16 de agosto de 2018

Mojito 2 - Capítulo 2



Capítulo 2
Diferente


//Dos días después//


Jaehyun había llevado a Ten a su casa, Doyoung rápidamente arrastró a su esposo a la habitación de ambos para hablar con él.

-¿Cómo que se va quedará aquí? – reclamó Doyoung tras lograr sacarle la verdad a Jaehyun.

-No dejaré que se siga quedando en ese barrio de mala muerte.

-Él escogió vivir ahí, no es nuestro problema.

-Basta Doyoung, no eres quién para hablar así de él.

-Gracias a mí lo conociste – bufó.

Jaehyun lo tomó fuertemente del brazo.

-Olvidas tu lugar – amenazó -Además, tómalo como unas vacaciones para que tu cuerpo se cure. Tienes demasiados moretones.

Doyoung quedó boquiabierto con aquello, Jaehyun jamás se había quejado de las marcas que sus sesiones de sexo le dejaban, al contrario, siempre decía que le excitaban más.

-¿Te acostarás con él? – preguntó el mayor.

-¿Y qué si lo hago? ¿Correrás a los brazos de Taeyong?

Doyoung le miró sorprendido.

-Ten vivirá con nosotros, es mi última palabra – abandonó la habitación, dejando a Doyoung con las palabras en la boca.

















-¿Y bien? ¿Cómo te fue? – preguntó Ten sentado en uno de los sillones de la sala.

-Te quedarás con nosotros – respondió -Cree que tiene poder sobre mí pero está muy equivocado.

-¿Puedo preguntar, por qué tiene una pulsera de rastreo?

Jaehyun suspiró.

-Él se lo buscó.

-¿Qué tanto le has hecho?

-Muchas cosas. Vamos, te enseñaré la habitación – dijo.

Doyoung sabía que no era buena idea dejar solos a esos dos, pero estaba muy enfadado con Jaehyun, así que prefirió ir a Mojito, el único lugar en donde podía sentirse como en casa.

-¡¿Los dejaste solos?! ¿Qué tienes en la cabeza? – reclamó Jisoo una vez que Doyoung le contó todo.

-Estoy harto, Jisoo. Me siento atrapado con él, no puedo salir con mis amigos sin pedirle permiso, no puedo ir a los lugares que quiero.

Jisoo abrazó a su hermanito; muy pocas veces lo había visto tan vulnerable. 

-Sé que no te gusta que lo diga, pero Jaehyun te quiere, algo me lo dice – pausó -Es sólo que… no sabe cómo expresarlo.

Doyoung se alejó de ella.

-No, no lo hace. Si lo hiciera no me trataría así.

La conversación se vio interrumpida por los clientes que ingresaban al bar. Doyoung moría de ganas por preguntarle a Kihyun cuál era su relación con Ten, pero si lo hacía la pulsera le delataría.















Doyoung llegó a su casa alrededor de las 5 AM, ya que Jisoo había insistido en que se fuera temprano para vigilar a Jaehyun y a Ten; no tuvo de otra más que hacerle caso. El auto de Jaehyun no estaba y todas las luces de la casa se encontraban apagadas.

-Seguramente se fue con él – bufó. Estuvo a punto de mandarle un mensaje preguntándole en donde estaba, pero al final se arrepintió.

Luego de darse un baño, se acomodó en la cama dispuesto a dormir, el ruido de un auto ingresando al garaje le interrumpió. Dudó entre ir a ver o no; escogió la primera opción. Tras encender las luces de la sala, los vio a ambos besándose en uno de los sillones de sala, no tenían camisa y el pantalón de Ten estaba a medio bajar.

-Cómo te gusta arruinar la diversión – se quejó el invasor.

-Vete de aquí, Doyoung – ordenó Jaehyun.

El menor no podía creer lo que estaba escuchando, Jaehyun era capaz de tener relaciones con Ten en su propia cara.

-¿Qué esperas? – presionó el menor.

-No – respondió Doyoung con seriedad.

Ten bufó y se levantó del sillón.

-De todos modos pasará, cariño. Jaehyun y yo nos amamos – dicho esto, ingresó a la habitación en la que estaba hospedándose.

Doyoung quiso golpearlo con todas sus fuerzas; Jaehyun le tomó del brazo y se encerraron en la habitación principal.

-¡¿Pensabas hacerlo en mi cara?! – reclamó Doyoung.

-Tú lo hiciste con Taeyong en la mía.

-No me vengas con estupideces, no éramos nada en ese entonces.

-Y ahora sí, ¿no?

-Estamos casados.

-No por mucho.

Doyoung quedó perplejo tras esas palabras, Jaehyun también lo estaba, pues había hablado sin pensar.

-¿Por qué te empeñas en arruinarme la vida? – preguntó Doyoung mientras las lágrimas comenzaban a recorrer sus mejillas -Yo no arruiné la tuya.

-Claro que sí, te lo he dicho millones de veces.

Jaehyun notó la mirada perdida de Doyoung; se acercó a él.

-Desvístete – le dijo al oído.

Doyoung salió de su ensimismamiento y le miró fijamente.

-Hazlo.

El mayor obedeció; estaba acostumbrado a esas órdenes, pero esta vez algo era diferente, la mirada de Jaehyun no era de lascivia pura, tenía algo distinto, algo que nunca había visto. Tras retirarse la ropa, se acomodó en la cama, Jaehyun se puso sobre él y lo besó lentamente.

-Te lo haré suave, sólo para que me dejes en paz.

Doyoung no podía quitarle la mirada de encima al menor, pues estaba siendo demasiado delicado. Jaehyun se había dedicado a torturarlo tanto que no recordaba la última vez que le había escuchado gemir tan dulcemente.

-Jaehyun… - la voz agitada de Doyoung, le trajo de vuelta.

-¿Qué?

-¿P-puedo… besarte?

El menor abrió los ojos de par en par, Doyoung nunca le había preguntado algo así, siempre era él quien tomaba la iniciativa y controlaba el momento. Asintió y se acercó lentamente a los labios del otro; fue un beso lento y suave. Jaehyun sentía que pronto acabaría, así que aceleró el ritmo de sus caderas.

-Doyoung… ah… - le gimió al oído, provocando que el aludido acabara segundos después.

Una vez finalizado el momento, Doyoung cayó dormido casi de inmediato; Jaehyun trató de conciliar el sueño, pero le resultó imposible.

-Estaba seguro de odiarte – murmuró recorriendo el rostro de Doyoung con la mirada -Pero ahora… yo… - suspiró, saliendo de la cama y dirigiéndose al balcón para fumar un cigarrillo; lo que acababa de vivir le había dejado con miles de preguntas en la mente.



Continuará…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario