16 de agosto de 2012

My Princess - Cap. 8


Capítulo 8
“Me provocas sensaciones insanas”


Tras acabar con su jornada de trabajo, Choi regresó al departamento. Luego de lanzar su saco y su portafolio al primer mueble que encontró encendió la televisión y puso un documental. En eso, se asomó Key quién se fue directo a la cocina y sacó un yogurt del refrigerador.

= Oye, ¿acaso estás a dieta? – cuestionó Minho, el cual ya se encontraba junto al menor.

Kibum negó con la cabeza.

= Entonces come algo más.

Key hizo un puchero y tomó una manzana.

= Así está mejor – dijo Minho y luego le acarició suavemente la mejilla.

Ambos se quedaron estáticos, ¿qué había sido eso?

Choi alejó rápidamente su mano y regresó al sillón para continuar viendo su documental. El adolescente se quedó en el comedor, tenía estrictamente prohibido subir comida a su habitación.

Tras acabar, decidió regresar a su habitación, después de todo no tenía nada qué hacer y/o platicar con el mayor; pero, mientras subía las escaleras, alguien tocó la puerta; esperanzado a que fuera Jonghyun, corrió a abrirla; sin embargo…

= Disculpa ¿aquí vive Choi Minho? – preguntó una chica.

= Sí – contestó = Minho, te buscan.

= ¿Quién es?

= No sé.

= Deberías preguntar, niño desc…h-hola Yuri – el alto sonrió gigantemente.

Key dio unos pasos hacia atrás; sintió que sobraba ahí, bueno, para Minho, siempre sobraba.









~*~

















= Mañana a la escuela que aburrido – bufó una vez recostado en su cama.

Hizo varios intentos para dormir, pero nada servía.

= ¿Por qué? ¿Por qué tenía que darme insomnio justamente hoy? – decía = Aish, tengo sed – salió de su cama = ¿No se ha ido a dormir? – se preguntó al ver encendidas las luces de la sala y de la cocina.

Como un gato, bajó sigilosamente las escaleras, con mucho cuidado de no caerse, de nuevo.

Escuchó unos ruidos extraños provenientes del baño. Se acercó para ver de qué se trataba; la puerta se encontraba entreabierta, asomó la cabeza y estuvo a punto de gritar cuando vio a la tal Yuri recargada en la pared, con la falda para arriba y con Minho besándole el cuello.

Salió corriendo de ahí. Subió con rapidez las escaleras y se encerró en su habitación.

= ¡No puede ser! – decía agitado = Ese idiota está engañando a Sulli-noona – exclamó.

Comenzó a caminar de un lado a otro. Debía decirle a Sulli cuanto antes, pero, desgraciadamente no tenía su número telefónico. Tal vez si hablaba con Jonghyun…no, ese “perro” ya no tenía nada qué ver en su vida.

= Espero que pronto venga de visita – suspiró = Es una buena chica y no se merece a un cerdo asqueroso como Minho.

Con estos pensamientos de odio y repudio hacia el alto, se quedó dormido.

















~*~

















{Al otro día}



= ¡La escuela! – exclamó Kibum levantándose de golpe; tomó su uniforme, bajó las escaleras a toda prisa y se metió al baño.

Una vez listo, tomó su mochila y salió del departamento ya que no encontró a Minho por ninguna parte, así que decidió irse por su cuenta.

Una vez que estuvo dentro del plantel; tomó aire y sonrió.

= Hoy será un buen día – comenzó a caminar tranquilamente hasta que…

= Key – le llamaron.

= D-dongwoon.

= Necesito hablar contigo.

= C-claro, p-pero en el descanso ¿si? Es que se me hace tarde – habló con nerviosismo.

= Está bien, te veo en las canchas.

= Ok – se alejó rápidamente.



















~*~













Y tal como lo había dicho, ese había sido un buen día ya que pudo pasar un rato muy divertido gracias a sus despistados maestros y a quien se había convertido en su mejor amigo: Taemin, lo que le ayudó a olvidar absolutamente todo lo ocurrido últimamente.

= Omma, ¿puedo acompañarte a casa? – preguntó su “hijo”.

= Minho no me deja llevar a nadie, dice que todos mis amigos son…

= ¿Listo? – interrumpieron.

Taemin abrió la boca al ver como el “chico malo” del colegio, entrelazaba su mano con la de su amigo.

= ¿U-ustedes…? – no podía formular su pregunta.

= Sí Tae baby somos novios – confirmó Kibum.

