CapÃtulo 10: No hagas cosas buenas que
parezcan malas…
Donghyuck
se encontraba en casa de Mark puesto que necesitaba platicar urgentemente con
él.
-Entonces,
creo que Jeno sospecha de nosotros – el moreno finalizó su explicación.
-Lo
sé, hoy me dijo que sintió mi perfume en tu ropa el dÃa que fuimos a aquel
club.
-¡Es
verdad! ¿Hicimos algo? Porque me dolÃa horriblemente el cu—
-¡Chicos!
La cena ya está servida – llamó Taeyong desde afuera de la habitación de su
hijo.
-Ya
vamos – contestó Mark -Luego platicamos sobre esto.
Donghyuck
asintió. Los padres de Mark le habÃan invitado a cenar y no desaprovecharÃa la
oportunidad puesto que además de que se ahorraba dinero, Mark le habÃa dicho
que su papá cocinaba delicioso.
-Donghyuck,
¿de dónde se conocen Mark y tú? – preguntó Doyoung.
-Es
compañero de departamento de Jeno – explicó Mark.
-¿En
serio? Hace mucho que no veo a Jeno por aquÃ.
-Está
ocupado con la escuela y el trabajo – dijo Donghyuck.
-Hablando
de escuela, ¿qué estudias? – preguntó Taeyong.
Donghyuck
tragó fuerte y miró a Mark, el cual estaba entrando en pánico.
-No
estoy estudiando por el momento, estoy—
-Trabajando
en un restaurante, ¿verdad? – interrumpió Mark, Donghyuck asintió algo
confundido -Le estoy dando asesorÃas de inglés para que pueda platicar con los
clientes extranjeros.
Donghyuck
volvió a asentir repetidas veces, Mark descubrió que era bueno inventando
historias.
-Con
razón no te mueves de su departamento – dijo con picardÃa Lucas, el cual habÃa
permanecido en silencio observando todo lo que pasaba en la cena.
Mark
le miró con molestia y cambió el tema a lo mala que le parecÃa la carrera de su
hermano como modelo.
💞
Los
padres de Mark habÃan ido al cine de último momento, Lucas se encerró en su habitación
según él para descansar, dejando a Mark y a Donghyuck solos en la habitación
del primero.
-Entonces,
¿qué hacemos? – preguntó Donghyuck.
-¿Sobre
qué?
-Sobre
Jeno.
Mark
suspiró.
-Es
la primera vez que te veo preocupado por ser descubierto – comentó el mayor.
-Jeno
es un buen amigo, no quiero perderlo por algo asÃ.
-¿Perderlo?
Hablas como si te gustara – Mark se levantó de la cama y caminó hacia el menor.
-No,
sólo es un buen amigo – aclaró el moreno.
-¿Ah,
s� – Mark lo presionó contra la pared -Sabes, hay algo que quiero probar.
-Dime
que no es algo extraño – pidió Donghyuck.
-¿Hacerlo
en una tina te parece extraño?
-¡¿Tienes
una tina?! – exclamó el menor.
-Claro
que sà – Mark se acercó para besarlo, pero Donghyuck apartó el rostro.
-Espera,
¿alguna vez lo hiciste con Wendy ah�
-No
necesitas saber algo asà – bufó.
-Entonces
no quiero.
Mark
lo tomó de la barbilla.
-Te
pagaré el doble.
Donghyuck
se mordió el labio inferior.
-La
llené antes de que vinieras, el agua debe estar tibia – susurró en el oÃdo del
otro.
-Tienes
todo preparado.
-No
puedes negarte – dicho esto, comenzó a desabrocharle el pantalón.
Donghyuck
lo tomó del rostro y besó sus labios.
💞
-Hola,
Wendy. Adelante – Jeno se hizo a un lado haciendo espacio para que la chica
ingresara al departamento.
-Espero
no estar molestando – se disculpó la joven mientras se sentaba en el comedor ya
que el departamento era tan pequeño que no tenÃa espacio para una sala.
-No
te preocupes, aunque debo confesar que tu llamada sà me tomó por sorpresa,
sobre todo cuando dijiste que se trataba de Mark – explicó Jeno sentándose en
la silla frente a la chica.
-Es
que… creo que no hay nadie más que conozca a Mark mejor que tú.
-También
estás tú.
-Estaba,
ahora siento que somos extraños.
-¿Quieres
beber algo?
La
chica negó con la cabeza.
-Donghyuck,
¿está aqu�
-No,
salió – Jeno no darÃa más explicaciones, aunque algo le decÃa hacia dónde iba
la joven con aquella pregunta.
Wendy
suspiró con melancolÃa.
-¿Qué
pasa? – preguntó Jeno.
-Sé
que sonará inmaduro de mi parte, pero quiero aclarar las cosas con él antes de
irme a Canadá.
-¿A
qué te refieres con aclarar?
-Necesito
que me ayudes a terminar lo que sea que tiene con Donghyuck.
