Grupo: EXO
Pareja: TaoRis
Clasificación: +16
Advertencias: AU, fantasÃa, lemon.
Resumen:
-Tao – dijo de repente. El felino le miró como si reconociera su
nombre -¿Te gusta?
Basado
en el MV “Oops!” de G.Na.
————
Oops!
-Listo. Hemos terminado – anunció la fotógrafa.
Wu Yi Fan o mejor conocido como “Kris” suspiró cansado. Por fin habÃa acabado aquella sesión. Lo
único que querÃa era irse a casa y tomar un buen baño de burbujas.
-Kris – habló su manager.
-¿Qué? – contestó de mala gana.
-¿No quieres escoger algunas fotografÃas para tu novia? – le sonrió
pÃcaramente.
-Demonios, Chanyeol, sabes que no tengo novia y no estoy interesado
en tener una – tomó un poco de su bebida energética mientras se abanicaba.
-Pff…eres tan agrio. Te hace falta una – bufó –Bueno, creo que es
todo, ya puedes irte a casa a jugar con “Manuela” – bromeó.
-Y tú a jugar con Baekhyun.
Chanyeol se puso nervioso y sin querer botó algunos maquillajes que
estaban sobre la mesa en la que se encontraba la computadora.
Touché. Kris habÃa
ganado.
–Tranquilo – le palmeó el hombro –Tu secreto está seguro conmigo.
-Ya lárgate – dijo sonrojado.
-Le mandas mis saludos – sonrió triunfante.
•••
Apenas se abrieron las puertas del edificio, una ráfaga de aire
frÃo golpeó su rostro. Maldijo por lo bajo y luego ajustó su bufanda.
Iba a ponerse los auriculares, pero, se detuvo al escuchar un
maullido. De repente, se le ocurrió buscar al animalito; sin embargo no lo
encontró.
Chasqueó la lengua. Comenzó a caminar hacia su auto; un Mini Cooper
color blanco.
-Miau ~ - otro maullido.
Detuvo su andar.
-¿Dónde estás? – preguntó. Cualquiera que lo viera le tirarÃa a
loco.
A los pocos segundos, un hermoso minino de pelaje negro azulado y
patitas blancas como la nieve, asomó debajo de un auto.
Kris sintió su corazón bombear con fuerza. Nunca le habÃan gustado
los animales, pero éste tenÃa algo que logró erizarles los vellos. Se puso de
cuclillas.
-Ven aquÃ. No voy a hacerte daño – le dijo y con cuidado le
extendió la mano.
Aquel animalito le veÃa con cierto temor.
-¿Tienes frÃo?
El gatito movió sus orejitas. Kris pensó en acercarse pero no
querÃa asustarlo más.
-“Mierda, Kris, es sólo un gato, mejor vete a descansar” – se decÃa
mentalmente.
Y como si el felino hubiera leÃdo aquel pensamiento, comenzó a
acercársele.
Kris extendió un poco más su brazo y entonces el animalito empezó a
restregarse en su mano. No podÃa sentir su pelaje por culpa de aquellos guantes
de cuero, pero…¡demonios! le estaba ronroneando.
-¿SerÃa buena idea llevarte a casa? – le preguntó.
El gatito sólo le observaba fijamente. Aquellos ojitos negros como
la noche le derritieron el corazón.
-¿Tienes dueño?
El animalito se le subió a las piernas obligándolo a arrodillarse y
manchar aquel pantalón carÃsimo que una ex novia le habÃa regalado.
-Creo que eso es un no – sonrió –Vamos a casa.
Lo tomó entre sus brazos y con mucho cuidado lo abrigó. No se veÃa
desnutrido y tampoco herido, sólo algo perdido y curioso de lo que pasaba.
•••
Una vez que llegó a su departamento, se quitó el saco, los guantes,
la bufanda, el sombrero. Se dirigió a la cocina a hacerse un café. El frÃo
estaba insoportable.
-¿Quieres leche? – le preguntó al gatito. Éste sólo maulló.
Mientras ponÃa todo lo necesario en la cafetera y calentaba un poco
de leche en el microondas, recordó algo.
-Fuck. Los gatos arañan todo lo que ven a su paso – exclamó -¡Kris!
Tienes cosas que valen millones de dólares – se regañó a sà mismo.
Salió de la cocina dispuesto a sacar a aquel animalito de su casa,
pero, cuál fuera su sorpresa al verlo recostado en el sillón lamiendo sus
patitas delanteras. Se deshizo por dentro con aquella escena. Lentamente fue acercándose a él.
-Con esos ojitos tan tiernos, ¿quién querrÃa botarte?
El minino se subió a sus piernas.
