CapÃtulo
12
The Past
The Past
-¡Vernon,
espera! No creo que sea buena idea.
-¿Por
qué? – el aludido dejó de jalar del mayor. Lo habÃa arrastrado desde el salón
hasta la cafeterÃa.
-Porque…
bueno, apenas ayer terminé con él – explicó Boo. Vernon tenÃa intenciones de
llevarlo a la mesa en la cual siempre comÃa con sus amigos -Además ni sabemos
lo que somos.
-Cierto,
no hemos hablado sobre eso – bufó Vernon -Tú ganas. Vamos a platicar – volvió a
jalarlo, pero esta vez hacia su sitio favorito: la salida desierta de la
escuela, donde se habÃan besado la primera vez.
-¿Es
enserio?
-¿Qué?
-Vamos
a platicar, ¿aquÃ?
-Seungkwan…
- suspiró.
-Está
bien, está bien – se soltó.
-Bien.
Lo de ayer en la noche fue… excelente.
-N-no
hablemos sobre eso.
-¿Por?
No me digas que te arrepientes.
-No,
claro que no.
[Flashback]
-¿Te
parece si vamos a mi casa? – preguntó Chwe, son una sonrisa de oreja a oreja.
-¡¿QUÉ?!
-Es
una broma. Tengo que regresar antes de las 2 de la madrugada y ya es la 1:45.
-Entonces,
ya te vas – Seungkwan se levantó de la cama y comenzó a vestirse.
-SÃ.
-Nos
vemos mañana – el mayor se sentÃa algo incómodo; las cosas habÃan dado un giro
de 180° tan rápido que no sabÃa qué decir.
-See
ya – Vernon le dio un rápido beso en los labios y salió de la habitación.
Seungkwan
se sentó en la cama y suspiró.
-¿Qué acabo
de hacer? – dijo para sà mismo. El tan sólo pensar que habÃa “robado” la
virginidad del chico más guapo de la escuela; su crush por 3 años, le ponÃa los
vellos de punta.
[Fin del
flashback]
-Entonces,
¿qué quieres que seamos? – preguntó Vernon, cruzado de brazos.
-No sé…
- respondió Seungkwan rascándose la cabeza.
-Tal
vez deberÃamos–
-¡AquÃ
estás, maldita zorra! – se escuchó al final del pasillo.
-¿Yoon
Sun? – exclamó Vernon.
La
chica dio unas zancadas y estampó la mano en la mejilla de Seungkwan.
-¡Hasta
que lograste lo que querÃas! ¡Me robaste a Vernon! – gritaba.
-¡Yoon
Sun, basta! – ordenó el mencionado.
-¡No!
¡No es justo! Yo luché por enamorarte – se quejaba. Estaba por darle otra
cachetada, pero Vernon se lo impidió.
-Déjalo
– dijo Chwe.
-Oh, vaya.
Ahora lo defiendes, ¿no?
-SÃ,
obviamente. Fui claro contigo cuando terminamos; te dije que ya no me gustabas.
-¡Pero
nunca me dijiste que me cambiabas por él! – apuntó a Seungkwan.
-¿CreÃas
que iba a hacerlo? Lo hubieras asesinado.
-¡Te
odio, Boo Seungkwan! – comenzó a llorar.
Vernon
se acercó al mayor.
-¿Estás
bien?
Seungkwan
asintió; tenÃa la mejilla roja.
-¿Y
qué se supone que son, ah?
-Eso
estábamos platicando hasta que interrumpiste.
-Yoon
Sun – habló Seungkwan -Lamento lo que pasó. No tenÃa intenciones de “robarte” a
Vernon.
-No te
creo.
-Piensa
lo que quieras, entonces – bufó -Me rindo, no se puede hablar contigo – comenzó
a caminar para alejarse de ahÃ.
-¡Oye!
¿A dónde vas? No he terminado contigo – gritó.
Vernon
le detuvo.
-Déjanos
en paz. Lo nuestro ya se acabó, entiéndelo.
-¿Le
quieres?
Seungkwan
detuvo su andar, esperando la respuesta de Hansol.
-E-eso…
yo–
-¿O
sólo estás experimentando?
-No,
claro que no.
-Vernon,
nunca has sabido mentir – la chica sonrió de medio lado -Cuando termines de
experimentar, ya sabes en dónde encontrarme – le guiñó un ojo y se fue, empujando
a Seungkwan en el camino.
