31 de mayo de 2017

Touch - Capítulo 8 (último capítulo)

Capítulo 8
Dos propósitos

-¿Haechan? – exclamó Mark tras escuchar la respuesta del menor.

-Es que ustedes… tienen muchas reglas y yo no soy bueno con eso – murmuró el aludido.

-¿Quiere decir que prefieres ser un demonio?  - intervino Leeteuk.

-No está tan mal, ya me acostumbré – se rascó la cabeza.

Mark tomó aire, después de todo era decisión de Haechan, no suya.

-Bueno, entonces supongo que puedo darles esto – Leeteuk caminó hacia su escritorio. De uno de los cajones, sacó una caja de oro con algunas incrustaciones de piedras preciosas.

-¿Qué es eso? – susurró el demonio.

-No sé – respondió Mark.

Leeteuk sonrió y cerró los ojos, en segundos la puerta se abrió.

-¿Winwin? – exclamó Haechan, levantándose de la silla y caminando hacia el demonio quien le recibió con un fuerte abrazo.

-Me alegra que estés de regreso – dijo el demonio mayor.

-¿Taeyong? ¿Por qué están aquí? ¿Qué pasa? – preguntó Mark, completamente confundido.

-Yo les llamé – dijo Leeteuk -Ahora, siéntense, tengo algo para ustedes.

Los cuatro seres obedecieron. Leeteuk comenzó a caminar hacia ellos.

-Ustedes son la prueba de la existencia de lo que los humanos llaman “almas gemelas” –  abrió la caja.

-¿Nos va a dar anillos? – preguntó Haechan.

Mark le tapó la boca con una mano.

-Sí, les voy a dar anillos.

-¿Por qué? – preguntó Winwin.

-Para qué, querrás decir – corrigió el ángel mayor.

Mark y Taeyong tomaron un par cada uno.

-Estos anillos tienen dos propósitos – Leeteuk hizo una pausa -Permitirán a Mark y a Taeyong entrar al infierno y a Haechan y a Winwin entrar al cielo sin ningún problema. Es un acuerdo que hicimos Heechul y yo. El otro propósito es­­–

-¿A cualquier zona del cielo? – interrumpió Haechan.

-Tú sí, porque eres mitad ángel, mitad demonio, pero en el caso de Winwin sólo ciertas áreas… no todos los directores aceptaron.

-¡Mira Mark el mío tiene tu nombre! – exclamó Haechan causando que Leeteuk sonriera con melancolía.

-¿Está bien? – preguntó Taeyong, tras notar la tristeza en el rostro del ángel mayor.

-Sí es sólo que… - tomó aire -Nunca le había contado nada a nadie pero yo también solía tener un alma gemela.

-¿Y qué pasó? – preguntó Winwin.

-Eran otros tiempos y él… fue castigado. Nunca volví a saber de él.

-¿Y usted? – cuestionó Taeyong.

-Yo estuve encerrado por muchos siglos hasta que cumplí mi condena; es por eso que permití que ustedes se vieran, incluso los ayudé porque cuando te arrancan a tu alma gemela es como si se llevaran tu alma consigo.

Haechan apretó la mano de Mark con fuerza; no podía imaginarse sin el ángel, le amaba demasiado. Mark le sonrió para tranquilizarlo.

-Ahora, fuera. Vivan su amor y sean felices – exclamó Leeteuk, rompiendo con el ambiente de tristeza que se había formado en su oficina.

-Gracias – dijeron los cuatro seres en unísono.

Leeteuk asintió.




🌠






-Oye Mark, ¿qué tal si en vez de estarme besando el cuello cuidamos de Jisung?

El ángel soltó una risilla y se alejó del cuello del demonio.

-Le hemos descuidado mucho, deberíamos regresar.

-Está bien, pero dame un beso – condicionó Mark.

Haechan sonrió de oreja a oreja, lo tomó de la nuca y lo besó apasionadamente.

-Me gustas más de cabello negro – dijo el demonio juntando su frente con la del ángel.

Mark se sonrojó.

-Pensándolo mejor, creo que podemos quedarnos unos minutos más – Haechan se separó de Mark y se recostó en la cama -¿Vienes? – preguntó con tono sugestivo mientras ondeaba su cola.

