20 de febrero de 2018

Cherry On Top - Capítulo 3


Capítulo 3
Agridulce


-¡¿Cómo que no lo has matado?! – preguntó Doyoung totalmente histérico.

-Hey, te dije que tenía mis métodos para trabajar y los aceptaste – pausó y se levantó de su silla para caminar hacia Doyoung -Supongo que Jaehyun ya descubrió nuestro negocio – dijo mientras tocaba el cuello de Doyoung, el cual estaba marcado.

Doyoung se alejó rápidamente.

-Sólo… mátalo – dijo entre dientes.

-¿A quién? ¿A Wonho o a Jaehyun?

-No te hagas el gracioso.

-Escucha, zorrita, cuida ese modo tuyo de hablarme porque podría asesinarte ahora mismo si lo quisiera – llevó una mano hacia la pistola que cargaba en un costado.

Doyoung suspiró cansado.

-No sé qué es lo que le hayas hecho a tu dueñ­­– Jaehyun pero fíjate que vino a verme para ofrecerme el triple de lo que tú me pagarías – comentó Kihyun.

-¿Para qué?

-Para que no mate Wonho.

-¿Qué? ¿Vas creerle a ese idiota?

-No lo sé, ¿debería hacerlo?

-¡Claro que no! Él sólo quiere hacerme la vida imposible.

Kihyun sonrió.

-¿Qué demonios hiciste para ganarte su odio? Aunque… no creo que te odie tanto, no te ha matado y te coge seguido.

Doyoung apretó los puños fuertemente.

-Está bien, mataré a Wonho pero tendrás que pagarme más de lo que tu querido Jeffrey me ofrece. ¿Tienes ese dinero?

-Puedo robárselo.

-Ya veo, ventajas de ser su zorrita.

-Entonces, ¿el trato sigue en pie?

-Por supuesto.




















De nuevo ahí estaba Kihyun, vestido con esa ridícula ropa, fingiendo aquella malévola inocencia para seducir a Wonho a quien llevaba días sin ver.

-¿Por qué no contestabas mis llamadas? Pensé que te habías cansado de mí – comentó el mayor.

-Te dije que iba a visitar a mis padres y que no tenía permitido usar el celular con ellos.

Wonho suspiró, relajándose.

-Lo siento, lo olvidé – sonrió apenado.

-¿Qué es eso? – preguntó señalando la bebida que Wonho tenía en una mano.

-Es en lo que estuve trabajando el tiempo que te fuiste. Es una mezcla de café con jarabe de cereza, crema, leche y… más cerezas.

-No me digas que te inspiraste de–

-De lo que pasó en tu cocina – dijo sonriente.

-¿Puedo probarlo? – preguntó, estirando los brazos para tomarlo.

-No, tendrás que esperar hasta que termine mi turno.

Kihyun hizo un puchero.

-Está bien, entonces dame lo de siempre.

-Enseguida.

Muy pero muy en su interior, Kihyun comenzó a reconsiderar la oferta de Jaehyun pero un mensaje de Doyoung le hizo olvidar esa idea.



“Ya tengo el dinero. Espero que cumplas con tu parte esta semana.”



-Mierda – murmuró para sí mismo. Tendría que convencer a Wonho para alejarse de la ciudad y poder asesinarlo sin problemas.



















Wonho había llegado al departamento, Kihyun no necesitó esforzarse mucho para convencerlo; fue cuestión de una mamada.

-Pensé que no podías vender bebidas alcohólicas en la cafetería – comentó Kihyun mientras observaba detenidamente la bebida.

-No, no puedo. Esta es mi versión especialmente para ti – respondió Wonho, rodeándolo con ambos brazos.

Ambos estaban estacionados en un acantilado no muy lejano, el cual les ofrecía una hermosa vista de las luces de la ciudad.

-¿Quieres embriagarme? – preguntó Kihyun.

-¿Acaso nunca lo has hecho?

Kihyun negó con la cabeza.

-No lo tengo permitido – mintió. Claro que lo había hecho, pero debía seguir con el rol de chico inocente.