= Oh, felicidades – Taemin simplemente no lo creía; iba a lanzarle millones de preguntas a quien consideraba su segunda madre, pero, en eso su papá llegó por él = Tú y yo tenemos una platica pendiente – “amenazó”.

= Lo sé – comenzó a reírse.

= Adiós – hizo un ademán y se metió al auto.

= Bien, creo ya podemos irnos – le sonrió a su novio.



[Flashback]

Kibum se encontraba desde hacía un buen rato esperando a Dongwoon.

= Ash ¿por qué tarda tanto? – bufó.

= Key.

= Hola.

= Quiero hablar contigo sobre…

= El beso.

= Me gustas – dijo de repente.

Kibum creyó haber escuchado mal.

= ¿Cómo?

= Me gustas – pausó = Desde que comenzaste a estudiar aquí, por eso te molestaba tanto, porque quería que me prestaras atención.

Kibum sonrió con timidez ante aquella confesión.

= Eres lindo – le dijo a Dongwoon.

= G-gracias, tú también – el chico rebelde se sonrojó.

= ¿No vas a preguntarme algo? – dijo Key.

= ¿Ah? – se rascó la cabeza, pero luego entendió = ¡Oh! ¿Eso quiere decir que…?

= Solo pregúntamelo.

= Entonces ¿quieres ser mi novio?

= Sí – se acercó a él y con suavidad, besó sus labios.

[Fin del flashback]

















~*~











= Muero de hambre~ - exclamó Kibum.

= Cerca de aquí hay un lugar donde hacen una comida riquísima – indicó Dongwoon.

= Pero…

= No creo que Minho se moleste ¿o si?

Kibum suspiró.

= No, vamos – tomó la mano de su novio.

= Ok – deshizo aquel agarre y abrazó a Kibum = Me encanta el olor de tu cabello – suspiró.

= G-gracias – dijo sonrojado.

Se separaron y volvieron a entrelazar sus manos, para después caminar así por las calles.















~*~















Minho había salido de su trabajo y se dirigía al departamento; justamente cuando pasaba por las calles iluminadas de Seúl, pudo ver a una pareja de muchachos tomados de las manos, pero lo que más llamó su atención fue aquella cabellera rubia que conocía a la perfección.

El semáforo marcó alto y rápidamente fijó su vista hacia aquella pareja, confirmando sus sospechas en cuestión de segundos: Kibum estaba con Dongwoon.

Minho los seguió con la mirada hasta que escuchó la seria de insultos y claxonazos dirigidos hacia su persona. Molesto; puso su auto en marcha y se fue de ahí.

= Ya verá cuando llegue al departamento – bufó.

¿Desde cuándo tenía algo con ese tipo? Era la pregunta que asaltaba la mente del empresario.















~*~

















Las horas se les fueron pasando.

Kibum se había divertido de maravilla con Dongwoon. Jamás se imaginó que un chico tan rebelde podría tener su lado dulce y protector.

= Oh rayos, ya es muy tarde – exclamó al ver su reloj = Minho va a matarme.

= Lo siento fue mi culpa – murmuró Dongwoon.

= Claro que no, yo decidí quedarme contigo.

= Aw~ Key eres tan lindo – le besó los labios = Vamos, te acompaño a casa.

El trayecto fue bastante rápido. Kibum se despidió de su novio y sin más entró al edificio.

Una vez que llegó al piso correspondiente; abrió la puerta del departamento y lo encontró completamente obscuro.

= Seguramente sigue en la oficina – suspiró con tranquilidad, se había salvado de un gran regaño.

Cerró la puerta, presionó el interruptor de la luz y justamente cuando depositaba su mochila en el piso, entró Minho acompañado por un par de chicos.

= Ya estás aquí – dijo el alto.

Kibum asintió.

= Salí con unos amigos – mintió.

= Muchachos, vayan a la sala, necesito hablar con este niño.

= Claro – dijeron en unísono.

Minho tomó la mano del adolescente, y lo llevó hasta la pequeña bodega que estaba junto al baño.

= ¿Qué pasa? – cuestionó Kibum.

= ¿Desde cuándo eres novio de Dongwoon?

Kibum abrió los ojos sorprendido.

= N-no somos novios – contestó con nerviosismo.

= ¡No mientas! ¡Los vi! – alzó la voz y acorraló al menor.

= ¡Está bien! – pausó = Hoy nos hicimos novios.

Minho golpeó la pared, asustando aún más al adolescente.

= Pensé que se odiaban.

El más bajo permanecía en silencio, no sabía qué decir.

= Kibum – habló Minho.

= ¿Si?

