CapÃtulo 3: Tómalo o déjalo
-¡¿Por qué no contestas mis
llamadas?! ¡¿Tan bien te la pasas con esa zorra?! ¡¿Qué acaso te da más placer
que yo?! – gritaba histérica la mujer mientras sacudÃa a Lucas.
-Basta, Hyoyeon - soltó
bruscamente los brazos de la chica.
-¡Respóndeme, maldita sea!
Si no lo haces, juro que—
-¿Le dirás a tu esposo?
Hazlo, veamos a quién le va peor.
-¿Todo bien? – era el padre
de Jungwoo.
-Buenos dÃas, suegro.
-Buenos dÃas, Lucas.
Princesa, ¿estás bien? ¿Por qué lloras?
-Necesito un momento – la
mujer salió de la sala de juntas.
-¿Qué le pasó?
-No sé, señor. Cuando entré
a la sala ya estaba asÃ, le estaba preguntando qué le habÃa ocurrido y en eso
llegó usted – explicó Lucas.
-Ya veo. Iré a verla –
palmeó el hombro del chico.
A los pocos segundos,
Jungwoo ingresó a la sala. Lucas soltó su celular apenas lo vio. El mayor iba a
salir, pero Lucas se adelantó y cerró la puerta.
-Necesitamos hablar.
-No, no hay nada de qué
hablar. Hoy mismo le diré a mi papá que lo de nosotros es falso. Estoy harto.
-¿Estás seguro de que es
falso? – susurró en la nuca del más bajo.
La piel de Jungwoo se erizó
apenas sintió aquel cálido aliento.
-Seguro.
-Me atraes, lo sabes –
lentamente rodeó con sus brazos la cintura de Jungwoo -Y sé que yo a ti, ¿por
qué lo sigues negando? ¿tanto miedo me tienes?
-No te tengo miedo,
simplemente no quiero nada contigo.
-Pero yo sà – lo presionó
contra la puerta de la sala de juntas -Déjame mostrarte lo que es placer de
verdad. Lo que es estar con alguien como yo – bajó su mano hacia la entrepierna
de Jungwoo, desabrochándole el pantalón.
-N-no…
-¿Ves? Ya estás duro –
comenzó a acariciar su miembro.
-Lucas… basta…
El moreno lamÃa con
suavidad la oreja izquierda del otro, mientras que con su mano derecha se
dedicaba a masturbarlo.
-H-hay cámaras aquÃ…
-Claro que no, ¿sabes
cuántas veces me cogà a tu madrastra en la mesa?
Con esas palabras, Jungwoo
se tensó y comenzó a alejar a Lucas de su cuerpo, pero el moreno era bastante
hábil y lo impidió.
-No te pongas celoso.
Jungwoo cerró sus manos
hasta hacerlas puños, estaba por terminar. Lucas lo sabÃa, asà que con fuerza
lo tomó de la barbilla y lo besó. El mayor correspondió.
-Ahora… necesito que me
regreses el favor – dijo Lucas mientras caminaba hacia la mesa por un pañuelo
desechable para limpiarse la mano.
-Ni lo pienses – bufó
Jungwoo abrochándose los pantalones.
Lucas chasqueó la lengua y
aprovechó la distracción del otro para jalarlo de la muñeca y acercarlo a su
cuerpo.
-¿Me dejarás as�
-SÃ.
-Yo sé que no, mueres por
comérmela – sus manos viajaron hacia el trasero del otro, masajeando sus
glúteos.
Jungwoo tomó aire y
suspiró.
-Esta noche, en mi departamento.
-¿Hablas en serio?
-Tómalo o déjalo. Espero
que con eso me dejes en paz.
-Depende.
-¿De qué?
-De si me haces llegar al
orgasmo. Tu madrastra es buena, pero ¿qué tal tú?
Jungwoo estuvo a punto de
darle una cachetada, pero Lucas lo impidió.
-Te veo a las 12 – le dijo Lucas
al oÃdo para después soltarlo y salir de la sala de juntas, pues habÃa
escuchado voces afuera y eso sólo significaba que los tiburones de la empresa
estaban a punto de ingresar.
Apenas salió, su mirada
chocó con la de Hyoyeon. Se veÃa despampanante colgada del brazo de su esposo.
Lucas le sonrió tanto a ella como a su suegro.
-Amor, ahora regreso – dijo
la mujer.
-Claro, preciosa. No
llegues tarde a la junta.
-No, mi amor.
💘
La puerta del baño de la
oficina del padre de Jungwoo chocó con fuerza contra la pared, ingresando tras
esta una pareja que se comÃa a besos sin parar. La chica se encontraba con el
vestido levantado, mientras el chico con los pantalones y la ropa interior a
medio bajar.
-Ah… Lucas… más… más
fuerte.
-Hambrienta, como siempre.
-Me vuelves loca, maldito.
-Y tú a mà – la embistió
con más fuerza hasta venirse.
Ambos prosiguieron a
arreglar sus ropas.
-¿Cómo va todo?
-Jungwoo aceptó.
-Lo sabÃa, es una zorra.
Dime que ya tienes todo listo.
-Por supuesto. El chico ya
aceptó y tengo las cámaras instaladas y todo. Gracias por decirme en dónde
estaba la llave de repuesto.
-De nada.
-Más de la mitad de la
empresa será nuestra más pronto de lo que imaginas – besó la frente de la
mujer.
-Asà es – sonrió con
malicia -Bueno, iré a la junta, que si no van a sospechar.
💘
-¿Hola?
-Se cancela el plan.
-¿Qué? ¿En serio?
-SÃ. Dejaré que te quedes
con el dinero siempre y cuando no le digas a Hyoyeon.
-Trato hecho. Demonios, sà querÃa cogérmelo.
-Lo haré yo de tu parte.
El chico del otro lado de
la lÃnea soltó una carcajada.
-Eres un hijo de puta. Que lo disfrutes.
-Thanks, man.
La llamada finalizó.
Continuará…
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