3. The
Poisoned
Taeyong estaba sentado en el sillón de la sala, con una mano jalaba con
fuerza el cable amarrado en las muñecas de Doyoung y con la otra lo masturbaba;
Doyoung se encontraba sentado en sus piernas, besándolo con algo de timidez.
-¿Te molesta mi piercing? – preguntó Taeyong, apenas Doyoung se separó de
sus labios.
El aludido asintió evitando la mirada.
-Hmn— - gimió Doyoung cuando sintió que Taeyong acariciaba la punta de su
miembro.
-¿Tan rápido y ya vas a venirte? – susurró el pelinegro en el oÃdo del
menor.
Doyoung escondió la cabeza en el cuello de Taeyong, el cual no dejaba de
torturarle con suaves pero delirantes caricias a su miembro.
-Tae— ah – jadeó Doyoung. El mayor tiró fuertemente del cable que sujetaba
las manos de Doyoung, obligando a que este saliera de su escondite.
-Bésame – ordenó.
Doyoung obedeció algo tembloroso debido al placer que invadÃa su cuerpo. Taeyong
bombeó su miembro un par de veces más haciendo que el menor terminara en su
mano.
-Eres el primero que se queja de mi perforación; todas han dicho que les
parece sexy – dijo Taeyong, empujando a Doyoung para que se bajara de su
piernas.
-¿Por qué me haces esto? – preguntó Doyoung.
-¿Qué? – contestó Taeyong, el cual estaba en la cocina lavándose las
manos.
-¿Por qué me torturas?
-Por la manera en la que gemiste y moviste las caderas, no parece que lo
hayas odiado.
Doyoung bajó la cabeza.
-Me quiero ir – murmuró.
-No te he dado permiso – dijo el pelinegro, regresando a la sala y
jalándolo del cable, haciendo que Doyoung se pusiera de pie.
-¿Qué más quieres de m� Has… has robado algo que yo—
-¿Hablas de tu virginidad? Oh vamos, en estos tiempos ya nadie llega
virgen al matrimonio.
Doyoung comenzó a llorar. Taeyong
bufó.
-Vamos a mi habitación – le susurró al oÃdo; Doyoung levantó la cabeza y
le miró con terror.
-No, por favor – Doyoung comenzó a retroceder, Taeyong le jaló con aún más
fuerza.
-No estás en posición de negarte – dicho esto, Taeyong lo metió a la
habitación.
💊
Johnny, Jaehyun y Taeil estaban en casa del primero; se habÃan reunido
para ver una pelÃcula porno, cortesÃa de Jaehyun, pero antes de verla, Taeil
habÃa sacado el tema de Taeyong.
-¿Qué deberÃamos hacer? – preguntó el mayor de los tres, agobiado.
-¿Denunciarlo nosotros? – propuso Johnny.
-DeberÃamos hablar con Doyoung. No podemos entrometernos asà nada más –
dijo Jaehyun.
-Pero… abusó de él, eso es un delito – exclamó Taeil.
-No sabemos cómo ocurrieron las cosas, por eso digo que es mejor hablar
con Doyoung – insistió Jaehyun.
Johnny asintió.
-Intentaré hablar con Taeyong una vez que terminemos la pelÃcula – dijo
Taeil, poniéndole play al vÃdeo.
💊
De nuevo, Doyoung se encontraba boca abajo con la cabeza enterrada en la
almohada, tratando inútilmente de ahogar los gemidos de dolor; Taeyong jadeaba
en su oÃdo.
-Ah… escuchas eso – susurró Taeyong -Escuchas la manera en la que tu cuerpo
me recibe.
Doyoung apretó los ojos, querÃa taparse los oÃdos para no escuchar
aquellos sonidos, pero Taeyong no le habÃa soltado las manos.
El pelinegro detuvo sus movimientos; tomó a Doyoung de los cabellos.
-Te estoy hablando – le dijo, penetrándolo con fuerza.
-¡AH! S-sà lo escucho – gimió Doyoung.
-Asà está mejor – murmuró para después besarlo.
Doyoung ya se habÃa venido un par de veces, Taeyong no dejaba de arremeter
contra su cuerpo.