Choi lo tomó de las mejillas. Obligándolo a verlo fijamente; y sin darle tiempo de replicar, lo besó profundamente.

Kibum quiso apartarlo de su cuerpo; sin embargo, Minho estaba demasiado sumido en aquel beso.















~*~















Aquel par de amigos que habían llegado a casa de Minho, estaban más que fastidiados, esperando a dicho empresario.

= Kyuhyun, ¿qué crees que esté haciéndole?

= ¡Changmin! Minho no es gay, deja de decir esas cosas – corrigió.

= Es que está tardando mucho – se quejó.

= Ya cállate Min.

















~*~

















Kibum no supo cómo y ni cuándo comenzó a corresponder a los besos de Minho. Su piel se erizaba con cada caricia por debajo de su ropa.

= Minho – suspiró apenas logró separarse = ¿Por qué…me besas?

= Shh – de nuevo atrapó los suaves labios del menor.

El calor comenzaba a hacerse presente; Choi había desabrochado los tres primeros botones de la camisa escolar que traía el más bajo y ahora se encontraba besando el cuello de Kibum.

= Minho ¿dónde rayos estás? – se escuchó la voz de Changmin.

= Demonios – bufó el aludido; apartándose por completo de Kibum = Arréglate – le ordenó; el adolescente asintió = Bien, saldré primero – dijo.

= Le supliqué que no te molestara pero ya sabes como es – justificó Kyuhyun tras ver que su amigo salía de aquella bodega.

= No te preocupes – tomó una lata de cerveza, la abrió y la bebió en cuestión de segundos.

Por su parte, Changmin analizaba al adolescente, quién estaba a punto de tomar su mochila.

= Oye – le habló.

= ¿Si? – dijo Kibum.

= ¿No quieres tomar una? – señaló las latas.

Kibum negó con la cabeza.

= Vamos, se quedará entre nosotros ¿ok? – lo tomó de los hombros y lo sentó en uno de los muebles de la sala.

= No gracias – intentó ponerse de pie, pero Changmin lo impidió.

= Solo una – insistía.

El menor suplicaba porque Minho lo salvase de esa, pero Choi estaba concentrado hablando con Kyuhyun en la cocina.

= Está bien – suspiró.

= ¡Eso es! – exclamó el otro. Más que veloz, abrió una de las dichosas latas sobre la mesita que había en medio = Aquí tienes, es toda tuya.

Kim la tomó con las manos temblorosas; nunca había bebido. Se la llevó a la boca y tras el primer sorbo, quiso escupir aquel líquido agrio.

= No me gusta – dijo.

= Dale otro sorbo, tu puedes – animaba Changmin.

Key asintió, se tapó la nariz y tras unos pocos tragos, se acabó el contenido de aquel objeto metálico.

= Perfecto – le palmeó la espalda.

= ¿Qué demonios están haciendo? – cuestionó Minho.

= Le estoy enseñando a beber – respondió su amigo.

= ¡¿Estás idiota?! ¡Es un menor de edad! – regañó el empresario.

= No seas aguafiestas – bufó.

= Me voy a dormir – intervino Kibum; se puso de pie, pero al hacerlo se mareó y fue a dar a los brazos de Kyuhyun.

= ¡¿Ves lo que hiciste?! – gritó Minho.

= Sabes Minho, mejor me llevo a este animal, solo está causando problemas – dijo Kyuhyun.

= Sí, hazlo, por favor.

Minutos después aquel par de muchachos se había ido.

= ¿Qué hago contigo? – suspiró Choi mientras veía a Kibum dormir plácidamente en el mueble.

= Dongwoon… - balbuceaba = Bésame… - decía.

Choi rodó los ojos y arrastró al menor hasta el baño. Abrió la regadera y prácticamente lo lanzó a la bañera.

= ¡Está fría! – exclamó Kibum.

= De eso se trata idiota.

Poco a poco, el agua comenzó a mojar las ropas de Kibum; Minho, al principio, no le tomó importancia, hasta que los pezones del menor empezaron a verse a través de aquella camisa escolar y para rematar, sus labios entreabiertos y sus mejillas sonrojadas provocaban sensaciones nada sanas en Minho.

Kim dormía plácidamente así que no se daba cuenta de aquellas miradas que el mayor le daba a su cuerpo.

Choi salió despavorido del baño, si se quedaba un segundo más ahí, terminaría haciendo algo, de lo que posiblemente se arrepintiera después.

= Estúpido niño… - bufó.

Luego de tranquilizarse, entró una vez más, lo despertó y lo mandó a su habitación.

