7 de julio de 2018

Dynamite - Capítulo 5



Capítulo 5
Desesperación


-Taeyong, estás aquí – exclamó Doyoung con una enorme sonrisa tras ingresar a la habitación.

-¿En dónde más iba a estar? No todos podemos irnos de luna de miel a mitad de semestre – bufó visiblemente irritado por la presencia del otro.

-¿Por qué no me dijiste que Jaehyun era un salvaje en la cama? – preguntó mientras su chofer colocaba las maletas sobre la cama para comenzar a desempacar.

Taeyong no respondió.

-No necesité recurrir a ningún método. Fue algo mutuo, ¿entiendes?

El mayor fingía estar muy ocupado haciendo sus deberes escolares.

-Ah… lo hicimos tantas veces. Estoy exhausto – suspiró -Ni mencionó tu nombre, ¿puedes creerlo? – sonrió con burla, tomó algo de ropa y se metió al baño.

Taeyong esperó a que el menor cerrara la puerta para lanzar su lápiz con furia, haciendo que éste se quebrara tras impactar contra la pared y que el chofer pegara un brinco luego de aquello.







💥







Al día siguiente, Jaehyun fue a visitar a Taeyong quien no dudó en hacerle un escándalo gracias a todo lo que Doyoung le había dicho.

-¡No te creo!

-Taeyong-

-Doyoung te gusta, ¡no mientas!

-¿Por qué crees que regresamos antes, eh? Ya no soportaba estar a solas con él. Quería venir a verte.

Jaehyun trató de acercarse a Taeyong, pero este se apartó.

-Incluso dije tu nombre cuando lo estábamos haciendo.

-¡No me interesa! – gritó el pelinegro.

-Sólo lo hicimos una vez, Tae. Lo juro.

-Él dijo que fueron varias.

Jaehyun suspiró.

-Está bien, fueron dos.

Dicho esto, Taeyong levantó la mirada, furioso.

-Pero fue porque tomé unas pastillas estimulantes. Por favor, Tae, sabes que te amo con todo el corazón y que no te dejaría por él – suplicó Jaehyun poniéndose de rodillas ante el mayor.

Taeyong relajó el rostro, se agachó a su altura y lo abrazó.







💥







[Tres semanas después]

Doyoung había sido prácticamente arrastrado por su suegra a la clínica de fertilidad. Le habían hecho varios exámenes para ver si estaba embarazado.

-¡¿Nada?! ¡Te mandé los mejores afrodisíacos! ¡Te puse a los mejores doctores! Y… ¡¿nada?! – gritaba histéricamente la señora mientras en sus manos sostenía las pruebas hechas a Doyoung. Todas habían dado negativo.

-Señora- - Doyoung miró hacia los lados. La gente de la clínica les veía con susto.

-¡Lo único que tienes que hacer es embarazarte de mi hijo! ¡Es todo!

Doyoung se sentía humillado, su vista comenzó a nublarse debido a las lágrimas acumuladas en sus ojos.

-El doctor dijo que esta semana es ideal para embarazarme – murmuró limpiándose las lágrimas.

La señora lo tomó fuertemente del brazo.

-Mi hijo sigue con ese muerto de hambre, no tendrás otra oportunidad para alejarlo de él. Planea bien tu estrategia porque no recibirás ninguna ayuda de mi parte – amenazó -Ahora, ¡lárgate! No pienso llevarte a ningún lado.

El menor asintió. La señora se fue y Doyoung pidió un taxi, no quería ir a la universidad puesto que Jaehyun estaba con Taeyong. Le pidió al taxista que se detuviera en un bar en el cual bebería hasta acabar el dinero que llevaba consigo.








💥








Taeyong había discutido con Jaehyun por el examen de embarazo.

-Cuando te calmes, hablamos. No te soporto así – dijo el menor antes de salir molesto de la habitación.

Apenas Jaehyun se fue, Taeyong salió a comprar algunas cervezas, las cuales introdujo a su habitación. Agradecía la poca vigilancia de la universidad a esa hora.

