Capítulo 8:
Secreto
Taeyong salió corriendo del baño mientras se
vestía con rapidez.
-¡Doyoung! ¡Doyoung! – movía al menor.
-¿Qué?
-Es Jaehyun.
-What the fuck?! ¿No
se supone que no venía?
-No sé qué hace aquí. Ve al baño.
Doyoung salió de la cama y corrió a esconderse
en donde Taeyong le indicó.
-Hola – saludó el pelinegro tras abrir la
puerta.
-Tardaste mucho en abrir – Jaehyun le recibió
con un beso.
-Estaba bañándome.
-¿Ah sí? ¿Por qué no me esperaste? – Jaehyun le
había rodeado la cintura con ambos brazos mientras le besaba el cuello.
Taeyong iba a contestar algo cuando notó que
las capturas de pantalla y el examen de embarazo estaban sobre su buró.
-Doyoung está aquí – fue lo primero que se le
vino a la mente para distraerlo.
-No lo veo por ningún lado.
-En el baño.
-Demonios, entonces… ¿te parece si salimos un
rato?
-Claro, estoy libre. Espera afuera – Taeyong
comenzó a empujarlo hacia la puerta.
-¿Ah?
-Sí, ahorita salgo – cerró la puerta antes de
que Jaehyun pudiera objetar algo. Lanzó un suspiro de alivio y guardó la evidencia.
-¿Así o más obvio? – bufó Doyoung.
-Dejaste las capturas y el examen a la vista –
reclamó Taeyong.
-¿Yo? Tú fuiste el último que las tocó.
Taeyong rodó los ojos, no tenía ánimos para discutir.
-Hey, al menos péinate, ¿no? – Doyoung se
acercó al mayor y le arregló el cabello, Taeyong sintió que el pulso se la
aceleraba.
-Está bien, de todos modos, Jaehyun lo dejará
peor.
-Agh, tenías que salir con una tontería.
Taeyong le miró fijamente por algunos segundos.
-¿Qué? ¿Me vas a besar? – preguntó Doyoung.
El mayor lo tomó de la cintura y lo besó con
ferocidad. Doyoung rodeó su cuello con ambos brazos para profundizar el beso.
Taeyong se alejó lentamente.
-Nos vemos – se despidió Taeyong -Estoy listo –
le dijo a Jaehyun tras salir de la habitación.
-Vamos – Jaehyun lo tomó de la mano, Taeyong se
sintió el ser más malo sobre la faz de la tierra.
💥
[Horas
después]
Jaehyun había estacionado su auto afuera de la
universidad de Taeyong. Ambos regresaban de su “nidito de amor” como Doyoung
apodó al departamento.
-Tengo algo que decirte – la voz de Jaehyun
sonaba triste.
-¿Qué es?
-Doyoung y yo… tuvimos relaciones hace como un
mes.
Taeyong sintió que el alma se le iba del
cuerpo, de nuevo el tema del embarazo.
-No sé si está embarazado, dijo que haría una
prueba esta semana y–
-Ojalá lo esté – interrumpió Taeyong -Para que
ya no tengas que volver a acostarte con él – sentía que no merecía tan si
quiera actuar ofendido, puesto que lo que él había hecho era algo mucho peor.
-Lo siento – susurró Jaehyun, cabizbajo.
Taeyong lo besó con ternura.
-No sabes cuánto te quiero – dijo Jaehyun,
haciendo que el corazón de Taeyong se partiera aún más.
-Yo también – respondió para después darle un
beso en la frente y salir del auto.
Jaehyun se fue y Taeyong se quedó un rato
contemplando las estrellas; su vida se había hecho un lío en cuestión de
semanas. Ingresó a la universidad y fue directo a la cafetería, no tenía ánimos
de ver a Doyoung.
-¿Por qué esa cara larga?
-¡Doyoung! – exclamó.
-No me digas que terminaron – fingió sorpresa.
-No estoy de humor para tus cosas – bufó alejándose
del menor.
-Qué bipolar eres. Hace un rato bien que me–
-¡Taeyong! Hace días que no te veo, ven,
cenemos juntos – Taeil alejó al pelinegro de ahí, dejando a Doyoung con las
palabras en la boca.
-Gracias – suspiró Taeyong una vez que
estuvieron en la habitación del mayor.
-¿Qué pasa? Te ves terrible.
-Doyoung está embarazado y es mío.
Taeil casi se ahoga con el agua que estaba
bebiendo.
-¿Cuándo te enteraste?
-Hoy.
-P-pero… ¿y si no es tuyo?
-Tiene el tiempo exacto.
Taeil guardó silencio por algunos segundos.
-¿Qué van a hacer?
-Querrás decir, ¿qué voy a hacer?
-No entiendo.
-El muy idiota quería darlo en adopción y
obviamente no se lo iba a permitir – suspiró.