= Que se mate solo – dijo para sí mismo y entró a su habitación.

Lo que sea que le estuviese pasando con Kibum, debía detenerlo pronto; no le gustaba lo que el menor le provocaba; lo hacía sentir extraño.





       


Continuará…

13 de agosto de 2012

My Princess - Cap. 7


Capítulo 7
Pensamientos.


Jamás se imaginó que algo así pasaría. Su cerebro tardó en salir del shock en el que había caído. Con fuerza, cerró la puerta logrando que el par de adolescentes se separara al instante.

= No sabía que se llevaran tan bien – dijo pícaramente.

Ambos enrojecieron.

= Dongwoon ya es muy tarde, puedes venir otro día – dijo Minho.

El chico asintió y salió del departamento.

= ¿Qué hace mi jarrón ahí? – cuestionó molesto.

= Él se lo quería llevar – contestó Kibum, mientras se arreglaba la ropa.

= Pues parece que se quería llevar otra cosa.

= ¡¿Por qué lo llamaste?! ¡Pudo haber vaciado tu departamento!

= ¡¿Crees que iba a quedarme de brazos cruzados cuando casi le dices a mi novia que yo te besé?!

= ¡Pero no lo hice! – se defendió.

= No creo que haya sido tu primero beso, a leguas se nota que te gusta coquetear con todos.

= ¡Sí lo fue! ¡Y no me gusta coquetear!

= No te creo.

= No me importa – se fue a su habitación.

= Algún día me va a sacar canas verdes – bufó.











~*~

















{Al otro día}



= Como odio tener que hacer esto – murmuró Minho mientras caminaba hacia la oficina de Jonghyun = Enano, necesito… - los folders que llevaba en las manos, cayeron al piso al encontrar a su mejor amigo sentado en la silla de escritorio y al novio de éste entre sus piernas.

= ¡Minho! ¿Qué no sabes tocar? – exclamó un avergonzado Jonghyun.

= Yo, bueno…hola Onew – hizo una reverencia.

= H-hola – respondió sumamente sonrojado.

= ¿Qué quieres? – Jonghyun cuestionó irritado por la reciente interrupción.

= Que firmes algunas cosas, pero si estás ocupado, vuelvo después – salió de la oficina dejando a su amigo con las palabras en la boca = Ash, que asco…por qué tengo que ver esas cosas – se quejaba mientras se dirigía al baño.

= ¿Minho? – escuchó que lo llamaron.

= ¡¡¿Tú?!! – gritó = ¡¿Kibum, qué demonios haces aquí?!

= Vine a visitar a Jonghyun – contestó.

= Deberías estar en la escuela.

= Hmm ya sé, pero enserio me moría de ganas por ver a mi primo – justificó.

= ¡¿Te escapaste?! ¿Y tus cosas?

= Es que…

Choi tomó aire y mentalmente se repetía: paciencia.

= Bien, creo que ya me voy – se dio un último vistazo en el espejo e iba a caminar, pero Minho lo tomó de la corbata que tenía su uniforme y lo jaló con fuerza = ¡No puedo respirar! – exclamó.

= Claro que puedes – se aparragó en la meseta del lavamanos.

= ¡Minho!

= Creo que tienes una seria obsesión con Jonghyun – dijo sin soltarlo.

= Déjame, quiero ir a verlo.

= No puedes – jaló más de aquel pedazo de tela, quedando muy cerca del rostro del muchacho.

= ¿Por qué? – preguntó.

= Porque yo lo digo – de nuevo tiró de la corbata y rápidamente estampó sus labios contra los ajenos.

Key quedó sorprendido ante aquello, pero, poco a poco fue cerrando los ojos y correspondiendo al beso.

Minho comenzó a profanar la boca del menor. Con su mano libre, ya que la otra seguía sin soltar la corbata de Kibum, lo acercó más a su cuerpo, metiendo su pierna izquierda entre las del adolescente, el cual soltaba tímidos suspiros entre ambas bocas que parecían insaciables.

Key posó ambas manos sobre el pecho del empresario. El oxígeno se les acababa, pero ninguno de los dos quería separarse.

De pronto se escucharon unos pasos y una risa que conocían a la perfección; Choi cortó aquel beso y empujó a Kibum hasta dejarlo dentro de uno de los cubículos.

= Oh Minho, ¿estás aquí? – exclamó Jonghyun tras encontrar a su amigo.

= ¿Por qué tan feliz? – cuestionó el alto.

Kibum iba a abrir la puerta y lanzarse a los brazos de su primo, pero no pudo ya que Minho se recargó sobre ésta.