-Doyoung – jadeó Taeyong –MÃrame.
El menor obedeció. Taeyong limpió una lágrima que resbalaba por la mejilla
de Doyoung.
-Bésame – ordenó, Doyoung estiró los brazos, los cuales habÃan sido
liberados la primera vez que Taeyong terminó dentro de él. Acercó al pelinegro
a su cuerpo, haciendo que sus vientres chocaran. Juntó sus labios con los del
mayor, el cual no dudó en introducir su lengua, haciendo que Doyoung gimiera
entre el beso.
Taeyong se separó de la boca del menor para embestirlo con más fuerza y
terminar dentro de él una vez más.
-Puedes usar el baño para limpiarte – dijo Taeyong, recostándose a un lado
de Doyoung, el cual asintió tras escuchar aquellas palabras.
Una vez que recuperaron el aliento, Taeyong encendió un cigarrillo
mientras Doyoung salÃa de la cama. Taeyong le recorrió con la mirada de pies a
la cabeza, disfrutando de ver el estado en el que se encontraba Doyoung.
-Suerte limpiando eso – dijo señalando las piernas del menor por las
cuales escurrÃa semen.
Doyoung se sonrojó, tomó sus ropas y corrió al baño. Taeyong sonrió; su
celular comenzó a vibrar.
-¿Qué? – respondió.
-¿Estás en tu casa? – era Taeil.
-¿Por qué?
-Quiero hablar contigo.
-Ya lo estás haciendo.
-Es sobre lo que pasó con tu vecino.
-¿Ah?
-Estoy afuera – Taeil cortó la llamada.
Taeyong se quedó mirando su celular por algunos segundos hasta que escuchó
que tocaban la puerta del departamento. Salió de la cama, se puso unos boxers y
corrió al baño.
-Doyoung.
El menor dio un respingo.
-No salgas del baño.
-¿Por qué?
-Sólo… no salgas – bufó y cerró la puerta.
Doyoung continuó bañándose.
-¿Estás ocupado? – preguntó Taeil, apenas Taeyong abrió la puerta.
-Sà – respondió el pelinegro, saliendo de su departamento y cerrando la
puerta detrás de él.
-Johnny y Jaehyun me dijeron sobre lo del tipo que intentó comprarte.
Taeyong se tensó.
-¿Es por él que odias a los gays?
-Puede ser… - bufó.
-¿Llegó a tocarte?
-No quiero hablar de eso.
-Taeyong…
El pelinegro suspiró.
-Sucedió después de una presentación, un tipo se me acercó diciendo que
querÃa que nos presentáramos en una fiesta o algo asÃ, le seguà hasta su coche,
entonces me empujó dentro de él y me dijo que en realidad le interesaba para
otra cosa y que cuánto cobrarÃa por eso; entonces, tocó mi pierna, yo le di un
puñetazo en la cara y salà del auto.
-¿Sólo tocó tu pierna?
-No, también mi pene.
Taeil tomó aire.
-Pero no se compara con lo que le hiciste a tu vecino.
Taeyong le miró fijamente.
-Él… él me cae mal. Sólo querÃa fastidiarlo pero se me salió de las manos;
estaba borracho y caliente – bufó.
-¿Fastidiarlo? ¡Abusaste de él! ¡Lo torturaste!
-Sólo fue una vez – apartó la mirada.
-Tienes que hablar con ese chico.
-No.
-Escucha, Taeyong – el mayor suspiró –Sino le pides disculpas, yo mismo te
denunciaré.
El pelinegro abrió los ojos.
-Es por tu bien – Taeil dio la media vuelta y se fue.
Taeyong quedó estupefacto, no podÃa creer lo que acaba de oÃr. Entró
molesto a su departamento, se sorprendió al ver a Doyoung parado en medio de la
sala.
-N-no le diré nada, lo prometo – dijo con miedo.
Taeyong se acercó a él, lo tomó de la cintura y lo besó con
ferocidad.
-Vete – ordenó.
Doyoung salió corriendo del departamento.
💊
// Semanas después //
Taeyong no habÃa vuelto a tocar a Doyoung. Se habÃa sumergido en excesos
como el alcohol y las mujeres. Después de cada presentación iba a gastar su
parte del pago a algún bar.
