24 de febrero de 2014

I Hate You with Love - 2. Sex

2.
Sex.


-Desvístete – ordenó, Oh Sehun.

-¿Q-qué?

-¡Obedece! – gritó.

El chino estaba pasmado. Sehun había llegado muy lejos.

Una cosa era aguantar aquellas palizas, pero otra era permitirle profanar su cuerpo; porque sí, sabía perfectamente lo que se traía entre manos.

-Dejaré que los chicos disfruten de ti cuantas veces deseen – le dio un sorbo a su copa con vino.

Tao comenzó a temblar. No tenía escapatoria.

-¡¿Qué esperas?! ¡Obedece!

Tao dio un respingo ante aquel grito. Comenzó a quitarse el uniforme ante las lascivas miradas de aquellos tipos. Dadivó entre quitarse los bóxers o no.

-Quítatelos y recuéstate en la cama – Sehun había leído su mente.

No supo en qué momento comenzó a sollozar. Se sentía peor que humillado. Hubiese preferido una golpiza y no esto.

-Bien, ahora, ábrete. Deja que los muchachos vean lo que tienes para ellos.

Separó lentamente las piernas.

Uno de los asquerosos esos se le acercaba mientras se desabrochaba los pantalones dejando que su duro miembro saliera a luz.

Lo vio tomar algo del buró que había junto a la cama. Era un condón.

Cerró los ojos con fuerza cuando lo sintió tocarle los muslos. El chico planeaba besarle, pero las palabras de Sehun lo detuvieron.

-Cambié de idea. Váyanse, ya no los necesito.

Tao abrió los ojos.

-¡¿Por qué?! – reclamaron.

-Tengan – sacó su billetera y lanzó bastante dinero -Diviértanse con las putas que tiene por amigas Taeyeon.

Los chicos salieron. Sehun cerró la puerta con seguro.

-S-sehun...

-Deberías agradecerme; te he salvado de una violación masiva – se acercó al dichoso buró.  Tao observó que metía la mano dentro de una caja negra.

Sacó una cápsula roja.

-¿Q-qué es eso? – cuestionó.

-Trágala.

Huang parpadeó varias veces sin entender.

-¡Trágala, maldita sea! – Sehun comenzaba a perder la paciencia.

Hizo caso. Oh le sirvió media copa de vino para poder pasar aquella cápsula.

-Lo que te acabo de dar es algo que te hará disfrutar del momento – sonrió malévolamente.

A los pocos segundos, sintió su cuerpo calentarse; luego pasó a sentirse ansioso y...excitado.
Sehun no paraba de sonreír de aquella manera.

-Sehun, ¿qué me hiciste?

-Querrás decir: qué voy a hacerte – comenzó a acercársele, Tao retrocedió hasta topar con la cabecera de la cama.

-S-sehun...

Sus labios se encontraron. Sehun empezó a desabrocharse la camisa escolar.

-Tócame más... – exclamó ZiTao. Se sentía como una vil puta al decir aquello, pero es que estaba tan excitado que apenas podía controlas su mente.

Las caricias de Sehun le quemaban la piel. Los mordiscos que le daba en el pecho, le hacían perder la poca cordura que le quedaba.

-Vaya, sí que te cayó fuerte lo que te di – dijo Oh mientras movía los dos dedos que había ingresado en el interior de Tao –Estás húmedo...pero no tanto como una mujer.

-Sólo entra. Ya no aguanto – pidió.

-Así me gusta, que me rueguen.

Desabrochó sus pantalones. Los lanzó lejos; abrió las piernas de Tao y las puso sobre sus hombros.

-Quiero que veas cómo te penetro – ordenó.

El rubio asintió.

Sehun entró en una sola estocada. Tao no lo sintió pues estaba cegado debido a aquella especie de droga que le habían dado.

-Tus paredes... – pausó –...Me aprietan tan deliciosamente.

Tao se incorporó buscando los labios de Sehun. Se fundieron en un beso cargado de pasión y lujuria.

Oh comenzó a moverse con fuerza; sin piedad alguna. Huang sólo se dedicaba a gemir.






-*-






Tras haberse venido un par de veces, cayó exhausto sobre la espalda de Tao.

-En el buró hay una caja de pañuelos; límpiate y vístete – ordenó saliendo de su interior para luego dirigirse al baño y retirarse el condón.