Jeno
palideció ante las palabras de la joven.
💞
Mark
estaba semi-sentado en la tina, observando con gusto las expresiones de
Donghyuck mientras se autopenetraba.
-¿Primera
vez haciendo algo as� – preguntó Mark con una malévola sonrisa.
-C-cállate
– se quejó el moreno.
Mark
movió sus caderas, haciendo que Donghyuck soltara un gemido de dolor.
-Shh,
mi hermano está aquà a lado.
-Ojalá
supieras lo que se siente – reclamó.
Mark
se incorporó quedando sentado en la bañera, se encontraba por completo dentro
de Donghyuck pero este aún no se acostumbraba a la postura.
-N-no
vayas a moverte… ah – jadeó el moreno.
El
mayor sonrió e hizo caso omiso a la petición del otro, moviéndose lentamente.
-M-mark—
no… - Donghyuck decidió besarlo para acallar sus gemidos, si estuvieran en su
departamento, no repararÃa en aquello, pero estaban en la casa del mayor, en
donde podrÃan ser descubiertos ante el más mÃnimo error.
Entre
besos y tÃmidos gemidos, Mark golpeaba con fuerza el interior del menor.
-Donghyuck...
hmn… me aprietas – Mark nunca habÃa experimentado algo asÃ, pensó en estar
haciendo las cosas mal pero un conocido entumecimiento se apoderó de su cuerpo.
Donghyuck
se cubrió la boca con una mano y con la otra apretó con fuerza el hombro de
Mark, dejando que el orgasmo hiciera su magia. Mark cerró los ojos con fuerza y
ejerció mayor presión en su agarre en las caderas del moreno; lo que hubiera
dado por vivir esa experiencia sin necesidad de reprimir sus emociones.
Luego
de que hubieran descansado en aquella posición durante un par de minutos,
Donghyuck se bajó del regazo del mayor, se giró y recargó la espalda en el
pecho de este.
-No
puedo creer que mi primer orgasmo haya sido desperdiciado contigo – comentó el
moreno mientras jugaba con la espuma de la bañera.
-¿Desperdiciado?
– preguntó Mark sin saber cómo sentirse al respecto -No eres el único que se
siente asÃ.
Donghyuck
se giró nuevamente y lo miró directo a los ojos.
-¿También
fue tu primera vez?
Mark
asintió.
-Por
cierto, sigues sin firmar el contrato - reclamó Donghyuck, regresando a su
antigua posición.
-He
sido fiel a las cláusulas, no es necesario hacerlo.
-Me
costó escribirlo – bufó el menor.
-A
mà me cuesta dinero.
-No
sé por qué te quejas si eres millonario.
Mark
lo tomó de la barbilla, obligándolo a girar el rostro.
-Eres
demasiado ruidoso – dicho esto, lo besó con hambre.
Donghyuck
giró el cuerpo, rodeando con ambos brazos el cuello del otro. Mark comenzó a
sentir que su entrepierna despertaba nuevamente; sin embargo, el momento se vio
interrumpido por el sonido de un celular.
Mark
tomó de mala gana aquel aparato, su mirada cambió apenas vio de quién se
trataba.
-¿Hola?
-¿Mark?
El
aludido salió rápidamente de la tina, se puso una toalla alrededor de la
cintura y abandonó el baño. Donghyuck reconoció rápidamente aquella voz
femenina.
-¿Pasa
algo? – preguntó Mark una vez que estuvo sentado en su cama, poco le importaba
mojarla.
-La próxima semana me iré a Canadá y antes de
hacerlo, necesito que hablemos.
-Wendy,
y-yo—
-¿Cuándo podemos vernos? Prometo que no te
robaré mucho tiempo.
En
ese momento, Donghyuck salió del baño. Las miradas de ambos chocaron.
-El
sábado, en el café de siempre a las 7 – contestó Mark, cortando el contacto
visual con el moreno.
-Ahà estaré. Gracias.
Mark
colgó y suspiró con pesadez.
-Supongo
que tendré que encontrar un empleo… pronto – comentó Donghyuck.
-No
exageres – suspiró Mark sin muchas ganas de discutir.
-Es
obvio que vas a regresar con ella, se te ve en la cara.
-No…
lo sé – Mark estaba sumamente confundido.
-No
tengo tiempo para tus dramas amorosos, dame el dinero de hoy – Donghyuck estiró
la mano.
Mark
le miró con el ceño fruncido, se levantó de la cama y caminó hacia su clóset en
donde tenÃa guardados sus ahorros.
-El
doble, como prometà – recalcó mientras depositaba los billetes en la mano del
moreno.
-AvÃsame
si lo dejamos hasta aquÃ, no quiero ser plato de segunda mesa – aclaró el menor
y salió de la habitación una vez que estuvo vestido.
Mark
se quedó mirando hacia la puerta de su habitación.
Continuará…
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