30 de agosto de 2018

Mojito 2 - Capítulo 4



Capítulo 4
Confesión


//Días después//


Jaehyun tuvo que salir de viaje para arreglar algunos negocios, Doyoung y Ten se habían quedado solos en aquella enorme casa.

-Qué triste que no se haya despedido de ti – murmuró Ten cuando vio que Doyoung pasaba por la sala rumbo hacia la puerta principal.

Doyoung no dijo nada y se dispuso a salir de la casa; Jaehyun no le había dirigido la palabra en días, sólo hablaba con Ten. Una vez que llegó al bar, comenzó a preparar el área VIP puesto que una persona había rentado el lugar.

-¿A qué hora deben llegar los de la zona VIP? – preguntó Doyoung a Jisoo.

-11:00 PM – respondió la chica.

Doyoung asintió; sólo faltaban 30 minutos.

-Hola, hola – saludó alguien que recién había entrado al bar.

-Ten, ¿qué haces aquí? – preguntó Doyoung, irritado por la presencia del otro.

-Un amigo mío hará una reunión en la zona VIP.

Doyoung rodó los ojos y abrió la puerta de dicho espacio, dejando que Ten ingresara. Minutos después, los demás invitados a la reunión, comenzaron a llegar.

-Creo que son todos – dijo Jisoo a Doyoung mientras revisaba una y otra vez la lista con los nombres de los asistentes.

-No, falta alguien más – interrumpió Ten.

-¿Quién? – preguntó Doyoung de mala gana.

Ten sonrió malévolamente.

-Taeyong.

Ambos hermanos se miraron asustados.

-No estás hablando enserio – dijo Jisoo.

-Claro que sí, miren, ya llegó.

Doyoung comenzó a entrar en pánico; llevaba más de un año sin ver al mayor.

-Tranquilo – Jisoo tomó la mano de su hermano -Si quieres, puedes ir a casa.

-No, tengo que estar aquí, soy el dueño.

Jisoo iba a decir algo más, pero Taeyong y Ten ingresaron al bar.

-No creo que haya necesidad de presentarlo, puesto que tienen historia juntos – dijo Ten sin quitar aquella sonrisa cargada de maldad.

Taeyong y Doyoung cruzaron miradas por primera vez.

-Hola – saludó el mayor.

Doyoung asintió.

-¿Necesitan un momento para platicar? Porque… si es así, los dejo – dijo Ten empujando a Taeyong hacia Doyoung, Jisoo se interpuso.

-Creo que no es necesario – advirtió la chica, alejando a su hermano de ahí.

Ten rodó los ojos y le indicó a Taeyong que le siguiera hacia la zona VIP.

-¡¿Cuál es su maldito problema?! ¡¿Qué es lo que busca ese idiota trayendo a Taeyong a Mojito?! – decía Jisoo mientras caminaba de un lado a otro de la oficina.

-Dejarme mal con Jaehyun – respondió Doyoung.

-No se lo vas a permitir, ¿verdad?

-Yo… no sé – murmuró Doyoung -Jaehyun no quiere nada conmigo, no me habla, no me mira. NADA.

Jisoo se acercó al menor.

-¡Eso es lo que ese tipo quiere! Pero no le será tan fácil – dijo la joven.

-No hay mucho qué hacer, Jisoo – suspiró Doyoung con desánimo.

Jisoo decidió dejar a su hermano solo por un rato para que ordenara sus ideas; mientras caminaba hacia la zona general del bar, no se dio cuenta de que Taeyong salía de uno de los baños y se dirigía hacia la oficina.

-Hola, Doyoung – saludó Taeyong una vez que estuvo dentro de la oficina.

El aludido brincó del susto cuando escuchó aquella voz. No tuvo tiempo de reaccionar puesto que Taeyong había caminado rápidamente hacia él y le había estrellado un intenso y feroz beso; mientras esto sucedía, el sonido de una cámara se escuchó. Doyoung logró empujar y separarse de Taeyong.

-¡Maldita sea, Ten! – gritó cuando notó al mayor sostener un celular en las manos mientras sonreía sínicamente.