Tao obedeció. Para cuando Sehun salió del baño, el rubio ya estaba vestido.

-Ahora, lárgate de aquí – dijo con firmeza.

El chino tomó su mochila y abandonó aquella habitación.

-¡Las 6 de la tarde! – exclamó –Rayos, rayos, rayos – salió corriendo de la escuela.






-*-






-¡Hey, Sehun! ¿Cómo estuvo tu primera vez con un chico? – preguntó uno de sus amigos.

-Nada mal, nada mal – contestó.

-¿Volverás a cogértelo?

-No lo sé, no lo he pensado – sonrió de medio lado. Su amigo entendió aquello.

-Supongo que lo pondrás en tu lista de “clientes frecuentes”.






-*-






Habían pasado varias semanas desde aquel “encuentro” con Sehun; sin embargo, las golpizas e insultos no cesaron para nada.

Muchas veces quiso preguntarle a Sehun el porqué de su comportamiento, pero sabía que lo único que lograría sería enfurecerlo más.

Constantemente, lo veía entrar a aquella habitación con las chicas a las cuales les hacía “bullying”. Nunca lo vio entrar con otro hombre.

Acaso, ¿había sido el único?

Las muchachas con las que Sehun ingresaba a la habitación, salían con un brillo especial en los ojos.

Decían que el chico había sido muy tierno con ellas y que estaban dispuestas a aguantar sus maltratos con tal de volver a estar en su cama. Pero la verdad era que muy pocas tenían aquel privilegio; un ejemplo claro era Taeyeon, quién hacía la imagen de novia ante el alumnado pero no era más que el juguete favorito de Oh Sehun y eso lo sabía a la perfección.






-*-






Una tarde, mientras estaba en la biblioteca, sintió que alguien le tapaba la boca y los ojos y le arrastraba hacia el último pasillo de ésta.

-Más te vale permanecer calladito – escuchó la voz de uno de los gorilas de Sehun.

Pensó que le tocaría la golpiza semanal, pero no fue así.

-Ya, váyanse – esta vez era Sehun.

-Todo está en el libro de física – dijo uno de los tipos antes de marcharse.

Tao no entendió aquello. ¿Sería alguna especie de clave?

-Ponte de pie – ordenó Sehun.

El chino tardó en reaccionar. Sehun le pateó la pierna.

-Ponte de pie, ahora.

Obedeció.

-¿Sabes por qué estás aquí?

-N-no...

Sehun se volteó y tomó un libro. Tao alcanzó a leer el título de éste: “física IV”.

Su “bulleador” lo abrió y se sorprendió al ver que éste se encontraba hueco y con algunas cosas dentro.

Lo vio tomar algo, luego cerrarlo y ponerlo en su lugar.

-¿Recuerdas esto?

Era aquella maldita cápsula que le causó vómitos, mareos, calentura y una gripe muy fuerte que le hizo faltar a clases por una semana.

-Sehun, por lo que más quieras, no vayas a hacer que la tome, por favor – suplicó.

-Hmm...sabía que dirías eso – sonrió –Tienes otra opción...

-Dime – interrumpió ganándose una cachetada por parte del otro –L-lo siento.

-Dejar que te coja.

-¿Q-qué?

-La vez pasada tuve que darte este bebé – dijo viendo la cápsula –Para que no te pusieras como loco y estuvieras flojito para Sehun Jr.

-Acepto – de nuevo, interrumpió. Sehun sonrió.

-Entonces, recárgate en ese escritorio – indicó.

Tao obedeció.

Sehun volvió a tomar aquel libro, sacó un condón y comenzó a ponérselo.

-Bájate los pantalones.

-¿No vas a...?

-¿Prepararte? Já. Aguántate y mantente callado, recuerda que estamos en la biblioteca – entró de una sola estocada.

Tao tapó su boca con ambas manos. Sus ojos comenzaron a humedecerse.

-Relájate, maldita sea. Me estás apretando mucho – dijo entre dientes.

-Me duele, Sehun...me duele – lloriqueó.

Sehun le metió dos dedos en la boca jugando con su lengua provocando que Tao soltara hilos de saliva y de paso ahogara sus gemidos. Con su otra mano, lo masturbaba.

-¿Quieres más? – le preguntó al oído.

