Capítulo 19
Como si fuera un sueño
Como si fuera un sueño
-Estoy seguro de que Jaehyun influyó en esto – murmuró
Taeyong.
Doyoung y él estaban sentados en la cama del
primero mientras observaban a Lucas dormir en medio de ellos.
-Sí – suspiró Doyoung.
-Quisiera agradecerle personalmente pero no
puedo – dijo Taeyong en voz baja.
-Entiendo.
El ambiente estaba tornándose triste y eso era
lo que menos quería el mayor.
-¿Cuándo irás? – preguntó a Doyoung.
-Mañana, pero necesito que cuides de Lucas.
-¿Qué?
-No puedo llevarlo a casa de mi suegra.
-¿Y si me descubren? – Taeyong comenzó a entrar
en pánico.
Doyoung rodó los ojos.
-Es fin de semana, puedes salir de la escuela.
-Tienes razón – suspiró, relajándose un poco.
-Estoy quedándome en un hotel, ve mañana en la
mañana.
-¿Y si voy desde hoy?
El menor le miró sorprendido.
-Quiero pasar tiempo con él, hace casi dos
meses que no lo veo – dijo mientras miraba con amor al pequeño Lucas.
-Está bien – respondió Doyoung -Pero sólo hay
una cama.
-No importa, puedo dormir en el suelo.
-Entonces te veo en la noche, después de tus
prácticas.
Doyoung salió de la universidad por la misma
puerta “secreta” por la que entró. Taeyong le dio un beso en la mejilla a Lucas
y se despidió de Doyoung con un abrazo.
💥
[Horas
después]
La puerta comenzó a sonar, Doyoung se levantó
con pesadez de la cama.
-Vine lo más rápido que pude – Taeyong estaba
completamente mojado por culpa de la fuerte lluvia que azotaba la ciudad.
-¿Por qué estás así? – preguntó mientras se
hacía a un lado para dejar pasar al mayor.
-Mi auto no arrancó, tuve que venir en autobús,
pero este me dejó una cuadra antes. No tengo dinero suficiente para un taxi.
Doyoung sintió culpa por aquello. Fue al baño
por una toalla para que Taeyong secara el exceso de agua.
-¿Y Lucas?
-En la cama – señaló; el pequeño jugaba con una
peluche que su tía-abuela le había regalado -¿Traes ropa?
Taeyong asintió.
-Será mejor que te des un baño antes de tocar
al niño.
El mayor sonrió; Doyoung se estaba comportando
como un esposo.
-Está bien – contestó, sin borrar su sonrisa.
Una vez que Taeyong estuvo en condiciones para
acercarse a Lucas, no lo soltó hasta que Doyoung prácticamente tuvo que
arrebatárselo para darle la mamila.
-¿Por qué no dejas que yo lo haga? – reclamó Taeyong.
-Porque no sabes cómo.
-Si no me enseñas, pues no – bufó.
Doyoung rodó los ojos y depositó a Lucas
nuevamente en sus brazos. Le explicó cómo acomodarlo debidamente para que
pudiera succionar la mamila.
-Luego tienes que sacarle el aire – dijo
Doyoung, quien se sentó en una de las sillas que había en la habitación para
comer la hamburguesa que recién había llegado.
-Lo sé, leí un libro sobre padres primerizos.
Doyoung no esperó escuchar aquello. Taeyong no
dejaba de sorprenderle.
Lucas ya estaba durmiendo plácidamente en la
cama, puesto que no había cuna para él. Taeyong pidió algunas sábanas más y las
acomodó en el suelo.
-¿Seguro que estás bien? – preguntó Doyoung a
punto de apagar la lámpara sobre el buró.
-Sí, no te preocupes.
-Estás temblando.
La lluvia había cesado, pero había dejado frío
a su paso.
-Dormiré en la silla – se puso de pie y caminó
hacia esta.
-No, duerme en la cama. Hay suficiente espacio.
-Pero… Lucas—
-Estará bien, no te preocupes.
Taeyong suspiró y se recostó junto a Doyoung, como
no quería hacer el ambiente aún más incómodo, se ubicó prácticamente a la
orilla de la cama; si hacía algún movimiento en falso mientras dormía, se iría
de cara contra el suelo.
-Acércate más – exclamó Doyoung, tomándolo del
brazo, girándolo con tal fuerza que sus rostros quedaron a escasos milímetros.
Ambos se miraban fijamente. Taeyong se arriesgó
a acariciar la mejilla de Doyoung con una mano, mientras que con la otra lo
acercó suavemente a su cuerpo. El menor cerró los ojos, dándole permiso para
que prosiguiera; Taeyong no lo pensó dos veces y lo besó con delicadeza.