El ángel no lo pensó dos veces y se lanzó a la cama.

-Averigüemos cómo Taeyong y Winwin le hacen para que sus alas no estorben – dijo 
Mark, ganándose una palmada en el brazo, cortesía de Haechan.




🌠





-Ahora que lo recuerdo, Leeteuk no nos dijo el otro propósito del anillo – dijo Winwin mientras observaba aquel accesorio plateado.

-Es verdad, seguramente no es algo tan importante, sino no se le hubiera olvidado – contestó Taeyong.

-Tienes razón – Winwin recargó la cabeza en el hombro de Taeyong, el cual no pudo evitar besarlo con suavidad.

-No sé qué haría sin ti, eres lo mejor que me ha pasado – exclamó Winwin.

Taeyong sonrió y volvió a besarlo.




🌠





[ Años después ]

-No puedo creer que Jisung esté por entrar a la universidad. Aún recuerdo cuando era un chiquillo travieso – exclamó la madre del mencionado.

-Yo tampoco – secundó la mamá de Chenle.

Ambos jóvenes estaban por recibir el certificado de la preparatoria; es decir, estaban en su graduación.

-¿Crees que sus mamás sepan? – preguntó Haechan.

-¿Sepan qué? – cuestionó Mark.

-Que sus hijos son novios, duh – bufó Jeno.

-No son novios – exclamó Renjun, cruzando los brazos.

-Hey, no frunzas el ceño, te saldrán arrugas – dijo Jeno.

-Soy un ángel, no tengo ni tendré arrugas.

-Claro que sí – Jeno le sacó la lengua, Renjun giró los ojos y regresó la mirada hacia su ahijado, el cual platicaba con sus ex compañeros.

-Regresando al tema… quizá y pronto lo sepan. Escuché que Chenle le decía a Jisung que lo harían oficial luego de su graduación – explicó Jeno.

-¿Qué? Claro que no – dijo Renjun.

-Claro que sí, estabas ahí, luego te molestaste y te fuiste.

-Oigan, ¿hasta cuándo dejarán de discutir? – interrumpió Mark.

-Ya bésense – agregó Haechan.

Jeno tomó a Renjun de la camisa y le estampó un beso en los labios, causando un corto circuito que dejó en obscuras a la escuela.

Haechan miró a Mark y Mark miró a Haechan.

-Será mejor que… - dijo Haechan

-…Los llevemos con Leeteuk – secundó Mark.

Mientras tanto, Renjun no dejaba de gritarle cosas a Jeno.




🌠





-Por mayoría de votos, la ley sobre la reencarnación queda aprobada.



CONTINUARÁ…

­––––


FIN DE LA PRIMERA TEMPORADA

24 de mayo de 2017

Touch - Capítulo 7

Capítulo 7:
Ni ángel ni demonio

-Hola, Jisung, ¿me extrañaste? – preguntó Haechan, tras salir debajo de la cama del mencionado.

-No, no te extrañó.

-Jeno… - bufó el demonio menor.

-Parece que te fue bien, eh – levantó una ceja -Sabía que Mark no podía esperar a met–

-Amor, estoy preocupada por el niño; lo único que hace es dormir – la voz de la preocupada madre de Jisung, cortó a Jeno.

Haechan giró los ojos y miró de mala gana al demonio.

-¿Esa es tu manera de “cuidarlo”? – preguntó.

-Sabes cómo trabajo.

-Con razón Renjun no te soporta – murmuró.

-Oye, ¿cómo se siente estar con un ángel? – cuestionó Jeno, ondeando su cola en señal de curiosidad.

-¿Por qué preguntas? ¿Quieres probar con Renjun? – contraatacó Haechan.

-N-no, yo no– Renjun no.

-Será mejor que regreses con Chenle y Renjun.

-Eres insoportable.

-Gracias.

Jeno se metió debajo de la cama de Jisung al mismo tiempo que éste despertaba de su siesta.

-Bien, Jisungnie, es hora de jugar – Haechan sonrió de oreja a oreja.





🌠






-Vamos, Mark, no estés nervioso – dijo Leeteuk cerrando la puerta de su oficina -Toma asiento, lo necesitarás.

