2 de diciembre de 2017

[2shot] Sad Story - Parte 1


Autora: Kang
Grupo: NCT
Pareja: YuSol (top!Hansol x bottom!Yuta)
Clasificaci贸n: +18
Advertencias: AU, angustia, violencia, smut, final triste
Resumen:

Hansol trata de expresar sus emociones a trav茅s del baile.
Yuta causa gran parte de esas emociones.

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Una atracci贸n fatal disfrazada de rivalidad; emociones reprimidas y mucha mala suerte.




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Sad Story


1. out of luck



Hansol hab铆a perdido demasiado en la vida. Primero su padre, v铆ctima de un ataque cardiaco; luego su madre, v铆ctima de la tristeza.

No ten铆a ning煤n otro familiar en el cual apoyarse. No ten铆a ning煤n hombro para llorar.



Estaba solo.



Con mucho esfuerzo y haci茅ndose de malas amistades, logr贸 ingresar a una renombrada empresa de todo el continente. Tuvo que vender muchas cosas; incluso a 茅l mismo, pero nunca pens贸 en rendirse…



…hasta que lleg贸 茅l.





“Se cree la gran cosa.”



“No es m谩s que un hu茅rfano.”



“Estoy seguro de que se vendi贸.”



“No tiene talento. Tampoco es guapo, ¿en qu茅 estaba pensando la empresa?”



“Desaparece.”




-¡Ji Hansol ya basta!

La voz del profesor le trajo de regreso a la realidad; sinti贸 c贸mo sus compa帽eros le levantaban de los brazos y lo alejaban de su v铆ctima.

-Te lo advert铆, una m谩s y est谩s fuera – sentenci贸 el profesor.

-Pero—

-¡Fuera de mi clase! Ma帽ana mismo hablar茅 con Lee So Man para ver qu茅 se har谩 contigo.

Hansol asinti贸, tom贸 su mochila y sali贸 de la sala de ensayos hecho una fiera.

-Yuta – el profesor trat贸 de modular el volumen de su voz.

El chico hab铆a sido levantado del piso con ayuda de sus compa帽eros. El profesor lo mir贸 con preocupaci贸n.

-Ll茅venlo a la enfermer铆a – indic贸.

El par de trainees que sosten铆a a Yuta asinti贸 y r谩pidamente se llevaron al chico, el cual estaba a punto de caer desmayado debido a los m煤ltiples golpes que hab铆a recibido.

-¿Qui茅n comenz贸? – pregunt贸 el profesor una vez que los chicos salieron de la sala de ensayos.

-No sabemos, cuando entramos al sal贸n Yuta ya estaba en el piso siendo golpeado por Hansol – explic贸 un alumno.

El profesor lanz贸 un largo suspiro mientras se sobaba el entrecejo.  Camin贸 en silencio hacia donde se encontraba el equipo electr贸nico, tom贸 un par de pa帽uelos y limpi贸 la sangre que hab铆a en la duela.

Todos permanecieron en silencio.








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Hansol lanz贸 su mochila lo m谩s lejos que pudo; cerr贸 la puerta con fuerza y luego se lanz贸 a su vieja cama.

-Te odio Nakamoto, te odio con todo mi ser – dijo apretando la mand铆bula y los pu帽os.

Siempre hab铆a sido calmado y no le gustaba tomar venganza ni guardar rencor pero todo en la vida tiene un l铆mite y Yuta lo hab铆a sobrepasado.



“Dime Hansol, ¿a cu谩ntos tuviste que mam谩rsela para llegar hasta aqu铆?”



En ese momento, su vista se nubl贸 y s贸lo pensaba en destruir a ese chico, que sostuvo aquella est煤pida sonrisa mientras era golpeado.

Mir贸 a su alrededor. ¿Hasta cu谩ndo podr铆a vivir as铆? Su “hogar” era un viejo mini departamento que ya nadie rentaba y el cual le regal贸 el due帽o del hotel, que result贸 ser uno de sus clientes, como agradecimiento por tanta amabilidad.

Al menos le quedaba una cosa, su trabajo de medio tiempo como cajero en una tienda de conveniencia.








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[4:15 AM]

Hansol caminaba de regreso a casa. Su jefe le hab铆a permitido salir temprano de trabajar debido al fuerte fr铆o que azotaba la ciudad.



-No te preocupes por la paga, no te descontar茅 nada.



-¿Est谩 seguro, se帽or?



-Claro, eres mi mejor vendedor, las chicas adoran venir todo el tiempo pero ya estoy viejo y el fr铆o me cala los huesos.



-Much铆simas gracias – hizo m煤ltiples reverencias mientras frotaba las manos de la 煤nica persona que le incitaba confianza: su jefe, un anciano de 78 a帽os.



Las desoladas calles de aquella parte de Se煤l, no eran nada nuevo para 茅l, tampoco las peleas como la que se suscitaba a algunos metros de 茅l.

-¡No, no quiero! ¡Su茅ltame!

Por segundo pens贸 que la vista le hizo un mal juego pues aquella voz hab铆a sonado como la de Nakamoto.

-¡Silencio! – el agresor golpe贸 al chico en el est贸mago.

Ir贸nicamente, Hansol estaba en contra de la violencia y no gustaba de meterse en asuntos ajenos pero al ver c贸mo el chico luchaba por defenderse, no tuvo de otra m谩s que acercarse a ayudarlo.

-¡Hey! – exclam贸, llamando la atenci贸n del agresor.

-¿Qu茅? ¿T煤 tambi茅n quieres unos golpes? – amenaz贸 al sujeto.

