veré qué puedo hacer.

-Gracias.

-Ahora ve a cenar. Me han dicho que te has estado saltando comidas.

-Sí, bueno… adiós – Mark dio la media vuelta y caminó hacia el comedor. Rogaba porque Johnny cumpliera su palabra.







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[ Dos días después ]

Mark estaba en la habitación de su maestro. Al parecer, Johnny había encontrado a Haechan.

-Está en un orfanato – explicó Johnny.

-¿Qué?

-Lo mandaron a la Tierra, es todo lo que pude encontrar.

-¿A cuál casa hogar? ¿Tienes el nombre o algo?

Johnny bufó y le pasó una hoja.

-¿Qué es eso?

-La dirección.

Mark escaneó la hoja. Por suerte seguía en Seúl. Mordió su labio inferior y tragó fuerte.

-¿Qué quieres? – preguntó Johnny; le conocía tan bien.

El ángel menor respiró profundo y juntó todo el valor que pudo.

-Quiero ser humano. Él no me puede ver si voy como ángel.

-No. Eso sí que no.

-¿Y cómo esperas que hable con él? Sólo haz lo mismo que haces cuando vas a ver a Ten.

Johnny bufó, quizá le había otorgado demasiada confianza a su alumno.

-Ven aquí.

Mark se levantó de la cama y caminó hacia su maestro, Johnny le tocó la frente con el dedo índice de la mano derecha.

-Haz lo que tengas que hacer. Tienes hasta las 12:00 AM.

-¡Gracias!

Mark salió corriendo de la habitación.







🌠







Haechan estaba sentado en aquella vieja y desgastada cama con los resortes por fuera; contemplaba la luna y las estrellas a través de la única ventana en aquella obscura habitación. Su compañero de cuarto había sido oficialmente adoptado, por lo que estaba solo en ese lugar.

De pronto, una luz blanca iluminó el cuarto.

-¿Qué quieres? – preguntó Haechan sin girarse.

-¿Cómo sabías que era yo? – dijo Mark.

-A qué demonio le mandan un ángel… - bufó.

-Escucha, lamento mucho lo que hice. No tenía idea, bueno sí, pero no pensé que sería algo tan– - Mark calló, Haechan no le hacía caso -¿Cuánto tiempo estarás así?

-Seis años.

-¡¿Años?!

-Es mi castigo; iba a ser 16 años pero Doyoung, mi maestro, movió sus influencias para que me redujeran a 6.

-Lo siento mucho – Mark se sentó junto a él.

-Extraño a Jisung – murmuró el demonio.

-Él también, igual Renjun – dijo Mark, tratando de animarlo.

-¿Qué? ¿Renjun? – Haechan se volteó para ver al ángel, quien desvió la mirada hacia la ventana.

-Sí, me dijo que te necesitaba para hacer a Chenle feliz, también me dijo que parece que Jeno ocupará tu lugar.

-¿Jeno? ¿El demonio de Chenle?

Mark asintió.

-¡No, Jisung es mío! – Haechan se puso de pie, Mark le tomó de la muñeca y lo sentó de nuevo en la cama -Ah… suele pasar. No puedo controlar mis emociones, olvidé cómo es ser un humano.

-No eres el único, me siento raro… así – confesó Mark.

-¿Cómo fue que te dejaron venir? – preguntó Haechan.

-Digamos que manipulé a Johnny.

-¿Los ángeles pueden manipular? - preguntó el demonio.

-Y mentir – agregó Mark.

-Wow… - exclamó el menor -Apuesto a que nunca te lo dijeron. Los ángeles y sus secretos más obscuros que los de los demonios.

Mark soltó una risilla.

-¿Hay alguna manera de reducir más tu castigo?

Haechan miró hacia la ventana.

-Sí, pero no te lo puedo decir.

-¿Tú también vas a estar con secretos?

El demonio le miró fijamente.

-¿Es algo malo? ¿Tienes que matar a alguien? – insistió Mark.

-No.

-¿Entonces?

Haechan tomó aire.

-Tengo que hacer que un ángel me bese.

-¿Es todo?

-El ángel tiene que estar enamorado de mí.

-Pero eres un humano, no puedes verlos.

