Capítulo 16: Tú y Yo
Un
mes había pasado desde que Donghyuck se había mudado con la familia de Mark.
Desde el primer día, las discusiones entre ellos eran de lo más común, pero al
menos tenían la prudencia de no hacerlo frente a los padres de Mark; Lucas era
el único testigo.
-¿Otra
vez está llamando? – preguntó Mark con disgusto. Estaba cansado de hacer
videollamadas con el padre de Donghyuck y fingir que su “relación” con el
moreno era casi perfecta.
-Sí,
apresúrate – insistió Donghyuck desde el marco de la puerta de la habitación de
huéspedes en la cual se podría decir que vivía puesto que Mark se negó a
compartir su preciada habitación con él.
|Flashback|
Luego
de aquel intenso momento en el departamento de Donghyuck, Mark regresó al día
siguiente para recoger las pertenencias del menor y llevarlas a su casa tal
como lo indicaron sus padres.
-Hey,
Donghyuck, ¿te gustan los videojuegos? – preguntó Lucas tras ver el poster de
un conocido juego en línea pegado en una de las paredes de la habitación del
moreno.
-Claro
que sí, ¿a ti también?
-¡Sí!
– exclamó el mayor -¿Qué personaje eres?
Mark,
quien estaba ocupado tratando de encontrar la manera de llevarse varias maletas
al mismo tiempo, notó la amena plática de ambos jóvenes; no pudo evitar sentir
algo extraño en el estómago.
-Lucas,
te traje para que ayudes, no para que hagas amigos – bufó.
-Qué
amargado – murmuró Donghyuck -No te preocupes, tendremos tiempo para jugar.
-Por
supuesto – Lucas le guiñó un ojo al menor para después tomar una caja con
algunas cosas y bajar hasta el estacionamiento en compañía de su hermano -A que
te pusiste celoso, ¿verdad?
-Cállate
– se quejó Mark.
-Tranquilo,
ya no planeo acostarme con él.
-Seguramente
te estás tirando al chico con el que te vi el otro día.
-¿Jungwoo?
No tengo nada con él.
-Claro
y a mí no me gusta Donghyuck.
Apenas
Mark se percató de lo que había visto, se dirigió de regreso al departamento
para evitar el inminente bullying de
su hermano.
💞
Tras
llegar a casa, Doyoung le indicó a su hijo menor que lleve las pertenencias de
Donghyuck a su habitación, algo con lo que Mark no contaba.
-¿Qué?
¿Compartiré mi habitación con él? – reclamó Mark.
-Por
supuesto que sí, porque si se siente mal en la madrugada, podrías ayudarlo –
explicó Doyoung.
-Pero…
papá—
-Estoy
consciente que Donghyuck y tú no son nada, pero, ¿tienes idea de lo
insoportables que son los síntomas de un embarazo? – cuestionó Doyoung.
-¿Por
qué no duerme en la habitación para huéspedes? – propuso Mark,
-Mark
Lee, no seas grosero.
-No
se preocupe, puedo dormir ahí. No hay problema – intervino Donghyuck.
-¿Seguro?
– preguntó Doyoung.
El
menor asintió con la cabeza.
-Es
obvio que Mark es muy egoísta – murmuró a lo que el aludido le miró con el ceño
fruncido.
-Me
arrepiento de haberlo consentido tanto – suspiró Doyoung.
-Aún
lo haces – se quejó Lucas.
|Fin del
flashback|
-Hace
apenas dos días hablamos con él – lloriqueó Mark mientras ingresaba a la
habitación.
-Hey,
no tengo a mis papás 24/7 como tú.
-Tampoco
los veo todo el día.
-Sabes
a lo que me refiero – bufó Donghyuck.
Mark
rodó los ojos y se sentó junto al menor en la cama; puso la mejor sonrisa que
pudo y saludó a los papás del moreno.
Una
hora había pasado y la conversación parecía no tener fin, ya hasta se habían
unido el hermano de Donghyuck, su novio y el hijo de ambos.