-Listo, Jaehyun se dará cuenta de quien realmente eres – dicho esto, se fue de ahí.

Doyoung quiso salir tras él, pero Taeyong le detuvo.

-¡¿Qué es lo que quieres?! – preguntó al mayor.

-Venganza.

-¿Qué? ¿Yo qué te hice?

-No fuiste, tú, fue tu querido esposo. Llevó mi negocio al fracaso y por su culpa Jennie quiere firmar el divorcio.

-¿Y qué tiene que ver conmigo?

-¿Eres idiota o qué? – bufó Taeyong -Jaehyun está enamorado de ti.

Doyoung no quería creer lo que había escuchado; tomó su celular y salió de ahí dispuesto a llamar a Jaehyun. 

-Vamos, contesta – decía desesperado; era la décima vez que le llamaba.


-¿Qué?


-Fue plan de Ten, no sabía que Taeyong vendría—


-No me interesa.


-Jaehyun, por favor – estaba al borde del llanto.


-Por favor, ¿qué? ¿Que no nos divorciemos? Con lo que hiciste hoy, está más que firmado.


-Estoy… enamorado de ti.

La llamada se cortó. Doyoung se quedó mirando la pantalla de su celular por algunos segundos hasta que Jisoo le envolvió en un cálido abrazo.

-Se acabó – dijo Doyoung entre sollozos.

-Lo siento mucho – respondió la chica mientras la acariciaba el cabello.

La dichosa reunión en la zona VIP terminó, Jisoo fue quien se encargó de agradecer a todos los asistentes por su visita.

-¿Y tu hermano? – preguntó Ten.

-No es asunto tuyo.

-Claro que lo es, después de todo gracias a él pude recuperar a Jaehyun.

Jisoo le dio una fuerte cachetada.

-Jaehyun está enamorado de mi hermano, no de ti. Grábatelo bien en la cabeza.

Ten apretó los puños y se fue de ahí junto con Taeyong.

Tras cerrar el bar, Jisoo fue despertar a Doyoung, el cual se había quedado dormido en la oficina luego de llorar hasta el cansancio.

-¿Puedo ir a dormir a la casa? – preguntó Doyoung.

-Claro que sí – respondió Jisoo.
















Doyoung ingresó a su vieja habitación; echaba de menos aquel lugar. Cayó dormido apenas su cabeza tocó la almohada.



//Al día siguiente//


Luego de desayunar, Doyoung partió a la casa que compartía con Jaehyun. Estaba dispuesto a empacar todas sus pertenencias para regresar a su hogar junto con su hermana.

-No asesines a Ten – bromeó Jisoo para después darle un abrazo y despedirse de él.

Doyoung llegó a la casa y vio el auto de Jaehyun ahí. Escalofríos se apoderaron de su cuerpo. Entró rogando por no toparse con Jaehyun y así fue, no lo vio por ningún lado.

-Oh – exclamó cuando, tras ingresar a la habitación, vio a Jaehyun en el balcón fumando un cigarrillo. Se dio la media vuelta con intenciones de salir de ahí cuando escuchó la puerta corrediza.

-Espera – dijo Jaehyun.

Doyoung se detuvo en seco, pero no se giró.

-¿Q-qué pasa? – preguntó a Jaehyun.

De pronto, sintió los brazos de Jaehyun envolver su cuerpo. Doyoung sintió que todos sus sentidos se inundaban con aquel perfume, favorito del menor y suyo también.

-Lamento haber cortado la llamada – susurró en el oído de Doyoung.

-N-no importa – murmuró el mayor.

Jaehyun giró a Doyoung y lo besó con suavidad.

-Estoy enamorado de ti, Doyoung.



Continuará…

26 de agosto de 2018

Dynamite - Capítulo 12



Capítulo 12
Decisión


-Doyoung, ya llegamos – llamó Taeyong mientras lo movía suavemente para que despertara.

El menor abrió los ojos con pesadez.

-Ugh, qué asco – exclamó cuando vio que las migajas de todo lo que había comido estaban regadas sobre toda su ropa.

