⚠ Advertencia: este capítulo
contiene relaciones no consensuadas que podrían considerarse violación. Si eres
sensible a ese contenido, te recomiendo no continúes con la lectura. ⚠
2. Primera vez y un raw
[Dos días después]
-¡¿Otra
vez aquí?! – exclamó Renjun apenas abrió la puerta del departamento y vio a
Jaemin.
-Sí.
-Lárgate,
no quiero verte – empujó al menor hacia afuera.
-No
me importa – le regresó el empujón a Renjun, ingresando al departamento.
-¡Vete
ahora mismo o juro que te denuncio por lo que me hiciste!
Aquello
asustó a Jaemin, quien de alguna manera ya se esperaba ese tipo de amenaza por
parte del chino.
-¿No
crees que ya pasó mucho tiempo? Además, lo disfrutaste.
-Por
tu maldita culpa no puedo ni ver a Jeno a la cara – exclamó -¿Cómo demonios le
explico que su adorado novio me— -
detuvo sus palabras.
-“¿Me
hizo una mamada?” Pues… no creo que quieras verlo molesto contigo porque obvio
le diré que me sedujiste.
-¡Eres
despreciable!
-Deja
de reprimir tus ganas de estar conmigo.
Dichas
palabras terminaron con la poca paciencia que le quedaba al chino, el cual se
dejó llevar por los impulsos y le lanzó un puñetazo a Jaemin, quien cayó al
suelo.
-Demonios
– exclamó Renjun cuando vio sangre salir de la boca del menor.
-Pensé
que me golpearías hasta la muerte – dijo Jaemin mientras tomaba el paño con
hielos que Renjun le estaba dando.
Jaemin
estiró el brazo y jaló a Renjun de la muñeca, haciendo que este perdiera el
equilibro y terminara sobre el cuerpo de su enemigo.
-Si
haces algo, juro que—
Jaemin
sonrió y lo puso bajo su cuerpo.
-Ya
no tienes escapatoria – dicho esto, lo besó.
Renjun
podía sentir el sabor metálico de la boca del otro, quien no perdía el tiempo y
ya había comenzado a acariciar su cuerpo.
-¿Por
qué lo haces? – preguntó tras lograr separar a Jaemin.
-No
sé por qué sigues con esa cara de asco si a tu cuerpo le gusta – susurró Jaemin
mientras lamía su cuello.
-Te
voy a denunciar a—
Jaemin
calló sus palabras con otro profundo beso, dejando sin aliento al mayor.
-Incluso
tus mejillas te delatan – murmuró.
Jaemin
sacó dos sobres de su bolsillo, uno era un condón y otro un gel.
-¿Q-qué
haces? – Renjun comenzaba a inquietarse, pero Jaemin estaba sentado sobre su
cuerpo, así que no podía moverse mucho.
-Te
preparo – contestó mientras que con una mano tomaba su miembro.
-No
quiero hacerlo contigo – aclaró el otro.
-¿Quieres
a Jeno, verdad? – preguntó algo decepcionado.
Renjun
se mordió el labio inferior.
-Lo
siento, pero eso tendrá que esperar – dejó de masturbarlo y procedió a mojar
sus dedos con el gel para luego introducir uno dentro del chico.
-Ah…
no… sácalo – pidió Renjun.
-¿Duele?
Renjun
asintió.
-Se
irá con el tiempo – introdujo otro.
-Jaemin…
- Renjun suplicó -N-no vayas a lastimarme.
El
mayor sintió su corazón latir con rapidez.
-No
lo haré.
Retiró
con algo de violencia aquellos dígitos, se colocó el condón y comenzó a entrar
poco a poco en Renjun, dejando que el chico se acostumbrara.
-¿Qué
tal? Se siente bien, ¿verdad?
Renjun
evitaba mirarlo.
-Deja
de reprimirlo – dicho esto, comenzó a moverse.
Jaemin
sentía cómo el cuerpo del otro presionaba su miembro, provocándole mucho
placer.
-¿Estás
llorando? – preguntó tras retirar una lágrima de la mejilla del chico.
-No
– respondió Renjun, evitando la mirada del otro.
-Juraría
que sí – dijo en tono de burla Jaemin.
Renjun
reunió todo el valor que pudo para mirarlo fijamente.
-No
quería que fuera contigo – confesó.
Jaemin
había robado la virginidad de tantos chicos que ya no le daba importancia, pero
para Renjun era diferente; debía ser un momento especial, con una persona digna
de su confianza, no con el novio de su crush.
-Lo
sé, pero ya no puedes volver el tiempo a atrás.
Jaemin
aumentó sus embestidas, haciendo que Renjun se sintiera sofocado.
-N-no…
basta… Jaemin… - suplicaba el otro sumamente agitado.
-Respira,
te me vas a desmayar – bromeó el aludido, depositando ambos brazos del chino
alrededor de su cuello -Abrázame y regula tu respiración con la mía.
-Ah…
detente.
El
menor sonrió de medio lado e hizo caso a la petición del otro, quien al notar
que Jaemin ya no movía las caderas, le miró como si estuviera esperando una
explicación.
-¿No
es eso lo que querías? – preguntó Jaemin.
Renjun
desvió la mirada y retiró ambos brazos del cuello del alto.
-Termina
de hacerlo – murmuró completamente sonrojado.
Jaemin
sonrió enormemente, lo tomó de la barbilla haciendo que le mirara a los ojos,
lo besó y volvió a introducirse en él de una sola estocada causando que Renjun
soltara un quejido que sólo logró encenderlo aún más.