= “¡¿Qué le pasa?! ¿Por qué no me deja salir?” – pensaba; entonces decidió hablar para que Jonghyun se diera cuenta, pero justamente cuando abrió la boca, su primo contestó la pregunta antes planteada por el alto.

= Nada más – respondió mientras hacía sus necesidades = ¿No vas a salir? – preguntó.

= Amm no, ahí están los documentos que necesito que firmes – señaló algunas carpetas que estaban sobre la meseta del lavamanos.

= Ok, ok Рse dio la media vuelta para despu̩s abandonar el lugar.

Minho suspiró aliviado y se quitó de la puerta dejando salir a Key.

= ¡¿Por qué lo hiciste?! – reclamó el menor, Minho solo se encogió de hombros = ¡Ash, que molesto eres! – estaba dispuesto a ir detrás de su primo, pero Minho lo detuvo al percatarse de que Jonghyun estaba regresando al baño e intentó volver a meter al menor al cubículo, pero éste no se dejaba; al final, ambos terminaron dentro de aquel reducido espacio.

= ¿Minho? ¿Sigues aquí? – Jonghyun comenzó a acechar debajo de las puertas.

= Demonios – exclamó el mencionado; sabía que aquello era hábito de su amigo = Súbete a mi espalda – le dijo al menor.

= ¿Ah?

= ¡Que te subas! – gritó.

= ¿Con quién hablas? – cuestionó Jonghyun el cual ya se encontraba frente a la puerta del cubículo indicado.

= Jajaja – rio con nerviosismo = No me hagas caso – le tapó la boca al adolescente.

= Bueno…se me olvidaba pedirte una cosa.

= ¿Qué es?

= Dile a Kibummie que no me hable ni me venga a ver y que tengo mucho trabajo. Ahora más que nunca quiero pasar mí tiempo libre con Onew – suspiró al decir lo último.

= Claro, yo le digo. Me alegro que ya estén arreglando sus cosas.

= Gracias sapo.

Minho escuchó como los pasos cada vez se hacían más lejanos. Rápidamente bajó a Kibum y salió del cubículo.

= Pesas demasiado, estás gordo – dijo mientras se arreglaba el saco.

Entonces, se dio cuenta de que Key estaba llorando.

= ¿Estás así porque no te dejé verlo? Mira niño, ya lo oíste, está resolviendo sus cosas con Onew, solo vas a estorbarle.

Kibum salió corriendo del baño.

= Esto no puede ser – bufó y comenzó a perseguirlo; por suerte lo alcanzó a tiempo antes de que el menor lo dejara en vergüenza.

 = ¡Suéltame! – gritaba.

= Te llevaré al departamento – le tapó la boca y lo arrastró hasta su auto.

















~*~



















Cuando llegaron, Kibum se fue directo a su habitación, pero debido a lo despistado que era, no le puso seguro a la puerta.

= Oye, ¿te sientes bien? – Minho entró a aquel lugar; estaba obscuro y frío.

= Vete, quiero estar solo – dijo desde un rincón de la habitación.

= Sabes que si sigues así, Jonghyun va a pensar que te hice algo – se sentó junto a él.

= Ya no creo preocuparle más.

= Eres su primo ¿no?

= No lo sé – continuó sollozando.

Ninguno de los dos dijo más. Minho comenzaba a desesperarse por la falta de palabras. 

= Es horrible ser abandonado – habló Kibum.

El alto salió de su trance.

= ¿Qué?

= Pensé que Jonghyun era diferente, que me quería de verdad.

= ¿De qué hablas?

= Pero me equivoqué – con miedo, recargó su cabeza sobre el hombro del alto; Choi estuvo a punto de empujarlo, pero, al verlo en ese estado, decidió dejarlo así, solo por algunos minutos.

= Oye… - comenzó a hacerse a un lado, al parecer Key se había quedado dormido. Volteó un poco la cabeza y su boca quedó a escasos centímetros de la de Kibum. Quiso alejarse, pero como si de un poderoso imán se tratara, no pudo hacerlo.

Lentamente fue acabando con la poca distancia que había. Cerró los ojos y se dejó llevar.

Key despertó cuando sintió aquel contacto, luego Minho lo sostuvo de la nuca para que no escapara.

Aquel beso fue subiendo de tono; Choi comenzó a ponerse sobre el menor. Kibum colocó ambos brazos alrededor del cuello de Minho. Pero de la nada, éste, se separó con rapidez asustándolo un poco.

= Lo siento, no quería…

= No te preocupes – susurró Kibum.

