17 de abril de 2018

After School - Capítulo 3


Capítulo 3:
Travieso

Los tres días de la suspensión de Donghyuck estaban por terminar; Mark había disfrutado de la ausencia y las entradas ruidosas del menor a su oficina, pero extrañamente se encontró pensando demasiado en él.

Caminaba rumbo a su auto, cuando desde lejos notó algo extraño en éste.

-No, no, no, no puede ser – corrió hacia él -No, las llantas, son nuevas – decía al borde de la desesperación.

Las cuatro llantas estaban desinfladas o, mejor dicho, cortadas. En el panorámico había una nota, que decía:



No me extrañe mucho ;)



Mark arrugó la nota y la lanzó lo más lejos que pudo. Entró a su auto y se puso a llorar. Tras haberse tranquilizado, llamó a una grúa y llevó el auto directo al mecánico.

-Quien lo hay hecho, sí que te odia – comentó el mecánico.

-No tanto como yo a él – respondió Mark; su suelto de un mes se había ido en otras llantas.








🍎📚








[Al día siguiente]

Mark entró al salón y ahí estaba su peor pesadilla. Trató de actuar como si nada, pero la sonrisa estúpida de Donghyuck le tenía hastiado.

-¿Por qué no quiso recibir mi tarea? – reclamó Donghyuck tras acabar la clase.

-¿Crees que mereces un 100 luego de lo que hiciste?

-Eso fue personal, no mezcle las cosas.

-¿Personal?

-Por Lucas, sigue evitándome. Le declaré la guerra, ¿no recuerda?

Mark respiró profundo.

-Lo que hiciste fue un acto de vandalismo y eso no está permitido en esta institución, así que lo más seguro es que te expulsen.

-El tío Doyoung nunca lo permitirá.

-¿Es tu tío?

-Sí, está casado con Jaehyun, el hermano de mi papá.

Mark se cubrió el rostro con ambas manos.

-Entonces, ¿recibirá mi tarea?

Mark le arrebató el USB de las manos y pasó los archivos a su laptop.

-Vete – exigió entregándole el dispositivo.

El mayor comenzó a considerar su renuncia, pero estaba en pleno divorcio y quedarse sin trabajo no era la mejor opción.








🍎📚








Donghyuck llevaba una semana sin causar problemas; asistía a todas sus clases, entregaba algunas tareas, pero seguía mal contestando a los profesores.

-Has estado muy tranquilo, ¿qué tramas? – preguntó Mark tras toparse con él en la cafetería de la escuela.

-Nada, sólo estoy feliz.

Mark levantó una ceja.

-Regresé con Lucas – agregó el menor con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Qué?

-Oiga, es algo fuera de la escuela, así que no se meta - bufó -Logró librarse de la demanda porque soy mayor de edad. Le dije que no habría problema – palmeó el hombro derecho de Mark.

El chico regresó con sus amigos y Mark se quedó estático por casi un minuto, luego recibió una llamada de su abogado en la cual le decía que su ex-esposa pedía una pensión, tuvo que irse de emergencia.

-Hey, Donghyuck, ¿escuchaste que le cortaron las llantas al maestro Mark? – preguntó Jaemin.

-Sí, pobre – contestó el aludido mientras comía su sándwich.

-¿Quién habrá sido? – preguntó con ironía Renjun, mirando fijamente a Donghyuck.

-Estaba suspendido – se excusó el moreno -Ese maestro vive estresado, qué horror.

Renjun negó con la cabeza; por más que quisiera a Donghyuck, había momentos en los que deseaba no haberlo conocido.

-No – exclamó Donghyuck, mirando con horror su celular.

-¿Qué pasó? – preguntó Jeno.

-Tengo que irme – se levantó de la mesa a toda velocidad, se colgó la mochila y corrió hacia la salida de la escuela mientras llamaba a Lucas, el cual no contestaba  -No te puedes ir a Hong Kong, no puedes – decía para sí mismo mientras las lágrimas caían recorrían sus mejillas.








🍎📚








Mark desfrutaba de su domingo, cuando el timbre de la casa sonó. Se levantó con pesadez del sillón y fue hacia la puerta.

-¿Donghyuck? – exclamó tras verlo con una pastel en las manos -¿Qué— - no pudo decir nada más pues el postre terminó en su cara.

-Eso fue por Lucas – se dio la media vuelta con intenciones de irse, pero Mark le tomó fuertemente de la muñeca y lo metió a la casa.

Donghyuck estaba sentaba en el sillón de la sala mientras esperaba a que Mark regresara del baño.

-Me sorprende que no te hayas escapado – dijo Mark mientras le limpiaba la cara con una toalla mojada.

-Está lloviendo – dijo el menor.

Mark lanzó un suspiro.

-¿De dónde rayos sacaste un pastel?

-Mis papás tienen una repostería así que tomé uno sin que se dieran cuenta – explicó el menor como si nada.

-Esto fue una agresión directa, así que al fin podrán expulsarte.

-¿Y qué ganaría con eso?

-Ya no verte.

Donghyuck rodó los ojos.

-Ya le dije por qué lo hice.

-Donghyuck, sólo tienes 18 años, tienes una vida por delante. Conocerás a otras personas—

-Pero no serán Lucas.

-Sólo es un capricho.

-Se fue a Hong Kong – rompió en llanto -Ni si quiera se despidió, sólo me mandó un estúpido mensaje diciendo que se iba y que gracias por todo.

Mark sintió pena por aquel muchacho.

-Si usted no nos hubiera acusado, el seguiría conmigo.

-Te llevaré a casa – Mark prefirió ignorar los reclamos de Donghyuck.

El aludido asintió. Mark tomó un paraguas; apenas abrió la puerta, la lluvia le golpeó directo en la cara.

Una vez que ambos estuvieron dentro del auto, Mark le pidió indicaciones a Donghyuck.

-No me acuse con mis padres, ¿sí? Ellos están en contra de la violencia.

Mark asintió; estaba más preocupado por mantener la vista al frente pues la lluvia era tan fuerte que no le dejaba ver casi nada.

Para cuando llegaron a casa de Donghyuck, éste se había dormido. Mark se acercó un poco con intenciones de despertarlo, pero terminó observándolo detenidamente.

-Te ves tan indefenso dormido – murmuró -Cuando en realidad eres un demonio – inconscientemente, le acarició la mejilla; tras darse cuenta de su acción, alejó la mano como si se hubiera quemado.

Donghyuck comenzó a despertar.

-¿En dónde estamos?

-En tu casa – respondió Mark mirando fijamente al frente.

-Oh, qué rápido. Gracias – salió del auto con lentitud debido a que estaba soñoliento.

Mark no pudo evitar sonreír ante su torpeza. Regresó a su hogar con la sensación de la tersa piel de Donghyuck en la mano. 



Continuará…

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