5 de agosto de 2017

Poisonous - Parte 2

2. The Poison


// Al día siguiente //

Doyoung no encontraba su celular por ningún lado y el único lugar en el que podía estar era el departamento de Taeyong. Tragó fuerte y se armó de valor para hacer algo que en su vida pensó hacer.

Salió de su departamento y se paró frente a la puerta del de Taeyong, el cual no estaba, Doyoung lo escuchó irse muy temprano.

Había llevado varias cosas para abrir la puerta, luego de ver algunos tutoriales en YouTube. El primer intento lo haría con una tarjeta.

-Funciona, funciona – rogaba. De pronto escuchó el “click” -¡Sí! – exclamó.

Con miedo, abrió la puerta. El lugar apestaba a cigarro, peor que el día anterior. Registró los muebles, la cocina y el baño y no encontró nada. Su última opción eran las habitaciones; justo cuando giró la chapa de la puerta de una de éstas, alguien le tocó el hombro.

-¿Buscabas esto?

Aquella voz… no era la de Taeyong. Se giró con miedo.

-No deberías estar aquí. Tienes mucha suerte de que fui yo quien entró – dijo Johnny, extendiéndole el celular.

-Lo siento, en verdad lo necesito – Doyoung tomó el celular rápidamente.

-No te metas con él, lo digo en serio.

Doyoung asintió repetidas veces y salió corriendo del departamento.






💊






Doyoung no había escuchado a Taeyong por varios días; pensó que se había mudado o simplemente metido en algún lío y estaba en la cárcel, poco le importaba.

Sus días habían sido llenos de tranquilidad, su hermano había estado durmiendo en el departamento, por lo que Doyoung no tenía miedo de que alguien le hiciera algo malo.


Pero…



Un sábado por la noche, cuando regresaba de haber ido a cenar con sus amigos, vio a Taeyong platicar con sus amigos en la puerta de su departamento.

Doyoung tomó aire y subió las escaleras sin hacer contacto visual. Podía sentir la intensa mirada de Taeyong sobre él; trató de ignorarlo lo más que pudo mientras hacía lo posible por abrir la puerta de su departamento.

Apenas estuvo “a salvo” en su hogar, se metió a su habitación y se tiró en la cama. Miró hacia el techo y luego hacia su puerta, la cual estaba cerrada y tenía una nota ahí.


Tengo guardia. Saca la basura por mí :)


Doyoung suspiró molesto. Claro que no lo haría hasta que estuviera seguro de que los amigos de Taeyong se hubieran ido y que éste último estuviera durmiendo o encerrado en su departamento.

Cerró los ojos y sin darse cuenta se quedó dormido.






💊





  
// Horas después //

Doyoung despertó de golpe, no supo por qué pero simplemente lo hizo. Eran las 3:40 a.m. Pegó la oreja a la pared, tratando de escuchar lo que pasaba en el departamento de Taeyong. No escuchó nada por lo que supuso que sus amigos se habían ido.

Tomó las bolsas de basura; abrió la puerta con mucho cuidado, miró hacia ambos lados y no vio a nadie; el lugar estaba desierto. Suspiró y caminó hacia el conducto en donde tiraban la basura.

Bostezó y estiró los brazos; Haber salido con sus amigos le había dejado sin energía. Caminó con lentitud hacia su departamento y justamente cuando iba a tocar la chapa de su puerta, la de Taeyong se abrió.

-¿Por qué tan asustado?

Doyoung no pudo evitar hacer una mueca tras sentir el aliento alcohólico de Taeyong. Giró la chapa con intenciones de entrar a su departamento.

-Estás tan pendejo que ni cuenta te diste de que le puse seguro.

Doyoung abrió los ojos de par en par. Comenzó a dar unos pasos hacia atrás para escapar de ahí. Taeyong rápidamente le tomó de la camisa.

-Déjame ir, por favor… no te he hecho nada – suplicó.

Taeyong no dijo nada, lo arrastró hacia su departamento.

-¡Por favor!

-Qué interesante, ¿cómo fue que recuperaste tu celular? – preguntó Taeyong.

-N-no lo hice – mintió.

