Capítulo 6
Cardiac
Cardiac
{Un mes después}
Sehun ya estaba
completamente recuperado; Sera, por su parte, había estado demasiado ocupada
como para preocuparse por Donghae; a penas y tenía tiempo de jugar con Hansol.
-Tío, ¿cuándo
regresa mi papá de su viaje? – preguntó Hansol, mientras almorzaban.
-No sé,
todavía falta – dijo Sehun.
-Tío…
-Dime.
-¿Por qué Tao
ya no viene a jugar?
Sehun casi se
atraganta.
-Porque se
peleó con tu papá y ya no son amigos.
-¿En serio? –
exclamó el menor.
-Sí.
Sera había
“castigado” a Sehun poniéndolo al cuidado de Hansol; en resumen, Sehun era la
nueva nana del pequeño.
-Qué mal; con
razón ya no veo a Ren y a Minki – pausó -¿Se habrán cambiado de escuela? -
murmuró el niño.
Sehun tiró su
vaso con leche, tras escuchar aquello.
-¿Qué
dijiste?
-¿Ah?
-¿Conoces a
los hijos de Tao? – preguntó atónito.
-Sipi, son
muy buenos y hablan inglés igual que yo.
-¿Desde
cuándo?
-Tío, me
estás asustando…
Sehun tomó
aire.
-Es que…
-Estudian en
la misma escuela que yo, pero son un año más grandes.
-Lo siento si
te asusté, es que… bueno, tú sabes que no me llevo bien con Tao.
-Es porque le
gusta los hombres, ¿verdad?
Sehun estuvo
a punto del paro cardiaco con todo lo que salía de la “inocente” boca de su
sobrino.
-Hansol,
¿cómo sabes todo eso?
-Observo
mucho.
-Vaya… -
exclamó Sehun –Termina de desayunar, te das un baño y haces la tarea, ¿ok?
-¿Vas a
salir?
-Sí, le diré
al guardia que te cuide.
Hansol
asintió; el guardia, a pesar de ser un tipo enorme y con aspecto terrorífico,
era mejor nana que Sehun y le tenía mucho cariño al niño.
{-}
-¡Ah, Sehun!
¡Mnh! – jadeaba la chica, llegando al orgasmo.
Sehun salió
de ella y se recostó a su lado.
-Demonios,
Jiyeon, cada vez estás más buena, ¿qué tanto haces?
-Ejercicio –
respondió la chica, acurrucándose en el regazo del chico –Sera no piensa
contratarme de nuevo, ¿verdad?
-No lo creo –
contestó el adolescente.
-Sabes, nunca
te lo había preguntado, pero, ¿qué era lo que tenías con Tao?
Sehun se le
quedó viendo con el ceño fruncido; se levantó de la cama.
-Nada.
-Pero si lo
hicieron en…
-Nada he
dicho.
-No te
molestes.
-No me
gustaba hablar de eso. Fue un error.
-Podrías
demandarlo, ya sabes, tú eres mayor de edad y…
-¿Qué ganaría
con eso? ¿Meterlo a la cárcel? ¿Para qué? Sus hijos se quedarían solos.
-¿Desde
cuándo te preocupan sus hijos?
Sehun se dio
cuenta de lo que había dicho.
-N-no es eso…
- pausó –Me tengo que ir.
-Pero Sera
aún no sale de trabajar. Quédate un rato más~
-No puedo.
Sabes lo mucho que me arriesgo al venir a tu casa.
-Como quieras
– bufó la chica.
-Perdón –
Sehun le besó la frente; terminó de vestirse y salió de la casa.
Mientras
manejaba, su celular sonó; en el primer alto que tuvo, abrió el mensaje y era
una foto de Jiyeon.
-Vaya… -
exclamó Sehun.
-¿Te gusta? Puedo
mandarte más.
-Claro que me gustan ;)
Y la charla
se volvió más pervertida. Sehun estaba más pendiente de lo que la chica le
mandaba, que en fijarse de los semáforos.
Estaba
escribiendo un mensaje a su novia, cuando, vio que alguien cruzaba la calle;
frenó de golpe.
-¡Demonios! –
exclamó.