-¿Cómo deberÃa llamarte?
Lo tomó entre sus brazos y asà se dirigió a la cocina ya que tanto la
cafetera el microondas habÃan sonado.
Mientras tomaba su café, el gatito bebÃa su leche.
Ambos estaban en la sala. El modelo observaba cómo la nieve
golpeaba suavemente su ventana.
-Tao – dijo de repente. El felino le miró como si reconociera su
nombre -¿Te gusta?
Maulló.
-Perfecto – le acarició una orejita -Mi nombre es Kris y
amm…supongo que soy tu dueño – Sonrió. Tao saltó a sus piernas –Eres hermoso.
•••
{Horas después}
Kris estaba recostado en su cama; leÃa un libro sobre arte. Tao se
habÃa acostado a un lado suyo; de repente, comenzó a restregarse entre las
hojas de dicho libro, bloqueando la vista de su amo.
-Tao, intento leer – le dijo.
El animalito le ignoró. Recargó ambas patitas sobre su pecho. Le
observaba con aquellos hermosos y brillantes ojos, como queriéndole decir algo.
-Bien, lo dejaré. Sólo porque tú me lo pides – le acarició la
cabecita.
Comenzó a jugar con él. En eso, sonó su celular.
-Chanyeol, es la 1:00 AM. Mañana tengo que estar en otra sesión a
las 6 de la mañana.
-Ya sé, soy tu manager.
-A veces lo dudo.
Tao maulló muy cerca de su celular.
-¿Qué fue eso? ¿Estás con alguien?
Kris soltó una sonora carcajada.
-No, es mi nuevo gatito, se llama Tao.
-Hmm...¿seguro? ¿No será alguna gatita?
-No.
En ese momento se escuchó...
-Chanyeol, amor, abrázame.
Kris abrió los ojos y sonrió pÃcaramente.
-E-eso fue… - intentó explicar su manager.
-Baekhyun, lo sé, puedo reconocer su voz.
-Ah, mierda. Te odio.
-Bueno, ya. Ve al grano, Tao quiere seguir jugando.
-Vaya, cualquiera dirÃa que amas a tu gato.
-Lo hago – contestó mientras le acariciaba una orejita aprovechando
que Tao estaba lavándose las patitas.
-Mañana hay una fiesta en el club XOXO. Es privada, asà que no te
preocupes por las cámaras.
-No sé.
-Tienes que ir. La hija del jefe estará ahÃ.
-Arg, odio a esa tipa. Además, tengo a Tao y…
-Wu Yi Fan, es sólo un gato, puede estar solo. Velo por el lado
positivo, en esa fiesta podrás conseguirte alguna gatita.
-¿PodrÃas dejar de joderme con que necesito una novia?
-No.
-Lo pensaré. Te digo al rato. Ve a abrazar a tu novio.
-¡Ya lo estoy haciendo! – gritó.
-Channie~ - murmuró Baekhyun.
-Lo siento, es que el idiota de Kris me estresa.
-Ya. Los dejo solos. Adiós – colgó entre risas. Su manager era demasiado
transparente; no sabÃa mentir.
Una vez que depositó su celular en el buró, le echó una mirada a
Tao, éste dormÃa plácidamente en el otro lado de cama, especÃficamente sobre la
almohada.
Kris lo acarició con suma suavidad.
-Eres la cosa más tierna que he visto en mi vida.
Iba a besarlo, pero recordó que no lo habÃa llevado a la estética
ni nada. HabÃa quedado tan cautivado con él que ni si quiera se tomó la
molestia de pensar en el veterinario.
-Buenas noches, Tao – murmuró y se acomodó dispuesto a dormir.
•••
{Un par de horas después}
Sintió como si alguien se levantara de la cama. En seguida pensó
que a lo mejor Tao se habÃa fastidiado de dormir ahÃ, pero, de pronto, algo
parecido a una cálida mano acarició suavemente
su mejilla. Asustado, se incorporó de golpe. Todo estaba oscuro.
Encendió la lámpara.
-3:10 AM – murmuró. Se talló los ojos -Tao, ¿dónde estás? –
preguntó –Tsk. Necesito dormir. No puedo tener ojeras – dijo para sà mismo.
Volvió a acomodarse en su cama, pero tras varios intentos absurdos
para dormir, terminó por levantarse e ir en busca del gatito, pero no tuvo
suerte.
-No pudo haber escapado – murmuró. Se dejó caer en el mueble de la
sala y quedó dormido.
Un lindo ronroneo en su oÃdo le despertó. Abrió los ojos para
encontrarse con una colita que se movÃa de un lado a otro frente a él.
