CapÃtulo 2: Un reto
-Es inútil – suspiró Jungwoo
tras ingresar a su oficina -No me cree.
-¿Qué?
Jungwoo dio un brinco
cuando escuchó la voz de Lucas.
-¿Qué haces aqu�
-Tu papi me dio acceso
ilimitado a ciertas zonas de la agencia por ser el novio de su hijo.
-No eres más que un
parásito.
Lucas se levantó del sillón
en el que estaba sentado y se acercó a Jungwoo.
-Soy más que eso y te lo
puedo demostrar en cualquier momento – empujó suavemente al mayor, el cual
chocó contra el escritorio -Estar con un abuelito te restó juventud.
-Por una mierda, suéltame.
-Deja de resistirte, sé que
también quieres – le lamió la oreja lo cual ocasionó que el mayor dejara escapar
un jadeo -SabÃa que este era tu punto débil – repitió la acción.
Jungwoo comenzaba a
agitarse y a dejar de intentar separar al moreno de su cuerpo.
-Qué fácil eres – Lucas lo
tomó bruscamente de la barbilla y lo besó.
El beso se fue
intensificando. Jungwoo ya se encontraba sentado en el escritorio mientras
Lucas permanecÃa de pie, pero enfocado en su trabajo; justamente cuando estaba
por levantar la camisa de Jungwoo, la puerta se abrió y fueron separados.
-¡No puedo creer lo zorra
que eres! – gritó Hyoyeon a su hijastro.
-Pero yo no he—
Las palabras de Jungwoo
fueron interrumpidas por una fuerte cachetada.
-No pienso compartir a
Lucas contigo.
El aludido sólo observaba
con diversión la escena.
-Pues intenta hacer
entender a mi papá que no tengo nada con él.
-¿Nada? ¿Y lo que acabo de
ver qué fue?
Jungwoo suspiró cansado.
- Hyoyeon, ¿por qué no
vamos a relajarnos a otro lugar? – intervino Lucas tras que la discusión se
intensificaba.
-SÃ, aprovechen que mi papá
está de viaje.
La mujer bufó, tomó a Lucas
de la muñeca y lo arrastró fuera de ahÃ. Jungwoo se quedó un buen rato mirando
hacia la puerta hasta que el sonido de su celular le sacó de sus pensamientos.
-Yuta – dijo para sà mismo.
💘
[Al dÃa siguiente]
-¿Lograste calmarla?
-Obviamente. Toda la noche
– contestó Lucas -Me sorprende que no hayas respondido a la cachetada que te
dio. Debió doler.
-No voy a rebajarme a su
nivel.
Jungwoo cerró su laptop y
miró a Lucas.
-¿Cuánto quieres por
dejarme en paz?
El moreno se sorprendió con
aquella pregunta.
-No sólo quiero dinero,
también quiero poder.
-Pues estás usando el
camino incorrecto.
-Todos hemos hecho cosas
ilegales alguna vez – dijo -Estar contigo me abre muchas puertas y calla los
rumores sobre mi relación con tu madrastra.
-Eres increÃblemente egoÃsta.
-No, sólo me adoro
demasiado.
-Hemos tratado con gente de
más poder, ¿por qué no escogiste a alguno de ellos o de sus hijos?
-SabÃa que serÃa más fácil
contigo porque soy tu tipo.
Jungwoo abrió los ojos de
par en par.
-Lo supe desde la primera
sesión de fotos, no me quitabas los ojos de encima.
-No es verdad.
-No estoy para discutir, tu
mami me dejó cansado.
Jungwoo aporreó ambas manos
en su escritorio al mismo tiempo que se ponÃa de pie.
-Nunca vuelvas a comparar a
mi mamá con ella. Esa zorra jamás ocupará su lugar.
Lucas nunca lo habÃa visto
tan furioso; no sabÃa nada de la madre de Jungwoo pero aquella reacción le
ayudó a descubrir el punto ciego del chico.
-¿Por qué estás sonriendo?
– reclamó el mayor.
-Nada – contestó
tranquilamente.
Su extraña discusión se vio
interrumpida por la secretaria avisando que alguien habÃa llegado a visitar a
Jungwoo.
-Yuta – exclamó el chico
apenas lo vio en el marco de la puerta -No te preocupes, Lucas ya se iba,
¿verdad?
El moreno asintió, pero no
se movÃa, asà que Jungwoo comenzó a empujarlo hacia la salida al mismo tiempo
que Yuta ingresaba a la oficina.
-Qué necio eres – reclamó
Jungwoo.
-No quiero dejarte solo con
ese abuelito.
-Cállate.
-Te estaré esperando en el
estacionamiento – sonrió y se alejó de ahÃ.
Jungwoo suspiró con
cansancio e ingresó a su oficina.
-Lo siento – murmuró.
-¿En verdad tienes algo con
él? – preguntó Yuta.
-Claro que no. Mi asquerosa
madrastra inventó todo – explicó cansando.
-Pero… te mira diferente.
-Basta, Yuta. No quiero hablar
del tema.
-De acuerdo – pausó -¿A
dónde quieres ir a comer?
Jungwoo se acercó a él,
rodeó su cuello con ambos brazos mientras que Yuta lo hizo con su cintura.
-A donde tú quieras – le
dio un beso en los labios.
-Si fuera por mà te llevo
muy pero muy lejos de aquÃ.
Jungwoo sonrió suavemente y
ambos se sumieron en un apasionado beso que se vio interrumpido por alguien
tocando con insistencia la puerta.
-¿Qué demonios quieres? –
contestó Jungwoo tras ver que se trataba de Lucas.
-Tu papi viene en camino.
Yuta y Jungwoo se miraron
asustados, si el padre del segundo les veÃa, sólo lograrÃan reavivar sus
sospechas.
