cause we all need more meanie in our lives (?)
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Love Me Again: That Brat
[Meanie]
[Meanie]
Wonwoo acababa de llegar a Seúl para estudiar la universidad; su madre le había dicho que el hijo de una de sus amigas se encontraba viviendo en la ciudad; la señora le había preguntado a su hijo si podría aceptar a alguien como roommate y el muchacho dijo que sí… y ahí estaba Jeon Wonwoo, frente a la puerta del departamento número 9697.
Tocó un par de veces y la puerta no tardó en abrirse. Un chico enorme, de tez morena, cabello café (obviamente teñido) y con una sonrisa que revelaba sus colmillos de vampiro fue lo que le recibió.
-H-hola, soy–
-Wonwoo, mi mamá dijo que llegabas hoy, pasa – el chico se hizo a un lado para darle espacio -Por cierto, mi nombre es Mingyu – le tendió la mano.
Wonwoo quedó perplejo por lo limpio y ordenado que se encontraba el departamento.
-Mucho gusto – la estrechó.
-Te mostraré tu habitación – dijo Mingyu, sin soltarle la mano. Wonwoo intentó jalarse varias veces, pero el gigante no se lo permitió -¿A qué universidad ingresaste?
-Es el Campus Seúl.
-¡¿En serio?! Ahí estoy estudiando mi prepa.
Wonwoo abrió los ojos con sorpresa.
-¿Prepa? Pensé que eras más grande…
-Tengo 17, a punto de cumplir los 18, vine a estudiar a Seúl a los 15.
-Ya veo, entonces eres un año más chico que yo.
-Sí. Bueno, comencemos a desempacar – Mingyu tomó una de las maletas de Wonwoo, la lanzó a la cama y comenzó a sacar las cosas.
El pelinegro tardó en procesar lo que estaba pasando. ¿Quién le dio permiso para tocar SUS cosas?
-Yo puedo hacerlo solo, no te preocupes.
-Nah, no es ninguna molestia– wow, ¿tú también tienes estos bóxers? – Mingyu comenzó a observar la ropa interior del mayor.
Wonwoo estuvo a nada de darle un golpe, pero tuvo que controlarse por el bien de todos.
-O-oye, ¿no te enseñaron a respetar las cosas de los demás?
-Sí, pero eres mi roomie por lo que a partir de ahora somos como hermanos. Así que nos compartiremos todo, pero la novia no, ¿ok?
Jeon asintió; tenía la mandíbula tensa. La paciencia se le acababa.
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[Semanas después]
Desde que había llegado, Wonwoo se la pasó encerrado en su habitación. Sólo salía para comprar algo de comer y para ir al baño. No toleraba a ese chico. Mingyu simplemente no conocía el significado de “cállate” y “respeta mis cosas”. Además de que tenía una especie de alergia a la humedad por lo que se la pasaba estornudando en su mano y untando sus fluidos en todas partes.
El
departamento sólo estuvo limpio el día que llegó, pues la madre del moreno
había mandado a una señora para que hiciera el aseo.
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[A la hora del descanso; en el
campus]
-¡No lo soporto! Es tan… ¿cómo decirlo? Molesto y puerco – Wonwoo se quejaba una y otra vez.
Vernon y Seungcheol, sus mejores amigos gracias a la buena relación que mantenían sus familias, estaban cansados de escuchar al pelinegro hablar mal de aquel pobre chico.
-Pues si tanto te cae mal, ¿por qué no te cambias de departamento? – preguntó Seungcheol.
-Ya te dije que no puedo. Si le digo a mi mamá, soy hombre muerto– ¡miren! Es él – señaló con su dedo índice.
Vernon y Seungcheol miraron hacia donde Wonwoo indicaba.
-Wow, ¿quién es esa chica? – preguntó Seungcheol.
-Su novia – bufó Wonwoo, de mala gana -Es otra molestia. Todos los días va al departamento y se queda las horas del mundo escuchando su estúpida música a todo volumen, además de que se come todo lo que encuentra a su paso.
-Pero dijiste que tus snacks los dejabas en tu habitación – dijo Vernon.
-Sí, pero a veces mi mamá manda algo y no estoy y esa estúpida se lo come.