Mark asintió y obedeció.

-Estuve investigando y–

-No es culpa de Haechan, es mía – interrumpió, víctima de los nervios.

Leeteuk suspiró.

-No estoy aquí para juzgarte, sino para platicarte algo.

-Oh, lo siento – mordió su labio inferior, avergonzado.

-Haechan es demonio por error.

Aquellas palabras hicieron que el ángel de la guarda levantara la cabeza en milésimas de segundo y mirara fijamente al director.

-En la época en la que él murió, el cielo y el infierno estaban ajustando algunas reglas pues como sabrás, esos tiempos fueron horribles – hizo una pausa -Para no hacerte el cuento largo, a Haechan le aplicaron una especie de castigo por “negarse a morir”.

-P-pero–

-Tú eres testigo de lo mucho que luchó para no morir.

Mark asintió, aún se sentía culpable por haber lastimado de aquella manera al demonio.

-Y por negarse a la muerte, le ubicaron como demonio – Leeteuk se levantó de la silla y caminó hacia la enorme ventana que daba hacia el centro de la Casa de los ángeles -Existe una posibilidad de traer a Haechan al cielo – dijo.

-¿Cuál?



|Flashback|

-Oh vaya, pero mira a quién tenemos aquí.

-Cállate Heechul – bufó Leeteuk.

-Tan angelical, como siempre – sonrió el demonio mientras miraba sus uñas.

-Créeme que si no fuera de vital importancia, no estaría aquí.

-Pues toma asiento, amigo mío.

Leeteuk tomó aire y se sentó frente al demonio. Estaban en la oficina del último, la cual, a diferencia de la suya, ésta era obscura y fría.

-Es sobre Haechan.

-Haechan… hmm – Heechul hizo memoria de todos los demonios que tenía a su cargo -Está castigado, ¿qué ocurre con él?

-Dame tu mano.

-No.

-Hazlo.

Heechul bufó y de mala gana extendió la mano. Leeteuk la tomó y cerró los ojos. No perdería tiempo explicándole la situación, prefería hacerlo mentalmente.

-Recuerdo cuando hicieron esa regla, les dije que la quitaran, que tenía sobrepoblación en mi área pero no me hicieron caso – suspiró el demonio, alejando su mano de la del ángel.

-Lo sé, yo igual estuve ahí.

-Déjame ver si entendí – hizo una pausa -Lo que quieres es… ¿convertir a un demonio en ángel?

-No, Haechan no es demonio pero tampoco ángel. Está en medio.

-De todos los afectados por esa ley, ¿por qué le escogiste a él?

-Su alma está unida a la de uno de mis ángeles.

-¿Cómo la de Winwin y Taeyong?

Leeteuk asintió.

-La única diferencia es que Winwin es completamente demonio – aclaró el ángel.

Heechul se quedó silencio por algunos segundos; meditando sus respuesta.

-Por mí no hay problema, pero tendrás que preguntarle a él, cuando termine su castigo.

-No te preocupes, ya terminó – Leeteuk le guiñó un ojo al demonio.

-Dime que no metiste tus narices en esto.

Leeteuk se encogió de hombros.

-Eres más malo que yo – exclamó Heechul.

Ambos seres se rieron.


|Fin del flashback|






🌠


  


-¿Entonces yo tengo que preguntarle si quiere volverse ángel? – preguntó Mark, a punto del desmayo.

-No, yo lo haré.

-Pero él no puede entrar al cielo.

-¿Acaso no has visto a Winwin?

Mark guardó silencio.

-Ve por él.

-No sé en dónde está.

-Cierra los ojos y concéntrate. Lo encontrarás.

Mark asintió y obedeció.

-Está con Jisung – exclamó -¿Cómo es que–

-Sus almas están unidas.

-¿Ah?

-Ve por él y les explico.

Mark se puso de pie, hizo una reverencia y abandonó la oficina; tras salir, fue bombardeado por las preguntas de Taeyong y Johnny.

-No puedo responder ahora, necesito ir por Haechan – dijo y echó a correr.

-Déjalo ir – murmuró Taeyong, tocando el hombro de Johnny.