-Ya
no dolerá, lo prometo – susurró en el oído del chino, aumentando el ritmo de
sus embestidas, provocando gemidos de placer en el mayor.
-Jaemin…
ah… - en un momento de desesperación, Renjun volvió a sujetar al aludido con
ambos brazos y lo atrajo a sus labios.
El
menor se sorprendió enormemente por la reacción del otro, pero cumplió con su
petición, lo besó hasta que sus labios se hincharon y ardieron.
-M-mierda
ya voy a acabar – exclamó Jaemin, presionó sus dedos contra las caderas de
Renjun, terminando al instante. El chino se había venido momentos antes -Se
quedó dormido – murmuró tras recuperar el aliento.
Observó
al chino por algunos segundos. Su respiración había logrado estabilizarse; su
cuerpo mostraba con claridad lo ocurrido. Inconscientemente se acercó a su
boca, dándole un suave beso.
Luego
de haberse limpiado, miró la hora en su celular. Aún faltaba para que Jeno
regresara, así que despertó a Renjun.
-¿Sigues
aquí? – preguntó el chino.
-¿Querías
que te dejara semidesnudo en el suelo?
Renjun
no respondió e intentó ponerse de pie, pero el dolor en su espalda baja se lo
impidió.
-Vaya,
creo que me pasé un poco – dijo con burla Jaemin.
-¡¿Un
poco?!
-Ya,
ya. Ven, te ayudo.
Ambos
se dirigieron a la habitación del chino.
-¿Puedes
sentarte? – preguntó Jaemin.
-¿Qué
nunca has sido pasivo? – preguntó Renjun.
-Claro
que sí, pero ya estoy acostumbrado, tú, por otro lado, obviamente no.
Renjun
bufó ante el comentario.
-¿Qué
esperas para irte? ¿Quieres que Jeno venga y te descubra? – reclamó Renjun.
Jaemin
sonrió de medio lado.
-¿Le
contarás sobre esto?
-No
lo sé.
Jaemin
no esperaba aquella respuesta. Renjun sí que era un chico bastante interesante.
-Bueno,
digas lo que digas yo jugaré las cartas a mi favor.
-Me
das asco – bufó.
-¿Estás
seguro de eso?
-Muy
seguro.
Jaemin
lo empujó haciendo que Renjun quedara semiacostado en la cama.
-Planeaba
sólo hacértelo una vez, pero no mereces tanta compasión.
-No,
Jaemin… estás loco.
El
aludido lo besó, poniéndose sobre el cuerpo del otro.
-Ahora
sabrás lo que es un raw.
-¡¿U-un
qué?!
🙈🙉🙊
Jeno
estaba preocupado, pues Jaemin no había respondido a ninguno de sus mensajes y
eso sólo podría significar una cosa.
-Mierda,
Jaemin. Dime que no lo hiciste – dijo para sí mismo mientras subía y bajaba la
conversación de Kakao con su novio.
Su
pelea mental se vio interrumpida por un cliente. Luego de atenderlo
rápidamente, fue llamado por el gerente.
-¿Estás
bien? Te noto algo pálido.
-S-sí,
sólo algo cansado. Es que estoy en exámenes.
-Ya
veo. Bueno, aprovechando que no tenemos tanta clientela hoy, dejaré que te
vayas media hora antes.
-¿En
serio? Gracias.
🙈🙉🙊
-¡Ah!
Jaemin… no más… mnh – suplicaba Renjun mientras el aludido embestía con fuerza
su cuerpo.
-No
voy a parar hasta que haya quedado satisfecho – dijo jadeante el aludido.
Sorprendentemente,
Renjun lo atrajo a su boca, sumiéndose ambos en un lascivo beso. El chino
enterró las uñas en la espalda del otro, terminando entre sus cuerpos.
-No
puedo respirar – murmuró.
Jaemin
se hundió aún más en él, terminando dentro.
-¿Cómo
se siente? – susurró en el oído del chino.
-Caliente
y… asqueroso – respondió Renjun.
-No
resultaste tan angelical después de todo – volvió a besarlo.
Ambos
cayeron nuevamente en la cama. El menor comenzaba a abrirse paso entre las
piernas del chino, al cual la razón le pegó en ese instante.
-No
– alejó con brusquedad a Jaemin.
-¿Qué?
– preguntó el otro completamente confundido.
-Basta,
no quiero lastimar a Jeno.
-¿Lastimarlo?
No tiene por qué saberlo.
-Vete,
Jaemin. Quiero estar solo.
-¿Seguro?
-Sí,
muy seguro – dijo cortante.
-De
acuerdo. Diviértete limpiando el regalito
que dejé dentro de ti – le besó la mejilla, tomó sus ropas y salió de la
habitación.
Luego
de vestirse, Jaemin se dirigió a la cocina en busca de las galletas de Renjun,
las cuales se habían convertido en sus favoritas. En eso, la puerta del
departamento se abrió.
-Por
una mierda, sabía que estarías aquí – exclamó Jeno tras descubrir a su novio en
la cocina.
-Ya
hice mi parte. Ahora te corresponde convencerlo de hacer el trío – respondió el
otro mientras comía una galleta.
-¡¿Qué?!
Él y tú ya— pensé que sería yo quien— - Jeno estaba atónito.
-Claro
que no cariño, no dejaría por nada del mundo que hicieras algo con él mientras
yo no esté presente – le besó los labios y salió del departamento.
Continuará…
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