EpÃlogo
HabÃa pasado
cerca de tres meses desde que Candy habÃa llegado a sus vidas. Sehun se habÃa
portado de maravilla; siempre al pendiente de su pequeña y de los gemelos. Tao,
por su parte, habÃa dejado de ser bartender para dedicarse más a su familia;
sin embargo, al tener una boca más que alimentar, tenÃa que trabajar, por lo
que Suho le habÃa encontrado trabajo en una de las cafeterÃas de las que era
dueño. Sehun seguÃa trabajando como modelo y de vez cuando salÃa en uno que
otro programa de televisión.
-Bueno, ¿y? ¿Ya
podemos hablar de lo que somos? – preguntó Sehun por enésima vez, luego de que
los niños ya estuvieran dormidos.
-Sehun, acabo
de llegar de trabajar, ¿no podemos hablarlo otro dÃa?
-No. Llevo meses
esperando una respuesta.
Tao tomó aire y
se sentó frente a él. Ambos estaban en el comedor.
-Voy a ser
honesto – dijo el chino –No quiero casarme. No le veo la necesidad ni el gusto
al matrimonio. Podemos… vivir bien en unión libre.
Sehun abrió los
ojos con sorpresa.
-¿Unión libre?
¿Estás aceptando tener algo conmigo? – le preguntó al chino.
-¿Aceptando? No
recuerdo que me hayas pedido algo – aclaró Tao.
Sehun se puso
de pie y se hincó frente al chino.
-Huang ZiTao,
madre de mi hermosa Candy, ¿quieres ser mi novio?
Tao bufó. No
podÃa creer que en “eso” habÃa acabado el “bad boy” que habÃa conocido años
atrás.
-SÃ, ajá –
“contestó”.
Sehun se
incorporó y le abrazó con fuerza.
-¿Te parece si
estrenamos el departamento? – preguntó el coreano con un tono pÃcaro.
-¿Estás loco?
Los niños…
-Shh. No
haremos mucho ruido – Sehun cargó a Tao como si fueran recién casados y lo
llevó a la habitación principal, la cual era de ellos, pero ambos dormÃan en
camas separadas –Espera – Sehun bajó a Tao de sus brazos –Juntaré las camas –
dijo.
Tao rodó los
ojos.
{-}
[Semanas después]
Sehun y Tao
habÃan quedado en hacer un picnic en la mansión de Sera debido a que el
hermanito de Hansol cumplÃa un año de edad.
-Oh my god –
exclamó Sera –Pero qué hermosa está mi sobrina.
Tao sonrió y le
pasó a la pequeña Candy.
-Sehun, hiciste
un buen trabajo – continuó la chica.
-S-sÃ… gracias
– contestó el nombrado -¿En dónde está Hansol?
-Con los
gemelos.
{-}
-¡TÃo! – gritó
Hansol tras ver a Sehun entrar a su habitación.
-Hola, pequeño
no tan pequeño – dijo cargándolo –Wow, sà que has crecido.
-Te extrañaba,
no es lo mismo sin ti – murmuró el niño –Minki y Ren te tienen todo el tiempo,
no es justo – hizo un puchero.
-¡Oye! –
gritaron los gemelos.
-Ya niños, no
peleen. La comida ya está lista asà que bajen – dijo Sehun.
{-}
La tarde habÃa
sido de lo más tranquila y divertida hasta que Candy comenzó a llorar porque ya
tenÃa sueño.
-Creo que ya
nos vamos – dijo Tao quien luchaba por tranquilizar a la niña.
-SÃ, mañana hay
escuela – secundó Sera.
Sehun y Tao
despidieron y partieron hacia su hogar, el cual estaba del otro lado de Seúl.
-Lleva a los
gemelos a su cuarto, acostaré a la niña – dijo Tao.
Sehun asintió y
con mucho trabajo cargó a los gemelos, los cuales también ya estaban dormidos.
-Buenas noches,
niños – le revolvió los cabellos, una vez que estuvieron en su litera. Salió de
la habitación y se metió a la de Candy -¿Cómo está mi nena?
-Bien,
durmiendo – respondió Tao, observando el tranquilo respirar de la niña.
Sehun le besó
la frente a la pequeña, la cual soltó un ruidito que hizo chillar a Tao.
-Extrañaba eso
– murmuró sonriente –Los gemelos casi no hicieron ruiditos – dijo.
-Sigo sin creer
que hayas podido crecer y cuidar de ellos tú solo.
-Yixing fue un
gran apoyo.
-Y a todo esto,
¿qué fue de Kris?
-Nada
importante, sigue trabajando en China.
-SÃ, ya sé,
escuché que los gemelos hablaban con él por Skype el otro dÃa. Me refiero a
que, ¿regresará?
-No sé. De
todas formas si lo hace, tiene que avisarme, ¿por qué? ¿celoso? – preguntó Tao,
en broma.
-SÃ, mucho –
Sehun tomó a Tao por la cintura y lo acercó a su cuerpo –De repente me dieron
ganas de volver a estrenar el departamento.
-No jodas,
Sehun, sólo di que quieres cogerme y listo – bufó el chino.
Sehun sonrió de
medio lado.
-Extrañaba ese
lenguaje tan… tuyo.
Tao rodó los
ojos; enredó los brazos en el cuello de Sehun y lo besó con hambre.
-Y yo extraño a
ese chico malo que me besaba sin permiso – sonrió traviesamente.
Sehun cargó a
Tao, de nuevo, como recién casados y lo llevó a la habitación; antes de
lanzarlo a la cama, cerró con seguro la puerta.
-Te quiero, Tao
– dijo Sehun suavemente en su oÃdo.
-Cállate –
respondió el chino, sonrojado.
F I N
✿ ✿ ✿ ✿ ✿
Hola~
Muchas gracias a quienes dedicaron un poco de su tiempo para leer el fic. Sé que esperaban un epÃlogo más largo, con más lemon y cosas más interesantes, pero hasta aquà dio mi inspiración ;~; -no tiene motivación para escribir porque se aburre en las vacaciones </3-
De nuevo, gracias por leer esta historia rara y sin sentido.
Si es que la inspiración regresa, espero poder volver pronto con algo nuevo.
Les quiero. Besos~ ❤️❤️❤️