II.
Una semana habÃa pasado desde aquel incidente. Kris habÃa ido varias
veces al club, pero, en ninguna tuvo éxito.
-Oye, ¿qué te pasa? Has estado muy decaÃdo – dijo su manager. Le
ofreció una lata con jugo.
-Conocà a alguien en el club.
-¡¿En serio?! – exclamó.
-SÃ, pero… - suspiró –No sé qué pasó con él.
-¿A qué te refieres?
-No puedo encontrarlo. Es como si hubiera sido un fantasma.
-Pero, ¿te dio su número o algo?
-Nada. Estábamos a punto de besarnos y de repente dijo que se tenÃa
que ir.
-Wow. En verdad parece que estás enamorado de esa persona.
-Nunca me he enamorado aunque supongo que esto que siento es lo más
cercano – explicó –Sé que sonará enfermo lo que voy a decir, pero, ese chico se
parecÃa mucho a mi gato.
Chanyeol comenzó a reÃr escandalosamente.
-Lo siento – se limpió algunas lágrimas de los ojos –Es que…¿seguro
que no te drogas? – bromeó, sin embargo, tras ver el rostro de su amigo,
prefirió dejar a un lado los chistes –Al menos, ¿te dijo su nombre?
-ZiTao.
-¿Tao? ¿Cómo tu gato? – preguntó. El rubio asintió –Eso sà que es
mucha coincidencia.
-Creo que debo darme por vencido, jamás volveré a verlo – abrió la
lata y se bebió todo el contenido en cuestión de segundos.
-No te rindas. Lo encontrarás, sólo ten fe – Chanyeol le palmeó la
espalda.
-Gracias, Yeol – murmuró.
•••
Llegó a casa y no habÃa rastro de Tao.
-Quizás también me abandonó – dijo con tristeza.
Decidió dormir para olvidarse aunque sea por unas horas de aquella
pena que le estaba matando.
Cuando despertó, era la 1:00 AM. Salió de su cama y fue a la cocina
por algo para comer. Las croquetas de Tao estaban intactas al igual que sus
juguetes.
-¿Le habrá pasado algo? – se preguntó –No Kris, no pienses en eso.
Encendió su laptop y comenzó a platicar con sus fans. Tal vez eso le
distraerÃa. De pronto, una pregunta llamó su atención.
Thehealingunicorn:
¿Alguna vez te has enamorado?
¿Alguna vez te has enamorado?
KrisWuofficial:
SÃ.
SÃ.
Thehealingunicorn:
¿Y cómo era o es ella?
¿Y cómo era o es ella?
“Él” pensó.
KrisWuofficial:
FÃsicamente: ojos y cabello negros. Labios rosados. Nariz perfilada. Voz suave y melodiosa. Manos suaves y cálidas.
Como persona: me atrevo a decir que tiene un carácter algo difÃcil, pero en el fondo es una persona muy tierna.
FÃsicamente: ojos y cabello negros. Labios rosados. Nariz perfilada. Voz suave y melodiosa. Manos suaves y cálidas.
Como persona: me atrevo a decir que tiene un carácter algo difÃcil, pero en el fondo es una persona muy tierna.
Thehealingunicorn:
Vaya, sà que estás enamorado. Te deseo mucha suerte.
KrisWuofficial:
Gracias. CuÃdate.
Gracias. CuÃdate.
Cerró la ventana. Ya no querÃa pensar más en aquel pelinegro. Estaba
por darle click a apagar, cuando algo sonó en su habitación. ParecÃa como si
hubiesen deslizado la puerta del balcón.
Con mucho cuidado, comenzó a caminar hacia su habitación. Se odiaba
por haber apagado la luz de ésta y no poder ver más que lo que la luna le
permitÃa.
De repente, una fresca brisa movió las cortinas que cubrÃan aquella
puerta deslizante y de entre éstas aparecÃa una figura humanoide.
Asustado, comenzó a tantear para llegar al interruptor, sin embargo…
-No lo hagas.
-¿Quién eres? ¿Qué es lo que quieres?
-Soy Tao, quiero decir…ZiTao.
Kris abrió sus ojos en demasÃa.
-No enciendas la luz, por favor.
-¿Por qué?
-Tengo miedo.
-¿De qué?
-De que descubras mi verdadera identidad.
Kris apretó el interruptor y tuvo que recargarse en la pared para no
terminar en el piso. ZiTao solamente traÃa puesta una camisa suya, el resto de
su ropa se encontraba en el piso.
-¿Q-qué significa esto? – preguntó -¿Por qué tienes…?
El chico comenzó a acercársele, Kris querÃa retroceder pero era
inútil ya que él mismo se habÃa acorralado en la pared.
Tao le señaló el cuello.
-Ese es collar de mi gato, ¿cómo es que tú…?
-Soy él. Soy Tao.
Kris sentÃa que se volverÃa loco. ¿Cómo era posible que un gato se
transformara en humano o que un humano se transformara en gato?
-Te lo juro – murmuró –Esta es mi verdadera forma. Me metà en algunos
problemas y fui condenado a ser un gato hasta que me enamorase profundamente.