-Te vi subiendo las escaleras con él.

Doyoung apartó la mirada. Taeyong tomó una cerveza de la mesa, la abrió y comenzó a beberla.

-¡Demonios! Está caliente – dijo para después eructar -Sabes, pensaba vender tu celular y comprarme una chamarra con el dinero, ya sabes, de cuero pero ¡tenías que joder mis planes! – gritó.

-T-te lo puedo dar, sólo déjame ir a mi departamento por él – dijo, intentado levantarse del sillón, Taeyong se lo impidió.

-¿Me crees imbécil o qué? – exclamó.

-No llamaré a nadie – se excusó Doyoung.

Taeyong sonrió. Tomó un cable y amarró las manos del menor.

-¿Por qué haces esto? – preguntó Doyoung al borde del llanto.

-Ya te dije.

-Pero yo no traté de comprarte – Doyoung rápidamente calló sus palabras; se había metido en un gran lío.

Taeyong lo jaló del trozo de cable que sobraba y lo puso de pie.

-Me da asco la gente como tú – bufó. Jaló a Doyoung y lo llevó al baño para después amarrarlo al tubo del lavamanos. Luego apagó la luz y cerró la puerta.

Doyoung estaba a punto de vomitar, aquel lugar apestaba horriblemente y tenía miedo de que algún insecto le picara.

Taeyong sacó otra cerveza del refrigerado, encendió un cigarrillo y puso a ver televisión, pensando en maneras de torturar a su vecino.

Doyoung estaba mareado, sentía que no podría contenerlo más. Con cuidado de puso de pie, tanteó un poco el lugar y vomitó en lo que él supuso era el lavamanos.

Taeyong escuchó aquello, apagó su cigarrillo y corrió al baño; encendió la luz.

-¡¿Qué mierda?! – exclamó tras ver el desastre que Doyoung había hecho.

-L-lo siento, no pude–

-Debería matarte.

Doyoung tomó aire, tratando de tranquilizarse. Taeyong le tapó la nariz y le hizo beber la cerveza que traía en la mano, Doyoung no pudo evitar atragantarse y escupir un poco sobre Taeyong, el cual no dudó en darle una cachetada.

Taeyong le desamarró y lo arrastró hacia la sala, lo amarró a la pata de la silla en la que minutos antes estaba sentado viendo televisión. Doyoung no dijo nada.

El pelinegro había puesto un vídeo porno que Johnny le había recomendado.

-Lo que daría por cogerme a una chica así… - exclamó Taeyong, Doyoung vio de reojo que éste se estaba masturbando -Pensé que te gustaban los penes, ¿acaso no soy tu tipo?

Doyoung no respondió, simplemente mantenía los ojos cerrados.

-Oh… estoy cerca – gimió Taeyong. Bombeó su miembro un par de veces manos y se vino -Préstame tu camisa, después de todo ya está sucia con vómito – dijo Taeyong limpiando su mano en la ropa de Doyoung.

Taeyong apagó la televisión, desamarró la Doyoung y lo arrastró hacia su habitación.

-No tengo tiempo para llamar a una chica así que te prohíbo que le cuentes a alguien lo que pasará hoy.

Doyoung asintió, sin tener idea de lo que Taeyong estaba hablando. El mayor lo pegó a la puerta de la habitación y le observó por varios segundos.

-Apestas – bufó, desabrochándole la camisa; le levantó ambos brazos y los puso sobre su cabeza -No gimas mi nombre – dicho esto, lo besó con ferocidad.

Doyoung sintió la lengua de Taeyong entrar a su boca, su aliento era una mezcla de alcohol y cigarro; no podía evitar sentir náuseas y peor aún porque el piercing que tenía en la lengua, le causaba una extraña sensación.

Taeyong rompió el beso y lo jaló hacia la cama. Le desamarró las manos y continuó besándolo. Doyoung estaba temblando y bañado en lágrimas.

-Hey, será mejor que te calmes, si no te irá peor – advirtió Taeyong, tomándole una mano y poniéndola sobre su creciente erección. Doyoung le miró asustado –Sí, es lo que estás pensando.