-Bueno,
si me disculpan, tengo tarea que hacer – inventó Mark.
-Oh,
entonces no les robamos más tiempo – exclamó Johnny.
-Hasta
el domingo, hijo – se despidió la mamá de Donghyuck.
Mark
no pudo terminar de escuchar el resto de las despedidas puesto que salió
rápidamente de la habitación; estaba harto. Ingresó a su cuarto y se recostó en
la cama. Necesitaba componer una canción para la próxima semana y no tenía nada
de inspiración.
-¡¿Por
qué fuiste tan grosero?! – Donghyuck ingresó a la habitación.
El
mayor estaba acostumbrado a los pésimos modales del moreno, así que no tenía
caso reclamarle por no haber tocado la puerta.
-Estoy
cansado.
-¿No
que tenías tarea? No te veo haciendo nada.
Mark
cerró los ojos y trató de tranquilizarse.
-Déjame
solo – pidió -Además, no es necesario que esté presente en todas las llamadas
con tu familia.
-Te
quieren incluir.
-Pero
yo no. Tú y yo no somos nada, que te quede claro.
-Lo
sé, pero tendremos un hijo y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo – dijo Donghyuck antes de la salir de la habitación dando un fuerte portazo.
Mark
tomó aire y decidió ir a disculparse. Estaba cansado de discutir con él, pero
no podía evitarlo, eran demasiado diferentes.
-¿Podemos
hablar? – preguntó tras encontrarlo en la cocina.
-¿Qué
quieres?
-Un
día como hoy, le confesé mis sentimientos a Wendy – explicó -Esa es la razón
por la que estoy así.
-No,
Mark, todo el tiempo estás así – dijo Donghyuck mientras sorbía el ramen
instantáneo que se había preparado.
-Perdón
si fui grosero – murmuró.
Donghyuck
suspiró.
-De
ahora en adelante, ya no será necesario que estés en todas las llamadas. Le
diré a mi papá que estás ocupado con la escuela, él entenderá.
Mark
asintió aliviado.
-Entonces,
¿hoy sería su aniversario? – preguntó Donghyuck haciendo que Mark detuviera su
paso hacia la salida de la cocina.
-No
– se dio le media vuelta para mirar al moreno -Sólo le dije que me gustaba. Nos
hicimos novios casi al año de mi confesión.
-¿No
te da miedo que conozca a alguien en Canadá y se olvide de ti?
Mark
rodó los ojos, Donghyuck sí que sabía cómo sacarlo de sus casillas.
-Tenías
que arruinar el momento.
-Sólo
fue una pregunta – bufó, dándole otro sorbo a su ramen.
-No
estés comiendo esas porquerías, son malas para el bebé – Mark le arrebató el
tazón de las manos y tiró su contenido al lavamanos.
-¿Desde
cuándo te importamos?
-Es
el colmo que tenga que cuidar que no hagas tonterías.
Donghyuck
puso ambas manos en los hombros de Mark.
-Relájate
– comenzó a darle un improvisado masaje -Qué aburrido es vivir estresado.
-Tú
eres la razón de mi estrés.
-Qué
romántico.
Ambos
se miraron fijamente, Donghyuck dejó de mover ambas manos y rodeó con los
brazos el cuello de Mark.
-¿Me
das un beso? – susurró en el oído del menor.
Mark
puso ambas manos en la cintura del moreno y lo atrajo a su cuerpo. Donghyuck
cerró los ojos esperando el beso que nunca llegó.
-¡Oye!
– reclamó ofendido pero Mark ya había salido de la cocina y se encontraba rumbo
a su habitación.
Se
pasó toda la noche en su estudio, escribiendo y componiendo la canción que
tenía como tarea.
-Sun
& Moon – dijo mientras terminaba de escribir el nombre que le había puesto
a la canción. Los primeros rayos del sol, comenzaron a colarse por las
persianas de las ventanas, percatándose de que no había dormido para nada.
