3 de junio de 2020

trigger - capítulo 1



Autora: Kang
Grupo: NCT
Pareja: MarkHyuck
Clasificación: +18
Advertencias: AU, drama, violencia, secuestro, trata, asesinato, infidelidad, violación, smut
Resumen:

Un desafortunado suceso marca la vida de Mark, quien, tras cumplir una injusta condena, busca vengarse de la persona que le causó tanto dolor: Donghyuck.
Las cosas comienzan a tomar un rumbo diferente, lleno de obscuras tentaciones que juegan con la mente de ambos hasta que uno de ellos cae, pero… ¿el otro también lo hará?


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Disclaimer:

Esta historia incluye contenido altamente sensible y controversial para algunas personas.
Se recomienda discreción.


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trigger

Capítulo 1. Noche de lluvia


Mark y Ye Bin* pertenecían a un pequeño grupo de ladrones que operaban en pareja; estaban dedicados a saquear mansiones de adinerados empresarios. Su modus operandi era bastante complejo para el promedio de edad de los integrantes del grupo. Eran chicos bastante inteligentes y creativos, por lo que la policía seguía sin capturarlos.

A sus escasos 19 años, Mark y su novia contaban con el mejor récord y eran admirados por todos sus compañeros, por lo que fueron seleccionados de manera unánime para el siguiente atraco. Esta vez irían por un pez más gordo: la mansión de los Lee, dueños de una famosa cadena de hoteles. La mansión era reconocida por su fuerte personal de seguridad y su equipo de última tecnología, por lo que les llevó meses armar el plan “perfecto”.

El matrimonio Lee había salido del país por un viaje de negocios y Donghyuck, su único hijo, se encontraba estudiando en una prestigiosa escuela de Francia, pero las vacaciones de invierno estaban a punto de comenzar, por lo que Mark y su novia sólo contaban con una noche antes de que la familia regresara a su hogar para pasar las fiestas decembrinas juntos.

Todo estaba listo para el atraco, el grupo estaba más que preparado para apoyar a la pareja en lo que necesitasen. 

-Seremos ricos, Mark. Al fin podremos dejar esta maldita vida de mendigos – dijo con alegría la chica. Se encontraban dentro de la propiedad y muy cerca de los guardias.

-Así es, amor. Todo saldrá bien. Ya lo verás – contestó Mark, el cual tenía un extraño presentimiento desde la mañana.

Ambos se besaron y se separaron lentamente para después darse un fuerte abrazo.

-Una, dos— - comenzó a contar Mark.

-¡Tres! – exclamó la chica. Estaba muy emocionada por vaciar la caja fuerte de aquella familia.

Según sus informantes, actualmente la mansión sólo contaba con dos guardias, debido a que ese día descansaba la mayoría del personal. El chico nerd y su equipo de trabajo habían accedido al sistema y congelado las cámaras de seguridad para que mostraran la misma imagen durante el tiempo del atraco, así como desbloqueado puertas y alarmas. Al parecer eso de la “fuerte seguridad” era nada más un rumor para provocar miedo a los ladrones.

Mark y su novia se encargaron de los guardias, los cuales no eran los mejores para las peleas de contacto físico. Ye Bin remató el plan con un pañuelo bañado en cloroformo, para dejarlos inconscientes. Una vez que no hubo más obstáculos, la pareja ingresó a la mansión.

-El plano dice que el estudio está por allá – indicó Ye Bin.

-Bien, tú eres la experta en eso. Yo me encargaré de revisar las habitaciones – dijo Mark.

-Pero si no hay nadie – bufó la chica.

-No nos confiemos. Sabes que los ricos son capaces de todo con tal de proteger su dinero.

-De acuerdo.

Se dieron un abrazo y partieron en direcciones diferentes. La chica hacia la derecha y Mark hacia la izquierda, rumbo a las escaleras. Aquel mal presentimiento se intensificaba a medida que se acercaban a su objetivo: la caja fuerte, de la cual se encargaría Ye Bin.






—  🥀




  

Donghyuck había regresado a Corea antes de lo previsto, debido a que sus dos últimos días de clases previos a las vacaciones fueron dados como inhábiles a modo de regalo de navidad por parte de la institución.