Doyoung tragó fuerte y comenzó a desabrocharle los pantalones. En segundos, su boca se encontraba llena del miembro de Taeyong.

-Mueves bien tu lengua – exclamó el pelinegro -Ah… demonios – gimió, terminando en la boca de Doyoung -Trágalo.

Doyoung le miró con súplica.

-Obedece.

Doyoung apretó los ojos y obedeció. Un par de arcadas amenazaron con devolver aquello. Taeyong volvió a recostarlo en la cama.

-Ahora, el plato fuerte – sonrió, desabrochando los pantalones de Doyoung.

-N-no, por favor. No lo hagas – suplicaba, luchando por apartar las manos de Taeyong.

-¡Quédate quieto! – gritó.

-Te lo suplico, eso no.

-¿Lo guardas para alguien especial?

Doyoung dejó de moverse.

-¿Qué no soy alguien especial? – preguntó terminado de colocarse el condón.

-Por favor…

Taeyong lo besó a la fuerza. Lo puso boca abajo y le levantó las caderas. Escupió en su mano e introdujo un dedo en el menor.

-N-no – suplicó Doyoung en un hilo de voz tras sentir cómo otro dígito entraba en él.

-Te gustará – susurró Taeyong en su oído, separándole las piernas y entrando poco a poco.

Doyoung enterró la cabeza en la almohada y apretó las sábanas. El dolor era insoportable.

-Tae…yong, por favor…

-No gimas mi nombre – regañó el mayor, entrando por completo en el otro.

-¡AH! – gritó Doyoung.

-Estás muy apretado – jadeó el pelinegro.

-N-no te muevas aún, por favor…

Taeyong sonrió. Doyoung se había rendido. Asaltó sus labios con furia; Doyoung correspondió al ritmo que pudo.

-Espera— ah – gimió Doyoung, ya que Taeyong había comenzado a moverse.

-Basta, no eres quién para darme órdenes – dijo el pelinegro.

Doyoung trataba de ahogar sus gemidos en la almohada, Taeyong sólo buscaba placer propio, así que no tenía ni el más mínimo cuidado.

Taeyong salió de él, lo volteó, ubicó sus piernas alrededor de su cintura y entró en él de una sola estocada, Doyoung arqueó la espalda.

-Mastúrbate – ordenó Taeyong entre jadeos.

Doyoung obedeció. Taeyong lo miraba fijamente.

-Gime… - jadeó en el oído de Doyoung -Gime mi nombre…

Doyoung asintió con dificultad, su mente estaba en blanco debido al placer que estaba experimentando.

-Tae…yong – susurró.

-Más fuerte – exigió el mayor, sintiendo que acabaría pronto.

-¡Taeyong! – gimió tras sentir cómo el mencionado golpeaba su próstata.

El pelinegro lo besó una vez más, Doyoung rompió el beso, arqueó la espalda y se vino en la mano. Taeyong terminó segundos después.






💊







// Al día siguiente //

-Le estuve llamando al celular pero no me contestó – comentó Johnny, mientras subía las escaleras.

-Seguro que se dio una buena borrachera – dijo Jaehyun.

-¿Tú crees?

-Sabes cómo es.

Johnny iba a tocar la puerta, pero la vio entre abierta; miró a Jaehyun.

-Entremos – dijo el menor.

Johnny abrió la puerta con lentitud, el lugar estaba hecho un desastre. La puerta de la habitación de Taeyong estaba abierta también, ambos caminaron hacia ahí y entraron con mucho cuidado.

-Oh my god – exclamó Johnny tras ver quién estaba durmiendo en la cama.

-¿Qué? ¿Qué pasa? – preguntó Jaehyun -Oh man.

-No es verdad, debe ser un sueño – dijo Johnny.

-¿Y en dónde está Taeyong? – preguntó Jaehyun.

Ambos se quedaron en silencio y fue ahí donde se percataron del sonido de la regadera.

-¿Qué hacemos? – exclamó Johnny.

-¿Irnos? Si sabe que nosotros sabemos nos matará – explicó Jaehyun.

-Tienes razón, salgamos de aquí.

Ambos abandonaron el lugar.

