2. Tentación
-¿Qué rayos haces viendo porno? –
exclamó Jaehyun tras ingresar a su cubículo.
-No es porno, bueno sí – contestó
Johnny, sin dejar de mirar su celular.
Jaehyun a penas y podía distinguir
los sonidos que provenían de aquel
vídeo.
-¿Ah?
-Es Doyoung – Johnny puso pausa al
vídeo y miró a su amigo -Logré convencerlo de grabarse mientras usaba un dildo.
Jaehyun sintió su pantalón algo
ajustado en la entrepierna. Inconscientemente se cubrió con el maletín que
traía en la mano derecha.
-¿Quieres ver? – preguntó Johnny.
-¿Estás loco? Es tu novio – exclamó,
apartando la mirada.
-No es como si te lo fueras a coger,
tranquilo.
-No, estamos en horas de trabajo – se
volteó para sentarse en su escritorio.
-Alto ahí. ¿Por qué tienes las
mejillas tan rojas?
-Hay mucho calor – contestó sin
voltearse.
-Jaehyun…
El aludido cerró los ojos con fuerza
y tomó un poco de aire.
-¡Está bien! Encontré un video.
-Ajá.
-En tu computadora—
-Bunny punto avi – interrumpió
Johnny.
-Escucha, yo—
-Don’t worry, man. Sólo… no le digas
a Doyoung; me cortaría el pene.
-Jamás lo haría.
-Está bueno, ¿verdad?
Jaehyun asintió con nerviosismo.
-Imagínate cómo se siente metérsela.
Bueno no, no te lo imagines, es mi novio.
-Lo sé – sonrió con melancolía -Lo sé
muy bien – suspiró para sí mismo.
🐇
-Ábrelas más.
-No entiendo por qué quieres grabarlo.
-Para cuando te extrañe. Hazlo.
De nuevo, Jaehyun se estaba
masturbando viendo el vídeo. Su celular comenzó a sonar; su jefe le pedía otros
documentos que para variar, Johnny tenía.
-Están
en mi casa, pídeselos a Doyoung – dijo su amigo desde el otro lado de la línea.
-¿En dónde demonios estás?
-Atorado
en el maldito tráfico; luego tengo que ir a una junta. No puedo entregártelos a
tiempo.
-Ah, está bien.
-Oye.
-¿Qué?
-No
te robes el otro vídeo, ¿ok?
-¡No me robé nada! – colgó.
🐇
-Jaehyun.
-Doyoung,
hola – saludó tratando de ocultar su nerviosismo -Perdón por venir sin avisar,
pero necesito unos documentos.
-Claro, pasa
– Doyoung se hizo a un lado y dejó que el menor ingresara a la casa.
Ambos
subieron al segundo piso, en donde se encontraba la computadora de escritorio.
-Johnny dijo
que no los había impreso – explicó Jaehyun.
-¿Cómo se
llama la carpeta o el archivo? – preguntó Doyoung.
-Bonnie punto
dos.
-¿Q-qué?
Jaehyun
sintió la sangre subir a sus mejillas tras ver el rostro de Doyoung.
-B-O-N-N-I-E –
deletreó.
-Oh.
Doyoung
tecleó el nombre.
-¿Es esto?
Jaehyun se
acercó.
-Sí, es eso.
Jaehyun le
pasó el USB a Doyoung, el cual lo insertó y abrió sin querer dándose cuenta de
que su vídeo estaba ahí.
-¿Q-qué haces
con eso? – le preguntó a Jaehyun el cual estaba distraído en su celular.
-D-doyoung
yo— no es lo que estás pensando.
Doyoung tomó
aire.
-No lo he
abierto, lo juro.
-No jures en
vano – bufó borrando el vídeo y pasándole el archivo de la empresa a Jaehyun.
Ambos
caminaron hacia la salida. Doyoung se encontraba visiblemente furioso.
-¿Johnny te
lo pasó? – preguntó el mayor.
Jaehyun,
quien iba unos pasos adelante, se giró y negó con la cabeza.
-¡¿Lo
robaste?!
-Estaba
buscando la carpeta y—
-¡Es un video!
¡Ustedes no manejan videos!
Jaehyun bajó
la mirada.
-Lo lamento.
-Vete.
Jaehyun suspiró
y permaneció unos segundos en silencio, sin moverse. De pronto, tomó a Doyoung
por los hombros y lo aporreó contra la puerta principal de la casa.
-¡¿Qué
demonios haces?!
-Llevo noches
sin dormir pensando en el maldito vídeo.
-Jaehyun no
te atrevas – Doyoung luchaba por separarlo de su cuerpo.
El aludido lo
besó a la fuerza.
-Johnny no se
enterará – susurró apenas se separó un poco del mayor.
-No, no
podemos—
-Sólo una
vez, es todo lo que pido – miró con súplica a Doyoung -Una vez y juro que te
dejaré en paz.
Continuará…
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