Por las noches, exactamente a las 3:00 AM vuelvo a mi forma normal pero sólo es
por 3 horas, es por eso que en el bar tuve que salir corriendo ya que…
-…Te convertirÃas en gato – continuó el modelo.
-L-lo siento. Debes odiarme por esto – bajó la mirada.
Kirs se acercó y lo tomó de la barbilla.
-No tengo porqué odiarte. Te lo dije una vez y te toda la eternidad –
Tao le observaba con lágrimas en los ojos –Eres la cosa más tierna que he visto
en mi vida – lentamente acercó sus
labios a los del pelinegro.
Por fin. Por fin pudo besarlo. Por fin pudo sentir sus labios, probar
su boca, embriagarse de su sabor.
-Eres perfecto – susurró una vez que se separaron.
-Kris, te amo – confesó –Cuidaste de mà con tanta dedicación que yo…
-También te amo. Lo hago con todo mi ser – volvió a besarlo, pero
ahora con más profundidad.
Lo fue guiando hacia la cama. Una vez que estuvieran acostados en
ésta, Kris preguntó algo que atormentaba su mente.
-¿Por qué desapareciste todo el dÃa?
-Porque cuando desperté estaba en mi forma humana y eso no podÃa ser
ya que no eran las 3:00 AM. Entonces, decidà salir y esperar a volver a ser un
gato. No sabÃa a qué hora llegarÃas es por eso que preferà irme.
-¿Y ahora? ¿Por qué no te has transformado?
-Porque me he enamorado de ti, tontito – le besó la nariz –Como te
dije, la forma de acabar con aquella maldición era enamorarme de alguien y que
esa persona me amara con la misma intensidad que yo lo hiciera.
-Es como un cuento de hadas.
-Un cuento de gatos – dijo. Antes de que el rubio pudiera mencionar algo
más, sus labios ya eran atacados por los de Tao.
Kris depositaba tiernos besos en el cuello del pelinegro mientras una
de sus manos acariciaba su muslo izquierdo.
-¿No es muy pronto para hacer esto? – preguntó el chico.
El rubio detuvo sus acciones.
-¿No quieres? – le mordió el lóbulo derecho.
-Hmn – jadeó Tao.
Al no obtener respuesta, reanudó todo lo que estaba haciendo. Ahora,
la mano que acariciaba el muslo del chico, se habÃa trasladado a su
entrepierna. La masajeaba con lentitud, torturando al felino muchacho.
-Mierda, Kris. Sólo hazlo – dijo con voz suplicante.
-¿Quién te enseñó a hablar asÃ? – cuestionó sin dejar de tocar aquel
semi-despierto pene.
Tao le mordió el cuello. El modelo sonrió para sus adentros. Se
deshizo de los molestos bóxers que traÃa el otro, lo volteó y empezó a
masturbarlo. Tao ahogaba sus gemidos en la almohada.
-Entra en mÃ… - dijo jadeante.
Kris sintió cómo su miembro se ponÃa más duro con aquello.
-Eres un gatito muy desesperado – le susurró al oÃdo. Aprovechó la
distracción de Tao para penetrarlo de una sola estocada.
El pelinegro se removió ante la invasión.
-L-lo siento – susurró el modelo.
-E-está bien – buscó los labios ajenos. Ambos se besaron
profundamente –Muévete.
Kris le hizo caso y al principio, embestÃa suavemente, pero ante las
constantes exigencias de su gatito, aumentó el ritmo.
HabÃan cambiado de posición, ahora Tao tenÃa sus piernas alrededor de las caderas del
rubio.
Tao clavaba sus uñas en la espalda del modelo y le gemÃa al oÃdo,
incitándolo a darle más fuerte.
La cama golpeaba contra la pared. El más joven sentÃa que se ahogaba
de tanto placer.
-K-kris… - arqueó la espalda.
ZiTao acabó entre sus cuerpos, manchando hasta su propio rostro; al
poco tiempo le siguió Kris, pero haciéndolo en su interior, inundándolo de él.
-Demonios, Tao – exclamó una vez que estuvo recostado en su lado de
la cama –Jamás habÃa disfrutado tanto.
-Es porque nunca habÃas estado con un felino-humano – le guiñó un
ojo.
-¿Eso me convierte en zoofÃlico?
Tao le dio una palmada en el pecho.
-¡Claro que no! – chilló.
Kris sonrió ante esto. Le besó la frente y luego le abrazó
posesivamente. Platicaron un rato de cosas que ni venÃan al caso y, a los pocos
minutos, ambos se quedaron dormidos.
•••
{Al otro dÃa}
Kris se despertó tras escuchar un tierno ronroneo en su oÃdo. SabÃa
perfectamente quién era, asà que lo tomó entre sus brazos, pero se sorprendió
al sentir un espeso y suave pelaje.
Se levantó de golpe.
-¿Tao, cómo es que…? – no le encontraba una explicación a lo que
estaba pasando.
