7 de septiembre de 2013

Black Tinkerbell


Autora: Kang
Grupo: EXO
Parejas: Baek!Yeol, BaeKai/KaiBaek.
Clasificación: +16
Advertencias: AU, drama.

Sin sentido (?).
Resumen:
“Después de que ella llegó, me convertí en el segundo. ¿Qué vas a hacer conmigo? Por favor, ámame.”


Basado en Black Tinkerbell
de Chocolat.




~•~~•~~•~



Black Tinkerbell


Mi nombre es Byun Baekhyun, tengo 22 años de edad y estoy enamorado de mi mejor amigo: Park Chanyeol. El idiota más grande que puede existir.

¿Que si él me ama?
No. No lo hace.
¿Por qué?

Porque tiene novia. Sandara Park, así se llama la bruja.

La odio con todo mí ser, no solamente por seducir a mi Chanyeol, sino por ser una zorra enfrente de él.

Le he dicho millones de veces que Sandara no es para él, que debería conseguirse a alguien más. Alguien que le ame profundamente, pero no me escucha. Soy un cero a la izquierda desde que ella llegó.





~•~





-Hola – saludé a la señora Park.

-Hola, Baek. Pasa, está en su habitación, pero toca antes porque está con su novia – me dijo algo avergonzada.

Con rabia, mordí mi labio inferior y sólo asentí. Comencé a subir las escaleras arrepintiéndome de haber ido a visitarlo, de haberme preocupado después de aquella llamada...

{Flahsback}

-¿Hola?

-¡Baek! ¡Tengo 39° de temperatura! ¿Qué hago?

-¿Ya hablaste con tu mamá? – dije intentado ocultar mi desesperación.

-No está en la casa.

Rápidamente salí de mi habitación y fui a la de mis padres. Interrogué a mi papá (ya que él es doctor) y una vez que me dio una lista de medicamentos para bajar la temperatura, le dije a Chanyeol.

-Gracias. ¿Podrías venir a visitarme mañana?

-¿Y tu novia? – pregunté con coraje.

-Hmm...no sé, tal vez trabajando.

-“Si, en el bar de mala muerte de donde la sacaste” – pensé –De acuerdo. Voy mañana. Cuídate mucho.

-¡Sipi! – colgó.

Por todos los cielos, cómo amaba que fuera tan infantil.

{Fin del flashback}

Estaba tan ensimismado que olvidé lo que su madre me había dicho y abrí la puerta de golpe. Mis ojos se humedecieron cuando me encontré a Chanyeol sobre Sandara, ambos se besaban y…tocaban.

Mierda. Mierda. ¡Mierda! Eso me pasa por ser tan idiota.

-Oh, Baek. Olvidé que venías – me dijo.

-No te preocupes. Creo que no me necesitas.

-Sí, no te necesita – me dijo la bruja mientras acomodaba sus ropas.

-Lo sé. Adiós – di la media vuelta esperando a que Chanyeol me dijera: “no te vayas” pero aquello nunca llegó. Al contrario, cerró la puerta tras mi espalda –Te odio… - susurré. Mi voz se quebraba y mis lágrimas salían sin parar.

Como pude, me despedí de la madre de Chanyeol. Corrí hasta mi casa. Necesitaba un abrazo de mi madre, pues sólo ella y Kai (amigo mío y de Chanyeol) sabían que estaba enamorado de ese estúpido.

-¿Baek? – escuché que me llamaban. Lentamente, levanté la mirada.

-Kai…

-¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? – me preguntó. No quería contestarle, pues me dolía demasiado –Un momento, si vienes de esa dirección quiere decir que…

-Sí, fui a verlo. Fue lo peor que pude haber hecho.

Me abrazó. Demonios, cómo necesitaba esto. Enterré mi cabeza en su pecho. Lloraba con toda mis fuerzas. Me odiaba a mí mismo por amar tanto a alguien para quién soy invisible.





~•~





Kai me había acompañado a casa y mi madre insistió para que se quedara a cenar con nosotros.

-Baek, deberías olvidarte de él – me dijo una vez que estuvimos en mi habitación.

-Lo sé. Quiero hacerlo pero no puedo.

-Sí, sí puedes.

-Kai...