-Límpiate la baba – dijo Taeyong ofreciéndole un pañuelo de papel.

Una vez que Doyoung estuvo “apto”, Taeyong le ayudó a salir del auto y luego bajó las maletas.

-Espera, ¿cómo me veo? – preguntó Doyoung cuando vio que Taeyong estuvo a punto de introducir las llaves en la cerradura de la puerta.

-Estás bien – respondió Taeyong sin hacer mucho caso.

-Ni siquiera me miraste – reclamó el menor.

-Te ves bien con lo que sea.

Doyoung se descolocó con aquello, pero no pudo decir nada más pues la abuela de Taeyong les envolvió en un cálido abrazo.

-Mi niño, no sabes cuánto te extrañé – dijo la señora mientras besaba las mejillas de su nieto.

-Yo más – la abrazó una vez más -Abue, este es Doyoung.

El menor hizo una reverencia.

-¡Ay! ¡Pero mira qué linda pancita! – exclamó la señora acariciándole el vientre con ternura.

Doyoung no supo cómo reaccionar, no era muy bueno con el contacto físico y la calidez debido a que toda su vida la frialdad de su familia fue lo único que conoció.

-Qué tonta soy, pasen, el frío está terrible aquí fuera.

Mientras la señora preparaba la cena, Taeyong le enseñó la casa a Doyoung.

-Sigo sin estar de acuerdo en que tu abuela me conozca, acaso, ¿no les has dicho?

-Claro que sí, pero ella insistió y no pude hacerle cambiar de parecer.

Doyoung bufó.

-Sólo piensa en lo que te dije, ¿sí? – pidió el mayor.

-Es que… es como si me estuvieras proponiendo crecer a Lucas juntos.

Taeyong iba a decir algo, pero la voz de su abuelita le interrumpió.

-Ya está lista la cena – avisó la mujer.

-Ya vamos – respondió Taeyong -¿Vienes? – preguntó a Doyoung, el cual estaba distraído en sus pensamientos.

-Sí, en un momento te alcanzo.

Taeyong asintió y salió de la habitación; la casa era muy pequeña por lo que Doyoung y él tendrían que compartir aquel cuarto.  

-¿Qué debería hacer? – Doyoung se preguntó a sí mismo mientras se veía en el espejo que había empacado en su cosmetiquera, pero el gruñir de su estómago le sacó de sus pensamientos -Ya voy – dijo a su vientre -Rayos, eres demasiado comelón.

Doyoung se sorprendió al entrar a la cocina pues en la mesa había gran cantidad de platillos y todos se veían deliciosos.

-No sé si estés acostumbrado a todo esto, pero lo hice con mucho cariño para mi biznieto y para ti – dijo la abuelita de Taeyong.

El menor asintió con una amable sonrisa. Taeyong le ayudó a servirse la comida.

-¿Cuándo nacerá? – preguntó la señora, luego de un rato de silencio.

-Entre mediados y finales de enero.

-Ya falta poco – exclamó la mujer.

-Sí – suspiró Doyoung.

-Taeyong vendió varias cosas para comprarle algo de ropa, ¿puedes creerlo?

Doyoung miró con sorpresa al mayor, el cual no supo cómo reaccionar; no esperaba que su abuelita dijera aquello.

-N-no sabía.

-Será un buen padre, estoy segura – le sonrió a su nieto.

Y una vez más, Doyoung se sumió en sus pensamientos mientras Taeyong y su abuelita platicaban.

-¿Qué opinas Doyoung? – la voz de la señora le sacó de su ensimismamiento.

-¿S-sobre qué? – preguntó confundido.

-Sobre pasar las fiestas decembrinas aquí.

Tanto Taeyong como la señora le miraban expectantes. Con todo lo que había pasado, Doyoung se había olvidado de aquellas celebraciones; generalmente salía a beber algo con unos amigos o iba a visitar a su tía y a su hermano. Taeyong, por su parte, pasaba todas las vacaciones de invierno con su abuelita y Jaehyun les visitaba por un rato luego de haberse escapado de su cena familiar, pero este año todo sería diferente.

