CapÃtulo 4: Hechizado
-¿Es
eso cierto? – cuestionó Doyoung.
Mark
no sabÃa qué hacer, estaba nervioso y muy molesto con el moreno.
-¡SÃ,
es cierto! – contestó Wendy.
-Wendy,
no – pidió Mark en un hilo de voz.
-Hemos
sido novios en secreto durante dos años.
Los
padres de ambos estaban atónitos.
-No
habÃamos dicho nada porque sabÃa que ustedes – la chica señaló a sus padres -No
lo aprobarÃan, primero porque Mark es menor y segundo porque no cumple con sus
exigencias de padres conservadores.
-No
puedo creer que nos hayas mentido, ¿qué acaso no nos tienes confianza? –
reclamó Doyoung.
Mark
no pudo evitarlo y comenzó a lagrimar enfrente de todos.
-Donghyuck,
Hwall, vayan a dar un paseo – pidió el Sr. Son.
-Claro,
suerte – dijo el menor a su hermana y ambos salieron del restaurante.
💞
El
sermón de los padres de ambos estaba llegando a su fin luego de que
prácticamente medio restaurante se enterara de lo que habÃa pasado.
-En
pocas palabras, no me molesta que sean novios, me molesta que lo hayan
mantenido en secreto tanto tiempo – explicó el padre de Wendy -Los Lee y los
Son llevamos siendo amigos y socios desde que le vendà la clÃnica a Taeyong, no
hay problema porque nuestros hijos tengan una relación.
Mark
y Wendy se miraron sorprendidos.
-Entonces,
¿apruebas que esté con Mark? – preguntó Wendy.
-Claro
que sÃ, pero no más secretos, ¿ok?
La
chica asintió repetidas veces.
-Cuando
te dije que querÃa que te casaras con alguien con futuro, lo hice para que no
perdieras el piso por el primero chico que te pretendiera. Sabes que sólo
quiero lo mejor para ti – explicó el padre de la chica.
Wendy
se sintió conmovida ante esas palabras y lo abrazó fuertemente.
-Hubieras
comenzado por ahà y nos ahorrábamos el sermón – bromeó, haciendo que todos
rieran.
-¿En
dónde están Hwall y Donghyuck? – preguntó la Sra. Son.
-Ah,
esos dos siempre andan juntos. Vayan por ellos, por favor – pidió el Sr. Son a
su hija.
La
pareja salió del restaurante, Wendy llamó por teléfono a su hermanito el cual
le dijo que ya iban de regreso.
-Ahora
sólo falta que mis papás aprueban el noviazgo de Hwall y Donghyuck – suspiró la
chica.
-Ojalá
nunca lo hagan – murmuró para sà mismo Mark mientras veÃa cómo los chicos
caminaban hacia ellos, agarrados de la mano.
-¿Cómo
salió todo? – preguntó Hwall.
-¡Lo
aceptaron! – chilló la joven y abrazó fuertemente a su hermanito.
-¡¿En
serio?! Felicidades, ya no tendrán que ocultarlo más – dijo el menor.
Mientras
los hermanos platicaban, Mark y Donghyuck estaban en sus respectivos celulares.
El mayor sonrió para sà mismo tras escribir un mensaje y enviarlo.
Markidiota: Ya no tienes
con qué manipularme, pero yo sà tengo con qué a ti.
Donghyuck
miró asustado a Mark, el cual sólo le sonrió.
Donghyuck: Quizá hayas
ganado la batalla, pero no la guerra.
💞
[Al dÃa siguiente]
Mark
acababa de llegar a casa de Wendy, ambos irÃan a desayunar por primera vez como
novios oficiales.
-Hwall,
¿tienes más galletas? Ya no quedan— oh, hola Mark.
-¿Qué
demonios haces aqu� – preguntó hastiado el mayor.
-Comprando,
¿no ves? – dijo con sarcasmo.
-Se
quedó a dormir – respondió Hwall.
-¿Qué?
Mark
estaba más que confundido.
-Estoy
lista – dijo Wendy.
Al
chico se le bajó todo el enojo tras ver lo linda que estaba su novia.
-LÃmpiate
la baba, Mark. Das asco – murmuró Donghyuck.
El
aludido prefirió ignorarlo.
-Chicos,
cuiden bien la casa. Nada de hacer tonterÃas ni meter alcohol, ¿escuchaste
Donghyuck? – pidió Wendy.
-Sólo
lo hice una vez y nadie me descubrió.
-Yo
lo hice y tuviste suerte de que mis papás no estuvieran – aclaró la joven.