Aquel hermoso pelinegro ya no estaba ahÃ; en su lugar se encontraba
el gatito que tanto adoraba.
-¿Qué pasó? – le preguntaba, pero el minino sólo le observaba con una
expresión de suma tristeza - ¿No se suponÃa que la cura era que te enamoraras?
¿Acaso no estás…?
Tao saltó a sus piernas y comenzó a maullarle. Necesitaba hablar,
explicarle. El rubio miró su reloj.
-Rayos, tengo una sesión – se metió al baño aún confundido.
Al poco rato salió, no se maquilló ni nada, sólo observaba a Tao,
quien le miraba fijamente.
-Te prometo que intentaré encontrar una solución a esto – le dijo. Le
besó la cabecita y se fue.
•••
-¿Qué Tao qué? – exclamó Chanyeol.
-Lo que te dije. Puede convertirse en humano, sin embargo, hoy… -
pausó –Hoy amaneció como un gato y no entiendo el porqué.
-Hmm, tal vez Baek puede decirte.
-¿Baekhyun?
-Asà es, él es…bueno, era como Tao.
-¿Un gato?
-No, él era un cachorrito hermoso que adopté en una perrera.
-¿Por qué nunca me dijiste?
-Si de por sà dices que estoy loco, imagÃnate si te contaba sobre
eso…
-Bueno, como sea, ¿cuándo puedo hablar con Baekhyun?
-Hoy mismo. Él será tu maquillista, la otra renunció.
-Seguramente tú la hiciste renunciar para darle el puesto a tu
cachorro.
-Hey, cuidado con tus palabras Wu, Baek ya no es un cachorro.
El rubio sonrió de medio lado.
Baekhyun llegó a los pocos minutos después.
-Siento la tardanza. Estaba atendiendo a algunos clientes.
Chanyeol se apresuró a explicarle la situación por la que estaba
pasando el modelo.
-Eso sà que es extraño. Yo tenÃa que besar a mi complemento y pues
resultó ser Channie, pero lo de Tao es algo diferente; se supone que si ustedes
dos se aman, ya se deberÃa haber roto el hechizo.
-Kris, ¿estás seguro de amarlo con todas tus fuerzas? – intervino Chanyeol
-SÃ…bueno, eso creo.
-Ahà está – exclamó Baekhyun –No estás seguro, es por eso que Tao
volvió a ser un gato.
-Demonios, todo fue mi culpa – se llevó las manos a los cabellos.
-Tranquilo. Sé que lo amas, lo noto en tu mirada, pero deberÃas de
confiar en lo que sientes – dijo su manager.
-Lo sé – murmuró –Cuando regrese a casa arreglaré las cosas – dijo
seguro, sin embargo por dentro se morÃa de los nervios.
•••
-Tao, ¿en dónde estás? – sacudió la bolsa de croquetas para gato, Tao
salió corriendo de su habitación.
Kris se arrodilló para recibirlo en sus brazos.
-Ya sé por qué estás asÃ. Es culpa de mi maldita inseguridad – dijo
–Esperaré hasta las 3:00 am para decÃrtelo.
Tao puso cara de confusión.
-Ya lo sabrás. Ahora será mejor que comas algo.
Al poco rato, ambos fueron a la habitación. Kris veÃa un programa y
Tao dormÃa plácidamente. En un abrir y cerrar de ojos, el modelo visualizó una
hermosa y firme espalda.
-Eres tú… - le dijo suavemente al oÃdo logrando despertarlo.
Tao bostezó tiernamente y se talló los ojos.
-Kris… - susurró tomándolo del rostro. Lo besó –Extrañaba hacer esto.
-Te amo, Tao. Te amo con todo mà ser.
-Lo sé, pero…
-Shh – lo besó –Escúchame. Antes no estaba seguro de nada porque
nunca me habÃa enamorado pero hoy, en el trabajo, Chanyeol y su novio me
hicieron entender. Debo confiar en mà mismo, en lo que siento, en lo que dicta
mi corazón ¿y sabes qué es?
El pelinegro negó con la cabeza.
-Que eres la primera persona de la que me he enamorado y serás la
última – tras esto, lo besó profundamente.
Tao comenzó a sollozar, pero luego su expresión cambió por completo.
-Tardaste casi un dÃa en decÃrmelo – sonrió traviesamente.
-¿Quiere decir que sabÃas…?
-Claro que sÃ. Pero querÃa que te dieras cuenta por ti mismo.
-Demonios. SÃ que me hiciste sufrir.
-Lo sé, amor, lo sé.
Ambos volvieron a besarse.
Tao se refugió en brazos del rubio el cual le acariciaba los cabellos
suavemente. En cuestión de segundos, el pelinegro ya estaba dormido.
-Se supone que tendrÃamos “diversión” – murmuró Kris –Bueno, lo
tendré conmigo toda la vida, asà que…no importa – bostezó y se acomodó para
dormir.
Aquella maldición estaba rota y no precisamente por la confesión de
Kris, sino porque Tao habÃa encontrado a su alma gemela la cual que la
verdadera condición para regresar a su forma humana.
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