-Serían tus primeras fiestas en Corea, ¿no? – preguntó la señora.

Doyoung asintió.

-Qué mejor que pasarlas con nosotros, aquí en la tranquilidad del campo.

-¿Ya tienes planes? – preguntó Taeyong.

-No… sé, creo que no. Lo pensaré – dijo, sorprendiendo al mayor.

Luego de eso, comenzaron a platicar sobre temas banales hasta que Doyoung dijo que iría a recostarse.

-Muchas gracias, estuvo delicioso – le dijo a la señora.

-De nada, hijo. Que tengas buenas noches – le dio un beso en la mejilla.

Doyoung caminó hacia la habitación algo confundido, no estaba acostumbrado a tanta calidez. Taeyong y su abuelita recogieron la mesa y se dispusieron a lavar los platos sucios.

-Me siento mal por ese muchacho – suspiró la mujer.

-¿Por qué? – preguntó Taeyong.

-Se nota que le falta mucho cariño.

 -Sí… - contestó. Su abuelita tenía razón, detrás de aquel chico frío, orgulloso y presumido, se encontraba alguien que había sufrido demasiado.

-¿Has hablado con él sobre lo que me dijiste?

-Sólo lo mencioné, pero… es que, somos tan diferentes, no sé si podremos—

-Dense una oportunidad, ese chico está roto y tú también – le acarició la mejilla a su nieto -Sé lo mucho que Jaehyun significó para ti, pero necesitas seguir adelante por tu hijo, ¿sí?

Taeyong asintió.

-Ve a descansar, yo me encargo del resto.

-¿Segura?

-Claro que sí, pequeño.

Taeyong le dio un beso en la frente a su abuelita y fue a su habitación, Doyoung ya se había dormido. Tomó algo de ropa y una toalla y fue a darse un baño, luego de esto, se aseguró de que todas las puertas estuvieran bien cerradas y regresó a su habitación.

-Buenas noches – susurró sobre el vientre de Doyoung y se colocó para dormir, pero la cama era demasiado pequeña para ambos y quería que Doyoung estuviera lo más cómodo posible, así que salió de ésta y tomó algunas sábanas y un cobertor para dormir en la sala.

-Espera – la voz de Doyoung le detuvo cuando estuvo a punto de abandonar el lugar.

-¿Qué pasa? – preguntó.

-No sé qué será de nosotros, pero quiero que Lucas tenga a ambos padres.




Continuará…

23 de agosto de 2018

Mojito 2 - Capítulo 3



Capítulo 3
Enamorado


//A la mañana siguiente//


Doyoung despertó sin Jaehyun a su lado, algo que siempre pasaba. Luego de darse un baño se dirigió a la cocina en la que encontró a su esposo y a Ten desayunando tranquilamente.

-Doyoung, me robaré a tu hombre unas horas, no te molesta, ¿verdad? – dijo Ten apenas le vio ingresar a la cocina.

Doyoung miró a Jaehyun y éste desvió la mirada.

-Bueno, supongo que no te molesta – agregó Ten.

Luego de desayunar, Jaehyun y Ten se fueron; el menor no le dirigió la palabra en ningún momento. Doyoung soltó un suspiro de cansancio y se dispuso a arreglar algunas cosas de la casa, pues Jaehyun no tenía suficiente personal. Puso algo de ropa dentro de la lavadora, apenas cerró la puerta de esta, se dio cuenta de que ya no tenía la pulsera.

-Demonios – exclamó. Le daba escalofríos el tan sólo pensar en lo que Jaehyun haría si notaba la falta de dicho aparato.

No la encontró por ningún lugar a pesar de haber revisado hasta el último rincón de la casa. Luego de terminar con el aseo, se dirigió al bar, pues el nerviosismo de haber “perdido” la pulsera, no le dejaba tranquilo.

Algunas horas después, Jaehyun pasó a Mojito. Doyoung le pidió que hablaran en la oficina.

-¿Qué quieres? – preguntó con fastidio Jaehyun.

-Yo… creo que perdí la pulsera. No me la quite, lo juro – explicó Doyoung, sumamente nervioso.

Jaehyun suspiró.