Tao estaba bañado en sudor y saliva. Sehun metió un dedo más en su boca.

-Eso es un sí para mí.

Tao sentía que en cualquier momento, sus piernas iban a fallarle.

Un par de bombeos más y se vino manchando su rostro y el escritorio.
Sehun salió de su interior.

Tao se dejó caer al suelo. Respiraba entrecortadamente.

-Escúchame bien – Sehun lo tomó de la barbilla –Desde este momento, serás mi nuevo juguete y más te vale no negarte porque juro que te voy a romper cada uno de los huesos, ¿quedó claro?

-S-sí.

-Perfecto. Espérame en el estacionamiento, después de clases – abrochó su cinturón y tomó el libro de física.

Tao tendría que ideárselas para limpiar aquel desastre.






Continuará...

1 de febrero de 2014

I Hate You with Love - 1. Hate





Autora: Kang
Grupo: EXO
Pareja: SeTao (Sehun x Tao)
Clasificación: +18
Advertencias: AU, drama, bullying escolar, lemon. Sehun tops.
Resumen:

Para Sehun, Tao no era más que un chino homosexual que había llegado de intercambio; sin embargo, cuando éste comienza a hacerse popular debido a sus buenas calificaciones, la bomba estalla.

-¡Por favor, me hacen daño! – decía mientras era golpeado por aquellos gorilas que siempre andaban con Sehun.

-Escucha, chino, haré todo lo posible por que dejes esta escuela. Te lo juro.
Pero el plan de Sehun cambiaría tras acostarse con Tao.





° ° ° °



I Hate You with Love

1.
Hate.


-¡Por favor, me hacen daño! – decía mientras era golpeado por aquellos gorilas que siempre andaban con Sehun.

-Escucha, chino, haré todo lo posible por que dejes esta escuela. Te lo juro.

-¿Qué hice para que me trataras así? – preguntó en un hilo de voz.

-Robar mi fama – le dio un último golpe en el estómago provocando que escupiera sangre.

Sólo había pasado un mes desde ese incidente.

Tao vivía un infierno, pero nadie le ayudaba. Se preguntaba la razón por la que toda la maldita escuela respetaba al “chico flor con actitud de demonio”.

Sehun se había encargado de alejar a la gente que se acercaba buscando su amistad. Estaba solo en aquella escuela.

Pensó varias veces en darse de baja, pero eso sería una estupidez, pues había luchado hasta el cansancio por ese intercambio; por esas calificaciones impecables; por una vida mejor.






-*-





-Hmn...Sehunnie, alguien...alguien nos está viendo – jadeó, Taeyeon; su novia.

El aludido pudo distinguir una cabellera mal teñida de rubio. Sabía perfectamente de quién se trataba.

-Ve a tu casa. Te veo en la noche – le dijo a la chica.

Salió disparado del salón.


{Flashback}

Tao caminaba rumbo hacia su aula; había dejado algunos libros debajo de su silla. Cuando se disponía a girar la chapa, divisó a dos personas dentro.

Se pegó un poco más a la ventana de la puerta y sus ojos se abrieron en demasía cuando vio a Sehun y una chica teniendo relaciones en el escritorio del maestro.

Quiso moverse, pero se congeló al darse cuenta de que aquella muchacha le había descubierto.

Tras escuchar que ésta le decía a Sehun, comenzó a correr.

{Fin del flashback}


Le fue muy fácil atrapar al intruso. Lo golpeó contra los casilleros.

-¡No era mi intención! No sabía que...

-¡Toda la puta escuela sabe que Taeyeon es mi novia y que me la cojo después de clases! – gritó.

-P-pero yo soy nuevo – intentó justificarse.

-¡Llevas meses aquí, no es posible que no sepas!

Tao estaba esperando a que Sehun le golpeara y se fuera; justamente cuando iba a hacerlo, una fuerte mano, sujetó el brazo de Sehun.

Huang abrió los ojos encontrándose con un chico de cabellos dorados, rostro afilado pero con algunos rastros delicados, piercings en ambas orejas y anillos de calavera en ambas manos. Era la combinación perfecta entre un ángel y un demonio.

-Maldita sea, ¡Kris! – gritó Oh Sehun alejando violentamente su brazo.

-¿Estás bien, chico? – preguntó.

Tao asintió repetidas veces; la belleza del tal Kris le había dejado sin habla.

-Sehun, sabes que debo reportarle esto a tu padre, ¿no?

-Y tú sabes que mi padre es el director y que no hará nada, ¿no?

He ahí la respuesta. Por eso nunca expulsaban a Sehun.

-Sí; sin embargo, no puedo permitir que estas cosas sucedan.

¿Dónde rayos había estado Kris durante todos esos meses de sufrimiento que tuvo que enfrentar? Se preguntaba Tao.

-Le dije a mi padre que el otro orientador estaba mejor – bufó el chico flor.

-Claro, porque lo tenías amenazado y nunca reportaba tus abusos.

-Ay, ya. Jódete, Wu, haz lo que quieras – comenzó a irse, pero se detuvo y volteó a ver a Tao –Nos vemos después.

El rubio sintió que los escalofríos se adueñaban de su cuerpo.






-*-






Los meses pasaron y Tao era constantemente defendido por Kris; hasta que de un día a otro, desapareció.

-Le pedí a mi padre que lo despidiera – respondió Sehun mientras caminaba por los pasillos de la escuela.

-¿Por qué? – preguntó Tao. Sabía que era peligroso atosigarlo con preguntas pero necesitaba saber qué había pasado con su “protector”.

-Me caía mal.

-S-sehun, no sé qué fue lo que te hice, pero, por favor, deja de golpearme y amenazarme – gran error, Huang Zitao. Nunca debiste haber dicho eso.

Sehun se detuvo.

-Tienes suerte de que hoy esté de buen humor – reanudó su caminar.

Tao suspiró. Seguramente sólo le dejaría tranquilo por un día, aunque eso sería más que suficiente.

De pronto, cuando abrió su casillero, un montón de bichos salieron de ahí. Sintió su corazón detenerse. No podía gritar, no podía moverse. 

Todo se puso negro.






-*-






Cuando despertó, estaba en el cuarto de un hospital y no en la enfermería de la escuela. A su lado se encontraba, Suho, su tutor y padre adoptivo.

-¿Qué pasó? – cuestionó.

-Te desmayaste y no reaccionabas, por eso te trajeron al hospital.

-Oh, lo siento si te hice viajar – dijo apenado.

-No te preocupes, mi pequeño – le besó la frente –Firmaré los papeles para que te den de alta y podamos irnos a casa ¿ok?

-¿A-a casa?

-Sí, te dieron unos días para que puedas recuperarte.

-¿Y las tareas? No conozco a nadie que me las de y...

-Tranquilo, cuando regreses te pones al corriente. Hablé con el director y dijo que puedes entregarlas después.

-Gracias, omma, muchas gracias – le abrazó con fuerza. Le hacían falta unos días con él.






-*-





-Así que descansaste de mí – decía Sehun.

-S-sehun, no...

-¿No qué?

Tao bajó la cabeza. Era inútil ponerle un alto.

-¿Te gustó mi sorpresita?

Sintió las lágrimas agolparse en sus ojos tras recordar lo vivido.

-Mírame cuando te hablo – ordenó tomándolo de la barbilla. Tao mordió su labio inferior aguantando el llanto.

-N-no… - murmuró.

-Te tengo otra.

Tao suplicaba porque no fueran insectos otra vez. Desde pequeño le tenía fobia a aquellos asquerosos animales.

-Acompáñame – le dijo.

No se movió.

-¡Camina! – Sehun comenzó a empujarlo.






-*-





-Llegamos – la voz de Sehun le sacó de sus pensamientos.

Frente a ellos se encontraba una puerta blanca. Nunca había visto aquella parte de la escuela.

Sehun tocó varias veces en una especie de clave Morse. La puesta se abrió y ambos entraron.

Quedó atónito al ver lo que había ahí: una habitación de lujo; casi como una suite. Papel tapiz blanco con café, piso alfombrado, muebles de color café obscuro.

Su mirada viajó por toda el lugar hasta topar con los matones de Sehun, quienes le veían fijamente.

-Escuché que te gustan los hombres – dijo el chico flor; se había servido algo de vino y lo bebía tranquilamente.

Tao permaneció en silencio. Era verdad, no podía negar sus preferencias.

-Desvístete – ordenó, Oh Sehun.







Continuará...