-¿Crees que lo haya violado? – preguntó Jaehyun, una vez que estuvieron en la tienda de 24hrs cerca del condominio donde vivía Taeyong.

-No sé qué pensar, ni siquiera revisamos si estaba vivo – dijo Johnny.

-Dudo que lo haya asesinado. Pero lo de violarlo… no sé.

-Taeyong es todo un misterio y eso que es nuestro amigo.

-Tienes razón.






💊







Doyoung abrió los ojos con pesadez. Su cuerpo dolía, en especial su espalda baja.

-¿Sigues aquí? – la voz de Taeyong le hizo dar un respingo.

-L-lo siento – respondió Doyoung.

Taeyong entró a la habitación y comenzó a vestirse, Doyoung recogió sus ropas e hizo lo mismo; su camisa estaba junto a Taeyong, así que con miedo caminó hacia ahí para recogerla, el pelinegro le miró de reojo.

Doyoung iba a salir de la habitación cuando Taeyong le llamó.

-Para que abras tu puerta – le entregó un alambre, Doyoung lo tomó y salió corriendo del departamento.







💊







Apenas Doyoung estuvo dentro de su departamento, corrió al baño. Necesitaba quitarse aquella sensación de suciedad que traía en el cuerpo. Una vez más, lloró hasta que sus ojos se hincharon. Su virginidad había sido arrebatada de una manera detestable por un ser asqueroso.

Su hermano no tardó en llegar; estaba cansado así que sólo le saludó y se fue a dormir, Doyoung agradeció aquello, ya que él también necesitaba descansar, pues su mente se encontraba hecha un desastre y ni qué decir de su ánimo.

Tomó su celular y se recostó en la cama. El dolor en su parte baja no había disminuido, por lo que fue a la cocina por algún medicamento pero antes de tomarlo, necesitaba comer algo; se dispuso a preparar el desayuno.

Una vez que sirvió todo, llamó a su hermano.

-¿Qué tal la guardia? – preguntó Doyoung, bebiendo un poco de café.

-Horrible, los doctores nos dejaron todo el trabajo a los residentes – se quejó el mayor.

Doyoung asintió y continuó comiendo.

-¿Me pasas la mermelada? – pidió su hermano, Doyoung se puso de pie tratando de disimular que no le dolía nada y tomó el frasco el cual estaba sobre la meseta de la cocina, luego se lo pasó a su hermano el cual le tomó fuertemente del brazo.

-¿Pasa algo? – le preguntó.

Su hermano le levantó la manga de la camisa

-¿Qué es esto? – preguntó con voz serie.

Doyoung tragó fuerte; sabía que tarde o temprano su hermano notaría aquellas marcas en su muñeca producto de lo fuerte que Taeyong había amarrado el cable la noche anterior.

-Es—

-No te atrevas a mentirme – amenazó su hermano.

Doyoung cerró los ojos y suspiró.

-Estoy saliendo con alguien y digamos que nos gustan las emociones fuertes – inventó.

-¿Cómo en 50 sombras de Grey? – exclamó su hermano, levantando una ceja y sin creer ni media palabra de lo que Doyoung había dicho.

-Sí.

Su hermano asintió.

-Anoche… nos excedimos un poco pero no te preocupes, fue de acuerdo mutuo.

-Eso espero – bufó.

Doyoung suspiró aliviado y ambos continuaron desayunando.






💊







Taeyong y su banda acababan de terminar de tocar en un famoso bar de Seúl. Todos se habían dirigido al cuarto que usaban como camerino.

-Hablen – exigió Taeyong, tomando una botella de agua del frigobar que había en la habitación.

Johnny y Jaehyun se miraron.

-¿Sobre qué? – preguntó Jaehyun.

-Sé que están ocultando algo, han estado actuando más raro de lo normal.

Johnny suspiró.

-Creo que esa frase aplica más para ti, ¿no crees? – exclamó Johnny, levantando una ceja.

-¿A dónde quieres llegar? – Taeyong apretó la botella con agua.

-¿Qué hiciste anoche? – atacó Johnny.

Taeyong abrió los ojos.

-¿Cómo se enteraron?