-Sí puedo… y ellos a mí pero cuando notan que no tengo un ángel, rápidamente se alejan. En este lugar hay muchos ángeles pero están tristes porque los niños lo están y lo último que quieren es desperdiciar su poca energía con un demonio.
Mark permaneció callado, analizando lo que Haechan le había dicho. De pronto, un ruido extraño se escuchó en la habitación.

-¿Qué fue eso? – exclamó el ángel.

-Tu estómago, humano – respondió Haechan, con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. Mark extrañaba verlo sonreír.

-Hace mucho que no sentía eso. ¿Quieres ir a comer algo?

-¿A esta hora? ¿Con qué dinero?

-Sólo estaré aquí hasta las 12 – a pesar de estar en contra, Johnny le había mandado a la tierra con una billetera.

Haechan suspiró.

-Está bien.






🌠







-¿Conoces algún lugar donde vendan comida? – preguntó Mark.
Haechan asintió.

-Sígueme – dijo el menor y comenzó a caminar, Mark le tomó de la mano.

-Es para que no me pierda – justificó, sonriente.

Haechan no dijo nada.

Caminaron durante 15 minutos hasta que llegaron a una plaza.

-¿Qué se te antoja? – preguntó Mark.

-¿Ramen?

-¡A mí también!

-¿Por qué… por qué estás tan feliz? – cuestionó Haechan.

-Porque, al igual que Renjun, te necesito para que Jisung sea feliz.

-Ya veo.

-Haechan – Mark engrosó su tono de voz -Ya no eres el mismo, ya no sonríes como antes.

El demonio sólo le veía, sin hacer ninguna expresión.

-¿Fue por lo que pasó? – preguntó el ángel.

-Vamos a comer.

Mark no se conformaría con eso, averiguaría el porqué del comportamiento de Haechan sí o sí.






🌠







Tras haber llenado sus estómagos con 5 tazones de ramen, Mark invitó a Haechan a pasear por las calles de Seúl, pues de un momento a otro, los recuerdos de su vida humana llegaron a su mente.

-Mira, aquí solía vivir – Mark apretó la mano de Haechan, para llamar su atención, ya que el demonio se encontraba absorto en sus pensamientos.

-¿Tu biznieta? – preguntó Haechan, tras ver el rostro de Mark.

-Se parece mucho a mi esposa… bueno a quien fue mi esposa – exclamó el ángel.

-Oye… no quiero echar a perder el momento pero son las 11:30 y a las 12:00 AM hay revisión en las habitaciones – dijo Haechan.

-S-sí, regresemos.







🌠







Apenas regresaron, Mark y Haechan se sentaron en la cama; el ángel se puso a platicar sobre su vida humana, Haechan comenzó a dormitar hasta que su cabeza terminó sobre el hombro de Mark, quien se quedó unos segundos admirándolo.

-Ya tengo que irme – susurró.

Haechan abrió los ojos y se separó del ángel.

-Está bien. No aburras más a Jisung, ¿quieres? Ah, y dile a Jeno que no se va a quedar con mi puesto, no es mi problema que Renjun esté tan obsesionado con su ahijado – bufó.

Mark sonrió; al parecer, el Haechan “real” aparecía por lapsos de tiempo.

-¿Qué me ves?

Mark le acarició la mejilla.

-¿Crees que si te beso pueda reducir el tiempo?

-¿Estás loco? ¿Qué parte de “el ángel debe estar enamorado de mí” no entendiste?

-No perdemos nada con intentarlo.

-¿Te estás escuchando? Eres humano, no tendría ningún efecto. Es una tontería – bufó.

-Déjame intentarlo.

Haechan rodó los ojos.

-Está bien.

Mark acarició con suavidad los labios del demonio; se apoyó en la cama, cerró los ojos y lo besó. Apenas sus labios toparon con los de Haechan, Mark se convirtió en ángel. Cuando Haechan abrió los ojos por alguna extraña razón, no pudo verlo.

El ángel se dio cuenta de esto, necesitaba encontrar una manera de decirle que estaba ahí. Arrancó una de sus blancas plumas y dejó que esta acariciara la nariz de Haechan, el cual sonrió.

-Regresaré, lo prometo – susurró, dejando que el portal de luz le absorbiera.





ontinuará…

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