Love Me Like You Do - Cap. 12

Capítulo 12
Guilty

-Mami, ¿podemos comprar este cereal? – preguntó Minki, haciendo un tierno puchero.

Tao asintió; de nuevo, aquellos mareos le atacaban.

-¿Estás bien? – preguntó Ren.

-Sólo necesito sentarme un momento – dijo el chino. Estaban en el supermercado, no había donde pudiera sentarse, así que los gemelos le guiaron hasta el área de farmacia.

-Señor – Minki jaló la bata blanca del encargado.

-¿Si?

-¿Puede revisar a mi mami? Se siente mal.

-Claro, ¿en dónde está?

-Aquí – Minki tomó la mano del joven y lo guio hacia donde Tao era abanicado por Ren.

-Disculpe, si tiene tiempo, puedo hacerle un revisión rápida – habló el muchacho.

-Pero… mis hijos…

-No se preocupe, pueden entrar con usted.

-Es que…

-Mami, lo necesitas – dijo Ren.

Tao tomó aire y asintió.

{-}

-Entonces esta es la más confiable, ¿no? – preguntó Tao.

-Sí, así es – respondió el encargado –¿Ha estado comiendo bien?

-No, la verdad no, tengo dos empleos y casi no tengo tiempo.

-¿Y quién se encarga de los niños?

-A veces mi hermano o mi jefe que es como mi papá.

-Ya veo, le quieren mucho.

-Lo sé – suspiró viendo cómo los niños disfrutaban de las paletas que el encargado les había regalado –Muchas gracias.

-De nada, sea lo que sea, le deseo mucha suerte.

Tao asintió y salió del cubículo en el que le habían hecho un chequeo rápido.

-Sigamos comprando – le dijo a los gemelos.

{-}

-Vayan a su cuarto, yo les aviso cuando la cena esté lista – dijo Tao.

-¿No necesitas ayuda? – preguntó Ren.

-No se preocupen.

Los gemelos asintieron y fueron corriendo a su habitación. Tao tomó aire y sacó la prueba de embarazo que había guardado celosamente en su bolso.

-Okay… es hora – suspiró; entró al baño, le puso seguro a la puerta y se miró al espejo  –Vamos, Tao, hazlo.

No necesitó leer las instrucciones, pues a lo largo de su vida, había comprado y usado muchas pruebas de embarazo debido a su pequeña afición a los hombres; pues tenía más que suficiente con los gemelos.

-Cinco minutos… cinco minutos – repetía –Odio esperar – bufó.

Sacó su celular y puso la primera canción que vio en su celular.

-I know I’m not the only one… - Tao suspiró y cerró los ojos. Tomó una bocanada de aire y miró la pantalla de la prueba –Positivo.

Se quedó en silencio un par de minutos, tratando de procesar todo. De pronto, sus ojos comenzaron a humedecerse.

-¿Qué hago? – preguntó al aire.

{-}

Sehun estaba más que aburrido de hacer tarea; necesitaba un descanso. Se levantó de la silla y estiró los brazos, en eso, sonó el celular de Kai. El moreno estaba bañándose, tomó el aparato con intenciones de llevárselo, pero se fijó de que en la pantalla decía: Tao. Sin pensarlo dos veces, contestó.

-¿Kai?

-Hm – demonios, la pobre imitación que hacía de la voz de su amigo, le daba vergüenza.

-¿Recuerdas que me había estado sintiendo mal? Pues… necesito hablar contigo – hubo una pausa –Dio positivo.

Sehun estuvo a punto de soltar el celular. ¿Positivo? ¿Sentirse mal?

-¿Kai? ¿Sigues ahí?

-Hm.

-Ven a mi casa, necesitamos platicar esto.

-¡Mami! ¡Mami! ¿Podemos comer papitas mientras terminas la cena? – escuchó la vocecilla de uno de los gemelos.

-Tengo que irme. Bye – Tao colgó.

Sehun estaba helado; dejó el celular en la cama. Intentaba juntar todas las piezas.

-Ese imbécil – murmuró.

-¿Ahora a quién estás maldiciendo? – dijo Kai a sus espaldas.

-¡A ti, hijo de puta! – le lanzó un puñetazo directo a la cara.

Kai hacía lo posible para defenderse, pero Sehun estaba como loco.

-¡Sehun! ¡Basta!

-¡Dijiste que no tenías nada con Tao!

-¡Y es verdad!

-¡NO! ¡Acaba de hablar y… dijo algo de positivo y…!

-¿Está embarazado?

Sehun se le quedó viendo fijamente, volvió a lanzarle otro golpe al moreno.

-¡Ayuda! ¡Ayuda! – gritó Kai en un momento de desesperación.

La puerta se abrió y en un dos por tres, Sehun fue detenido por el prefecto.

-¡¿Qué demonios está pasando?! – gritó Jun Jin.

-¡Todo es culpa de este hijo de puta! ¡Maldito traidor! – gritaba Sehun.

-Basta, los dos irán a la dirección.