El
mayor comenzó a caminar.
-Seungkwan
espera – Vernon fue tras de él.
-¿Es
cierto lo que dijo? ¿Sólo estás experimentando conmigo?
-Claro
que no. Te dije que me gustabas. No sé por qué le crees. No puedo decir que te
quiero porque no te he tratado, sà he hecho algunas cosas contigo, pero hasta ahÃ, ¿entiendes lo que quiero decir?
-SÃ –
respondió cabizbajo.
Vernon
le tomó del rostro con ambas manos.
-Quiero
llegar a conocerte. En verdad quiero darte parte de mi corazón pues la otra
pertenece a mi familia y amigos.
-Eres
un estúpido – le besó.
Seungkwan
puso los brazos alrededor del cuello del menor. Vernon lo pegó a los
casilleros. El beso se volvió más profundo y subido de tono. Chwe metió una
mano por debajo de la camisa de Seungkwan quien no le detuvo, al contrario, lo
atrajo más a su cuerpo.
-Wow,
chicos – escucharon a sus espaldas.
-Dino –
bufó Seungkwan.
-Lamento
interrumpir pero la maestra les está buscando; el descanso terminó hace 10
minutos.
-¿Qué?
No escuché el timbre.
-Me
imagino porqué. Vamos.
Ambos
asintieron y acomodaron sus ropas.
-Par
de sucios – murmuró Chan.
-♂♂-
-No
puedo creer que ya estamos terminando el año y de repente entra un chico nuevo –
se quejaba Mingyu.
-Es de
intercambio, sólo estará este semestre.
-Disculpa,
¿Wonwoo? – le tocaron el hombro.
-¿SÃ?
Oh, Jun. Hola – exclamó el pelinegro.
-La
maestra dijo que buscara a alguien que me mostrara la escuela y amm… ¿podrÃas
hacerlo?
-Pero
ya es la hora de salida – bufó Mingyu.
-Seré
rápido – murmuró Wonwoo.
-Si
estás ocupado puedo buscar a alguien más.
-No.
SÃ. – dijeron Wonwoo y Mingyu al mismo tiempo.
Jun
quedó algo perdido.
-Espera
– Mingyu alejó a Wonwoo del “intruso” -No te voy a dejar solo con él.
-¿Qué?
¿Por qué?
-¿Viste
cómo te mira?
-Mingyu,
no empieces.
-Eres
mi novio y no voy a permitir que te aparten de mi lado, ¿okay?
-Está
bien – rodó los ojos. Aunque no quisiera aceptarlo, le encantaba lo posesivo
que Mingyu podrÃa volverse -Jun – llamó al chico.
-Dime.
-Vamos,
él va a acompañarnos.
-Oh,
bien.
Mingyu
puso el brazo alrededor de los hombros de Wonwoo. Necesitaba dejarle en claro a
ese “extraño” que el pelinegro no estaba disponible.
-♂♂-
Seungcheol
salÃa de la escuela cuando se topó con alguien. Al parecer chocar con las
personas era uno de sus hobbies.
-¿Woozi?
-Seungcheol,
hola.
-¿Qué
haces aquÃ?
-Dino
me llamó.
-¿Dino?
¿Lee Chan?
El
mayor asintió.
-¿Sabes
en dónde está? O mejor dicho, ¿sabes si puedo entrar a la escuela?
-SÃ,
vamos, yo te llevo – sin pensarlo, Seungcheol le tomó de la mano y lo llevó
hacia dentro del campus.
-♂♂-
-¿Ya
viste? – exclamó Vernon.
-¿Qué?
-Seungcheol
y ese chico.
Seungkwan
dirigió la mirada hacia donde Vernon estaba apuntando.
-No
creo que estén saliendo.
-¿Celoso?
– Vernon levantó una ceja.
-Claro
que no.
-No te
creo – comenzó a hacerle cosquillas.
-Ugh,
qué fastidioso – bufó dirigiéndose a la salida de la escuela.
-Oye,
oye, espera. ¿Qué tal si tenemos una cita? Ya sabes, para conocernos mejor.
Seungkwan
quiso ocultar su sonrisa, pero no pudo.
-Okay –
respondió -¿Ahora?
-¡SÃ!
Ambos
continuaron caminando sin darse cuenta que alguien les observaba a lo lejos con
rencor e ira.
Continuará…
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