-No pensaba detenerlo – dijo el ángel.






🌠

  



-¡Haechan! – exclamó Mark una vez que estuvo en casa de Jisung.

El demonio, que estaba entretenido viendo televisión con su ahijado, pegó un enorme respingo que hizo que el celular de Jisung cayera de la cama.

-¿Por qué gritas? – exclamó levantándose de la cama y caminando hacia el ángel.

-Leeteuk quiere hablar contigo.

-¿Tu director?

-Sí.

-¿Por qué?

-Ven conmigo.

-Pero… Jisung–

-Estará bien.

Mark tomó la mano del demonio y abrió un portal para regresar al cielo.

-Por cierto, te extrañé – dijo el ángel.

Haechan se sonrojó en menos de un segundo.

-Yo también.

Ambos dejaron que el portal les absorbiera mientras se miraban fijamente.





🌠





Una vez que llegaron al cielo, fueron director a la oficina de Leeteuk, quien les explicó todo detalladamente.

-Dime Haechan, ¿quieres ser un ángel?

El aludido miró a Mark, el cual le sonrió, luego miró al director y después bajó la cabeza.

-No – respondió.



Continuará…

15 de mayo de 2017

Touch - Capítulo 6

Capítulo 6:Sin castigo

Apenas la puerta de la habitación de Haechan se cerró, éste se lanzó a los brazos de Mark.

-¿Estás bien? – preguntó el ángel, tomándole de la barbilla.

-Creo, es sólo que— - Haechan se quedó callado observando fijamente los delgados labios del mayor.

Mark soltó una risilla. Acercó más su rostro al de Haechan, hasta que sus frentes estuvieron juntas.

-Eres hermoso – exclamó el mayor sobre los labios del demonio para finalmente acortar la poca distancia que les quedaba y besarlo suavemente.

Haechan dejó que aquella sensación que desde unos minutos atrás había llegado de repente, invadiera su cuerpo. Mark condujo a Haechan hasta la vieja cama que había ahí; el demonio no ponía resistencia alguna, dejaba que la situación tomara su propio rumbo.

Mark metió una mano por debajo de la camisa gris del menor, acariciando con delicadeza su piel, como si fuera a romperse con el mínimo rose; sintió cómo la piel de Haechan se erizaba al pasar sus dedos. Dejó de besarlo para verlo a los ojos.

-¿Sabes que si sigues no hay vuelva atrás? – murmuró Haechan.

-Lo sé y no me importa – respondió sonriente.

Haechan lo atrajo a sus labios; mientras lo besaba le quitaba aquella camisa amarilla. Mark se separó de su boca para besar su cuello. La respiración del demonio comenzó a acelerarse haciendo el momento más tentador.

Entre besos y caricias, ambos terminaron de quitar el resto de sus ropas. Las bien formadas piernas de Haechan parecían haber despertado cierta obsesión en Mark, el cual no dejaba de acariciarlas y de vez en cuando apretar sus muslos un poco.
Haechan decidió tomar la iniciativa. Comenzó a acariciar el pecho de Mark lenta y suavemente hasta llegar a su miembro. El ángel dio un respingo que asustó a Haechan.

-L-lo siento – Haechan comenzó a alejar su mano.

-No, está bien – Mark le detuvo la mano.

Haechan comenzó con movimientos lentos de arriba hacia abajo, sacándole gemidos al ángel. El menor se mordía el labio inferior, disfrutando de aquella imagen de Mark sonrojado y con los labios entre abiertos.

-Espera – jadeó Mark, haciendo que Haechan saliera de su transe -Aún no me quiero venir…

-Pero–

Mark empujó a Haechan, haciendo que este quedara completamente recostado en la cama; se hizo espacio entre sus piernas, Haechan se veía algo confundido pero a la vez ansioso. El ángel movía dos dedos en el interior del menor.

-¿Duele? – cuestionó Mark.

-Ah… no preguntes – contestó Haechan.

El mayor retiró ambos dedos con brusquedad, ganándose una palmada en el hombro por parte del demonio. Ambos sabían lo que seguía, lo habían estado esperando.
Mark tomó su miembro y lo dirigió a la entrada del menor; Haechan trataba de relajarse pero de pronto, sintió cómo Mark entró completamente en él.

