Autora: Kang
Grupo: NCT
Pareja: YuSol (top!Hansol x bottom!Yuta)
Clasificaci贸n: +18
Advertencias: AU, angustia, violencia, smut,
final triste
Resumen:
Hansol trata de expresar sus
emociones a trav茅s del baile.
Yuta causa gran parte de esas
emociones.
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Una atracci贸n fatal disfrazada de
rivalidad; emociones reprimidas y mucha mala suerte.
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Sad Story
1. out of luck
Hansol
hab铆a perdido demasiado en la vida. Primero su padre, v铆ctima de un ataque
cardiaco; luego su madre, v铆ctima de la tristeza.
No ten铆a
ning煤n otro familiar en el cual apoyarse. No ten铆a ning煤n hombro para llorar.
Estaba solo.
Con mucho
esfuerzo y haci茅ndose de malas amistades, logr贸 ingresar a una renombrada
empresa de todo el continente. Tuvo que vender muchas cosas; incluso a 茅l
mismo, pero nunca pens贸 en rendirse…
…hasta que lleg贸 茅l.
“Se cree la gran cosa.”
“No es m谩s que un hu茅rfano.”
“Estoy seguro de que se vendi贸.”
“No tiene talento. Tampoco es guapo, ¿en qu茅 estaba pensando la empresa?”
“Desaparece.”
-¡Ji
Hansol ya basta!
La voz del
profesor le trajo de regreso a la realidad; sinti贸 c贸mo sus compa帽eros le
levantaban de los brazos y lo alejaban de su v铆ctima.
-Te lo
advert铆, una m谩s y est谩s fuera – sentenci贸 el profesor.
-Pero—
-¡Fuera de
mi clase! Ma帽ana mismo hablar茅 con Lee So Man para ver qu茅 se har谩 contigo.
Hansol
asinti贸, tom贸 su mochila y sali贸 de la sala de ensayos hecho una fiera.
-Yuta – el
profesor trat贸 de modular el volumen de su voz.
El chico
hab铆a sido levantado del piso con ayuda de sus compa帽eros. El profesor lo mir贸
con preocupaci贸n.
-Ll茅venlo
a la enfermer铆a – indic贸.
El par de
trainees que sosten铆a a Yuta asinti贸 y r谩pidamente se llevaron al chico, el
cual estaba a punto de caer desmayado debido a los m煤ltiples golpes que hab铆a
recibido.
-¿Qui茅n
comenz贸? – pregunt贸 el profesor una vez que los chicos salieron de la sala de
ensayos.
-No
sabemos, cuando entramos al sal贸n Yuta ya estaba en el piso siendo golpeado por
Hansol – explic贸 un alumno.
El profesor
lanz贸 un largo suspiro mientras se sobaba el entrecejo. Camin贸 en silencio hacia donde se encontraba
el equipo electr贸nico, tom贸 un par de pa帽uelos y limpi贸 la sangre que hab铆a en
la duela.
Todos
permanecieron en silencio.
⚫⚪
Hansol
lanz贸 su mochila lo m谩s lejos que pudo; cerr贸 la puerta con fuerza y luego se
lanz贸 a su vieja cama.
-Te odio
Nakamoto, te odio con todo mi ser – dijo apretando la mand铆bula y los pu帽os.
Siempre
hab铆a sido calmado y no le gustaba tomar venganza ni guardar rencor pero todo
en la vida tiene un l铆mite y Yuta lo hab铆a sobrepasado.
“Dime Hansol, ¿a
cu谩ntos tuviste que mam谩rsela para llegar hasta aqu铆?”
En ese
momento, su vista se nubl贸 y s贸lo pensaba en destruir a ese chico, que sostuvo
aquella est煤pida sonrisa mientras era golpeado.
Mir贸 a su
alrededor. ¿Hasta cu谩ndo podr铆a vivir as铆? Su “hogar” era un viejo mini
departamento que ya nadie rentaba y el cual le regal贸 el due帽o del hotel, que result贸 ser uno de
sus clientes, como agradecimiento por tanta amabilidad.
Al menos
le quedaba una cosa, su trabajo de medio tiempo como cajero en una tienda de
conveniencia.
⚫⚪
[4:15 AM]
Hansol
caminaba de regreso a casa. Su jefe le hab铆a permitido salir temprano de
trabajar debido al fuerte fr铆o que azotaba la ciudad.
-No te preocupes por la paga, no te descontar茅 nada.
-¿Est谩 seguro, se帽or?
-Claro, eres mi mejor vendedor, las chicas adoran venir todo el tiempo pero ya estoy viejo y el fr铆o me cala los huesos.
-Much铆simas gracias – hizo m煤ltiples reverencias mientras frotaba las manos de la 煤nica persona que le incitaba confianza: su jefe, un anciano de 78 a帽os.
Las
desoladas calles de aquella parte de Se煤l, no eran nada nuevo para 茅l, tampoco
las peleas como la que se suscitaba a algunos metros de 茅l.
-¡No, no
quiero! ¡Su茅ltame!
Por
segundo pens贸 que la vista le hizo un mal juego pues aquella voz hab铆a sonado
como la de Nakamoto.
-¡Silencio!
– el agresor golpe贸 al chico en el est贸mago.
Ir贸nicamente, Hansol estaba en contra de la violencia y no gustaba de meterse en asuntos ajenos pero al ver c贸mo el chico luchaba por defenderse, no tuvo de otra m谩s que acercarse a ayudarlo.
-¡Hey! –
exclam贸, llamando la atenci贸n del agresor.
-¿Qu茅? ¿T煤
tambi茅n quieres unos golpes? – amenaz贸 al sujeto.