= Bueno, entonces volveré a la empresa – se puso de pie y con algo de dificultad abandonó aquella obscura habitación.

Key se recostó en el piso. Aún podía sentir cómo los labios del alto se movían sobre los suyos, cómo aquellas cálidas manos le regalaban caricias.

= Besa tan bien… – suspiró y una tímida sonrisa se formó en sus labios.

















~*~

















Minho había regresado a la empresa y ahora se encontraba caminando por los pasillos de ésta.

= ¡¿Cómo pude besarlo?! ¿Qué demonios me pasa? – habla consigo mismo = Casi hago…“cosas” con él en el baño, ¿qué acaso soy un depravado? ¿un violador? – se revolvía los cabellos.

= Sapo – dijeron a sus espaldas.

= ¡Jonghyun! – exclamó asustado = ¿Y Onew? – cuestionó.

= Ya se fue – contestó = ¿Te pasa algo?

= N-no, todo bien – dijo.

= Bueno.

Continuaron caminando hasta llegar a la oficina de Minho.

 = Aquí están los documentos que dijiste que firmara  – los puso sobre el escritorio.

= Cuéntame – pidió Minho tras ver la sonrisa que el más bajo trataba de ocultar.

= De acuerdo, ya que insistes – se acomodó en la silla = Verás, dejé mi laptop en la casa, entonces, le hablé para preguntarle si podía traérmela.

= ¿Y no se negó?

= Al principio, pero pude convencerlo – hizo una pausa = Cuando llegó, comenzamos a platicar sobre lo que estaba pasando con nosotros; le dije que no quería que una relación tan linda acabara así; ¡¿y sabes algo?! – rápidamente, se puso de pie.

= ¿Qué?

= ¡Resulta que Taemin no es su amante, si no su sobrino! Minho, no sabes lo bien que me sentí cuando lo dijo.

= Y luego de aquello, pasaron a lo “otro”.

= Hmm, si algo así – respondió.

= ¿Por qué no aprovechas para decirle lo de Key? – propuso mientras revisaba algunos archivos en su computadora.

La felicidad de Jonhyun se esfumó.

= Bummie, es verdad… - suspiró algo melancólico = Solo dame un tiempo más ¿si? Te prometo que solucionaré esto.

= Perfecto, no sabes como quise escuchar esas palabras.

= Sí…bueno, voy a mi oficina – salió rápidamente.

Por fin la “molestia” se iría de su casa, aunque de tan solo pensarlo, algo en su interior le hacía sentir intranquilo.

De pronto, los recuerdos de aquellos besos que se había dado con el menor, asaltaron su mente.

= ¡Maldición! – se puso de pie y giró hacia el ventanal que se encontraba a sus espaldas. La vista de la ciudad era realmente hermosa = Minho, deja de pensar en él – suspiró.









Continuará…

5 de agosto de 2012

My Princess - Cap. 6


Capítulo 6
Solo fue un beso.



Luego de deliberar mentalmente si era o no una tercera oportunidad, decidió dejarlo por la paz.

Aprovechó la ausencia del mayor para hablar con su amigo de la escuela, necesitaba contarle muchas cosas; pero estaba cansado, así que se recostó en el mueble y a los pocos segundos se quedó dormido.



















~*~



















{Horas después}



Estaba en lo mejor de su sueño cuando de repente sintió un fuerte golpe en la cabeza; abrió los ojos y lo primero que vio fue la alfombra de la sala.

= Demonios – bufó incorporándose lentamente.

Se dirigió a la cocina por algo helado, necesitaba deshacerse de aquel punzante dolor que tenía en la cabeza. Regresó a la sala, tomó el teléfono y marcó el número de su amigo.

= ¡Omma!

= Hola Tae baby~

= ¡Hola! Oye ¿no te expulsaron?

= Noup, Minho habló con la directora.

= Wow! Pensé que era malo.

= Y lo es ¿sabes qué hizo hoy?

= ¡Cuéntame! – exigió el chiquillo.

Key sonrió y se dispuso a platicarle todo. A los pocos minutos llegó Minho.

= Cuelga el tel̩fono Рfue lo primero que dijo.

= Por lo menos déjame hablar ¿no? No es como si vaya a causar una tercera guerra mundial.

= Pues contigo todo se puede esperar – dijo mientras sacaba la caja de leche del refrigerador.

= Buu~ - exclamó y continuó hablando con su amigo.

Minho hacía algunas gráficas, mientras cenaba; habían pasado cerca de dos horas y el adolescente no daba señales de acabar pronto con aquella “interesante” platica.