-¡Mark! – gimió fuertemente para luego cubrirse la boca con ambas manos; había olvidado que estaba en el orfanato y que probablemente todos estaban durmiendo.

El aludido retiró ambas manos de la boca del demonio, para besarlo con hambre a la vez que comenzó a moverse con brusquedad. Haechan quería decirle que lo hiciera más lento, pero los labios y la lengua del ángel no le permitían articular palabra.

El demonio echó la cabeza hacia atrás debido a la innumerable cantidad de sensaciones que estaba experimentando en ese momento, Mark aprovechó para besarle y morderle el cuello.

-M-Mark–… ah – gimió el demonio, enterrando las uñas en la espalda del ángel.

-Ya sé… yo igual – jadeó el mayor.

El ángel dio unas estocadas más, entre las cuales Haechan se vino.

-Haechan – habló Mark, haciendo que el demonio le mirara fijamente. Mark le besó con suavidad, terminando dentro de él.

El mayor se recostó a un lado de Haechan, el cual intentaba regular su respiración.

-¿Estás bien? – preguntó el ángel a lo cual el demonio asintió con la cabeza. Mark tomó la sábana vieja que había en la cama del menor y los cubrió a ambos -Que descanses – besó la frente de Haechan.

-Tú igual – dijo el menor, acomodándose entre los brazos del ángel.





🌠






[ Al día siguiente ]

Haechan abrió los ojos y lo primero que vio fue la espalda de Mark; acarició con suavidad aquellos rasguños que había dejado la noche anterior, sorprendiéndose de ver sus largas uñas de demonio.

-No es verdad – exclamó incorporándose de golpe en la cama, despertando de paso al ángel.

Haechan miró sus manos con detenimiento y sí, ahí estaban sus largas y peligrosas uñas. Llevó una mano hacia su espalda, sintiendo sus alas.

-¿Haechan? – exclamó Mark, algo adormilado.

-¡Regresé! – gritó con felicidad.

Mark abrió los ojos enormemente, tratando de procesar lo que estaba viendo.

-Tu cabello… - exclamó el demonio.

-¿Qué tiene? – Mark lo tocó, pero no sintió algo extraño.

-Es negro – agregó Haechan.

-Oh – fue lo único que respondió el ángel. Justo como Taeyong le había dicho.

-¿Es malo? ¿Por qué pasó? – preguntó el menor.

-No es malo y pasó porque… bueno… por lo de anoche.

El demonio se sonrojó y bajó la cabeza. Mark se sentó en la cama y le acarició una mejilla.

-Me alegra que hayas regresado – dijo.

El demonio sonrió, mirándolo fijamente a los ojos.

-¿Y ahora? ¿Qué harás? – preguntó Mark.

-Bajar al infierno, aunque seguramente ya saben que terminé mi castigo.

-Espera… - Mark hizo una pausa -Sí había otra manera de terminar con el castigo y era–

-No, la única manera de romper con el castigo era haciéndolo con una ángel que… - Haechan tomó aire  -Estuviera enamorado de mí.

Mark sintió su rostro hervir.

-N-no sabía cómo decírtelo – el menor hizo un puchero.

Mark le dio un beso fugaz.

-Pues ya sabes mi secreto.

Haechan sonrió, acariciándole el cabello.

-Me gusta más de este color – le dijo al ángel.

Mark soltó una risilla.

-¿Te quedarás una semana como humano?

-Sí – bufó el mayor.

-Entonces me quedaré contigo.

Mark abrazó a Haechan y volvió a acostarlo en la cama.

-¡Auch! ¡Mis alas! – se quejó el demonio.

-Hmm… tenemos que hacer algo con eso, quizá tenga que pedirle ayuda a Taeyong.

Haechan le dio una palmada en la cabeza.

-¡Qué tonterías dices! – exclamó el demonio.





🌠






[ Una semana después ]

Taeyong conversaba con uno de sus compañeros cerca de la entrada al cielo, de pronto, notó algo extraño.

-Mark – murmuró para sí mismo -Hablamos luego – le dijo al ángel con quien platicaba. Caminó rápidamente hacia donde Mark se encontraba.