-¡Qué te
pasa, idiota! ¿Qué no ves que está en rojo? ¡Imbécil! – escuchaba los gritos
del chico.
-¿Tao? –
Sehun sacó la cabeza por la ventana.
-No puede
ser… lo que me faltaba – exclamó el chino, comenzando a caminar para terminar
de cruzar la calle y alejarse lo más rápido posible.
Sehun puso en
marcha el auto y siguió al mayor.
-Tao, espera.
-No.
-¡Tao!
-Déjame en
paz, maldición.
Sehun frenó
de golpe; se bajó y alcanzó a Tao, tomándolo del brazo.
-¿Qué
quieres?
-Hablar
contigo.
-Tengo prisa.
-Sube, te
llevo a donde vayas.
-No, puedo
caminar.
-Te llevo –
Sehun apretó con un poco más de fuerza el brazo del chino.
-Está bien –
bufó Tao.
Ambos
subieron.
-¿A dónde
vas?
-A comer con
alguien.
-¿Quién?
-Qué te
importa.
-¿Nueva
víctima? ¿Es casado?
-Qué te
importa.
Sehun frenó
de golpe otra vez.
-¿Cómo es que
Hansol sabe de tus hijos?
-¿A qué viene
eso?
-Responde.
-Se
conocieron en la escuela.
-¿Por qué los
mandas al mismo lugar que mi sobrino?
-Porque
quiero.
-¿Qué
buscabas con eso? ¿Ganártelo?
-Sehun, tu
hermano y yo ya no tenemos nada. Déjame tranquilo.
El
adolescente se dio cuenta de que estaba quedando paranoico.
-¿Qué
restaurante es?
-Pink Apple.
-Ya sé dónde.
Sehun ya no
dijo nada; sólo se dedicó a conducir.
-Gracias –
dijo Tao, mientras se quitaba el cinturón de seguridad.
Sehun
asintió. Tao se bajó. Sehun se quedó a ver con quién se encontraría Tao. Quedó
perplejo cuando…
-¿Donghae?
Quiso bajarse
y golpearlos a ambos, pero, no quería más discusiones, así que mejor regresó a
la mansión.
{-}
-¡Maldita
sea! ¡Esto es el colmo! – gritaba el adolescente, mientras lanzaba las cosas de
su habitación.
-¿Qué
demonios te pasa? – preguntó Sera, entrando a la habitación.
-Sera…
-¿Estás
quedando loco? Llego de trabajar y lo primero que escucho son tus malditos
gritos.
-Lo siento,
yo…
-Basta Sehun.
Basta de mentir y ocultarme cosas.
-¿Qué? – el
adolescente pensó que Sera ya sabía lo de Tao y su hermano.
-La madre de
Jiyeon me dijo lo que han estado haciendo.
-No…
-Se ven a
escondidas cuando te prohibí que la volvieras a ver.
-¡No puedes
hacer eso!
-Sí, sí
puedo. Eres menor de edad y te estás metiendo con esa chica de 20 años.
-¿Y Tao? ¿Por
qué no hiciste nada cuando me viste con él? ¡¿Qué lo hace diferente de Jiyeon?!
-No podía
mandar a Tao a la cárcel… sus hijos no tienen a nadie más.
Sehun se
sentó en la cama; intentando organizar sus ideas.
-¿Tú también
sabías de sus hijos?
-Claro, son
amigos de Hansol.
-Quiero estar
solo.
-¿Qué?
-Déjame solo.
Sera tomó
aire y salió de la habitación.
{-}
Días después,
Sera se encontraba en el súper, cuando…
-¿Donghae?
-¿Sera?
-¿Qué te
pasó? ¿Enfermaste? – preguntó preocupada; tras verlo pálido y más delgado.
-Les extraño…
-¿Por qué no
nos llamaste?
-Porque pensé
que no responderías y… - comenzó a llorar.
-Tranquilo,
todo está bien.
-No, me
arrepiento de lo que hice. De todo… tú, tú no merecías algo así. Soy un idiota.
-Vamos a
hablar a otro lugar.
Donghae
asintió.
Ambos fueron a
un café cercano. Tras una buena plática, Sera terminó perdonando a Donghae.