Hansol desvi贸 la mirada en mil茅simas de segundo y sinti贸 como si la presi贸n se le bajara. El agredido era nada m谩s y nada menos que Nakamoto Yuta. La ira se apoder贸 de 茅l y concentr贸 todo su odio en un golpe que dej贸 inconsciente al agresor.

Tom贸 un poco de aire, tratando de estabilizar su respiraci贸n. Lanz贸 una r谩pida mirada a Yuta, el cual se levantaba del piso con dificultad y reanud贸 su camino.

-¡Hansol! – le llam贸 Yuta.

Quiso ignorarlo pero el maldito cargo de consciencia futuro pudo m谩s que su orgullo. Se gir贸 y camin贸 hacia Yuta, el cual se encontraba tendido en el pasto, inconsciente.  Con un remolino de emociones centradas en sus v铆sceras, carg贸 a Yuta en su espalda e hizo algo que jam谩s en la vida pens贸 hacer; llevarlo a su departamento.








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[4:45 AM]

-As铆 que aqu铆 es donde vives… - exclam贸 Yuta; no llevaba ni 10 minutos de haber recuperado el conocimiento y ya estaba con sus comentarios nada amables.

-Ser谩 mejor que te calles sino quieres que— olv铆dalo – buf贸.

Yuta solt贸 una risilla, la cual revolvi贸 a煤n m谩s el est贸mago de Hansol.

-Parece que te gusta meterte en problemas – coment贸 mientras mojaba una almohadilla de algod贸n con un poco de alcohol.

-Era mi ex – dijo Yuta, como si nada.

Hansol no pudo contener su sorpresa.

-As铆 es Hansol, me gustan los hombres – tom贸 la almohadilla que el mayor le tendi贸 -¿Tienes un espejo? Necesito ver las heridas.

El chico asinti贸 y le pas贸 una paleta de sombras.

-¡AH! Demonios – jade贸 el japon茅s tras limpiar una de sus heridas abiertas -S铆 que golpeas fuerte.

Hansol lanz贸 un suspiro. Se sent贸 en la cama, junto a Yuta.

-Deja que lo haga – pidi贸.

-Olv铆dalo, me dejar谩s peor.

El mayor no dijo nada, s贸lo le mir贸 fijamente.

-De acuerdo – murmur贸 Yuta, entreg谩ndole la almohadilla.

Hansol estaba concentrado en limpiar las heridas de Yuta que no escuch贸 casi nada de lo que 茅ste dec铆a.

-Escuch茅 que no te van a expulsar.

-¿Qu茅? – habl贸 por primera vez luego de 10 eternos minutos.

-Tienes talento, a lo mejor y hasta debutas antes que yo.

Hansol no pod铆a creer lo que hab铆a escuchado.

-¿Est谩s hablando en serio?

-S铆, escuch茅 a los intendentes decirlo – le gui帽贸 un ojo.

El mayor arrug贸 el ce帽o tras darse cuenta que todo hab铆a sido una broma de mal gusto. Con fuerza, presion贸 la almohadilla contra una de las heridas de Yuta.

-¡Duele! – se quejaba tratando de alejar la mano de Hansol.

-No tienes idea de lo que es el dolor – Hansol tumb贸 a Yuta en la cama y comenz贸 a asfixiarlo -No sabes cu谩nto he sufrido para llegar hasta donde estoy. ¡S贸lo hablas y hablas! Envuelves a todos con tus mentiras, envenenas todo y a todos.

Yuta estaba rojo y algunas venas se marcaban en su frente, Hansol le solt贸 tras ver esto, pero segundos despu茅s lo tom贸 de la barbilla oblig谩ndolo a mirarlo a los ojos.

-Estoy cansado de tus malditos juegos, ¡estoy cansado de ti! – escupi贸 con furia.

-Entonces m谩tame y p煤drete en la c谩rcel, ¡maldito! – atac贸 Yuta.

Quiz谩 fue el calor del momento; quiz谩 fueron las desbordantes emociones de ambos pero algo motiv贸 a Hansol a jalar fuertemente de la camisa a Yuta y estamparle un feroz y salvaje beso que le abri贸 el labio al japon茅s.

Yuta tard贸 en reaccionar pero cuando lo hizo, supo que no hab铆a retorno. Hansol hab铆a introducido su lengua en la boca del contrario dificult谩ndole el control, logrando que el beso se tornara h煤medo al escurrir saliva por la comisura de los labios del menor.

Hansol cort贸 el beso y tumb贸 de nuevo en la cama al japon茅s. Sus pechos sub铆an y bajaban sin cesar; sus respiraciones eran irregulares, sus corazones lat铆an a toda potencia. Se quit贸 la camisa ante la intensa mirada del otro. Luego, hizo lo mismo con la de Yuta.

No necesitaban palabras para expresar lo que sent铆an en ese momento, s贸lo quer铆an sentir m谩s el uno del otro.

De nuevo los labios de Hansol atacaron los de Yuta, quien luchaba contra su raz贸n. En verdad deseaba aquello pero el futuro le causaba temor.

-M铆rame – la ronca voz de Hansol trajo de vuelta al japon茅s.

-¿Por qu茅 deber铆a hacerlo?

-Porque est谩s a punto de ser m铆o – susurr贸 Hansol en su o铆do, entrando en 茅l de una sola estocada.

Yuta ech贸 la cabeza hacia atr谩s y arque贸 la espalda. Hansol call贸 sus gemidos con besos lascivos. En un par de minutos el japon茅s ya estaba sobre las piernas del coreano, sinti茅ndolo hasta lo m谩s profundo de su ser.

Pero aun as铆, el ma帽ana le abrumaba…



Continuar谩

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