-¿Y ya has hablado con Mingyu sobre esto?
-No, no se puede entablar una conversación adecuada con él. Sólo habla de cosas… random.
-Sí que te urge salir de ahí – dijo Vernon, riéndose -Well, well… me tengo que ir.
-¿Irás a ver a Yoon Sun, picarón? – Seungcheol le picó las costillas.
-Obviamente… - respondió Vernon -Sólo espero no tener que toparme con su molesto amigo, ¿cómo se llamaba? Ah, Seungkwan.
-¿Están en el mismo salón y no sabes su nombre? – exclamó Wonwoo.
Vernon se encogió de hombros.
-See ya.
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[Horas después]
Wonwoo llegó al departamento; eran casi las 9 de la noche. Se pasó todo el día en la universidad haciendo un tonto trabajo en equipo.
Apenas entró, se encontró con Mingyu en la cocina. Quiso pasar desapercibido, pero no pudo.
-Hello~ - saludó el moreno.
Wonwoo sólo le sonrió. No tenía energía para lidiar con la felicidad de Mingyu.
-Mi novia vendrá a cenar, no te molesta, ¿verdad?
-“Para qué carajo me preguntas si va a venir de todos modos” – pensó -No.
-Thank you~ - sonrió.
Jeon rodó los ojos, dispuesto a ir a su habitación, pero el grito de Mingyu le detuvo.
-Mi dedo, ahh, duele – se quejaba el moreno.
El mayor quiso ignorarlo, pero el futuro cargo de conciencia no se lo permitió. Dejó su mochila sobre el mueble de la sala y se acercó el chico.
-¿Qué pasó?
-¡Me corté! Duele mucho – Mingyu chillaba como niño pequeño.
Wonwoo vio la herida, y con razón le dolía tanto. La sangre no dejaba de salir. Rápidamente le tomó la mano, abrió la llave del fregadero y dejó que el agua hiciera su trabajo.
-Duele mucho, muchoooo – seguía quejándose.
-¿Podrías callarte? – exclamó Wonwoo.
-L-lo siento, ¿tuviste un mal día?
-“Sólo cállate” – pensó Wonwoo -Sí – contestó cortante.
-Perdón – Mingyu hizo un puchero.
Una vez que la herida estuvo limpia, Wonwoo tomó una de las servilletas de tela de la cocina y envolvió el dedo de Mingyu con ella.
-Haz presión, así dejará de sangrar – indicó.
-Oh, gracias – Mingyu le abrazó repentinamente.
Wonwoo no tardó en romper el abrazo. Ambos se quedaron viendo por algunos segundos; Mingyu le empujó hasta dejarlo entre la pared y su cuerpo. El pelinegro lo tomó del rostro y ambos se besaron con salvajismo, como si hubieran estado esperando aquello por siglos.
Mingyu metió su lengua y Wonwoo la aceptó, gustoso. El beso era tan intenso que un poco de saliva resbaló por la comisura de los labios del mayor. Se separaron hasta que ambos estuvieron a punto de quedarse sin aire. Mingyu se relamió los labios y Wonwoo se limpió la saliva que tenía en la barbilla.
Tocaron la puerta, regresándolos a la realidad.
-¡Mingyu ya estoy aquí~! – chilló la novia del aludido.
Wonwoo escapó de la trampa de Mingyu, tomó su mochila y fue corriendo a su habitación.
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Wonwoo
escuchaba las risas de la feliz pareja. Desde aquel beso, su corazón no había
dejado de latir con rapidez. Llegó a pensar que le daría algo.
-Estúpido Mingyu – bufó para sí mismo, colocándose los audífonos. Puso la música lo más fuerte que pudo para no escuchar a esos dos y tampoco a sus pensamientos.
No supo en qué momento, se quedó dormido.
-Wonwoo… Wonwoo…
-¡Mingyu! – exclamó tras abrir los ojos y ver al moreno sentado en su cama.
-Hola – sonrió.
Wonwoo rodó los ojos.
-¿Qué quieres? – preguntó de mala gana.
-Oye, lo de hace un rato–
-No hablemos de eso, ¿quieres? Fue un error – dijo con rapidez.