Él suspiró y se puso de pie. Me tomó de los hombros y me miró fijamente.

-Chanyeol ya no te necesita. Aléjate de él antes de que sea demasiado tarde.

-Pero...

-Por favor, Baek. Te lo suplico. No me gusta verte triste todo el tiempo. Extraño al tocino bromista que siempre se le pasaba jugando con el interruptor de luz del salón.

Reí ante sus palabras.

-Lo intentaré, te lo prometo.

Kai tenía razón, estar con Chanyeol significaba sufrir y yo ya estaba cansado de hacerlo.

-Gracias – besó mi frente. No pude evitar sonrojarme cuando hizo eso. Podía parecer un playboy por fuera, pero, por dentro era todo un niño.






~•~







Y así fueron transcurriendo los meses.

Me había alejado de Chanyeol. Muy pocas veces le veía en la escuela y ya no iba para nada a su casa. Él nunca hizo algo para contactarme, al contrario, se había encontrado otros amigos.

Últimamente me la pasaba con Kai. Aunque no imaginaba que mi tranquilidad se esfumaría muy pronto.

Kai y yo estábamos en los jardines traseros de la escuela cuando, de la nada, él me preguntó:

-¿Sabes besar?

-¿Qué?

-Que si sabes besar.

-N-no sé.

-Hmm...¿quieres que te enseñe?

-Jongin.

-Vamos, sólo un besito.

-Pero eres mi amigo y…

-Por favor – me puso ojos de perrito.

-Bien. Rápido. Tengo miedo de que nos vayan a ver.

-Nadie nos verá – su voz había cambiado. Ahora era más profunda y escalofriante.

Con suavidad, tomó mi barbilla y acercó sus labios a los míos.

-Relájate – pude sentir su aliento chocar contra mi rostro. Aquel olor a menta inundaba mis fosas nasales.

Cerré los ojos y al poco tiempo sentí sus labios contra los mío. Mi cuerpo tembló, no, se sacudió por completo.

Al poco rato, me olvidé de todo y acerqué a Jongin a mi cuerpo. Ambos caímos sobre el pasto. No me importó manchar el uniforme, no me importó estar besando a uno de mis mejores amigos, no me importó la existencia de Chanyeol. Sólo quería sentir...sentir cada vez más.

-¿Y? ¿Te gustó? – abrí lentamente los ojos. No sabía en qué momento había dejado de besarme.

-Me encantó – le sonreí.

-Bien. Ahora vamos a clases – me tendió una mano, la tomé. Nos quedamos viendo por algunos segundos, luego fuimos nos sonreímos y caminos con las manos entrelazadas hasta que llegamos al salón.

A la hora de salida, Kai tuvo que irse pues su mamá le había encargado comprar algunas cosas.

Sin más, comencé a caminar rumbo a mi casa. En eso, un auto se subió a la banqueta casi atropellándome.

-¡¿Qué te pasa, idiota?! – grité -¿Qué no…?

Las palabras murieron en mi boca tras ver quién se bajaba del auto.

-C-chanyeol, ¿qué…?

-¿Hace cuánto? – me preguntó de repente.

-¿Qué?

-¿Hace cuánto estás con él?

-¿Con quién? No te entiendo.

-¡¿Hace cuánto sales con Kai?! – gritó. Jamás le había visto así.

-N-no estoy con él.

-¡No mientas! Los vi en el receso, ¡estaban besándose! ¿Por eso fue que te alejaste de mí, no? ¡Seguramente él te lo pidió!

-¡Basta, Chanyeol! – dije –No sé por qué mierda te pones así. No estoy con Kai, sólo somos amigos así como tú y yo lo éramos.

Demonios, creo que acabo de joderme.

-¿Lo éramos?

¿Qué hago?

-Sí, éramos. Ya no quiero tener nada que ver contigo.

¿Qué estoy diciendo?

-¿Por qué? ¿Qué demonios te hice?

Estar con esa bruja. Ignorarme. Aplastar mi corazón.

-Me voy a casa. No quiero hablar contigo – comencé a caminar, pero él me detuvo.

-No te vayas.

Maldición. No digas eso, no ahora.

-Suéltame.

-Baek, te necesito. Eres mi mejor amigo.

¿Mejor amigo? ¿Qué no te das cuenta de que me muero por ti?

