3. El cuerpo
quiere lo que quiere
Jeno
había regresado de trabajar, estaba bañado en lágrimas, algo que preocupó en
demasía a Renjun.
-¿Qué
pasó? – preguntó el chino.
-Jaemin…
él— - Jeno no pudo continuar pues se echó a llorar amargamente.
Renjun
no sabía si preguntar más o dejar el tema por la paz, pues tenía una leve
sospecha de lo que había pasado.
-Me
dijo que se acostó con otra persona.
El
chino sintió que el alma se le iba del cuerpo.
-¿C-cómo?
– murmuró.
-Renjun…
estoy muy triste. Jamás imaginé que Jaemin me haría algo así.
-¿Estás
seguro?
-¡Sí!
Se le salió al muy sínico mientras discutíamos.
-Quizás
sólo lo dijo sin pensar.
-No,
él no es así – Jeno abrazó con fuerza al mayor, quien sin saber qué hacer,
regresó el gesto.
-Lo
resolverán, ya verás.
-No
lo sé. Creo que cometí un grave error al aceptar que tengamos una relación.
De
pronto, Jeno rompió el abrazó y tomó con suavidad el rostro del chino.
-Me
arrepiento de no haberte escogido – dicho esto, besó profundamente a Renjun.
El
mayor estaba más que confundido; por un lado, se sentía feliz porque se moría
de ganas por volver a besar a Jeno, pero por otro, se sentía mal pues se estaba
aprovechando de su estado.
-Creo
que no deberíamos— - intentó decir el chino, pero nuevamente los labios del
menor interrumpieron sus palabras.
Ambos
se dirigieron a la habitación del coreano, mientras que con desesperación
retiraban sus ropas. Renjun había desistido tras varios intentos para detener
aquello; no podía negarlo, en verdad quería sentir a Jeno.
El
menor tenía al chino debajo de su cuerpo; maldecía a su novio por haber sido el
primero en su vida, pues Renjun ya no demostraba vergüenza al estar desnudo
frente a alguien. Una vez que lo sintió relajado, comenzó a masajearle el
miembro. Sonrió cuando vio cómo la piel del mayor se erizaba. No hacían falta
las palabras; sus respiraciones agitadas y miradas cargadas de deseo y algo de
nerviosismo, eran más que suficientes para hacer excitante aquel momento.
Jeno
comenzó a adentrarse en Renjun, quien no dudó en plantarle un hambriento beso.
Empujó las caderas para tener por completo al menor en su interior, el cual
sonrió y entendió que ya podía comenzar a moverse.
La
cabecera de la cama golpeaba con fuerza contra la pared, algo que trajo recuerdos
a Renjun, quien extrañamente se excitó aún más; en esos momentos también
deseaba tener a Jaemin en la cama.
El
menor notó algo distraído al chino, así que cambió de posición, dejándolo boca
abajo; entró en él sin avisar a lo cual Renjun no se quejó, sólo soltó un
lascivo gemido y apretó la almohada. Jeno sentía que estaba a punto de
terminar, lamió y besó la espalda del mayor y se detuvo en su oreja. Gimió
suavemente su nombre un par de veces, provocando que Renjun se viniera.
-Me
encantas – jadeó Jeno para luego besarlo ferozmente y venirse.
Ambos
descansaron algunos minutos sin mirarse ni decir palabra alguna. La culpa
golpeó a Renjun, quien hizo por salir de la cama, pero Jeno le tomó de la
muñeca.
-Duerme
conmigo.
-P-pero—
-Por
favor – suplicó.
Renjun
suspiró y asintió. Jeno lo abrazó y al poco tiempo el sueño los venció.
🙈🙉🙊
Renjun
fue el primero en despertar; sonrió de oreja a oreja tras ver a su lado a Jeno,
quien dormía plácidamente.
-Iré
a prepararme algo de desayunar – susurró en el oído del coreano.
-Ajá
– murmuró Jeno.
Con
dificultad, Renjun salió de la cama. Su espalda baja no dolía tanto como la
primera vez que… nuevamente, las imágenes del cuerpo desnudo de Jaemin,
comenzaron a invadir su mente.
-Basta,
Renjun – dijo para sí mismo.
Tras
prepararse un café cargado, se dispuso a hacer unos huevos, pero apenas puso la
sartén sobre la estufa, alguien tocó la puerta.