-Iré a la sala de juntas –
Yuta le dio un beso en la mejilla a Jungwoo y caminó hacia la salida, chocando
miradas con Lucas antes de abandonar la oficina.
-Como que le caigo mal, ¿no
crees? – preguntó Lucas.
Jungwoo rodó los ojos y
suspiró.
-Vamos, démosle la
bienvenida a mi suegrito – Lucas le extendió la mano a Jungwoo.
-Te odio – murmuró el
mayor.
Lucas lo atrajo a su
cuerpo, dejándolo a escasos centÃmetros de su boca.
-No lo haces – dijo el
menor contra los labios del otro -Te gusto, deja de negarlo – dicho esto lo
besó con hambre.
Jungwoo comenzó a
corresponder con la misma intensidad hasta que el sonido de alguien aclarándose
la garganta, rompió su burbuja de felicidad.
-Buenas… tardes, chicos –
saludó el padre Jungwoo visiblemente apenado.
-Papá – exclamó Jungwoo
empujando con fuerza a Lucas y arreglándose la ropa.
-¿Y Yuta? Lucas me dijo que
estaba en tu oficina.
Jungwoo miró enfurecido al
menor, quien tuvo el descaro de guiñarle un ojo.
-Está en la sala de juntas
– respondió Jungwoo.
-Ya veo. Amm… pasen el
resto de la tarde juntos, se nota que lo necesitan – dijo el señor antes de
salir de la oficina.
-Gracias, suegrito – dijo
Lucas.
-¡Mierda! Cómo puedes ser
tan…
-¿Tan…? ¿Hermoso, encantador,
bello?
-Estoy cansado, le diré a
mi papá que todo esto es una maldita farsa y a quien en realidad te estás
cogiendo es a mi madrastra – advirtió Jungwoo.
Lucas los tomó del brazo
cuando iba camino a la salida.
-Es por eso, ¿no? Como no
te he cogido, estás ardido.
Jungwoo le dio una sonora
cachetada.
-Deja de pensar con tu otra
cabeza por una puta vez en la vida.
Con algo de fuerza, Lucas
lo acorraló entre la puerta y su cuerpo, haciendo que esta hiciera un fuerte
ruido que llamó la atención de la secretaria.
-¿Todo bien, joven Jungwoo?
– preguntó la mujer.
-S-sÃ, todo bien. No te
preocupes – respondió el aludido mientras miraba con nerviosismo y algo de excitación al menor.
-Vaya, creo que el que
necesita dejar de pensar con su otra cabeza es otro, ¿no crees? – con una
pierna, Lucas comenzó a abrirse espacio entre las de Jungwoo.
-L-lucas… - jadeó el mayor.
-Disfrutemos del momento,
¿s�
Dicho esto, ambos se
sumieron en una guerra de hambrientos y delirantes besos que les siguió hasta
llegar al escritorio, en donde Lucas recostó con brusquedad a Jungwoo, haciendo
que todo lo que estuviera sobre esta, cayera al suelo.
-Hey, chica – Lucas llamó por
teléfono a la secretaria.
-DÃgame, joven.
-Vete a comer y tarda lo
que necesites, que tu jefecito estará ocupado.
-¿S-seguro?
-SegurÃsimo. No hay
problema.
-G-gracias.
Lucas bajó con
desesperación sus pantalones, mientras Jungwoo hacÃa lo mismo.
-Ah… olvidé lo que era
hacerlo con un chico – jadeó a la vez que rosaba su miembro contra la entrada
del mayor.
Jungwoo le miró
sorprendido.
-¿Qué? En la vida hay que
probar de todo – comenzó a adentrarse en el otro, quien soltó un gemido
ahogado.
Jungwoo atrajo al moreno a su cuerpo. Ambos empezaban
a entregarse al momento.
-Apuesto a que Yuta no te
excita ni la mitad de lo que yo lo hago.
Y con estas palabras, la
cordura regresó a Jungwoo haciendo que comenzara a empujar a Lucas para que se
quitara de encima.
-¿Es enserio? – exclamó el
menor.
-Déjame – pidió Jungwoo.
Lucas maldijo en voz baja y
salió del mayor. Se metió al baño de la oficina para bajar su erección. Jungwoo
se limpió un poco y arregló sus ropas.
-No sabÃa que de verdad le
querÃas – comentó Lucas mientras salÃa del baño.
-Le tengo mucho cariño y lo
que menos quiero es hacerle daño – aclaró.
Lucas rodó los ojos.
-Qué cursi eres – bufó
-Pero aun asà no desistiré. Estar contigo me da mucho poder – murmuró mientras
abandonaba la oficina.
💘
Lucas se fue directo a su
casa; tenÃa cerca de 20 llamadas perdidas e infinidad de mensajes de Hyoyeon.
No querÃa hablar con ella; necesitaba pensar. Jamás habÃa sido rechazado asÃ
por alguien. Al parecer, Jungwoo sà apreciaba a Yuta y eso sólo interferÃa con
su plan.
Cortó la enésima llamada de
Hyoyeon y decidió llamar a Jungwoo.
-¿Qué quieres?
-Pensé que no me
contestarÃas.
-Habla rápido, estoy ocupado.
-¿Con Yuta?
-SÃ, ¿algún problema?
-SÃ. Soy tu novio.
-¡Es falso!
-Escúchame bien, no dejaré
que arruines mis planes.
-Deja de decir estupideces.
-No juegues con fuego que
vas a salir quemado – dijo Lucas y cortó la llamada -Mierda – bufó para sÃ
mismo.
Por primera vez en su vida
de casanova, se enfrentaba a un verdadero reto.
Continuará…
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