Luego de aquello, pasaron a un bar en el que tomaron un par de copas; Sera
avisó que no llegaría a dormir y luego se fueron a un hotel en el que
consumaron la reconciliación.
{-}
-¿Qué hace
aquí? – preguntó Sehun, tras ver a su hermano entrar con Sera.
-¡Papi!
¡Regresaste! – Hansol corrió a abrazar a Donghae -¿Me trajiste algo?
-No pude,
pequeño.
-Ash, ni
modo.
-Lo siento,
¿jugamos un rato?
-Sí.
Apenas
Donghae y Hansol se fueron, Sehun interrogó a Sera.
-¿Cómo que se
reconciliaron?
-Sí. Las
reconciliaciones siempre son las mejores. Así fue como hicimos a Hansol.
-Argh, qué
asco.
-Bueno, iré a
preparar la tina de tu hermano. Se merece un delicioso baño.
Sehun
suspiró. Salió de la casa sin tan siquiera avisar que lo haría.
{-}
-¿Doryoung?
-Hola, ¿quién
eres?
-Sehun.
-Oh, el
amante de BoA.
-Sí – bufó el
otro.
-¿Qué
quieres?
-Hablar con
Tao.
-Pasa.
Enseguida le llamo.
Sehun entró a
la casa y se sentó en la sala.
-Amor, te
buscan.
Sehun sintió
un vacío en el estómago cuando escuchó aquello.
-¿Quién?
-Sehun.
-¡¿Qué?! Ya
voy.
Tao se asomó.
-¿Dos al
mismo tiempo?
-¿Ah?
-Mi hermano y
él.
-No. No estoy
con ninguno de los dos.
-No te creo.
-No me
interesa – Tao se cruzó de brazos.
Sehun suspiró
cansado.
-El otro día,
en el restaurante… ¿por qué te encontraste con mi hermano?
-Quería saber
por qué tú y yo…
-Entiendo.
¿Le contaste todo?
-La mayor
parte.
-Sera y él
regresaron – soltó de la nada.
Tao se
sorprendió al principio, pero lo luego sonrió.
-Me alegro.
¿Y tú qué? ¿Sigues con la sirvienta?
-Sí. Eso
creo.
-Tao, amor,
Ren y Minki quieren ir por un helado – interrumpió Doryoung.
-Está bien.
Doryoung le
dio un beso en los labios y se fue a la habitación de los pequeños.
-¿No que no
estabas con él?
Tao rodó los
ojos.
-Sí, sí tengo
algo con él.
-Ya me voy –
dijo el adolescente.
Tao parpadeó
repetidas veces tras el cambio repentino de Sehun.
-Es bueno
saber que ya no tienes nada con mi hermano, espero que no vuelvas a
entrometerte.
-Nunca me
entrometí – corrigió el chino.
-Como sea –
bufó el menor y salió de la casa.
Tao cerró la
puerta sin tomarle mayor importancia al mal humor del adolescente.
-Mierda –
gruñó Sehun una vez fuera de la casa.
{-}
{Días después}
-Miren a
quién me encontré en la calle – exclamó Sera.
-¿A quién? –
preguntó Donghae, asomándose a la puerta.
-Hola.
-Doryoung… -
exclamó el mayor.
Sehun dejó de
jugar el XBOX.
-¿Minki?
¿Ren?
El
adolescente quedó helado.
-Hansol les
invitó a la casa – explicó Sera.
-¿Y Tao? –
preguntó Donghae.
-Está en el
auto. Sólo pasé a dejar a los niños.
-Acaso…
¿regresaron? – preguntó Sera.
-Sí –
respondió Doryoung.
Donghae se
sintió algo irritado por aquello. Sehun bufó. Hubo un silencio algo incómodo
hasta que…
-¡Mami! –
gritó Hansol tras ver cómo su madre se desvanecía en el piso.
Todos se
acercaron a socorrerla. En eso, la puerta principal se abrió, revelando a un
pálido y tembloroso Tao.
-Tao, ¿estás
bien? – preguntó Doryoung acercándose a su novio.
-Es… es Kris
– murmuró –Quiere ver a los gemelos.
Tanto Sehun
como Donghae escucharon aquello.
-Tenemos que
ir al hospital – dijo Donghae, cortando aquel cardiaco momento.
Continuará...