-J-jaemin
– exclamó asustado.
-Vine
a ver a Jeno – empujó a Renjun para ingresar al departamento.
-Espera,
es que—
Y
antes de que Renjun terminara la frase, Jaemin ya se encontraba en la
habitación de su novio.
-Jaemin,
pensé que vendrías más tarde – dijo Jeno, quien ya se encontraba listo para ir
a la universidad.
-Olvidé
avisarte.
Renjun
estaba confundido; ambos actuaban como si no hubieran discutido.
-Hey,
¿a dónde vas? Necesitamos hablar – dijo Jaemin luego de ver que el chino se
daba la media vuelta para salir de la habitación.
-¿Sobre
qué? – Renjun fingió demencia.
Jaemin
sonrió de manera aterradora. Al fin había llegado el momento de hacerle la
dichosa propuesta a Renjun.
-¡¿O
sea que todo lo que pasó fue parte de un plan?! – preguntó Renjun.
-Sí
– contestó como si nada Jaemin.
-¡Son
unos cerdos! – gritó el chino completamente ofendido y humillado -¡Me dan asco!
-Vamos
Renjun, será algo nuevo – dijo Jeno refiriéndose a la propuesta.
-¡¿Qué
no fue suficiente lo que este imbécil me hizo?! – señaló a Jaemin.
-Hagamos
algo, dejaré que Jeno te coja y si te gusta, hacemos el trío.
-¿Quién
dijo que quiero estar contigo? – bufó Renjun.
-Tu
cuerpo – se acercó, Renjun se alejó rápidamente -Me sorprende que no me hayas
denunciado como dijiste.
-¿Crees
que este país haría algo por un chino?
-Buen
punto.
-Am…
Jaemin… Renjun y yo— - intervino Jeno cuando vio que la discusión no tenía
planes de finalizar.
-¡¿Qué?!
– gritó el aludido.
-Perdón—
es que… él y yo—
Jaemin
miró con el ceño fruncido a Renjun, quien se cruzó de brazos y le sonrió con
orgullo.
-¡Me
lleva un carajo! – Jaemin quiso lanzarle un puñetazo al chino, pero Jeno lo
impidió.
-Vi
la oportunidad y decidí aprovecharla – dijo Renjun.
-Mierda,
¡suéltame Jeno! ¡Le voy a partir la cara!
-Ahora,
¡fuera del departamento! No quiero verlos – ordenó.
Jeno
aceptó sin decir nada y se llevó a rastras a Jaemin para tranquilizarlo.
🙈🙉🙊
-¿Por
qué no me avisaste? – reclamó Jaemin una vez que estuvieron fuera del
condominio.
-Tú
tampoco lo hiciste cuando decidiste desvirgarlo.
-P-pero—
-¿Por
qué yo sí tengo que decirte todo y tú a mí no?
-¡Está
bien! Tienes razón – bufó -Pero me las va a pagar el muy maldito.
-Creo
que tenemos algo más importante en qué pensar.
-¿Cómo
qué?
-No
aceptó hacer el trío.
-No
te preocupes, lo hará.
-¿Qué
acaso piensas volver a acostarte con él?
-No
te molestes – Jaemin tomó entre sus manos el rostro de su novio -Sabes que soy
completamente tuyo.
Jeno
rodó los ojos y suspiró.
-Lo
sé, pero… júrame que sólo serás activo con él.
-Por
supuesto que sí, mi amor. Mi trasero te pertenece.
-Más
te vale – Jeno apretó con fuerza uno de los glúteos del mayor -Ya me tengo que
ir – con dificultad, rompió el abrazo de su novio.
-De
acuerdo, nos vemos en la noche.
-Te
quiero – Jeno le dio un fugaz beso.
-Yo
igual.
-Convéncelo
sólo como tú sabes hacerlo – le guiñó un ojo.
-Lo
sé, baby.
-Tengo
condones de sabor por si te interesa.
Jaemin
soltó una carcajada y se despidió del menor con un vaivén de manos.
-Mierda,
me trae loco – suspiró para sí mismo.
Una
vez que Jeno se subió al autobús, Jaemin mojó sus labios y sonrió para sí
mismo.
-De
esta no te salvas, chino caliente - ingresó a su auto y se fue de ahí. Dejaría
que el cuerpo de Renjun descansara
por algunos días.