= ¿Por qué todos ya recibieron su primer beso y yo no? ¡No es justo! – se quejó Key

= Kibum ya te di mucho tiempo, cuelga – ordenó.

= ¡No! – gritó; se puso de nuevo el teléfono en la oreja = Quiero que mi primer beso sea especial, con la persona indicada y en el momento preciso.

El alto había escuchado toda la conversación; desde la bandita del tal Dongwoon hasta los noviazgos de todos sus amigos.

Estaba harto.

= ¡No soy ridículo! ¡Quiero mi primero beso~! – lloriqueaba el menor.

Minho se levantó de la mesa, caminó a paso firme hacia la sala; le arrebató el teléfono al adolescente, lo tomó de la barbilla y, ferozmente, le plantó un beso en los labios.

Rápidamente metió su lengua y comenzó a profanar aquella, ya no virgen cavidad; empezó a morderle y succionarle los labios, especialmente el inferior.

Key permanecía estático, con los ojos bien abiertos.

= ¡¿Key?! ¡Kibum! ¿Estás ahí? – se oía en el teléfono.

Minho se fue separando lentamente.

= Ahí tienes tu primer beso, ¡ahora cuelga ese maldito teléfono y déjame trabajar! – gritó.

Kibum tragó con dificultad y asintió.

= Luego te hablo – le dijo a su amigo y rápidamente cortó la llamada. Atolondrado subió a su habitación. Se tiró a su cama = No puede ser… - susurró = Mi primer beso me lo dio ese tipo ¡no se lo perdonaré nunca! ¡te odio Minho! – gritó, agarró las almohadas y comenzó a lanzarlas por su habitación.

















~*~



















[Con Minho]



= Por fin, silencio – suspiró y continuó trabajando.

= ¡Te odio!

Escuchó aquel grito. No pudo evitar sonreír.

= Es tan patético, solo fue un beso – decía entre risas; aunque, por más que tratara de negarlo, el sabor a dulce que tenían los labios del menor, le había gustado demasiado y aquello no le hacía gracia.

= ¿Qué tanto piensas amor?

= ¡Sulli! – exclamó; su novia amaba visitarlo cuando menos se lo esperaba = ¿Cómo entraste?

= Me sé la clave – contestó sonriente = Espero que no te moleste que haya venido.

= Claro que no.

La chica iba a besarlo, pero Minho la detuvo.

= ¿Qué pasa? – cuestionó.

= Digamos que…tengo muy sucia la boca, ahora vengo – le guiñó un ojo; Sulli asintió y fue a la sala.

= Maldito idiota a mí nadie me besa – murmuraba Key mientras bajaba las escaleras = ¡Oh! – exclamó al darse cuenta de la presencia de la chica = ¡Noona! – dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

= Sulli amor quería decirte…

Las miradas del empresario y del adolescente se encontraron, Key la apartó rápidamente.

= Kibum, no molestes – habló Minho.

= No está molestando – dijo Sulli.

= ¿Por qué todo el mundo se empeña en defenderlo? – exclamó.

= No seas gruñón Minho.

Key dio la media vuelta y regresó a su habitación.

= Te pasas – dijo su novia.

= No lo conoces.

= Claro que lo conozco.

Luego de aquello, la chica se puso de pie y se metió a la cocina.

= Haré la cena – anunció.

= Gracias amor – le besó la frente = Pero ya cené.

= ¿Crees que le guste el spaghetti? – ignoró las palabras de su novio.

= ¿Vas a invitarlo? Es NUESTRA cena.

= ¿Nuestra? Se supone que tú ya cenaste, además, no tengo ganas de discutir contigo así que contesta mi pregunta – exigió visiblemente molesta.

= No sé si le gusta – bufó.

= Bueno, le preguntaré.

= ¿A dónde vas?

Sulli no contestó.

= Maldito niño… – murmuró = Quiere robarse a mi novia - pero luego recordó que Key tenía gustos “diferentes”.

A los pocos minutos bajó la chica.

= Aaw~ es tan tierno, no s̩ por qu̩ no te cae bien Рdijo.

= ¿Tierno? ¿De dónde?

= Es que cuando entré a su habitación, lo vi sentado en su cama haciendo un puchero hermosísimo, le pregunté si le pasaba algo y me dijo que hoy le robaron su primer beso.

Minho sintió como si algo le cayera en la cabeza.

= ¿Y qué mas te dijo? – preguntó.

= Que no le gustó y que quiere matar a esa persona…ah sí y que ama el spaghetti.