-Taeyong, sabes que te quiero mucho y todo
pero, ¿cómo vas a mantenerlo? Eres un estudiante y no cuentas con más apoyo que
el de tu abuelita.
-Estoy consciente de eso, pero… es mi hijo,
¿entiendes? No pienso abandonarlo como mi madre lo hizo conmigo.
-¿Y Jaehyun?
Taeyong comenzó a llorar tras escuchar aquel
nombre.
-¿Qué le dirás cuando vea que tienes un niño
así, de la nada?
-No lo sé, tengo miedo de pensarlo.
-Pero tienes que hacerlo, por el bien de ambos
y del bebé.
-¿Por qué Doyoung? ¿Por qué precisamente él? –
dijo entre sollozos.
Taeil lo abrazó con fuerza. Taeyong había
sufrido demasiado en la vida; su única felicidad eran su abuelita y Jaehyun.
-Lo siento mucho – susurró el mayor, mientras
de palmeaba la espalda.
💥
[Días
después]
Taeyong dormía plácidamente cuando sintió que
algo recorría su cuerpo.
-¡Doyoung! ¿Qué mierda haces? – gritó tras
verlo salir de entre las sábanas.
-Dijiste que podíamos hacerlo cualquier día –
quiso besarlo, pero Taeyong le empujó.
-Olvida lo que dije.
-Bueno, entonces iré con Johnny – salió de la
cama.
-Que te vaya bien – se cubrió con las sábanas.
Doyoung bufó molesto.
-Mierda – exclamó volviendo a sentar en la cama
de Taeyong.
-¿Eres sordo? Te dije que– ¿estás bien? –
preguntó, Doyoung tenía la cabeza gacha.
-Un mareo, pero ya se está pasando.
Taeyong se sentó en la cama para verlo mejor.
-¿Seguro?
-Te odio por dejarme así – bufó poniéndose de
pie.
-Espera – Taeyong le detuvo de la muñeca -¿Aun
quieres…?
-Me las puedo arreglar solo – se soltó con
fuerza y se metió a su cama.
Taeyong intentó conciliar el sueño de nuevo,
pero no pudo. Doyoung estaba masturbándose y podía escucharlo todo.
-Contrólate – decía para sí mismo, pero su
erección opinaba lo contrario.
-¿Q-qué haces? ¿No ves que estoy ocupado? –
reclamó Doyoung cuando Taeyong se metió a su cama.
-Será mejor que aproveches la oportunidad –
dijo para después besarlo -Pero si ya estás listo… - dijo con burla tras haber
ingresado dos dígitos en Doyoung.
Taeyong lo embestía con fuerza sin dejar de
besarlo, puesto que Doyoung no era para nada sutil con sus gemidos.
-No dejes marcas – pidió Taeyong al sentir cómo
el menor le clavaba las uñas en la espalda.
-Ah… voy a venirme…
Taeyong sonrió al verlo tan sonrojado y
agitado. Lo besó una vez más para terminar ambos al mismo tiempo.
-Eso fue mejor que la vez pasada – suspiró Doyoung.
Cayeron dormidos en la cama del menor.
Al día siguiente, Doyoung despertó gracias a
que Taeyong le había programado la alarma antes de irse a clases.
-Ah, qué hambre tengo – dijo para sí mismo.
Tras darse un baño, vestirse y guardas algunas
cosas en su mochila, salió de su habitación rumbo a la cafetería, llegaría
tarde a la primera clase, pero poco le importaba. Luego de escoger algo para
desayunar y encontrase con una amiga, ambos se dirigieron a las mesas.
-¿A quién metiste anoche a tu habitación, eh?
Sí que la pasaste muy bien – comentó la chica mientras caminaban -Mi habitación
está al lado de la tuya, escuché todo, cariño.
-Wow, ¿qué pasa? ¿estás bien? – preguntó Taeil
pues Taeyong se había atragantado con la comida.
-S-sí, bien – respondió con dificultad.
-Hmmm… aquí hay algo raro – miró a la pareja
que había pasado junto a ellos hacía un momento y luego miró a Taeyong
-¿Doyoung y tú han estado–?
Taeyong le cubrió la boca con una mano.
-Sí – respondió derrotado.
-Pero, ¿cómo? ¿por qué? ¿cuándo? – el mayor
estaba sumamente confundido.
-Cosas del embarazo.
-Pero, ¿contigo? Le hubieras dejado el problema
a Johnny y a los demás.
-Tiene a mi hijo, no puedo exponerlo así como
así – susurró aún más bajo.
-Al menos tápale la boca o algo, ya los
escucharon.
Taeyong enrojeció.
-¿Seguro que sólo es sexo? – preguntó Taeil.
El pelinegro asintió repetidas veces.
-Sí, sólo eso.
Continuará…
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