-Yo te la quité.

-¿Por qué?

-Porque a lo mejor ya no te necesite más.

-¿Qué?

Jaehyun rompió el contacto visual.

-¿Nos divorciaremos? – preguntó Doyoung -Tan rápido Ten logró convencerte – susurró.

-¡No tiene nada que ver con él!

Doyoung dio un pequeño brinco debido al repentino aumento de volumen en la voz de Jaehyun, el cual abandonó la oficina y el bar rápidamente. Jisoo ingresó a la oficina tras ver a su cuñado salir del lugar furioso.

-¿Y ahora qué hiciste? – le preguntó a su hermano.

-Nada… creo – respondió Doyoung.

-¿Entonces por qué se fue tan molesto?

-No sé, pero me dio a entender que nos divorciaremos.

Jisoo relajó el ceño y se acercó al menor.

-¿Es por Ten?

-Eso parece.

Increíblemente, Doyoung se veía desanimado, más de lo que usualmente estaba.

-Dime la verdad, ¿qué es Jaehyun para ti? – preguntó Jisoo.

-Un ser horrible – respondió el otro sin dudarlo dos veces.

-¿Es todo?

El menor tragó fuerte y murmuró:

-Y mi esposo.

-¿Qué sientes por él?

-Jisoo…

-Contesta.

-No lo sé.

Jisoo tomó aire y miró fijamente a su hermano.

-Tienes dos opciones, o recuperas tu libertad y pierdes a Jaehyun o recuperas a Jaehyun y pierdes tu libertad.

Doyoung la miró perplejo.

-Así son las cosas, piensa muy bien en lo que harás – dicho esto, la chica abandonó la oficina.

Doyoung se acercó al escritorio y tomó la foto que había sobre este, era el día de su boda; Jaehyun se veía muy alegre, pero él… se veía ¿triste?

Esa noche, Jisoo insistió para que regresara a casa un par de horas antes de cerrar el bar.

-Yo me encargo de Mojito, regresa con él – dijo la chica.

Doyoung terminó aceptando la orden de su hermana. Cuando llegó a casa, ingresó directo a su habitación, pues Ten estaba de lo más cómodo viendo la televisión en la sala. Lo primero que vio fue a Jaehyun recostado en la cama, mirando su celular.

-Hola – saludó con timidez Doyoung.

El menor ni se inmutó. Doyoung estaba harto de aquella ley del hielo sin razón alguna.

-¿Qué te pasa? – preguntó con seriedad.

-Nada – respondió el otro.

-Es que… has estado muy raro.

-¿Y? ¿No es mejor así?

-Dime la verdad, ¿qué está pasando? ¿Te acostaste con Ten y no sabes cómo decirme?

-¡No! Él y yo no— como sea, no es eso.

-¿Entonces?

-Doyoung…

-¿Qué?

Jaehyun salió de la cama, caminó a paso hacia Doyoung, lo tomó de la nuca y lo besó con ferocidad; ambos se dirigieron hacia la cama. Jaehyun no quería aceptarlo, pero moría de ganas por experimentar las sensaciones de la vez pasada en la que conoció el lado suave y delicado de Doyoung.

Ambos fueron retirándose la ropa con lentitud, mientras Jaehyun acariciaba la piel del mayor, quien no le quitaba la mirada de encima. Jaehyun era suave con sus embestidas, algo que tenía encantado al otro.

Jaehyun le besaba como si se le fuera la vida en ello; jamás imaginó sentir algo más luego de Ten. Tras acabar, envolvió al mayor en un abrazo como muy pocas veces había hecho; Doyoung no dijo nada, pues estaba demasiado cansado. Cuando éste cayó dormido, Jaehyun le dio un beso en la frente, lo cual le sorprendió hasta a él mismo.
















//Al día siguiente//


Jaehyun despertó sin Doyoung a su lado; salió de la cama, se puso una bata de baño y abandonó la habitación, apenas lo hizo, escuchó la voz de Ten.

-No sé qué demonios le das para beber en tu dichoso bar, pero lo tienes atrapado.

-¿A quién? – preguntó Doyoung.