Mark
aprovechó que todos seguían durmiendo, así que subió sigilosamente a su
habitación y apenas su cabeza topó con la almohada, cayó dormido.
💞
El
abrumador calor de verano, hizo que Mark despertara de su reparadora siesta,
mientras se incorporaba en la cama y su vista se aclaraba, notó a alguien
sentado en la silla frente a su escritorio.
-¿Qué
haces aquí? – preguntó tras ver que se trataba de Donghyuck.
-No
está mal – exclamó el menor, quien tenía un cuaderno en las manos.
Mark
sintió que el alma se le iba del cuerpo al percatarse de que Donghyuck tenía el
cuaderno con la canción que escribió toda la noche; salió rápidamente de la
cama y le arrebató la libreta.
-Nunca
pensé que escribieras ese tipo de canciones – comentó Donghyuck.
-Era
parte de la tarea – mintió.
-Bueno,
venía a avisarte que ya está lista la comida, pero te vi dormido así que no
quise molestarte – explicó el menor.
-Pues
lo hiciste – bufó -¿Ya comiste?
Donghyuck
negó con la cabeza.
-Tengo
nauseas.
-Ya
veo.
-¿En
quién te inspiraste para escribir esa canción?
-En
nadie.
-Oh
vamos, sólo di que es Wendy.
Mark
rodó los ojos y salió de la habitación; por nada del mundo le diría que su
“musa” había sido él y, su inspiración, la historia de ambos.
💞
Un
mes más había transcurrido desde que Donghyuck se había mudado. Las cosas entre
Mark y él estaban un poco más tranquilas puesto que el mayor se encontraba
ocupado trabajando los fines de semana en la tienda de ropa de su tía-abuela.
-Tienes
30 días para hacer algún reclamo y/o devolución. Gracias por tu compra – Mark
lanzó un largo suspiro; había sido un día con mucha clientela -Renjun, quédate
un momento en la caja, iré al baño – pidió a su compañero.
-Claro
– contestó el chico, encargado de mantener la ropa en orden.
Mark
caminaba a los baños cuando sintió la vibración de su celular; sintió que
dejaba de respirar por algunos segundos tras ver de quién se trataba.
-¡Wendy!
– saludó apenas presionó “contestar”.
-Hola, Mark.
-¿Cómo
has estado?
-Bien, ¿cómo van las cosas con el bebé? ¿Ya
saben qué será?
Mark
suspiró con tristeza; no quería hablar de ese tema.
-El
lunes lo sabremos.
-Ya veo.
-¿Has…
pensado en lo que platicamos?
-Sí, esa es la razón por la que te llamo.
El
menor sintió su pulso acelerarse.
-Creo que… nuestra historia ha llegado a su
fin – tomó aire -No quiero interferir en esta etapa tan importante en la que
estás.
-P-pero…
Donghyuck y yo no—
-Mark, por favor, sé honesto contigo mismo. No
sólo sientes atracción por él.
-No
estoy seguro—
-Te quiero mucho, y siempre tendrás un lugar
especial en mi vida, pero es momento de tomar caminos diferentes.
-Wendy,
lamento mucho lo que pasó.
-Hey, deja de preocuparte por mí. Enfócate en
cuidar de Donghyuck y del bebé.
Mark
limpió un par de lágrimas que descendían por sus mejillas.
-Gracias
por todo.
-Gracias, Mark. Hasta que volvamos a
encontrarnos.
La
chica finalizó la llamada. Mark se quedó mirando hacia la nada; se sentía
triste, pero por alguna razón, también se sentía liberado del peso que no le
dejaba aclarar sus sentimientos. Miró la hora en su celular y se percató de que
faltaba poco para cerrar la tienda, así que corrió rápidamente al baño.
Mientras se lavaba las manos, después de haber hecho sus necesidades, se miró
al espejo.
-¿Debería
llevarlo a cenar para decirle? – se preguntó en voz alta.
Continuará…
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