-¿En dónde te metiste? – le preguntó. Tao sólo pegó su cabecita a
su mejilla. Kris lo abrazó y se dirigió a su habitación. QuerÃa seguir
durmiendo, pero tras ver la hora en su celular, recordó que tenÃa que ir a una
sesión –Tao, gracias por despertarme.
Le sirvió un poco de leche y corrió a bañarse. TenÃa el tiempo
exacto.
-No puedo irme sin dejarte comida – le dijo.
Rápidamente fue con una vecina que por suerte tenÃa gatos. Le pidió
un poco de croquetas y sirvió algo de agua en un tazón.
-Bueno, te veo en la tarde – le acarició una orejita y salió de su
departamento.
•••
La sesión habÃa terminado cerca de las 4:00 PM.
-¿A dónde vas? – preguntó Chanyeol.
-A casa, necesito ver a Tao.
-¿Irás a la fiesta?
-Hmm, creo que sà – tomó sus cosas –Adiós.
Prácticamente salió corriendo del lugar. Lo único que querÃa era estar
con su gatito.
Cuando llegó, Tao estaba dormido en su cama, igual que la noche
anterior, sobre la almohada donde se supone irÃa la cabeza de la otra persona,
pues su cama era tamaño matrimonial.
Se acercó a él.
-Perdón por despertarte, pero tenemos que ir al veterinario.
Tao bostezó y después se estiró. Kris no podÃa con tanto, ese
minino era demasiado lindo.
•••
Se dirigió a una de las veterinarias y estéticas más prestigiosas y
costosas de todo Seúl.
-Es un gatito muy saludable – dijo la doctora –Pero, al parecer, no
es de raza aunque podrÃa jurar que tiene todas las caracterÃsticas para ser de
una muy fina. Dices que lo encontraste en la calle ¿no?
-Asà es.
-Tal vez alguno de sus padres haya sido o sea de raza aunque no
logró identificar cuál – decÃa mientras examinaba con la mirada al minino.
-No importa la raza. Sólo quiero que sea un gatito saludable y
feliz – le sonrió a Tao, éste maulló –Por cierto, necesito un collar para él.
-Por aquà – indicó la doctora.
Luego, una encargada se acercó a mostrarle los diferentes diseños
para su mascota.
Extrañamente, Tao comenzó a maullar cuando Kris tocó un collar
estilo animal print.
-¿Te gusta? – preguntó Kris.
El felino sólo le veÃa fijamente y movÃa sus orejitas.
-Bien, eso es un sÃ. Me lo llevo – dijo.
-¿Desea que le grabemos el nombre? – preguntó la chica.
Kris miró a Tao. Éste estaba distraÃdo jugando con un botón de su
camisa.
-Hmm… - no entendÃa la “respuesta” de su gato –No, gracias.
Sacó su tarjeta y pagó todo el servicio que le habÃan hecho a su
amado animalito.
•••
Regresó a su departamento.
-Rayos, son las 8:00 pm y no he comido en todo el dÃa. ¿Será buena
idea comer en el club? – hablaba consigo mismo.
Tao se habÃa recostado en su lado de la cama y observaba con
curiosidad.
-Según Chanyeol, la fiesta es a las 10:00 pm, tengo el tiempo
exacto para arreglarme – meditaba mientras registraba su clóset.
Tras escoger el atuendo que más le habÃa agradado, entró al baño.
30 minutos después, salió. Aún le faltaba peinarse, aplicarse sus
millones de cremas y maquillarse; asà es, un modelo como él no podÃa verse
desalineado. Nunca.
Mientras se veÃa en el espejo, su mirada topó con un entretenido
minino.
-Tao, ¿qué haces? - se
acercó a él -No juegues con mi celular, puedes rayarlo.
De repente sonó un “click”. Asustado, le retiró aquel aparato. Tao
habÃa tomado una foto de él mismo. Kris se sorprendió en demasÃa.
-Sà que eres único – le sonrió -¿Quieres que nos tomemos una juntos?
Tao le maulló.
Kris lo abrazó y luego de una buena sesión de fotos, escogió la
mejor y la puso como fondo de pantalla
de su celular.
Una hora después, el rubio ya estaba listo para salir.
-Nos vemos en un rato. No voy a tardar. Te quiero pequeño – le besó
la cabecita.
•••
Y ahà estaba el gran Wu Yi Fan, aburrido como
nunca antes en sus 23 años de vida. Chanyeol habÃa llevado a su sÃ/no novio, Baekhyun,
asà que ni caso le hacÃa; es más, no se le habÃa acercado para nada.
-Kris ¿por qué tan solito? ¿Bailamos?