-Jódete, Chanyeol. Tú y yo ya no somos amigos.

-Pero ¿por qué? Dame una razón.

-¿Por qué? – felicidades Baekhyun, haz comenzado a llorar -Porque...porque...

-Ya déjalo en paz – escuché que decían a mis espaldas.

-¿Qué haces aquí? – preguntó Chanyeol. Yo sólo bajé la cabeza, quería esconderme.

-Qué te importa. Vamos Baek.

-S-sí – contesté. Demonios, estuve a punto de confesarme.

-Él y yo no hemos terminado de hablar.

-Claro que sí – dije con las pocas fuerzas que me quedaban –No quiero verte más. Olvídate de que alguna vez fuimos amigos.

Kai me abrazó y metió a su auto, luego él hizo lo mismo y nos fuimos.

-Gracias por salvarme – le dije.

-No te preocupes. Todo estará bien.

-Eso espero.






~•~






Dos semanas después, me enteré de que Chanyeol había dejado la escuela. Muchas veces quise ir a su casa, pero sabía que si lo hacía sería volver a lo mismo, regresar al maldito sufrimiento del que me había costado demasiado salir.

Kai y yo habíamos comenzado una especie de relación; es decir, no éramos novios oficialmente, pero salíamos juntos, nos abrazábamos, besábamos y...“lo demás”.

Una noche, mientras estaba en mi laptop, me llegó un MP en Facebook. Lo abrí pensando que era Kai, pero no.

-Park Chanyeol – acaricié con mi voz su nombre.

Era una carta. No sabía si leerla o no. Tras varios minutos, opté por echarle un vistazo.

Baek:

No sé por qué pasó lo que pasó entre nosotros. No sé por qué, de la nada comenzaste a alejarte de mí. ¿Te hice algo? ¿Dije algo malo? Si lo hice me disculpo por ello.

Lamento no poder decirte esto frente a frente, pero, ahora, ya no vivo en Seúl. Ahora estoy en Inglaterra. Mi padre consiguió un trabajo aquí y tuve que mudarme.

Sé que no te interesa, pero de modos te lo diré: ¡Dara y yo tendremos un bebé! Aww, me muero de ganas por saber qué es. ¿Crees que sea un buen padre?

Dara no es una mala chica. Es algo alocada y rebelde, pero así me gusta.

Dudo mucho volver a Seúl, pero si lo hago juro que iré a visitarte y a presentarte a mi mini-Chanyeol o a mi mini-Dara.

Hmm…¿qué más? ¡Ah, sí! Gracias haber sido mi mejor amigo y por soportarme tantos años. Te extrañaré mucho…no espera, ya lo hago :’c

Espero que seas muy feliz con el negro de Kai. Nunca pensé que ustedes fueran compatibles. Pero bueno, los opuestos se atraen ¿no?

Creo que es todo lo que tenía que decir. Cuídate mucho. Te quiero.

Hasta siempre, tu mejor amigo, Chanyeol.

Cerré la ventana. Estaba hecho un mar de lágrimas. Mi pecho dolía como si hubiese recibido miles de golpes.

Me recosté en la cama y tomé entre mis brazos uno de los peluches que Chanyeol me había regalado.

¿Por qué se fue? ¿Por qué tuve que enamorarme de él? ¿Por qué soy tan estúpido?

¡¿Por qué nunca se dio cuenta de que lo amaba?!






~•~






Al día siguiente le pedí a Kai que viniese a mi casa. Todo el día se la pasó a mi lado.

Y otra noticia vino a mí…

-Yo siempre he estado enamorado de ti. Pero no hacía nada porque sabía que tu corazón le pertenecía a Chanyeol, aunque él nunca lo supiera.

Lo abracé con fuerza. No quería escuchar más.

-Gracias.

-¿Gracias?

-Por amarme.

Deshice el abrazo y lo besé profundamente.

Siempre pensé que nunca sería amado. Que no había ser sobre la tierra que me quisiera, pero estaba muy equivocado pues siempre lo tuve junto a mí.

Tal vez y el destino me había alejado de Chanyeol para que me diera cuenta de la existencia de Kai.

Como dicen por ahí: “siempre hay un roto para un descocido” y Kai es mi descocido.




Fin.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario