28 de diciembre de 2014

Flowers Bed - Parte 2

2. Healed Wound


Chun Shik llevaba una semana sin algún encuentro con su agresor. Al parecer, le había golpeado fuerte enterarse de que la chica que tanto adoraba no era más que una zorra.

Estaba comiendo tranquilamente, cuando Sungyeol se sentó en su mesa.

-¿Sungyeol?

-Hey.

-¿No deberías estar con Woohyun y Seul Bi?

-Esos dos me tienen cansado de su romance.

-Ya veo.

-Tu… moretón se puede ver.

Chun Shik se lo tapó y enrojeció en demasía.

-N-no se ha quitado.

-¿Has vuelto a… ya sabes con él?

-No. Está en otro mundo.

-Mmm… eso sí que es nuevo – le dio un sorbo a su bebida, de pronto puso cara de asco total.

-¿Estás bien?

-¿Qué mierda es esto?

Chun Shik tomó la botella y la olió.

-¿Soju?

-Agh… seguramente estaba tan dormido que no me di cuenta. Iré por un refresco – se puso de pie, pero cayó en la silla –Yo… tengo mala ressssistencia al alcohol.

-¿Quieres ir a la enfermería?

-Ño. Necessssito irsh a mi casssa.

-T-te llevaré en un taxi.

Con mucho cuidado, salieron por la puerta trasera de la escuela, en donde el taxi ya les esperaba.

Una vez que Sungyeol estuvo en casa, se lanzó a su cama.

-¿Seguro que no necesitas ayuda?

-Ssssseguro – comenzó a buscar ropa limpia. Comenzó a caminar por su casa, botando todo a su paso.

-No puedes solo – bufó Chun Shik.

Le ayudó a desvestirse. Sungyeol estaba en transe y sólo se reía y decía cosas sin coherencia.

De pronto, fijó su vista en Chun Shik.

-¿Pasa algo?

-Quiero saber lo que es estar con alguien.

-¿Ah?

-¡Quiero hacerte lo que Jae Suk te hace! – gritó.

Chun Shik enrojeció hasta las orejas.

-No creo que… - sintió los labios de Sungyeol, envolver sus boca –Nnh…no es una buena idea que tú y yo…

-Shhh.

-N-no. Te arrepentirás y te daré asco y…

-Cállate – dijo serio.

Chun Shik sentía los suaves y delicados besos que Sungyeol repartía por tu cuerpo. Nada que ver con Jae Suk.

Sungyeol se detuvo en seco.

-¿Sungyeol? – preguntó Chun Shik.

-Necesito un condón – salió de la regadera y buscó entre los cajones y gavetas –Aquí. Deben de ser nuevos – abrió el paquete.

-¿Son tuyos?

-Mi papá los compra disque porque ya estoy en “edad”.

Chun Shik sonrió algo apenado. De nuevo hicieron su aparición los besos y las caricias.

-Sung…yeol – jadeaba el chico.

No supieron en qué momento llegaron a la cama y continuaron con aquello, hasta que ninguno de los dos pudo más.







*






{Horas después}

Sungyeol abrió los ojos y rodó hacia un lado de su cama, pero sintió un cuerpo. Encendió la lámpara de su buró y lanzó un grito, despertando a Chun Shik.

-¡¿Qué demonios pasó?! ¡¿Por qué estoy así?! ¡¿Por qué estás así?!

-¿En verdad no te acuerdas? – cuestionó Chun Shik.

-¡No y no quiero hacerlo! ¡Maldita sea, mi primera vez y con un hombre! ¡Vete! ¡Fuera de mi casa!

-Sungyeol…

-¡Largo!

El chico obedeció, recogió sus ropas y se vistió una vez que estuvo afuera de la habitación. Salió de la casa, triste y sin ganas de nada.







*








Chun Shik llegó al salón y lo primero que vio fue a Sungyeol quien simplemente le ignoró.

Bufó con pesadez y fue a sentarse.

Sungyeol no pudo con el ambiente y prefirió salir del salón. Chun Shik escondió la cara entre sus brazos. Si tan sólo hubiera sido más firme; si tan sólo le hubiera apartado…

En eso entró por la puerta Jae Suk de la mano de Dayul. Chun Shik suspiró y regresó a su postura anterior.