-A Jaehyun.

-¿Qué? Claro que no.

-¿Por qué crees que ha estado actuando raro?


[Flash back]

Jaehyun y Ten se besaban intensamente en el asiento trasero del auto del primero. Ten comenzó a desabrocharle los pantalones al menor y cuando su mano derecha envolvió el pene del otro, éste le detuvo.

-¿Qué pasa? – preguntó Ten.

-No puedo… - murmuró el menor.

Ten bufó y se separó de Jaehyun.

-Es por él, ¿verdad?

Jaehyun asintió.

-No te quiere, ¿qué no te das cuenta? – Ten le tomó de la mejilla e hizo que le mirara a los ojos.

-Pero yo sí.

El mayor abrió los ojos con sorpresa.

-¡No puedo creerlo! – exclamó Ten para después salir del auto y alejarse de ahí complemente furioso.

Jaehyun se pasó al asiento del conductor y le siguió con el auto, pero Ten se negó a subir.

-Está bien, como quieras – bufó Jaehyun, pisando el acelerador para alejarse de ahí.

[Fin del flash back]



Jaehyun sintió la adrenalina dispararse y recorrer su cuerpo, así que se acercó velozmente a ellos, pidiendo unos huevos revueltos para desayunar, aprovechando que Ten estaba cocinando algo en la estufa. La verdad era que se había enamorado de Doyoung, sólo necesitaba saber si Doyoung también lo estaba.



Continuará…

18 de agosto de 2018

Dynamite - Capítulo 11



Capítulo 11
Cambio de planes



-Vaya nombre – exclamó Doyoung con burla.

-¿Por qué?

-A mí me gusta más Mark, pero bueno, es tu decisión – explicó con la cabeza gacha; a leguas se notaba su tristeza.

Taeyong lanzó un largo suspiro tratando de controlar las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.

-Lamento lo de Jaehyun – murmuró Doyoung.

-Soy una basura – suspiró el mayor.

-Tienes toda la razón, pero serás buen padre, de eso estoy seguro – sonrió.

En todo el tiempo que llevaban de conocerse, Taeyong nunca había visto a Doyoung sonreír de esa manera.








💥








Una semana después, Doyoung se encontraba sentado en la sala de la mansión de la familia Jung. Jaehyun estaba sentado junto a él, pero a una distancia bastante notable.

-Jaehyun me dijo que encontraste una familia dispuesta a adoptar a tu bast– al bebé – dijo su suegra.

Doyoung abrió los ojos con sorpresa, Jaehyun no le había dirigido la palabra desde aquel fatídico día. Taeyong tampoco le había comentado nada, pues estaba sensible por la ruptura. Miró a Jaehyun pero éste estaba muy “entretenido” mirando sus manos.

-Sí – contestó finalmente.

-Esa familia, ¿te permitirá ver al bebé?

Doyoung negó con la cabeza.

-Quedamos en que se lo entrego y nunca sabré más de ellos.

La mujer suspiró.

-Perfecto. Dejaré que lo adopte esa familia.

-¿Ya puedo irme? Tengo cosas más importantes que hacer – bufó Jaehyun.

-Por el bien de ambas familias, espero que arreglen sus diferencias – advirtió la madre de Jaehyun.

Ambos chicos abandonaron la sala. Jaehyun caminó a paso firme hacia la salida, sin siquiera dirigirle la mirada a Doyoung, el cual prácticamente corrió tras él.

-Jaehyun, espera – suplicó con la respiración agitada.

-¿Qué? – contestó de mala gana el menor.

-¿Por qué lo hiciste? Taeyong… - no estaba seguro de si era bueno mencionar aquel nombre en ese momento -¿Te dijo algo?

-Sí – pausó -Lo hice por el inmenso amor que alguna vez le tuve – suspiró con la voz entrecortada.

-¿Ya no… regresarás con él?

-Lo que ustedes me hicieron no tiene perdón – Jaehyun comenzaba a enfurecer.

-Estábamos borrachos–

-Tanto que decían que se odiaba y se revolcaban en mis narices.

