Capítulo 4
Inspiración
Inspiración
-¡Eres una vergüenza para los asesinos! – gritó Doyoung -No
pudiste hacer algo tan simple, dejaste que tu segunda cabeza decidiera por ti.
Kihyun sólo asentía ante los reclamos del menor.
-¿Terminaste? – preguntó a Doyoung.
El aludido bufó y se cruzó de brazos.
-Ya te expliqué que tu querido Jaehyun metió las manos
porque tú no fuiste cuidadoso sobre el asunto.
-Buscaré a alguien más que haga el trabajo – caminó hacia la
salida.
-Ni lo intentes, Wonho tiene protección.
-¡¿De quién?!
-Mía, obviamente.
//Flashback//
Wonho sintió una punzada en un costado de su cuerpo. Apretó
los ojos y escuchó la maquiavélica risa de Kihyun.
-¿Qué…? – exclamó tras abrir los ojos y notar que Kihyun
presionaba la cola de la navaja contra su abdomen.
-Te la creíste – dijo sin borrar aquella sonrisa de su
rostro.
//Fin del flashback//
-¡Son tal para cual! ¡Malditos imbéciles! De nada me sirvió
sacarlo de ese maldito mundo en el que estaba; terminó enredándose con lo mismo
– gritó Doyoung.
-Por enésima vez, cuida ese modo, zorrita – Kihyun le
amenazó con una pistola.
-¡Deja de llamarme así!
-Además, deberías agradecerme.
-¿Por qué?
-Porque perdonarte la vida. Tu querido Jaehyun me pagó para
no matarte aquel día que me colmaste la paciencia con tus reclamos.
-¿T-te pagó? – preguntó Doyoung, soltando el pomo de la
puerta.
-Podrás desearla la muerte cada día, pero muy en el fondo
sabes que no podrías vivir sin él.
-¡Cállate! – Doyoung abrió la puerta y abandonó el lugar.
-¿Viste sus mejillas cuando se lo dije? – le preguntó a uno
de sus guardias.
-Sí, señor.
-Y aun así lo niega – sonrió burlonamente -Bueno, iré a ver
a Wonho. Cuiden muy bien de mi bar.
✖
-¿Qué prepararás ahora? – preguntó Kihyun apenas ingresó al
almacén de la cafetería y vio a Wonho revisando algunas cajas.
Wonho dejó lo que estaba haciendo y lo recibió con un beso.
-No sé, no tengo mucha inspiración – lo rodeó con sus
brazos.
-Quizá pueda ayudarte un poco – deslizó una mano hasta
llegar al miembro de Wonho.
-Me parece una buena idea – puso su mano sobre la de Kihyun,
indicándole el ritmo de sus movimientos -Pero no podemos hacerlo aquí.
-Lo sé – se separó de Wonho -Ya sabes en dónde encontrarme.
Wonho lo atrajo de nuevo a su cuerpo.
-Aunque vistas de cuero y estoperoles para mí siempre serás
aquel chico inocente que me enloqueció.
-Puedo serlo cuando quieras – lo besó -¿Y si traigo de
regreso a Kyun esta noche?
-No, esta noche quiero a Kihyun en la cama.
-Entonces, ¿lo quieres rudo? – levantó una ceja.
Wonho rió.
-No tienes nada de rudo, eres una princesa que lloriquea
apenas es penetrada.
Kihyun rodó los ojos.
-Estaba fingiendo que era mi primera vez, idiota.
-Te veo en la noche, tengo muchos clientes – le dio un
último beso y salió del almacén.
Kihyun tomó un poco de aire y trató de relajarse. Luego de
consumir lo usual, regresó a su bar para atender algunos asuntos.
✖
Horas después, Wonho se había aparecido sin avisar en su
oficina.
-¿Qué haces aquí? – preguntó Kihyun, metiéndolo al lugar
rápidamente.
-Sólo quería conocer tu escondite.
-Pues ya lo conoces, ahora vamos al departamento – lo tomó
de la muñeca con intenciones de salir de ahí, Wonho no le dejó.
-Quiero hacértelo aquí, que tus clientes escuchen cómo
gritas de placer – le dijo al oído.
Kihyun le empujó.
-Déjenos solos y súbanle a la música – ordenó Kihyun a sus
guardias.
Wonho sonrió en demasía.
-¿Por qué no quieres que te escuchen? – preguntó Wonho,
mientras penetraba con fuerza a Kihyun ¿Te da vergüenza?
El menor se sostenía de la tela del sillón en el que ambos
estaban. Wonho le estaba dando tanto placer que no podía siquiera pensar con
claridad.
-Kihyun – habló Wonho, mordiéndole la oreja.
-Porque… ah… es que… - Kihyun intentaba decir, pero no
podía, le faltaba el aire.
Wonho sonrió tras ver lo indefenso que el cruel Kihyun se veía debajo de su
cuerpo.
-¡Hoseok, ah, demonios! – gimió Kihyun llegando al orgasmo.
El mayor lo cambió de posición, dejándolo en cuatro y volvió
a penetrarlo, viniéndose al instante.
-Tendrás que comprarme otra sala – reclamó Kihyun una vez
que pudo regular su respiración.
-La que tú quieras – dijo Wonho quien estaba ocupado
besándole el cuello.
-Sólo quiero que tú me escuches – dijo el menor de repente.
-¿Qué?
-No es por vergüenza – hizo una pausa -Es porque quiero que
sólo tú me escuches gemir.
Wonho sintió su miembro reclamar atención luego de aquellas
palabras.
-Vaya – exclamó Kihyun tras notarlo -Ocupémonos de eso.
Wonho cerró los ojos y dejó que el placer invadiera su ser.
F I N