-Taeyong, hola – saludó el ángel.

-Hola – respondió el pelinegro, envolviendo a Mark en un fuerte abrazo.

-¿Por qué fue eso? – preguntó el menor.

-¿Crees que te dejarán entrar cuando vean tu cabello?

Mark palideció.

-¿Y bien? ¿Funcionó?

-S-sí… - respondió Mark en voz baja.

-Me alegro.

Ambos continuaron caminando hasta entrar al cielo.

-Mark.

-Maestro Leeteuk – dijeron Taeyong y Mark en unísono a la vez que hacían una reverencia.

-Necesito hablar contigo, Taeyong no hace falta que cubras su cabello – dijo el mayor.

El pelinegro asintió y retiró aquella ilusión que había puesto en el menor para que su cabello se viera rubio.

-Sígueme – pidió Leeteuk.

Mark asintió y caminó lleno de nerviosismo hacia la oficina del director.

-¿Ya estás feliz? Ya tiene el cabello negro.

Taeyong soltó un suspiro y se giró.

-No, Johnny, la pregunta es ¿él  ya está feliz?

-No sirvo como maestro – exclamó Johnny sentándose en una banca que había por ahí. Taeyong se sentó junto a él.

-Estás como Mark, diciendo que no sirve como ángel de la guarda – bufó el pelinegro.

-De todos mis alumnos, Mark ha sido el que más confianza me ha inspirado y también el que más problemas me ha causado.

-Tú tampoco fuiste fácil para el maestro Leeteuk, eh – dijo Taeyong.

-Ahora le entiendo – sonrió.

-¿De qué crees que quiera hablarle el director?

-De Haechan, seguramente.

-¿Pasa algo malo?

-Parece que no debería ser un demonio.

-¿Ah?





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-Entonces, existe una posibilidad de traer a Haechan al cielo – dijo Leeteuk




Continuará…

7 de mayo de 2017

Touch - Capítulo 5

Capítulo 5:
Ayuda

-¡Vamos, Mark! Inténtalo una vez más – dijo Taeyong.

-Es inútil… - suspiró, sentándose en el piso.

El ángel mayor se sentó junto a él. Mark llevaba cerca de una semana tratando de romper el sello que Johnny le había puesto y para colmo, ya casi no le quedaba energía para ir a la tierra y cuidar de Jisung.

-Jamás imaginé que fuera tan difícil – exclamó Mark, tratando de recuperar el aliento.

-Lo que sucede es que no estás lo suficientemente concentrado. ¿Es por tu ahijado?

Mark asintió.

-Le asignaron un nuevo demonio y no estoy seguro de cómo “trabaja”.

Taeyong se puso de pie, tomó un vaso con agua y se lo pasó a Mark.

-¿Con esto veré a Jisung?

-Sí.

-¿Te robas el agua de la fuente o algo así?

-No – sonrió el mayor -Mi curiosidad me ha llevado a realizar experimentos y averiguar muchas cosas que nos han ocultado por siglos – explicó.

-Ahora entiendo por qué te pasas todo el tiempo en la biblioteca, ¿no tienes asignados ángeles de la guarda?

Taeyong volvió a sentarse junto a él.

-Sí, Renjun.

-¡¿Qué?! ¿Eres maestro de Renjun?

El mayor asintió.

-Me da gusto que ya lo hayas conocido. No tengo quejas de él, todo el tiempo se la pasa con su ahijado, del cual sigo sin aprenderme el nombre.

-Chenle – respondió Mark -Es mejor amigo de Jisung.

-Vaya, quién lo diría. En fin, mira el agua y sabrás qué hace tu ahijado.

Mark obedeció y observó fijamente aquel líquido que fue cambiando de color hasta despedir una luz.

-¿Haechan? – exclamó Mark.

Taeyong se acercó a él.

-¿Qué—? ¿Por qué veo a Haechan y no a Jisung?

-Porque estás pensando más en él que en tu ahijado – dijo Taeyong, sin dejar de sonreír.

-Soy un pésimo ángel de la guarda – suspiró e hizo a un lado el vaso con agua.

-No, sólo no tienes experiencia y estás ena— - calló, no era momento para confundir más al menor -Estás en apuros – continuó.