-No lo malinterpretes, fue algo de una noche.

-¡Pero tuvo consecuencias! – el menor tomó aire -Sabes qué, ya no quiero hablar del tema. No menciones su nombre nunca más, ¿quedó claro?

Doyoung asintió. Jaehyun ingresó a su auto y partió de ahí a toda velocidad.








💥








Tras llegar a la universidad, Doyoung le contó todo a Taeyong.

-No pensé que lo hiciera – dijo el mayor entre lágrimas.

-En verdad te ama… ba – murmuró.

-Y yo a él, pero ya no puedo regresar el tiempo, ahora tengo que cuidar de Lucas – dijo mientras acariciaba el vientre de Doyoung.

-No es que me interese mucho, pero… ¿qué harás con la escuela? O sea, te faltan 2 años, luego tendrás que hacer la pasantía, ¿quién cuidará de Lucas mientras tanto?

-Mi abuelita.

-¿Estás seguro de que pueda cuidar de él?

-Claro que sí. No le subestimes, ella fue la única persona que se preocupó por mí, le debo todo.

-Sí, sé lo que es eso – Doyoung suspiró con tristeza -Bueno, dormiré un rato. Estoy muy cansado.

Taeyong asintió y ayudó a Doyoung a recostarse en la cama. Una vez que Doyoung cayó dormido, Taeyong no dudo en acariciar una vez más su vientre.

-Muero por conocerte – dijo con ternura -Y tú – acarició la mejilla de Doyoung -Eres más fuerte de lo que imaginas.








💥








El invierno azotaba fuertemente el país y el nacimiento de Lucas estaba cada vez más cerca.

-No entiendo por qué quieres que vaya a tu casa – se quejaba Doyoung mientras guardaba algo de ropa en una maleta.

-Sólo será un día, no necesitas llevar tantas cosas – contestó Taeyong -Además, sólo quiero que mi abuelita te conozca.

-¿Qué? Ella no puede saber de mí, ¿qué tal si se lo dice a Lucas cuando crezca? – dijo Doyoung con melancolía mientras acariciaba su vientre.

-¿En verdad vas a renunciar a tu hijo por un matrimonio sin futuro y una familia que sólo te usa?

Doyoung miró con sorpresa al pelinegro.

-Vámonos – prácticamente le lanzó la maleta a Taeyong y salió de la habitación.

Taeyong estaba seguro de que aquellas palabras mantendrían ocupada la mente de Doyoung por un buen tiempo; sólo deseaba que no fuera demasiado tarde.

Sería un viaje de varias horas, por lo que pasaron por algo de comer a una tienda de 24hrs. Doyoung metió prácticamente todo lo que vio a la canasta.

-Yo pago – exclamó el menor apenas se acercaron a la caja para pagar.

-¿Seguro?

-Obvio – bufó.

Taeyong asintió. Una vez que salieron de la tienda e ingresaron al auto del mayor, Doyoung empezó a comer sin medida.

-Oye, tranquilo, puedes ahogarte.

-Dile eso a tu hijo que no me deja en paz, todo el tiempo quiere comida – respondió con la boca llena.

-Me sorprende que no hayas hecho tanto drama por ir al campo.

-La ciudad es cansada y, no es como si tuviera otro lugar a dónde ir. Ya sabes cómo están las cosas con mis queridos suegros.

-Sí, lo sé perfectamente.

Hubo un buen rato de silencio en el que sólo se escuchaba la radio y a Doyoung comiendo.

-¿Regresarías con Jaehyun? – preguntó de repente el menor.

Taeyong estuvo a punto de pisar el freno intempestivamente, pero logró controlarse a tiempo.

-Lo lastimé demasiado – contestó.

-¿Por qué no lo intentas?

-Tú mismo dijiste que no quería que mencionaras mi nombre.

-Es que… me siento culpable, yo inicié todo esa noche.

-Y yo no te puse un alto, así que ambos lo somos.

Doyoung entendió que Taeyong ya no quería hablar del tema, así que ya no dijo más y continuó comiendo. Algo le decía que aquel viaje le haría reflexionar demasiado.




Continuará…