🙈🙉🙊
Jaemin
tenía a Renjun contra la pared, le tenía cubierta la boca y de paso la nariz,
el chino forcejeaba para escapar. Jaemin introdujo tres dedos a la boca del
otro
-¿Con
que muy experto no? “Vi la oportunidad y decidí aprovecharla” - pausó -Pobre de
ti que me muerdas.
Renjun
no podía hablar pues el jugueteo de los dedos de Jaemin en su boca había
comenzado a excitarlo.
-Es
hora de que pagues por lo que hiciste – dijo Jaemin detrás de su oreja
izquierda, para luego darle la media vuelta, enredarle las piernas en su
cintura y besarlo con hambre.
Sus
ropas no tardaron en terminar regadas por el departamento y ellos en la
habitación del chino.
-Relájate
– dijo Jaemin mientras entraba en Renjun.
-Despacio…
-Lo
sé.
Jeno
acaba de regresar de la escuela. Jaemin le había enviado un mensaje en donde le
decía que ya tenía todo listo. Tras
ingresar al departamento, vio ropa en el piso y la puerta de la habitación de
Renjun abierta. Asomó la cabeza y sintió una punzada en su entrepierna al ver a
su novio embistiendo con fuerza al chino.
Jaemin
se percató de la presencia del menor y le hizo una seña con la mano para que
entrara a la habitación. Jeno no lo pensó dos veces y comenzó a quitarse la
ropa con rapidez.
Renjun
sintió unos brazos rodear su cintura, dio pequeño brinco cuando vio de quién se
trataba.
-¿J-jeno?
-Hola
– le dijo al oído y luego le besó la mejilla.
-¿Qué
está—? Esperen, no, yo no accedí a— - comenzó a tratar de separarse de ambos
chicos.
-Demasiado
tarde – dijo Jaemin.
Jeno
comenzó a masturbarse para dejar erecto su miembro y continuar con su plan.
-Jeno…
por favor… - suplicó Renjun al ver que el aludido le acercaba el miembro a la
boca.
-Por
favor, ¿qué? Estoy accediendo que te coja MI novio, así que hazlo.
Renjun
tragó fuerte y abrió la boca, Jeno introdujo su miembro por completo,
disfrutando de aquella cálida sensación.
-Espero
que valga la pena, tuve que inventar que estaba enfermo – reclamó Jeno a
Jaemin.
-No
discutamos… estoy… ah ocupado – respondió el otro agitado.
Renjun
estaba en cuatro. Jaemin penetrándolo por detrás, mientras que Jeno por
delante.
-Hey,
cuidado con los dientes – exclamó Jeno.
El
chino no parecía estar completamente entregado al momento, así que Jeno retiró
su miembro y lo tomó de la barbilla.
-Disfrútalo
– murmuró para luego besarlo, Jaemin iba a reclamar, pero al darse cuenta de
que las paredes de Renjun se contrajeron, apretando su miembro, decidió dejar
que Jeno continuara con su convencimiento.
-Voy
a cambiar de posición – señaló.
Jaemin
sentó a Renjun en sus piernas, dejando que su pecho rozara con la espalda del
chino. Jeno se puso de pie sobre la cama para que Renjun pudiera continuar
haciendo el blowjob que dejaron pendiente.
-Parece
que… sus pezones son su punto débil – murmuró Jaemin mientras jugaba con ambos
-Ah… me está apretando más que cuando lo besaste.
-Hmn…
no… - gimió Renjun.
-Vaya,
aguantaste bastante – dijo Jaemin.
Jeno
continuó embistiendo la boca del chino hasta venirse dentro de esta. Tanto
Jaemin como Jeno se quedaron quietos para ver qué haría Renjun.
-Vaya…
vaya… se lo bebió completo - exclamó Jeno -Jaemin, yo sigo.
-Espera,
ya casi termino.
Jaemin
volvió a ponerlo en cuatro.
-Renjun.
El
aludido le miró con dificultad.
-Bésame
– ordenó.
El
chino obedeció. Aquel beso provocó que el miembro de Jeno volviera a ponerse
erecto.
-Rápido
– exigió a su novio.
Jaemin
aumentó el ritmo de sus caderas, terminando dentro de Renjun.
-¡¿No
usaste condón?! – gritó un histérico Jeno tras percatarse del estado de la
entrepierna del chino.
-Apresúrate,
que se va a desmayar – prefirió cambiar de tema, no quería discutir en un
momento así.