Llevaba meses sin visitar la casa, la última vez que lo hizo fue para vacaciones de primavera y sólo porque sus padres le necesitaban para una reunión con un político de Hong Kong, ya que era el único que hablaba inglés fluidamente.  Estaba acostumbrado a llegar a casa y ser recibido únicamente por el personal; sus padres siempre se encontraban de viaje, según ellos por negocios, pero Donghyuck sabía perfectamente que era no era así. Nunca habían sido cercanos; el desinterés hacia él era evidente y aquello le había provocado un rencor inmenso, el cual era expresado en forma de rebeldía, algo que sabía perfectamente bien que les enfurecía.

-¡Mierda! Cambió la contraseña – exclamó furioso tras teclear algunos dígitos en la caja fuerte.

Su padre había cambiado la clave apenas se enteró de su pronto retorno. No era la primera vez que robaba de la caja fuerte. Había recibido innumerables reprimendas, pero poco le importa pues al final se quedaba con el dinero, el cual despilfarraba en fiestas, viajes, ropa, videojuegos y todo lo que fuera diversión para un adolescente de 15 años.

Estaba por intentar otra serie de números cuando, de pronto, la puerta del estudio chirrió y Donghyuck dio un brinco tras escuchar a alguien ingresar al lugar.

-¡Arriba las manos! – ordenó una voz femenina.

Donghyuck regresó el cuadro a su lugar; sí, su padre escondía la caja fuerte detrás del retrato familiar. Nada predecible.

-¿Qué es lo que quieres? – preguntó el menor mientras levantaba las manos.

-Lo mismo que tú – contestó la chica sin dejar de apuntar su arma hacia Donghyuck. Comenzó a caminar hacia éste con intenciones de capturarlo.

Donghyuck comenzó a alejarse lentamente, buscando algo para defenderse; su mirada se detuvo en el abre cartas que había sobre escritorio.

La chica se percató de lo que el joven planeaba.






—  🥀






Una inesperada e intensa lluvia golpeaba contra las ventanas de la casa mientras que los truenos ocasionaban que esta vibrara.

Mark había llegado al tercer piso. Estaba seguro de que no estaban solos, pues había encontrado un plato y un vaso en el lavamanos de la cocina.

Sintió un escalofrío cuando vio que la última puerta al final del pasillo estaba entre abierta y que las luces se encontraban encendidas. Entró con cuidado, pero no vio nadie.

-Mierda, es el hijo – dijo para sí mismo cuando vio las fotografías en la pared -Regresó antes de lo planeado.

Tomó su celular para avisarle a Ye Bin, pero al momento de sacarlo de su bolsillo, escuchó un disparo y a los pocos segundos un fuerte trueno retumbó la mansión. Bajó a toda prisa con el corazón latiendo a mil por hora.

Su vista se nublaba a medida que se acercaba al estudio.

Dejó caer el arma que traía en las manos cuando vio a su novia tendida en el suelo sobre un charco de sangre que había impregnado la alfombra blanca.

-¡Ye Bin! ¿Q-qué pasó? – Mark temblaba con frenesí.

-E-el… chico…  - respondió con dificultad la joven.

Mark buscó con la mirada por todo el lugar hasta encontrar al hijo de la familia; estaba temblando en un rincón, tenía la mirada perdida. Sintió cómo la ira se disparó en él cuando notó que tenía el arma en las manos, la cual aún soltaba algo de humo.

-Hijo de— - Mark detuvo sus palabras cuando sintió que su novia apretaba su mano.

-Te quiero, Mark.

-¡No! ¡Ye Bin! Saldremos de esta—

La chica comenzó a toser.

-Ye Bin, por favor. No te vayas.

La chica le sonrió levemente y cerró los ojos. Mark dejó de sentir aquel agarre en su mano.

Donghyuck soltó el arma y cayó sentado al suelo. Comenzó a llorar.

-¡Responde! Ye Bin, ¡no me dejes! ¡¡Ye Bin!! – Mark sacudía el cuerpo de la chica, pero ya era demasiado tarde; había muerto.

Ninguno de los dos jóvenes supo en qué momento había llegado la policía. Todo parecía estar en cámara lenta. Mark siendo esposado y arrastrado fuera de la mansión. Donghyuck siendo abrazado por uno de los guardias mientras sus padres hablaban con el detective y el abogado de la familia, los forenses cubriendo con una manta el cuerpo de la joven.