-Estúpido, Doyoung – dijo para sí mismo mientras luchaba por abrir la quinta botella.

En eso, la puerta se abrió y entró la persona a quien menos quería ver en esos momentos: Doyoung.

-¿Qué demonios haces aquí? Deberías estar con tu querido esposo – reclamó.

-No estoy embarazado, mi suegra me odia y mi esposo gime tu nombre – explicó Doyoung, visiblemente ebrio, tropezando con todo a su paso.

Taeyong no dijo nada y le dio un sorbo a su cerveza. Doyoung caminó con dificultad y se sentó junto al mayor, el cual estaba en su cama.

-Estás ebrio, ve a dormir – dijo Taeyong.

-¿Tan feo soy? – preguntó Doyoung.

Taeyong no contestó y dio otro sorbo a su cerveza, Doyoung lo tomó del rostro.

-¿Tan feo soy? – volvió a preguntar.

Taeyong apartó la mirada, Doyoung sonrió enormemente.

-Tú… tienes algo conmigo.

El mayor quedó estático, Doyoung lanzó una sonora carcajada.

-¿O vas a negar que intentaste besarme el otro día?

-No hice nada de eso – Taeyong logró que Doyoung le soltara e hizo por levantarse de la cama, pero el menor le tomó de la muñeca.

-¿Crees que no he notado cómo me miras?  – se podía notar el jugueteo en la voz de Doyoung -Te atraigo, Taeyong, no lo niegues.  

El menor se puso de pie y se acercó demasiado al rostro del otro, quien luchaba contra sí mismo para no dejarse llevar por los impulsos.

-Deja de decir estupideces – contestó.

-Jaehyun es muy guapo, pero quieres probar algo diferente – acarició su pecho con ambas manos -Algo que lleva tentándote desde hace tiempo.

-Doyoung, basta.

-Vamos, no me acordaré para mañana – Doyoung se acercó a la boca del otro quien le separó rápidamente -¿Ves? Sí quieres – susurró el menor en su oído.

Luego de varios segundos en silencio, Taeyong lo tomó con fuerza de los hombros y lo lanzó a la cama, poniéndose sobre él, lo tomó de las muñecas con una mano y con la otra lo tomó fuertemente de la barbilla.

-Sólo una vez – dijo Taeyong, mirándolo fijamente para después besarlo con ferocidad.

Ambos comenzaron a quitarse la ropa. Taeyong le besaba el cuello, el pecho, los labios… no pensaba con claridad, no sabía si era el alcohol o el calor o una mezcla de ambos.

-Doyoung… - jadeaba en el oído del menor mientras lo embestía.

-Más despacio – pidió el aludido.

Taeyong no hizo caso y se hundió aún más en él. La intensidad y salvajismo del momento había cesado, ahora disfrutaban de lo que sea que estuviera pasando entre ambos.

Doyoung intercambió las posiciones y se sentó sobre el pelinegro, quien no podía estar más excitado debido a la vista y sensación que el otro le regalaba.

Taeyong lo tomó de las caderas y comenzó a dar con más fuerza en su interior hasta venirse, Doyoung terminó al mismo tiempo. Mientras Taeyong trataba de regular su respiración, Doyoung quedó dormido sobre su pecho.

-Doyoung – llamó el mayor para que el menor se quitara de encima; ahí fue cuando regresó a sus sentidos y se dio cuenta de lo que había pasado -¡Mierda! – exclamó, quitándoselo de encima con poca delicadeza. Doyoung no despertó a pesar del movimiento.

Se vistió a toda velocidad y salió de la habitación. No había ni un alma por toda la escuela, ya que era fin de semana y de madrugada. Caminó hacia el estacionamiento de la universidad y se metió a su viejo auto, el cual era una “basura” para los demás, pero para él significaba esfuerzo y honradez.

-Imbécil, eres un estúpido imbécil – decía sentado en el asiento del chofer.

Comenzó a llorar desconsoladamente hasta quedarse dormido.



Continuará…

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