-Jeno…
- llamó Renjun.
-Dime.
-Sé
gentil – pidió.
Jaemin
abrió los ojos de par en par, aquello había sonado tan sensual y excitante.
Esperó a que Jeno entrara en el chino para acercarse a este y dedicarse a
succionar, estrujar y lamer sus pezones a la vez que lo masturbaba.
-N-no…
basta… deten—
Jeno
lo besó, no podía concentrarse, no sólo porque el chino se veía demasiado apetitoso sino porque su novio también
estaba ahí, bañado en sudor y con el miembro erecto.
Jaemin
detuvo sus movimientos y besó a Jeno con lascivia, los sonidos de este beso,
ocasionaron que Renjun contrajera el cuerpo y se viniera.
-Resultaste
todo un animal, Renjun – exclamó Jaemin.
Jeno
continuó penetrándolo hasta acabar, pero a diferencia de Jaemin, él sí había
sido cuidadoso de colocarse un condón.
Renjun
cayó exhausto en la cama, estaba sumamente agitado y con el corazón bombeando a
mil por hora.
-Bien
hecho – dijo Jaemin, acariciándole el cabello -Ahora descansa. No te haremos
nada mientras duermes.
Renjun
estaba más dormido que despierto, así que sólo asintió y cerró los ojos,
dejándose vencer por el cansancio.
-Mierda,
podría decir que fue uno de los mejores tríos que hemos hecho, ¿no crees? –
preguntó Jaemin a Jeno.
-Sí…
pero no me gustó que lo hayas hecho con él sin condón. Es peligroso.
-¿Desde
cuándo te importa eso? Para mí que estás celoso.
-No.
-Lo
estás, te conozco.
-Ya,
vamos a dormir, estoy cansado.
-¿A
tu habitación?
-Obviamente,
Renjun necesita descansar.
Jeno
tomó la mano de Jaemin y ambos se dirigieron a la habitación del primero. Luego
de un par de veces, cayeron dormidos.
🙈🙉🙊
-Mierda,
¡la escuela! – exclamó exaltado Jeno.
-Hey,
tranquilo. Es sábado – dijo Jaemin, quien estaba terminando de vestirse.
Jeno
soltó un suspiro de alivio.
-Creo
que tenemos un problema.
-¿Qué?
-Renjun
no está y sus cosas tampoco.
-¡¿Qué?!
Jeno
salió corriendo de la cama sin importarle estar desnudo, ingresó a la
habitación de Renjun, encontrándose al chino secándose el cabello.
-¿Pasa
algo? – preguntó.
-N-no
es que… ¡Jaemin!
-Lo
siento, sólo bromeaba – sonrió -Por cierto, hay algo que debes saber.
-Dime
que no es otra tontería.
-No,
para nada.
-¿Qué
es?
-Renjun
aceptó ser nuestro tercer elemento.
-¿Es
eso cierto? – Jeno miró a Renjun, el cual se encogió de hombros.
-Siempre
y cuando yo esté soltero – advirtió.
-Como
dice la canción: el cuerpo quiere lo que quiere – dijo Jaemin.
-Es
el corazón quiere lo que quiere – corrigió el chino.
-Duh,
ya sé.
-Bueno,
basta. Desayunemos algo, yo invito – dijo Jeno.
-Renjun,
¿cómo estás para otra ronda en la noche? – comentó con lascivia Jaemin.
-¡Ni
lo piensen! – amenazó con lanzarle la secadora de cabello a Jaemin.
Jeno
arrastró a Jaemin a su habitación.
-Ustedes
terminarán matándose.
-Nah,
lo dudo.
-¿Cómo
lograste convencerlo? Renjun es muy cerrado en sus decisiones.
-Como
alguna vez te dije, utilicé mi encanto – le guiñó un ojo a su novio.
-Ya
me imagino cuál encanto.
-No
te pongas celoso. Sabes que te quiero – lo abrazó y le dio un beso en la
mejilla -En las buenas aventuras y en las malas.
Jeno
rodó los ojos.
-Lo
sé – lo besó.
Y
sí, Jaemin había utilizado su encanto y
un poco de manipulación mental para convencer al chino; pero, lo que pasó en la
regadera, en la regadera se queda.
F I N
(si quieres
saber lo que pasó en la regadera, lee el capítulo extra)