El calor se fue apoderando de sus cuerpos; el
mayor se ubicó sobre Doyoung, los besos y caricias no habían cesado, hasta que
la razón regresó a Taeyong.
-Debemos parar – exclamó sobre los labios de
Doyoung.
-¿Por qué?
-Lucas.
Doyoung sonrió y asintió. Ninguno de los dos
dijo nada más y se dispusieron a dormir.
💥
[A
la mañana siguiente]
Doyoung despertó, tanteó su lado izquierdo y no
sintió a Lucas; se incorporó con rapidez en la cama, dándose cuenta de que
Taeyong tenía al pequeño en brazos mientras le mostraba la ciudad a través del
enorme ventanal en la habitación. Sintió su cuerpo relajarse y una pequeña
sonrisa se dibujó en su rostro.
-Ya despertaste – exclamó el mayor.
-Sí – respondió Doyoung, saliendo de la cama
-¿Qué hora es?
-9 de la mañana.
-¡¿Qué?! Demonios, debo estar en casa de mis
suegros a las 10 – dicho esto, tomó algo de ropa de una de sus maletas y se
metió al baño.
-Papá Doyoung es algo tonto, ¿no crees? – le
dijo a Lucas, el cual sonrió enormemente y agitó ambos brazos.
Doyoung estuvo listo en tiempo récord.
-Ya sabes cuál es el número de la recepción, te
dejé dinero para la comida y escribí en una nota los horarios en los que debe
comer Lucas; está pegada en la lámpara sobre el buró – explicó con prisa.
-Está bien – respondió Taeyong, encantado con
la situación; cualquiera diría que eran un matrimonio hecho y derecho -Suerte.
-Gracias – respondió Doyoung, dándole un beso
en la frente a Lucas; se detuvo cuando estuvo a centímetros de besar los labios
de Taeyong.
El mayor quedó tan sorprendido como Doyoung.
-A-adiós – se despidió rápidamente el menor.
💥
Doyoung estaba frente a la enorme puerta de la
casa de sus suegros. Respiró profundo, tratando de relajarse; estiró la mano
para tocar y antes de que chocara contra la puerta, esta se abrió.
-Jaehyun – exclamó. Era la persona que menos esperaba
que le recibiera.
-Hola – saludó el menor -Pasa.
Doyoung asintió e ingresó a la casa.
-Están en el estudio, sígueme – indicó Jaehyun.
-Espera – Doyoung le tomó de la muñeca.
-¿Qué pasa?
-Quería agradecerte personalmente por todo lo
que has hecho y disculparme una vez más por los problemas que ocasioné.
-Está bien, Doyoung. Ya no te culpes más, hay
que seguir adelante – sonrió -¿Y tu bebé?
-Se quedó con… su papá – respondió.
-Entiendo, es bueno que no lo hayas traído,
hubiera sido un caos.
-Lo sé.
Ambos continuaron su camino hacia el estudio.
Dentro de éste, les esperaban sus padres, suegros y el abogado. La ceremonia
fue más rápida de lo que imaginaron.
-No aparezcas más por aquí, olvídate de que
fuiste un Jung – dijo su suegra.
-Nunca me sentí como uno – contestó Doyoung;
unos meses atrás no se habría atrevido a tal cosa, pero ahora no dejaría que
nadie le pisoteara.
-¿Qué hicimos mal como padres? Nuestros dos
hijos son una vergüenza para la familia – exclamó su madre, la cual se había
acercado a él apenas su ex suegra se alejó.
-Nunca tomaron en cuenta nuestras opiniones. Si
hay alguien que se debe sentir avergonzado, soy yo por dejarme engañar con sus
mentiras – respondió.
Doyoung se dio de que sus padres nunca
cambiarían y que ese ambiente no era más que tóxico para él. Luego de
intercambiar miradas y una sonrisa llena de agradecimiento hacia Jaehyun,
abandonó el estudio y la mansión. Nunca en su vida se había sentido tan libre.
💥
-¿Cómo te fue? – aquella pregunta fue lo
primero que Doyoung recibió tras regresar al hotel.
El menor aprovechó que Taeyong no traía a Lucas
en brazos para jalarlo de la camisa y estrellarle un pasional beso.
-Wow… supongo que bien – exclamó Taeyong tras
separarse.
-¿Cuándo puedo mudarme con tu abuelita?
Taeyong abrió los ojos de par en par luego de
escuchar aquella pregunta. ¿Doyoung había decidido vivir con él? ¿Estaba
soñando?
Continuará…
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