-Fuimos a tu casa en la mañana, la puerta estaba entre abierta, pensamos que algo había pasado así que entramos, fuimos a tu habitación y lo vimos – explicó Jaehyun.

-¿A quién vieron? – preguntó Taeil.

-A su vecino – contestó Johnny, mirando fijamente a Taeyong, el cual había palidecido.

-¿Y qué tiene de raro eso?

-Su vecino estaba desnudo, durmiendo en su cama – dijo Jaehyun.

Taeil se llevó las manos a la boca.

-Y apenas hace unos días le había torturado por ser homosexual, cuando él tam—

-¡Silencio! – Taeyong interrumpió a Johnny -Uno, no soy homosexual; dos, ¡todo fue tu culpa! – señaló a Johnny.

-¿Mi culpa?

-¡Tú me diste ese porno! Necesitaba algo con qué desahogarme.

-¿Y por eso escogiste a tu vecino? – preguntó Taeil.

-¡No había nadie más! – justificó Taeyong.

Sus tres amigos comenzaron a reírse a carcajadas.

-Qué explicación más estúpida – dijo Johnny.

-Escuchen, sólo fue un error, estaba borracho y—

-¿Le forzaste? – interrumpió Taeil.

Taeyong permaneció en silencio.

-¡Taeyong, podría demandarte!

-No tiene pruebas, usé condón – bufó el pelinegro.

-Deberías hablar con él, pedirle perdón o algo – dijo Taeil, entrando en pánico.

-¿Por qué debería pedirle perdón? No lo merece.

-Apuesto a que también lo torturaste – dijo Jaehyun.

-Un poco, sí.

Sus amigos quedaron atónitos.

-¿Qué demonios tienes en la cabeza? – exclamó Johnny.

-No me importa si me llevan a la cárcel, estoy harto de esta maldita vida – gruñó.

-Oigan, el jefe ya tiene su dinero – un chico interrumpió su discusión.

Los cuatro asintieron, Taeyong aprovechó ese momento para huir de ahí. Sus amigos permanecieron en la habitación.

-¿Qué fue lo que pasó? Él no era así – murmuró Jaehyun.

-Dijo que un homosexual había intentado comprarlo y usarlo como su juguete sexual; al principio pensé que era broma pero parece que no lo fue – dijo Johnny.

-Pero ¿qué tiene que ver el vecino en todo esto? – preguntó Taeil.

-Que es gay, simple – contestó Jaehyun.

-Es inútil hablar con Taeyong – suspiró Johnny.

Minutos después, Taeyong regresó con el dinero; nadie discutió más el tema y cada quien partió para su respectivas casas.







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// Horas después //

-Estuviste increíble, como siempre – exclamó la chica, acariciando el pecho desnudo de Taeyong, el cual se limitó a sonreír -¿Qué pasó con el chico del otro día?

-¿Cuál?

-El que tenían amarrado. ¿Le abrió las piernas a alguno de ustedes?

Taeyong separó a la chica de su cuerpo y salió de la cama.

-¿Lo hizo? – insistió la muchacha.

-Vete – le lanzó el dinero.

-Qué genio – bufó la chica, tomando el dinero y sus ropas.

Una vez que se fue, Taeyong se sentó en la cama. Se cubrió el rostro con ambas manos.






💊






  
Doyoung había tratado de distraer su mente con los exámenes y proyectos finales de la universidad. Al principio había funcionado, pero luego de una semana, los recuerdos asaltaron su mente.

Caminaba de regreso al departamento, cuando vio a Taeyong salir de la tienda de 24hrs, se escondió detrás de un auto estacionado y esperó a que este entrara al condominio.

Luego de 5 minutos, decidió seguir su camino. Apenas entró al edificio, alguien le tomó por detrás y le cubrió la boca; rápidamente reconoció los tatuajes en la mano de su captor.

-No he hablado con nadie sobre lo que pasó, déjame ir por favor – suplicó Doyoung, apenas su boca fue liberada.

-Espero que permanezca así.

-Lo juro – dijo con voz temblorosa.

Taeyong le soltó, Doyoung subió rápidamente las escaleras y entró a su departamento. El pelinegro tomó un poco de aire e hizo lo mismo.




Continuará…

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