-Olvidé unos libros, enseguida vuelvo – dijo la chica; le dio un beso y salió del salón.

-Hey, Chun Shik – Jae Suk aporreó ambas manos en el escritorio del chico.

-¿Qué?

-Quiero que borres de tu mente todo lo que pasó entre tú y yo. ¿OK?

-Es por ella, ¿cierto? ¿Ya estás feliz?

-Sí es por ella. Y qué mierda te importa. Sólo haz como si nada hubiera pasado.

-Sí, sí, lo que digas.

-¡A mí no me contestes así! – lo tomó de la camisa, encarándolo, pero de pronto, lo soltó con fuerza -¿Qué es eso?

-¿Qué? – preguntó Chun Shik.

-Esa marca en tu cuello… no es mía.

Chun Shik pasó saliva e intentó idear algo.

-C-claro que es tuya…

-Recuerdo muy bien en dónde te he dejado marcas. ¿Quién?

-¿Quién, qué?

-¡¿Con quién mierda estuviste?! – gritó furioso.

-Vayan a pelear a otro lado – bufó un aburrido Sungyeol.

-A la hora del descanso – lo soltó. Salió del salón.

Chun Shik soltó un suspiro de alivio y volvió a recargarse en su mesa.

-Fui yo, ¿cierto?

Chun Shik asintió sin mirarlo a la cara.

-Soy un idiota.

-No, el idiota soy yo por no haber tenido la fuerza para detenerte. Lo siento…

En eso, los demás fueron llegando y la conversación tuvo que finalizar.

Jae Suk ocupó su sitio y durante toda la clase, no le quitó de encima la dura y pesada mirada a Chun Shik.

El descanso llegó; Jae Suk se apresuró a sacar a Chun Shik del salón.

-Te veo luego – le dijo a su ahora novia.

Sungyeol simplemente lo siguió con la mirada.








*








Chun Shik estaba encerrado en un cubículo.

-Dime, ¿quién es?

-¿Por qué quieres saberlo? Ya tienes novia y…

-Dime o juro que te sacaré su nombre a golpes.

-Jae Suk, por favor, sólo disfruta de tu noviazgo y a mí déjame solo.

El chico enfureció aún más. Lo tomó de la camisa y le amenazó con el puño.

-¿Quién mierda es?

-Yo – se escuchó del otro lado de la puerta.

Jae Suk abrió la puerta.

-¿Tú?

-Sí.

-¿Por qué…? ¿Cómo…?

-Eso es lo que menos importa.

-Vaya, así que decidiste manchar tu reputación, ¿no? Niño bueno.

-La tuya ya estaba manchada.

-¿Qué?

-Sé que tú y él tenían algo.

-¡Tú se lo dijiste! - culpó a Chun Shik.

-No, idiota. Lo que pasó es que no fuiste lo suficientemente cuidadoso y te lo echabas en los baños.

Jae Suk no se contuvo y lanzó un puño. Chun Shik corrió a auxiliarlo.

-Púdranse los dos.






*







Por la escuela corría el rumor de lo que había pasado entre Chun Shik y Sungyeol. Ambos habían sido mandados a llamar, pero simplemente negaron los rumores diciendo que era porque a la gente le encanta mal interpretar las cosas.

-Sólo somos compañeros – decía Sungyeol.

-Sí, así es, maestro. No haga caso a todas las cosas que dicen.

-Puede que tengan razón.

Pero Jae Suk no se quedaría de brazos cruzados. Debía conseguir evidencia para poder destruirlos a ambos.






*






Era la hora de salida. Sungyeol platicaba con Chun Shik cuando Jae Suk apareció con sus secuaces.

-Hey, vean a la parejita. ¿Cuánto tiempo llevan? Par de maricas.

Chun Shik bajó la mirada mientras que Sungyeol le veía fijamente.

-No creo que quieras que yo hable, ¿cierto? – amenazó.

En eso, la novia de Jae Suk se acercó a ellos.