-¿Metiste
alcohol? – preguntó Mark.
-Un
par de cervezas para hacer unas bebidas – se justificó el moreno.
-Estás
loco, ¿segura que quieres dejarlo solo con Hwall? – preguntó Mark a Wendy.
-¿Y
sacrificar su cita por vigilar a unos adolescentes? Nah, vayan. Todo estará
bien – dijo Donghyuck.
-Tienen
18, no son tan adolescentes – respondió Mark.
-Vámonos.
Demonios, cómo discuten – bufó Wendy jalando de la mano a Mark.
💞
-¿Qué
pasa? – preguntó Mark tras ver el rostro preocupado de su novia luego de haber
finalizado una llamada con su hermanito.
-Donghyuck
está borracho en mi casa.
-¡¿Qué?!
¿A esta hora?
-Se
tomó el vodka que apenas ayer le regalaron a mi papá por un ex paciente suyo.
-¿V-vodka?
¿Por qué?
-Hwall
me dijo que discutió con su papá por teléfono, asà que se puso a beber – pausó -Por
suerte Donghyuck sólo está dormido. Tenemos que regresar.
-¿En
serio? Pero estamos a mitad de la comida.
-SÃ,
lo siento. Te lo compensaré.
Mark
asintió y ambos abandonaron el restaurante tras pagar por sus alimentos.
-Cómo
lo odio – bufó Mark mientras conducÃa.
-¿A
Donghyuck?
-Desde
que lo conocÃ, lo único que ha hecho es arruinar todo y molestarme hasta el
cansancio.
-Es
novio de Hwall, deberÃas—
-¿Crees
que querÃa que fueran novios? Lo menos que querÃa era eso.
-¿Por
qué te molestan tanto que lo sean?
-No
lo sé, sólo hace.
-A veces eres demasiado infantil – bufó la
joven.
Mark
no dijo más pues habÃan llegado a casa de la chica.
-¿En
dónde está? – preguntó Wendy a su hermanito.
-En
la sala. Lamento mucho haber arruinado todo, pero tengo miedo de que papá y
mamá regresen y lo vean asà – se disculpó Hwall.
-No
te preocupes – Wendy ingresó a la sala y vio al menor recostado en el mueble.
-Lo
hubiera llevado a su casa, pero no encontré al chofer por ningún lado –
justificó Hwall.
-Es
su dÃa libre – respondió Wendy -Mark, ayúdame a cargarlo.
-¿Qué?
¿A dónde vas a llevarlo?
-A
tu auto.
-Espera,
¿quieres que lo regrese a su casa en mi auto?
-SÃ.
-No—
-Basta,
no te pongas de diva. Ayúdame.
El
menor rodó los ojos y obedeció. Una vez que Donghyuck estuvo en el asiento
trasero del auto de Mark, partieron hacia el departamento.
-Déjame
en el mall, iré a comprar otro Vodka – pidió Wendy.
-¿Quieres
que te espere?
-No,
lleva a Donghyuck a casa y luego vienes por mÃ.
Mark
soltó un largo suspiro y tras dejar a su novia, condujo hacia su destino. Llamó
un par de veces a Jeno para que subiera a Donghyuck pero este no le contestó.
-¿Qué
no podÃas hacer mi vida más difÃcil? – reclamó Mark mientras caminaba con el
menor en su espalda -Beber para ahogar las penas, qué estupidez.
Mark
logró ingresar al departamento y luego a la habitación del chico.
-Desordenada
como tú, ¿por qué no me sorprende? – bufó. Con dificultad acomodó al menor en
la cama.
-Mark…
El
aludido sintió un escalofrÃo recorrer su espalda.
-Te
odio – agregó el moreno.
Mark
ignoró sus palabras y caminó hacia la salida.
-Tienes
la vida perfecta…
Donghyuck
seguÃa hablando entre sueños.
-La
gente te quiere…
Mark
se dio la media vuelta, caminó hacia la cama y se sentó en esta para
observarlo. Algo habÃa en ese chico que a pesar de todo no podÃa odiarlo como
él querÃa. Su pulso se aceleró cuando sus ojos bajaron hacia la boca del otro y
quedó hechizado con sus labios; lentamente fue reduciendo la distancia hasta que
estuvo a escasos centÃmetros de besarlo.
-Me
das asco… - murmuró Donghyuck.
La
burbuja de encantamiento se rompió y Mark regresó a la realidad. Se apartó
rápidamente del chico y salió a toda prisa del departamento.
-¿En
qué estaba pensando? – dijo para sà mismo mientras conducÃa hacia el mall para
ir por su novia.
Continuará…
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