= Ah, ok – no podía negar que, por un momento, los nervios le comían vivo.

Pasaron cerca de 45 minutos y la cena ya estaba servida.

= Bummie~ baja a cenar – llamó la muchacha.

= ¿Bummie? – Minho estaba celoso.

= Sí, Bummie – recalcó.

Minho se dedicó a hacerle conversación a su novia para que ésta no comenzara a platicar con Kibum.

= Dime Bummie, ¿cómo se llama la persona que te besó por primera vez?

El menor dejó caer su tenedor; dirigió una mirada veloz a Minho, Sulli se dio cuenta.

= Minho ¿tú sabes quién es? – preguntó la joven.

El alto se sentía acorralado, pero sabía perfectamente cómo salir de aquello.

= Se llama Dongwoon – contestó con una sonrisa cargada de malicia.

Key quiso negarlo, pero Sulli comenzó a hablar.

= ¿Es de tu escuela?

= S-sí – contestó cabizbajo.

= Que lindo, mi primer beso fue con este gigante cara de sapo – señaló a Minho.

= Bueno, ya le diste mucha información, salgamos un rato amor – propuso el alto.

= ¿Quieres venir? – le preguntó a Key.

= No, no quiere, mañana tiene escuela, vámonos – se la llevó a jalones = Limpia la mesa – le dijo al adolescente, el cual asintió.

= ¡Arg! ¡Lo odio! ¡Lo odio! – gritó apenas la pareja abandonó el departamento.

Se dispuso hacer lo que Minho le había dicho, lavar los platos y de paso arreglar la mesa para que cuando regresara “Don Perfecto” no le dijese nada; en eso tocaron la puerta. Estaba tan distraído que la abrió sin ver quién era.

= Hola amorcito.

Oh demonios.

= D-dongwoon ¿qué haces aquí?

= Minho me dijo que querías hablar conmigo.

= Maldito… - murmuró = ¡Pues te mintió! Ahora vete, no molestes – comenzó a empujarlo, pero el chico no se iba.



















~*~



















[Con Minho]



= Minho, no quiero pasear, estoy cansada.

= Si, tanto que le hiciste de cenar a ese niño – reprochó.

= Mejor llévame a casa, por favor – pidió; Minho asintió.

El resto del camino fue silencioso. El empresario intentaba diseminar un poco la horrible tención, pero no sabía cómo.

= Amor, lo siento – se disculpó una vez que su novia se bajó del auto.

= No te preocupes, pero intenta llevarte bien con él ¿si?

= No prometo nada.

= Te quiero Minho – besó a su novio.

= Te adoro Рdijo = No puedo creer que ya tengamos 4 a̱os siendo novios.

= Y próximamente 5 – agregó sonriente.

= Es verdad.

= Bueno, cuídate – él alto asintió y tras ver como su novia entraba al edificio, se fue.

















~*~





















[Con Key]



= ¡Vete! – seguía empujándolo.

= ¡No quiero! Tienes que darme algo a cambio por hacer que yo venga a este lugar para riquillos.

= ¡Ya te dije que yo no te llame! Es más, ni tengo tu número.

= Pues no me interesa – comenzó a caminar por el departamento.

= ¡No toques eso! – gritó.

Minho tenía demasiadas cosas excéntricas en aquel lugar; cosas que llamaron la atención del chico rebelde.

= ¡Es muy costoso! – agregó cuando se dio cuenta de que Dongwoon tenía toda su atención en un jarrón.

= Hmm gracias por el dato, supongo que me lo llevaré.

= ¡No! – se lo arrebató con fuerza.

= ¿Qué acabas de hacer?

Key comenzó a retroceder, pero se topó con la columna de concreto que ayudaba a sostener el segundo piso.

= D-dongwoon – quiso escapar pero el mencionado no lo dejó.

= Te crees muy rudo ¿cierto?

= N-no, claro que no.

Dongwoon le arrebató aquel jarrón de importación y lo aventó al primer mueble que pudo ver. Tomó a Kibum de las mejillas y lo besó, primero con miedo y después con suavidad, una que logró envolver a Key.

Poco a poco el beso se fue tornando más pasional; las lenguas de ambos se acariciaban mutuamente. Dongwoon tenía las manos en la cintura del otro chico y fue cuestión de segundos para que éstas se colaran por la camisa de Kibum.

Minho acababa de llegar y, al ver la puerta abierta, supuso que Dongwoon estaba de “visita”. Entró sonriente esperando ver a un Key completamente asustado, pero el asustado sería otro.



  







Continuará…