-¿Seguro? – Mingyu se le acercó, quedando a escasos centímetros de su rostro.
-¿S-sí…?
-¿No quieres volver a cometer el mismo error? – Mingyu comenzó a subirse a la cama, sin romper el contacto visual. Wonwoo se hacía para atrás, buscando cubrirse con las sábanas.
-¿N-no…?
Mingyu sonrió tras ver las mejillas del pelinegro teñirse de un hermoso color carmín.
-¿Quieres o no quieres? – Mingyu prácticamente se encontraba sobre Wonwoo. Rozó sus labios contra los del mayor.
Wonwoo sentía que su corazón se saldría de su pecho; además de que su entrepierna comenzaba a reaccionar. Se odiaba tanto en esos momentos.
-Sí quiero – contestó sin pensar. Jaló a Minyu de la camisa y lo besó profundamente.
Mingyu no meter las manos por debajo de la camisa del pelinegro, acariciando su suave y lechosa piel.
-¿En verdad quieres hacer esto? – Wonwoo preguntó.
-¿En verdad necesitas una respuesta? – “contestó” Mingyu.
Wonwoo volvió a atraerlo a su boca. Ambos quitaron sus ropas con urgencia. Mingyu arremetía contra el cuerpo de Wonwoo, con cierta rudeza pero no al punto de lastimarlo.
Los resortes de la cama sonaban tan fuerte, que pareciera que fueran a salirse. Wonwoo gemía en la boca del moreno, quien no dejaba de besarle. Se había vuelto adicto a aquellos delgados, pero deliciosos labios.
-Perdón, me vine dentro – dijo Mingyu, saliendo de Wonwoo.
-No te preocupes – contestó el mayor, intentando regular su respiración.
Estaban tan cansados, que se quedaron dormidos sin decir nada más.
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[Al día siguiente]
Wonwoo se despertó sonriente, llenó de energía. Mingyu no estaba a su lado, pero antes de pensar en algo negativo, el olor a comida inundó sus fosas nasales. Se puso los bóxers y la camisa y salió de su habitación.
-Hola – saludó, mientras se limpiaba los ojos.
-Hola.
-¿Qué haces?
-El desayuno.
Wonwoo dirigió la mirada a la mesa; había café, jugo, leche, frutas… todo con excelente presentación.
-El plato principal: hot cakes – dijo Mingyu, sirviéndolos.
-Vaya – Wonwoo se sentó.
-Vamos, pruébalos – Mingyu le pasó un cuchillo y un tenedor. Wonwoo los tomó.
-Oh – fue lo único que salió de su boca tras probar aquello –Mingyu, tú... demonios, están riquísimos. Nunca había probado algo así.
-Gracias, gracias – dijo sonriente.
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[Más tarde; en la escuela]
-Chicos, este es Mingyu.
-¡Hola!
Seungcheol y Vernon, que comían su refrigerio en la mesa de siempre, se miraron y luego miraron a Wonwoo y a Mingyu.
-A partir de hoy se sentará con nosotros – explicó, sonriendo.
Wonwoo sabía que no habría problema, siempre pensó que necesitaban a alguien más, pues a pesar de llevarse muy bien, Seungcheol y Vernon eran mucho más cercanos.
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[En el departamento]
-Mingyu, espera… - Wonwoo trataba de detener al moreno, quien, apenas regresaron de la escuela, le empujó al mueble y comenzó a besarle sin parar.
-¿Qué?
-¿No que hoy viene tu novia?
-No, mi novio ya está aquí, debajo de mí – quiso volver a besarlo, pero Wonwoo le detuvo.
-¿Qué dijiste?
-Sí. Tú eres mi novio.
-¿Pero y tu novia?
-Terminaré con ella luego de que me ocupe de ti – comenzó a besarle el cuello.
-¿Ocuparte?
-Sí, ocuparme del pequeño Wonwoo, ¿crees que no lo había sentido?
Wonwoo le dio una palmada en el hombro, para después besarlo.
Así transcurrieron las semanas, los meses y los años. Se habían vuelto inseparables. No sólo eran mejores amigos, novios, roomies, eran almas gemelas que habían sido destinadas a encontrarse desde mucho tiempo atrás.
F I N