En un abrir y cerrar de ojos, el destino de ambos chicos había sido sellado aquella fatídica noche de lluvia. 






—  🥀





—  MESES DESPUÉS  —


A pesar de estar en calidad de detenido y a la espera de un juicio, Mark había luchado incansablemente por hacer que Donghyuck también fuera sometido a uno, lo acusaba de haber asesinado con dolo a su novia.


“Lo lamento Mark, pero las probabilidades de que el jurado lo encuentre culpable son prácticamente nulas. El chico tiene 15 años y viene de una familia con influencias.”


Las palabras de su abogado retumbaban en su cabeza mientras esperaba la decisión del jurado, el cual estaba deliberando.

-Pagará, tarde o temprano – murmuró para sí mismo.

No podía dejar de mirar con odio y rencor a Donghyuck. Lo aborrecía con toda su alma; le había arrancado parte del corazón cuando presionó el gatillo aquella noche. Se sentía asqueado al ver su cara de inocente cordero mientras el abogado hablaba con sus padres.

-Mark, tranquilízate – la voz de su abogado le trajo a la realidad -No vayas a armar una escena, por favor – pidió tras notar que su cliente estrujaba con fuerza la botella con agua que había sobre la mesa.

El aludido no respondió, sólo tomo una enorme bocanada de aire y regresó su mirada hacia el hijo de los Lee, el cual, para su desgracia, también le estaba mirando.

-Asesino – dijo Mark asegurándose de gesticular con claridad cada sílaba de aquella palabra.

Donghyuck retiró la mirada rápidamente; a leguas se notaba su temor.


“El jurado encuentra al acusado Lee Donghyuck inocente de los cargos impuestos. El acto cometido fue en defensa propia.”


Mark se levantó de su silla.

-¡¿Qué?! ¡Eso no es cierto! ¡Él la mató! ¡Maldito asesino! ¡Me las vas a pagar hijo de puta! ¡Desearás nunca haberte cruzado en mi camino! – gritaba sin parar.

Dos policías tuvieron que someterlo y regresarlo a su celda.

-Quita esa cara de espanto y sonríe porque apenas salgamos de aquí, nos tomarán muchas fotos y harán muchas preguntas – indicó la madre de Donghyuck.

El chico asintió. Estaba seguro de que sus padres no descansarían hasta refundir a Mark en la cárcel, y lo peor es que contaban con los medios para lograrlo.






—  🥀






Mark ya no toleraba más estar encerrado en aquella pequeña y asfixiante celda. No le dejaban recibir visitas más que las de su abogado y por más que se quejaba, nadie hacía nada. A medida que pasaban los días, su odio hacia los Lee crecía más y más. No podía borrar de su mente la imagen de su novia tendida en el suelo, el charco de sangre debajo de ella, el imbécil de Donghyuck con el arma… casi no podía dormir ni comer, sentía que estaba enloqueciendo, pero, a pesar de todo esto, guardaba inútilmente la esperanza de que su sentencia no fuera larga, pues afuera había alguien muy importante esperándole; alguien quien hacía que su corazón continuara latiendo: su hijo, Chenle.

Pero de nada le había servido esa esperanza e ilusión, pues ambas fueron destruidas unos días después.


“El jurado encuentra a Mark Lee culpable de los cargos: violación a la propiedad privada, intento de robo, portación ilegal de arma de fuego…
Diez años…”


Aquellas tres palabras se habían convertido en la peor de sus pesadillas. Su vida había sido arruinada por una maldita familia cuyo fruto estaba podrido. Había perdido lo poco que le quedaba, estaba seguro de que su pequeño sería llevado a un centro de adopción y probablemente nunca volvería a verlo. El tan sólo contemplar esta idea, le hacía perder la poca cordura que le quedaba.

Lee Donghyuck pagaría por lo que había hecho. Se encargaría de hacerle sufrir hasta verlo arrastrarse en busca de perdón, el cual nunca llegaría.

-¡Descansarás de mí 10 años, pero apenas sea libre desearás estar muerto! – fueron sus últimas palabras antes de que los oficiales le sacaran a rastras de la sala.

Pero la vida da muchas vueltas y el futuro es impredecible. Ambos habían entrado a un peligroso laberinto del que no podrían escapar inmunes.




Continuará…


*Ye Bin de DIA


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Gracias por leer (ㆁωㆁ)❤

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