Era la hija de su jefe. La odiosa chica que se
la pasaba acosándolo. Iba a decirle que no, pero “mágicamente” su jefe pasó por
ahÃ. Forzándolo a desechar su idea.
-Bien – se puso de pie y se dirigieron a la
pista de baile.
Odiaba bailar. ParecÃa una tabla. Estaba más
aburrido que antes.
De repente, sus ojos se clavaron en un
muchacho pelinegro. El chico no se habÃa dado cuenta de que “alguien” le estaba
viendo fijamente.
-Hey, Kris ¿estás aquÃ? – escuchó la molesta
voz de la chica.
-S-sà – respondió y luego volvió a buscar al
muchacho. Sintió como su cuerpo se paralizaba -“Me está mirando” – pensó –“Oh
fuck. Sus ojos son hermosos.”
Aquel muchacho
tenÃa una mirada penetrante y siniestra.
-“Tao” – pensó en décimas de segundo.
El pelinegro le sonrió y poco a poco fue
abandonando la pista. Kris nunca habÃa sido impulsivo, siempre pensaba antes de
actuar, pero esta vez serÃa la excepción pues lo único que tenÃa en la cabeza
era seguir a aquel misterioso chico.
-Disculpa, voy al baño – le dijo a la chica.
-C-claro. Te veo en alguna mesa – respondió,
aunque sabÃa perfectamente que el rubio le abandonarÃa.
Desesperado, comenzó a empujar a la gente.
Sólo querÃa encontrarlo, pero parecÃa que la tierra se lo hubiera tragado. Le
echó un vistazo a su reloj.
-5:15 am. ¡Rayos! Le dije a Tao que volverÃa
temprano ¿cómo mierda pasó tan rápido el tiempo?
Aun siendo consciente de lo que le habÃa
“prometido” a su gatito, siguió buscando a aquel chico. De pronto, chocó contra
alguien. Levantó la vista y ahà estaba él. Viéndolo fijamente.
-H-hola – dijo extremadamente nervioso. Se
golpeó mentalmente por haber sonado tan mal.
El muchacho sólo le sonrió.
-“¡Por todos las cremas que me pongo! Este
chico es la versión humana de Tao” – gritó mentalmente -¿Quieres bailar? – le
preguntó firmemente, aunque por dentro se sentÃa como una colegiala
declarándosele al chico que le gusta.
El pelinegro asintió.
QuerÃa saber su nombre, querÃa preguntarle mil
cosas, pero no estaba seguro de hacerlo. ¿Se verÃa muy acosador?
-¿Cómo te llamas? – pensó en voz alta.
El muchacho se le acercó al oÃdo.
Kris cerró los ojos.
-“E-eso fue…¡¿un ronroneo?!” – pensó.
-Zi…Tao – le escuchó decir suavemente.
Sus ojos se abrieron en demasÃa. SentÃa que
iba a morir ahà mismo.
-Soy…
-Kris. Lo sé.
-¿Me conoces?
-Algo asÃ.
-Vaya… - ¿y ahora qué? ¿qué más podrÃa decir
para continuar con la conversación?
Cuando levantó la mirada, el rostro de ZiTao
estaba a escasos centÃmetros del suyo.
-“Quiero besarle” – se repetÃa mentalmente
–“Tengo que hacerlo…” – fue acortando la distancia. ZiTao parecÃa no molestarse
con aquello.
Estaba a milÃmetros de aquellos labios que
rogaban por ser besados. El contacto era cuestión de décimas de segundos, pero…
-Tengo que irme – murmuró el pelinegro.
-¿Por qué? ¿Nos volveremos a ver? – rogaba por
tener una respuesta afirmativa.
-Siempre me verás – depositó una mano en medio
del pecho del rubio, justamente donde se encontraba su corazón. Cerró los ojos
ante tal calidez –Siempre.
-¿Qué? – exclamó y abrió los ojos; sin
embargo, el pelinegro habÃa desaparecido.
Comenzó a buscarlo por todas partes. Le
preguntó a la gente, hasta a la hija de su jefe y nada. Nadie pudo informarle.
Estaba triste, molesto, frustrado por lo que decidió
regresar a su departamento. Una vez ahÃ, ingresó a su habitación. Tao estaba
dormido sobre su cama.
-¿Siempre me verás? – murmuró -¿Quién demonios
era ese chico? – se sentó de golpe.
El minino despertó y al ver el estado en el
que se encontraba su dueño, se puso sobre las piernas de éste, apoyó las
patitas en su pecho y juntó su frente con la del rubio.
Kris sonrió ante esta acción. Tomó a Tao entre
sus brazos y lo miró fijamente.
-¿Volveré a verlo?
Continuará...
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