-Ya estoy lista para el casting.

Jae Suk la miró desfrunciendo en ceño.

-Vamos – le tomó la mano y cuando pasó junto a Chun Shik le empujó con fuerza 
–Estorbas.







*








Las semanas transcurrieron y el noviazgo de Jae Suk se iba a pique. Él se sentía raro estando con su novia. No se sentía feliz.

Iba caminando por los pasillos, cuando vio a Chun Shik tomando la mano de Sungyeol. Estuvo a punto de ir hacia ellos, pero se contuvo y esperó el momento en el que Chun Shik estuviera solo.

Lo siguió a la biblioteca y cuando lo vio lejos de todos, lo detuvo.

-¡Jae Suk! – exclamó el chico.

-¿Qué tienes con Sungyeol?

-Nada…

-Los vi.

-No tenemos nada.

-¡Di la verdad!

-No tenemos nada, es enserio. Ve a molestar a tu novia.

Jae Suk enfureció y lo acorraló entre un almanaque y su cuerpo. Lo besó con posesión.

-No voy a compartirte… eres mío – le dijo entre suspiros y volvió a besarlo, pero ahora más profundo.
-¡No! – Chun Shik lo apartó de su cuerpo -¡No soy una cosa para que puedas poseerme!

Jae Suk le tomó ambas manos, y se pegó a su cuerpo.

-Vas a dejar a ese idiota y vas a regresar conmigo.

-No eres quién para ordenarme.

-Sí, sí soy quién y si no quieres verlo sufrir, obedece.

-Él y yo no tenemos nada.

-Entonces mejor. Regresa a mí.

-No.

Jae Suk lo besó a la fuerza.

-Hazlo, por una mierda – le dijo cerca de sus labios, con la voz agitada debido a la adrenalina que expiraba su cuerpo.

-Está bien… - susurró el chico.

Jae Suk lo soltó.

-Te quiero ver a la hora de la salida. Intentaré zafarme de Dayul.

-¿No irás a verla a su primera presentación?

Jae Suk se detuvo en seco.

-¿Cómo sabes de eso?

-Toda la escuela lo sabe. No deja de decirlo.

-Mierda. No puedo faltar. Entonces, ven.

-Estás loco, no voy a…

-No te pregunté.

Chun Shik suspiró cansado.

-Bien.

Jae Suk sonrió de medio lado y se perdió por los demás pasillos. Chun Shik se mordió el labio inferior. Se preguntaba por qué aún dejaba que Jae Suk le pisotease.






*








Un camerino abandonado; apartado de toda la gente, era testigo de incesantes gemidos y jadeos; caricias, besos, lujuria.

-¡Ah! – gimieron ambos antes de caer rendidos sobre las mantas que Jae Suk había puesto en el piso.

-Eso fue…increíble – decía el chico malo.

-Debemos irnos, Dayul podría estar buscándote.

-Ya no tengo nada con ella.

-¿Qué?

-Rompimos hace unos días, luego de su primera presentación.

-Pero…

-Ya tenía lo que quería, y yo también.

-¿No se supone que la amabas?

-Nunca hablé de amor, sólo que me gustaba…mucho.

-¿Entonces por qué la dejaste?

-Porque me di cuenta que ella ya no ocupaba más mis pensamientos.

-Vaya… - Chun Shik continuó vistiéndose -¿Y qué los ocupa ahora? ¿Las peleas?

-No – tomó a Chun Shik y lo acercó a su pecho bañado en sudor –Lo ocupa una persona…

-Suéltame, necesito…

-Lo ocupas tú – le susurró al oído.

Chun Shik dejó de forcejearlo y lo encaró.

-¿Qué estás diciendo?

-Tal vez todo el daño que te hice fue porque buscaba huir de lo que realmente sentía.

-Yo…yo no sé qué decir.

-No es necesario que digas algo, sólo dime que me correspondes.

Chun Shik sonrió y lo tomó del rostro.

-¿Tú crees que después de todo lo que te he dado y aguantado, no voy a corresponderte?

Jae Suk bajó la mirada y sonrió para luego darle un cálido beso en los labios.



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