Hansol
desvi贸 la mirada en mil茅simas de segundo y sinti贸 como si la presi贸n se le
bajara. El agredido era nada m谩s y nada menos que Nakamoto Yuta. La ira se
apoder贸 de 茅l y concentr贸 todo su odio en un golpe que dej贸 inconsciente al
agresor.
Tom贸 un
poco de aire, tratando de estabilizar su respiraci贸n. Lanz贸 una r谩pida mirada a
Yuta, el cual se levantaba del piso con dificultad y reanud贸 su camino.
-¡Hansol!
– le llam贸 Yuta.
Quiso
ignorarlo pero el maldito cargo de consciencia futuro pudo m谩s que su orgullo.
Se gir贸 y camin贸 hacia Yuta, el cual se encontraba tendido en el pasto,
inconsciente. Con un remolino de
emociones centradas en sus v铆sceras, carg贸 a Yuta en su espalda e hizo algo que
jam谩s en la vida pens贸 hacer; llevarlo a su departamento.
⚫⚪
[4:45 AM]
-As铆 que
aqu铆 es donde vives… - exclam贸 Yuta; no llevaba ni 10 minutos de haber
recuperado el conocimiento y ya estaba con sus comentarios nada amables.
-Ser谩
mejor que te calles sino quieres que— olv铆dalo – buf贸.
Yuta solt贸
una risilla, la cual revolvi贸 a煤n m谩s el est贸mago de Hansol.
-Parece
que te gusta meterte en problemas – coment贸 mientras mojaba una almohadilla de
algod贸n con un poco de alcohol.
-Era mi ex
– dijo Yuta, como si nada.
Hansol no
pudo contener su sorpresa.
-As铆 es
Hansol, me gustan los hombres – tom贸 la almohadilla que el mayor le tendi贸
-¿Tienes un espejo? Necesito ver las heridas.
El chico
asinti贸 y le pas贸 una paleta de sombras.
-¡AH!
Demonios – jade贸 el japon茅s tras limpiar una de sus heridas abiertas -S铆 que
golpeas fuerte.
Hansol lanz贸 un suspiro. Se sent贸 en la cama, junto a Yuta.
-Deja que
lo haga – pidi贸.
-Olv铆dalo,
me dejar谩s peor.
El mayor
no dijo nada, s贸lo le mir贸 fijamente.
-De
acuerdo – murmur贸 Yuta, entreg谩ndole la almohadilla.
Hansol
estaba concentrado en limpiar las heridas de Yuta que no escuch贸 casi nada de
lo que 茅ste dec铆a.
-Escuch茅
que no te van a expulsar.
-¿Qu茅? –
habl贸 por primera vez luego de 10 eternos minutos.
-Tienes
talento, a lo mejor y hasta debutas antes que yo.
Hansol no
pod铆a creer lo que hab铆a escuchado.
-¿Est谩s
hablando en serio?
-S铆,
escuch茅 a los intendentes decirlo – le gui帽贸 un ojo.
El mayor
arrug贸 el ce帽o tras darse cuenta que todo hab铆a sido una broma de mal gusto.
Con fuerza, presion贸 la almohadilla contra una de las heridas de Yuta.
-¡Duele! –
se quejaba tratando de alejar la mano de Hansol.
-No tienes
idea de lo que es el dolor – Hansol tumb贸 a Yuta en la cama y comenz贸 a
asfixiarlo -No sabes cu谩nto he sufrido para llegar hasta donde estoy. ¡S贸lo
hablas y hablas! Envuelves a todos con tus mentiras, envenenas todo y a todos.
Yuta
estaba rojo y algunas venas se marcaban en su frente, Hansol le solt贸 tras ver
esto, pero segundos despu茅s lo tom贸 de la barbilla oblig谩ndolo a mirarlo a los
ojos.
-Estoy
cansado de tus malditos juegos, ¡estoy cansado de ti! – escupi贸 con furia.
-Entonces
m谩tame y p煤drete en la c谩rcel, ¡maldito! – atac贸 Yuta.
Quiz谩 fue
el calor del momento; quiz谩 fueron las desbordantes emociones de ambos pero
algo motiv贸 a Hansol a jalar fuertemente de la camisa a Yuta y estamparle un
feroz y salvaje beso que le abri贸 el labio al japon茅s.
Yuta tard贸
en reaccionar pero cuando lo hizo, supo que no hab铆a retorno. Hansol hab铆a
introducido su lengua en la boca del contrario dificult谩ndole el control,
logrando que el beso se tornara h煤medo al escurrir saliva por la comisura de
los labios del menor.
Hansol
cort贸 el beso y tumb贸 de nuevo en la cama al japon茅s. Sus pechos sub铆an y
bajaban sin cesar; sus respiraciones eran irregulares, sus corazones lat铆an a
toda potencia. Se quit贸 la camisa ante la intensa mirada del otro. Luego, hizo
lo mismo con la de Yuta.
No
necesitaban palabras para expresar lo que sent铆an en ese momento, s贸lo quer铆an
sentir m谩s el uno del otro.
De nuevo
los labios de Hansol atacaron los de Yuta, quien luchaba contra su raz贸n. En
verdad deseaba aquello pero el futuro le causaba temor.
-M铆rame –
la ronca voz de Hansol trajo de vuelta al japon茅s.
-¿Por qu茅
deber铆a hacerlo?
-Porque
est谩s a punto de ser m铆o – susurr贸 Hansol en su o铆do, entrando en 茅l de una
sola estocada.
Yuta ech贸
la cabeza hacia atr谩s y arque贸 la espalda. Hansol call贸 sus gemidos con besos
lascivos. En un par de minutos el japon茅s ya estaba sobre las piernas del
coreano, sinti茅ndolo hasta lo m谩s profundo de su ser.
Pero aun
as铆, el ma帽ana le abrumaba…
Continuar谩
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