-Lo intentaré una vez más – dijo mientras se ponía de pie.

-Así se habla – apoyó Taeyong.

Mark tomó aire y cerró los ojos. El tiempo era oro. Taeyong se alejó un poco para darle algo de espacio al menor, el cual tras hacer todos los pasos necesarios para romper el sello, comenzó a iluminarse. El mayor sonrió de oreja a oreja.

-Sabía que lo lograrías – susurró en voz baja.

De pronto, Mark sintió que algo estaba cambiando en él, abrió los ojos y miró con sorpresa a Taeyong.

-Mucha suerte – dijo el mayor.

-Gracias – sonrió Mark, cerrando los ojos y dejando que el portal le absorbiera.





🌠





Haechan acaba de regresar a su habitación; por primera vez, la comida no había estado tan mal. Apenas cerró la puerta, una luz muy familiar iluminó todo el lugar.

-Mark – exclamó sintiendo su pulso acelerarse.

-Haechan – el ángel corrió a abrazarlo fuertemente.

-Pensé que no regresarías.

Mark deshizo el abrazó y le miró fijamente.

-Jamás te dejaría solo.

El menor sintió el rostro caliente y la piel erizada.

-Es que… te fuiste de repente, yo—

-Johnny me puso un sello para que no pudieras verme, pero otro maestro me enseñó  a romperlo.

-¿Estarás así hasta las 12?

-No, según Taeyong, el maestro que me ayudó, estaré así por una semana, luego de eso tendré que regresar al cielo para recuperar energía.

-Ya entiendo… - suspiró.

-Oye, vamos a comer algo, ¿sí?

-¿Ramen? – preguntó Haechan, levantando una ceja.

-No… se me antoja algo diferente. Vamos – Mark tomó la mano de Haechan y ambos salieron con mucho cuidado de aquel orfanato.






🌠






-Taeyong, ¿te das cuenta de lo que hiciste?

-Claro que me doy cuenta, Johnny – suspiró el aludido.

-¿Por qué le enseñaste a romper ese sello? ¡Se lo puse por su seguridad!

-¿Su seguridad? Tú y yo sabemos que Mark no corre peligro con ese demonio.

-Todos los demonios son— - Johnny calló de repente al darse cuenta de lo que iba a decir.

-¿Malos? ¿Acaso todos los ángeles somos buenos? Ambos somos ejemplo de que eso no es más que una vil mentira.

-Hablaré con el maestro Leeteuk, Mark no puede quedarse en la tierra.

Taeyong soltó una risilla.

-Es demasiado tarde.

-No, no lo es – respondió Johnny, caminado a paso firme hacia la oficina del director.





🌠





Taeyong había bajado a la tierra para ver a Winwin, ya que este estaba algo ocupado cuidando a su ahijado.

-Hola – saludó Winwin apenas vio al pelinegro.

-¿Me extrañaste? – preguntó Taeyong en tono juguetón.

Winwin asintió repetidas veces.

-¿Cómo va Khun?

-Está muy nervioso por su examen de grado, pero creo que lo hará bien.

-No puedo creer que su ángel te haya encargado cuidarlo, ¿no se supone que él debería hacerlo?

-Lucas es muy joven y entiendo que quiera averiguar cómo fue que murió.

-Cierto, no encontré información de él, ni siquiera sé de dónde viene realmente.

-¿Ves?

Taeyong se acercó al demonio y enredó los brazos en su cintura., Winwin se mordió el labio inferior y luego lo besó suavemente. Estaban en la escuela de Khun y no podían hacer algo más  ya que había ángeles y demonios por todo el lugar.




🌠





-¿Te gustó la pizza? – preguntó Mark.

-Sí, nunca la había comido – respondió Haechan con una enorme sonrisa.

-¿Puedo preguntarte algo?

-Dime.

-¿Existe alguna otra manera de terminar con tu castigo? Porque… ya sabes, el beso no funcionó.

Haechan estuvo a punto de atragantarse con su pedazo de pizza.

-N-no – respondió rápidamente.

-¿Seguro?

-Sí, muy seguro.