-No te preocupes, no le contaré a tus padres – le susurró al oído.

Kihyun sonrió y bebió un poco de aquel frappuccino que se derretía lentamente debido al calor primaveral que azotaba la ciudad.

-¡Mmm! Está delicioso – exclamó.

-¿Sabes qué lo está aún más? – ronrroneó Wonho mientras se frotaba el miembro con una mano.

-¿Qué es? Dime – respondió Kihyun depositando la bebida en el portavaso para después sentarse en las piernas del mayor.

-Adivina – le mordió el lóbulo.

-Mejor me lo demuestras, ¿no crees?

Wonho lo besó con ferocidad; quizá los planes de Kihyun habían cambiado un poco, pero no le molestaba hacer algunos ajustes.

-Me encanta esta posición - jadeó Kihyun en el oído de Wonho.

-Lo sé – respondió Wonho aumentando el ritmo de sus penetraciones.

-E-espera… no tan fuerte – pidió.

-Es tu culpa por ser tan hermoso – contestó Wonho mordiéndole un pezón.

Kihyun arqueó la espalda, dejando que el orgasmo se apoderara de él.

-Y tan peligroso a la vez – susurró Wonho, acercando su rostro para besar sus labios antes de venirse.

Luego de aquella calurosa aventura, ambos se acurrucaron en el asiento trasero para dormir. Kihyun fingió haber quedado dormido antes que Wonho.

En cuestión de un par de minutos, el mayor se había sumido en sueño profundo; Kihyun aprovecharía el momento para cumplir con su plan. Los fuertes brazos de Wonho alrededor de su cintura, le bloqueaban un poco los movimientos, pero con lentitud y sigilo, logró sacar la navaja que guardaba en su mochila.

De pronto, Wonho comenzó a moverse, apretando más sus brazos en el cuerpo de Kihyun, dejándole sin movimiento.

-¿Creíste que caería en tu juego? – susurró Wonho en su oído.

Kihyun pegó un brinco y con dificultad escapó de aquel agarre.

-N-no sé de qué hablas – mintió.

-Tu verdadero nombre es Kihyun y eres un asesino a sueldo – sentenció el mayor.

Kihyun estaba estático.

-Pero, ¿qué crees? Yo también lo fui – Wonho sacó una pistola.

Kihyun sonrió.

-Lo sé, por eso mismo descargué a tu bebé – señaló el arma. En ese momento, Wonho se dio cuenta de lo liviana que se sentía.

-¿En qué momento…? – exclamó Wonho, sorprendido.

-¿Por qué crees que estuve frotando mi trasero contra tu pene hace un rato? Para distraerte, mientras la descargaba. Parece que olvidaste tus conocimientos.

Wonho soltó el arma y se lanzó a Kihyun, quien no dudó en hacerle un corte en la mano, causando que el mayor tomara distancia.

-¿Quién te informó? – preguntó Kihyun.

-Haces tratos con su zorra – respondió Wonho.

-Hmm… Jaehyun.

Wonho asintió.

-Descubrió a Doyoung haciendo tratos contigo y me ordenó matarte al poco tiempo de que te conocí.

-Vaya, qué pequeño es el mundo – bufó Kihyun -Bueno, querido, no puedo quedarme a hablar el tiempo que quieras; tengo que cumplir con la orden.

Wonho tragó fuerte; había confiado demasiado en sus oxidadas habilidades, por lo que no tenía un plan b. El plan había sido embriagarlo y matarlo mientras dormía. Kihyun se le acercó con la navaja.

-¿No suplicarás por tu vida? – preguntó Kihyun.

-No.

-Dejarás a tus cafeterías MoMo a la deriva…

-Sólo hazlo y ya – dijo.

El menor sonrió y se acercó más a él. Lo besó intensamente, Wonho correspondió a dicho beso; de pronto, sintió una punzada en un costado de su cuerpo. Apretó los ojos y escuchó la maquiavélica risa de Kihyun.




Continuará…

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