{-}

-A ver, déjenme entender… esto fue una pelea porque tú… – el director señaló a Kai –Embarazaste al novio de él – señaló a Sehun.

-No es su novio – intervino Kai.

-Pero sabías que me gustaba – contraatacó Sehun.

-Tao es mi novio – soltó el moreno.

Sehun se puso de pie con intenciones de golpear de nuevo a Jongin; el prefecto le detuvo.

-Sehun, tus tutores vienen en camino, Kai, no pudimos contactar a los tuyos, así que por lo pronto estás suspendido por escaparte. Agradece que no te expulso.

-Gracias – bufó Jongin.

-Retírate – pidió el director.

Kai asintió y salió de la oficina.

-¿Por qué le deja ir? – reclamó el menor de los Oh.

-Porque es obvio que el que comenzó todo fuiste tú.

Sehun tensó la mandíbula y se cruzó de brazos.

{-}

-Así que no fuiste tú con quien hablé – murmuró Tao desde la otra línea.

-No, fue Sehun.

-Ya veo, ¿está todo bien?

-No, él… tuvimos una pelea y Donghae y Sera están en la dirección.

-¡¿QUÉ?!

-Tao, no te alteres, no quiero que el bebé…

-Esto es mi culpa, necesito ir para allá.

-No lo hagas…

-Lo siento, Jongin, pero no conoces a Donghae, es capaz de hacer cualquier cosa con tal de “disciplinar” a Sehun.

Kai bufó algo pensativo.

-Como quieras.

-En un rato estoy por allá. Oye, ¿no lastimó mucho?

-Algo. Iré a enjuagarme un poco. Maneja con cuidado.

-Lo haré, adiós.

-Adiós – Jongin cortó la llamada. Tomó algo de aire y fue a lavarse la sangre seca que había en algunas de las heridas que Sehun le había provocado.

{-}

-¡Tía Sera, tío Donghae! – gritaron los gemelos.

-¿Minki? ¿Ren? ¿Qué hacen aquí? – exclamó Sera, abrazando a ambos pequeños.

-¿Tao? – habló Donghae.

-Hola, sé que esto no me incumbe, pero…

-Claro que te incumbe, Kai es tu novio después de todo – intervino Sera.

-Sí, bueno… ¿y qué harán con Sehun? – preguntó el chino.

-Lo sacaremos del internado – dijo Donghae.

-¿Qué?

-Nos dijeron que no es lo único que ha estado haciendo – explicó el mayor de los Oh –Ya no sé qué hacer con él.

-¿No se supone que ya había cambiado? – Tao le susurró a Kai.

-Según yo, sí. No sé qué tantas cosas hacía a escondidas.

-Am… yo, quiero pedir disculpas por esto… si Sehun y yo no…

-Basta Tao – habló Donghae –No te disculpes por algo que Sehun comenzó. El problema aquí es él. Siempre lo ha sido – Donghae no se percató de que Sehun ya había salido de la dirección y había escuchado aquello.

Sera se dio cuenta de la tristeza reflejada en el rostro de su sobrino, así que intentó destensar el ambiente.

-¿Cuánto tiempo tienes? – preguntó a Tao.

-Como 7 semanas…

Esto sólo empeoró el humor del pobre adolescente.

-Iré a empacar mis cosas… - murmuró yéndose de ahí.

-Necesito hablar con él – le dijo a Kai.

-¿Quieres que te acompañe?

-No, estaré bien.

Kai asintió y soltó la mano de su novio.

-¿Y los gemelos? ¿En dónde están? – preguntó Sera.

{-}

-Adelante – dijo Sehun, tras escuchar golpes en la puerta.

-¿Puedo pasar?

-Imaginé que serías tú. Pasa.

-Sehun, yo… sé que no tengo porqué disculparme pero…

-¿Kai? ¡¿Por qué tenía que ser él?! Te pregunté si te gustaba y me lo negaste y yo quedé como un idiota pensando que sentías algo por mí.

-Sehun, tranquilo…

-¡No! ¡No me voy a tranquilizar! ¡Sólo jugaste con mis sentimientos, tal como lo haces con todos!

-Un momento, yo no he jugado con nada…

-¡Claro que sí! No te hagas el tonto.

-Ve al punto.

-¡Me gustas, estúpido! Me robaste el corazón y… ah, esta es la primera vez que me pasa algo así – se sentó en la cama –Soy un imbécil.

Tao se acercó a él.

-Tal vez sólo te atraigo. Sehun, eres muy joven como para…

-¡Kai y yo tenemos la misma edad y ya hasta te embarazó! ¿Cuál es la diferencia? – reclamó. Tenía los ojos rojos y cristalinos.

-Lo siento mucho, Sehun. Lamento no haberme dado cuenta, pero…

Sehun no pudo más y besó al rubio; lo besó con tanto sentimiento que Tao no puedo evitar soltar algunas lágrimas tras sentir el dolor del adolescente.

Se sentía peor que basura.

Continuará…