Sus amigos estaban preocupados por su estado de salud, la cual se
deterioraba dÃa con dÃa.
-Es mi culpa – dijo Taeil mientras conducÃan hacia el condominio de
Taeyong, el cual estaba dormido en la parte de atrás de la camioneta.
-¿Qué? – exclamó Johnny.
-Le amenacé con denunciarlo sino hablaba con su vecino.
-Pensé que ese tema ya habÃa muerto por la paz – dijo Jaehyun.
-Me siento tan mal – suspiró el mayor.
Cuando llegaron al condominio, Johnny cargó en su espalda a Taeyong hasta
su departamento, Doyoung estaba por entrar al suyo cuando los vio llegar.
-Borracho, para variar – comentó Johnny.
Doyoung sonrió tÃmidamente y abrió la puerta.
-Doyoung – llamó Johnny.
-¿Si?
-Espera, necesito hablar contigo.
Doyoung tragó fuerte y asintió. Johnny no tardó en salir del departamento.
-Sé que él te hizo algo – Johnny
hizo una pausa -¿Has pensado en denunciarlo?
Doyoung negó con la cabeza.
-¿Por miedo? ¿Te amenazó?
Doyoung negó con la cabeza de nuevo.
-Yo estuve de acuerdo todo el tiempo.
-¿Qué?
-No me forzó, lo juro.
-Doyoung, puedes decirme la verdad; no te haré nada.
-Esa es la verdad.
Johnny suspiró y asintió.
-De acuerdo.
💊
-Lo está cubriendo – dijo Johnny apenas ingresó a la camioneta de Taeil.
-¿Quién a quie´n? – preguntó Jaehyun.
-Doyoung – respondió Johnny.
-¿Hablaste con él? – cuestionó Taeil.
-SÃ, dice que todo estuvo de acuerdo todo el tiempo. La verdad no le creo
nada.
-Ambos están locos – bufó Jaehyun.
-No me extrañarÃa que Doyoung entrara a su departamento ahorita – dijo
Johnny.
💊
-¿Qué haces aqu� – bufó Taeyong al ver a Doyoung en la cocina de su
departamento. Acaba de despertarse.
-No tienes casi nada para comer, asà que estoy haciendo un ramen
instantáneo con algunas verduras de mi casa.
-¿Eres sádico, psicópata o algo por el estilo?
-Quizá un poco de todo. ¿Por qué? – sonrió el menor.
-Estás en mi casa. Ya sabes, la casa de tu violador – insistió Taeyong.
Doyoung asintió.
-Estás en desventaja – agregó Taeyong.
-Me gusta estarlo.
Taeyong sonrió, se acercó a besarlo pero Doyoung se lo impidió.
-Date un baño.
-Me las vas a pagar.
-Cuantas veces quieras.
Taeyong no podÃa creer lo que estaba pasando; pensaba que todo era
producto de su borrachera pero apenas le dio un sorbo al ramen que Doyoung
habÃa preparado se dio cuenta que era más real de lo que parecÃa.
-¿Envenenaste la comida? ¿Planeas asesinarme? – le preguntó a Doyoung.
-No – contestó el otro, dándole un sorbo a la porción de ramen que se
habÃa servido para comer.
-¿Qué te traes entre manos? – preguntó Taeyong.
Doyoung depositó sus palillos en la mesa.
-Después de lo que me hiciste, ya no puedo imaginarme con alguien más.
-Doyoung… exclamó Taeyong, pues el
chico se habÃa puesto de pie.
-Sólo pienso en la próxima vez en la que me tomes desapercibido y me
arrastres a tu departamento – dicho esto, tomó la silla de Taeyong y la sacó de
dentro de la mesa, haciendo que el mayor quedara sentado frente a él; por su
parte, Taeyong estaba atónito.
-No quiero que estés con nadie más, sólo quiero que seas mÃo – Doyoung se
sentó en las piernas del pelinegro.
-Pensé que no era tu tipo – murmuró el mayor con una sonrisa perversa.
-No lo eres, pero puedes llegar a serlo.
-Eres odioso.
Doyoung sonrió.
-Quiero sentir el piercing de tu lengua hasta lo más profundo de mi ser –
le susurró al oÃdo.
Taeyong sintió cómo su pene daba un salto. Besó al menor con hambre
mientras lo conducÃa hacia el primer mueble que vio.
-He hecho esto con mujeres, pero nunca con un hombre – advirtió Taeyong,
desabrochando el pantalón de Doyoung.
-Yo no lo habÃa hecho con nadie cuando nosotros—
-No estuviste nada mal – confesó Taeyong para después bajar la ropa
interior del menor, liberando su semi-erecto miembro.
Taeyong tomó aire y engulló el pene de Doyoung casi por completo. Aprovechó
la distracción del otro para meter un dedo en su interior.
-Tae— yong – gimió Doyoung.
-Hey, no tan rápido – susurró Taeyong cuando Doyoung amenazó con venirse;
se bajó los pantalones y la ropa interior ante la expectante mirada del menor.
Doyoung abrió sus piernas un poco más para que Taeyong se acomodara mejor.
Apenas Taeyong introdujo su miembro, Doyoung se vino.
-Lo siento – murmuró el menor.
Taeyong sonrió de medio lado y comenzó a embestirlo con fuerza. Doyoung
querÃa sentirlo más, asà que se sentó sobre el pelinegro, haciendo que este
golpeara su próstata debido a la posición.
-Asà que… tomando la iniciativa, ¿no? – dijo Taeyong.
Doyoung le besó con hambre, moviendo sus caderas frenéticamente, logrando
que el pelinegro jadeara.
-Estoy cerca – gimió Doyoung, arañando la espalda de Taeyong, el cual sólo
asintió.
Segundos después ambos terminaron al mismo tiempo.
💊
//DÃas después//
Jaehyun, Johnny y Taeil estaban sentados en la sala del departamento de
Taeyong.
-Pregunten – suspiró el pelinegro encendiendo un cigarrillo.
-¿Qué pasó con Doyoung? – preguntó Taeil.
-¿Qué pasó de qué? Vamos, Taeil, olvida ya ese tema – respondió Taeyong.
-Eso le he dicho pero él sigue enganchado con eso – acusó Jaehyun.
-SÃ, es obvio que Taeyong y Doyoung son un par de psicópatas masoquistas
adictos al sexo – agregó Johnny.
Taeyong le dio una calada a su cigarrillo.
-Estás en todo lo cierto – exclamó Taeyong, exhalando el humo del
cigarrillo -Siempre supe que Doyoung escondÃa algo.
-Es que… no entiendo, ¿eres homofóbico o no? – preguntó Taeil.
El pelinegro suspiró y miró fijamente al mayor.
-Lo que haga con él no es de su incumbencia – bufó.
-¿Qué? – contestó Taeil.
Jaehyun y Johnny se miraron.
-Ya, Taeil, déjalo ser – dijo Johnny -Taeyong está bien, ya no bebe tanto
y está dedicado a la banda.
Taeil tomó aire.
-De acuerdo – murmuró.
-Bien, entonces vámonos al bar que hoy somos la banda principal – dijo
Taeyong; apagó su cigarrillo, tomó su chaqueta y salió del departamento, en ese
momento, Doyoung salÃa también.
Jaehyun y Johnny entendieron la situación y arrastraron a Taeil hacia
afuera del condominio.
-¿Presentación? – preguntó Doyoung señalando la guitarra que Taeyong
cargaba en su espalda.
-Sà – Taeyong se acercó a Doyoung y lo jaló hacia su cuerpo -¿Tu cama o la
mÃa?
Doyoung sonrió.
-La mÃa, mi hermano tiene guardia.
Taeyong asintió y lo besó posesivamente.
-Te veo en unas horas – murmuró sobre los labios del menor.
-Suerte – dijo Doyoung.
Taeyong lo liberó, se giró y bajó las escaleras. Doyoung ingresó a su
departamento.
-¿El vecino y tú…? – preguntó su hermano, mientras terminaba de beber su
café.
-SÃ, el vecino y yo – contestó Doyoung.
-Vaya, quién lo dirÃa – exclamó el otro.
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