🌠






-Y sólo así Haechan podría terminar con su castigo – dijo Winwin.

-Pero Mark me dijo que un ángel enamorado de él debía besarlo.

Winwin sonrió.

-Mintió, supongo que por vergüenza – hizo una pausa -Sólo acostándose con un ángel enamorado de él, podrá terminar con su castigo.

-Mark un humano – exclamó Taeyong.

-No, digamos que Mark es 30% humano y 70% ángel y Haechan es 90% humano y 10% demonio.

Taeyong asintió, comprendiendo la situación.

-Espera, ¿por qué Mark...? Oh, ya entiendo – Winwin sonrió malévolamente -Supongo que ya no serás el único ángel de cabello negro – pellizcó la mejilla del mayor.

-Así es.

Winwin se acomodó en el regazo del ángel mientras ambos observaban a Khun presentando su tesis.





🌠





-Con todo respeto, pero ¿por qué no puede hacer nada? – preguntó Johnny al borde de la desesperación.

El maestro Leeteuk sonrió levantándose de aquella enorme silla dorada.

-Ven aquí – ordenó, Johnny obedeció. Leeteuk lo llevó hacia una mesa transparente, la cual sólo podía ser manejada por el director. Leeteuk dijo algunas palabras en voz baja y la mesa comenzó a iluminarse, tal como el agua de la fuente -¿Qué ves?

Johnny abrió los ojos con sorpresa. A diferencia de la fuente, aquella mesa mostraba el alma de los seres en la tierra.

-Llevaba siglos sin ver algo así, desde Taeyong y Winwin – exclamó Leeteuk.

-Haechan y Mark… sus almas, ¿están unidas?

-Así es, mi querido Johnny. No voy a separar algo así, si eso es lo que viniste a buscar.

-N-no sabía – Johnny no dejaba de mirar aquella unión.

-Ten y tú no tienen esa unión, si permití que siguieran juntos fue por el sacrificio que hiciste – explicó -Aunque… hace poco los volví a poner a prueba.

-El accidente de Ten, ¿usted lo mandó?

-Sí.

Johnny respiró profundo, no podía alzarle la voz a su superior.

-Entiendo que estés molesto, pero yo debería de estarlo aún más por tu necedad de querer apagar tu luz por un humano.

-Pero—

-Basta de peros.

Johnny asintió. Leeteuk se acercó a la mesa para observar mejor.

-Hmm, Haechan parece estar vagando entre el pasado y el presente - exclamó -Este chico tiene algo raro.

-¿Qué?

-Tengo que averiguarlo – chasqueó los dedos y un libro apareció en su mano izquierda -Mientras tanto, les daré una ayudadita.

-¿Qué clase de ayuda?

Leeteuk supiró.

-Ya lo verás – cerró los ojos, dijo unas palabras en voz baja y chasqueó los dedos -Que lo disfruten, muchachos – dijo mirando hacia la mesa, la cual regresó a la normalidad luego de aquellas palabras.

-Mark, ¿estará bien?

-Muy bien – dijo sin dejar de sonreír -Ahora vete, necesito hacer algunas investigaciones – ordenó.

Johnny hizo una reverencia y salió de la oficina del ángel mayor.

-Johnny – Leeteuk le llamó.

-¿Sí?

-Puedes ir a ver a Ten, pero sólo un rato, ¿quedó claro?

-Sí, maestro. Muchas gracias – Johnny hizo otra reverencia y se fue corriendo.

Leeteuk regresó a su oficina.





🌠






Mark y Haechan caminaban de regreso al orfanato, luego de haber ido al cine. De pronto, Haechan tomó el rostro de Mark y besó sus labios profundamente, dejando al ángel sin aliento.

-¿Por qué… fue eso? – preguntó Mark, una vez que Haechan se separó.

-No sé, fue algo raro, ¿verdad? – respondió Haechan intentando esconder su sonrojo y retomando su caminar.

-Claro que no – Mark le detuvo y lo atrajo a su cuerpo. Aquel beso había despertado algo en él -Taeyong tenía razón, los demonios se ven hermosos sonrojados.

Haechan quedó aún más rojo.

-Vamos – Mark le tomó de la mano y ambos continuaron caminando.



Continuará…