Capítulo 2
Diferente
Diferente
//Dos días después//
Jaehyun había
llevado a Ten a su casa, Doyoung rápidamente arrastró a su esposo a la
habitación de ambos para hablar con él.
-¿Cómo que se
va quedará aquí? – reclamó Doyoung tras lograr sacarle la verdad a Jaehyun.
-No dejaré que
se siga quedando en ese barrio de mala muerte.
-Él escogió
vivir ahí, no es nuestro problema.
-Basta Doyoung,
no eres quién para hablar así de él.
-Gracias a mí
lo conociste – bufó.
Jaehyun lo tomó
fuertemente del brazo.
-Olvidas tu
lugar – amenazó -Además, tómalo como unas vacaciones para que tu cuerpo se
cure. Tienes demasiados moretones.
Doyoung quedó
boquiabierto con aquello, Jaehyun jamás se había quejado de las marcas que sus
sesiones de sexo le dejaban, al contrario, siempre decía que le excitaban más.
-¿Te acostarás
con él? – preguntó el mayor.
-¿Y qué si lo
hago? ¿Correrás a los brazos de Taeyong?
Doyoung le miró
sorprendido.
-Ten vivirá con
nosotros, es mi última palabra – abandonó la habitación, dejando a Doyoung con
las palabras en la boca.
❣
-¿Y bien? ¿Cómo
te fue? – preguntó Ten sentado en uno de los sillones de la sala.
-Te quedarás
con nosotros – respondió -Cree que tiene poder sobre mí pero está muy
equivocado.
-¿Puedo
preguntar, por qué tiene una pulsera de rastreo?
Jaehyun
suspiró.
-Él se lo
buscó.
-¿Qué tanto le
has hecho?
-Muchas cosas.
Vamos, te enseñaré la habitación – dijo.
Doyoung sabía
que no era buena idea dejar solos a esos dos, pero estaba muy enfadado con
Jaehyun, así que prefirió ir a Mojito, el único lugar en donde podía sentirse
como en casa.
-¡¿Los dejaste
solos?! ¿Qué tienes en la cabeza? – reclamó Jisoo una vez que Doyoung le contó
todo.
-Estoy harto,
Jisoo. Me siento atrapado con él, no puedo salir con mis amigos sin pedirle
permiso, no puedo ir a los lugares que quiero.
Jisoo abrazó a
su hermanito; muy pocas veces lo había visto tan vulnerable.
-Sé que no te
gusta que lo diga, pero Jaehyun te quiere, algo me lo dice – pausó -Es sólo
que… no sabe cómo expresarlo.
Doyoung se
alejó de ella.
-No, no lo
hace. Si lo hiciera no me trataría así.
La conversación
se vio interrumpida por los clientes que ingresaban al bar. Doyoung moría de
ganas por preguntarle a Kihyun cuál era su relación con Ten, pero si lo hacía
la pulsera le delataría.
❣
Doyoung llegó a
su casa alrededor de las 5 AM, ya que Jisoo había insistido en que se fuera temprano
para vigilar a Jaehyun y a Ten; no tuvo de otra más que hacerle caso. El auto
de Jaehyun no estaba y todas las luces de la casa se encontraban apagadas.
-Seguramente se
fue con él – bufó. Estuvo a punto de mandarle un mensaje preguntándole en donde
estaba, pero al final se arrepintió.
Luego de darse
un baño, se acomodó en la cama dispuesto a dormir, el ruido de un auto
ingresando al garaje le interrumpió. Dudó entre ir a ver o no; escogió la
primera opción. Tras encender las luces de la sala, los vio a ambos besándose en
uno de los sillones de sala, no tenían camisa y el pantalón de Ten estaba a
medio bajar.
-Cómo te gusta
arruinar la diversión – se quejó el invasor.
-Vete de aquí,
Doyoung – ordenó Jaehyun.
El menor no
podía creer lo que estaba escuchando, Jaehyun era capaz de tener relaciones con
Ten en su propia cara.
-¿Qué esperas?
– presionó el menor.
-No – respondió
Doyoung con seriedad.
Ten bufó y se
levantó del sillón.
-De todos modos
pasará, cariño. Jaehyun y yo nos amamos – dicho esto, ingresó a la habitación
en la que estaba hospedándose.
Doyoung quiso
golpearlo con todas sus fuerzas; Jaehyun le tomó del brazo y se encerraron en
la habitación principal.
-¡¿Pensabas
hacerlo en mi cara?! – reclamó Doyoung.
-Tú lo hiciste
con Taeyong en la mía.
-No
me vengas con estupideces, no éramos nada en ese entonces.
-Y
ahora sí, ¿no?
-Estamos
casados.
-No
por mucho.
Doyoung
quedó perplejo tras esas palabras, Jaehyun también lo estaba, pues había
hablado sin pensar.
-¿Por qué te
empeñas en arruinarme la vida? – preguntó Doyoung mientras las lágrimas
comenzaban a recorrer sus mejillas -Yo no arruiné la tuya.
-Claro que sí,
te lo he dicho millones de veces.
Jaehyun notó la
mirada perdida de Doyoung; se acercó a él.
-Desvístete –
le dijo al oído.
Doyoung salió
de su ensimismamiento y le miró fijamente.
-Hazlo.
El mayor
obedeció; estaba acostumbrado a esas órdenes, pero esta vez algo era diferente,
la mirada de Jaehyun no era de lascivia pura, tenía algo distinto, algo que
nunca había visto. Tras retirarse la ropa, se acomodó en la cama, Jaehyun se
puso sobre él y lo besó lentamente.
-Te lo haré
suave, sólo para que me dejes en paz.
Doyoung no
podía quitarle la mirada de encima al menor, pues estaba siendo demasiado
delicado. Jaehyun se había dedicado a torturarlo tanto que no recordaba la
última vez que le había escuchado gemir tan dulcemente.
-Jaehyun… - la
voz agitada de Doyoung, le trajo de vuelta.
-¿Qué?
-¿P-puedo…
besarte?
El menor abrió
los ojos de par en par, Doyoung nunca le había preguntado algo así, siempre era
él quien tomaba la iniciativa y controlaba el momento. Asintió y se acercó lentamente
a los labios del otro; fue un beso lento y suave. Jaehyun sentía que pronto
acabaría, así que aceleró el ritmo de sus caderas.
-Doyoung… ah… -
le gimió al oído, provocando que el aludido acabara segundos después.
Una vez
finalizado el momento, Doyoung cayó dormido casi de inmediato; Jaehyun trató de
conciliar el sueño, pero le resultó imposible.
-Estaba seguro
de odiarte – murmuró recorriendo el rostro de Doyoung con la mirada -Pero
ahora… yo… - suspiró, saliendo de la cama y dirigiéndose al balcón para fumar
un cigarrillo; lo que acababa de vivir le había dejado con miles de preguntas
en la mente.
Continuará…
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