30 de septiembre de 2018

Dynamite - Capítulo 17




Capítulo 17
Decisión final


Taeyong había llegado a Seúl, Taeil ya le esperaba en el aeropuerto.

-¿Cómo sabías que hoy llegaría? – preguntó a su amigo.

-Doyoung llamó a la escuela y me dijo – pausó -También dijo que tienes fotos de Lucas, quiero verlas.

Taeyong sonrió y se las enseñó.

-¡Hermoso! – gritó a todo pulmón -Hicieron un buen trabajo a pesar de estar ebrios.

El menor enrojeció con aquellas palabras.

Luego de que Taeil terminara de analizar todas las fotos, partieron rumbo a la universidad en su auto.

-¿Cómo quedaron las cosas con Doyoung? – preguntó Taeil mientras ayudaba a su amigo a desempacar.

-Se quedará un tiempo en Hong Kong y luego – tomó aire tratando de controlar su emoción -Irá a vivir conmigo.

-¡¿Qué?! ¿Doyoung?

Taeyong asintió.

-Pero primero debe hablar con sus suegros y sus padres – bufó.

-Todo saldrá bien – levantó un pulgar.

-Espero que sí – detuvo en seco sus movimientos -Hablando de Doyoung, necesito hacer una llamada.

-¿Ah?

-Le dije que le llamaría apenas llegara a Corea. Qué idiota soy – salió a toda prisa de la habitación.

-Mi querido amigo está enamorado – dijo para sí mismo Taeil.







💥








-¿Hola?

-Soy yo.


-¿Qué quieres?


-¿En dónde está Doyoung?


-Recuperándose de la cesárea y conviviendo con su hijo.


-¡¿Qué?! ¡Se suponía que lo daría en adopción! ¿Qué clase de ideas le metiste en la cabeza a mi hijo?


-Ninguna, Doyoung es un adulto y puede tomar sus propias decisiones.


-No me interesa. Tiene un matrimonio que cumplir.


-¿Cumplir? Mi sobrino no es un juguete.


-Dime en dónde está.


-Nunca. Déjalo en paz.


-Es MI hijo.


-Es más mío que tuyo. Solamente lo usas para un negocio, no mereces ser madre.


-Si no me dices en dónde está te juro que—


-No puedes acercarte a mi propiedad, tienes una orden de restricción, ¿recuerdas?


-No podrás ocultarlo por mucho tiempo.


-Doyoung es feliz aquí, con su hijo y Taeyong.


-¿Taeyong? ¿Quién es Taeyong?


La tía de Doyoung se dio cuenta del error que había cometido.

-Sólo… déjalo en paz – cortó la llamada. Dudó entre decirle o no a su sobrino, pero optó por no hacerlo, ya que sólo arruinaría la tranquilidad que al fin envolvía al muchacho.







💥







[Una semana después]

Doyoung y Lucas al fin habían sido dados de alta.

-Te tengo una sorpresa – dijo su tía apenas llegaron a la mansión.

-¿Qué es? – preguntó Doyoung.

-Tu hermano.

-¡¿Qué?! Pero si se había mudado a Nueva Zelanda – exclamó.

-Sólo vino para conocer a su sobrino.

-¿Y mi cuñada?

-También.

El mayordomo abrió la puerta, Doyoung entró a toda prisa a la mansión y caminó hacia la sala.

-¡Gong Myung! – gritó apenas vio a su hermano.

El aludido corrió hacia el menor, estuvo a punto de envolver en un fuerte abrazo, pero notó que traía a Lucas en brazos.

-Hola pequeño, soy tu tío – acarició con suavidad la mejilla del bebé.

-Hye Sung, hola – saludó a su cuñada, la cual se acercó a ellos para conocer a Lucas.

-¿Puedo cargarlo? – preguntó Gong Myung.

Doyoung asintió.

-Joven, Doyoung, tiene una llamada – dijo el mayordomo.

-Debe ser Taeyong – exclamó para sí mismo y caminó hacia su habitación para hablar a solas con el mayor.

-¿Quién es Taeyong? – preguntó Hye Sung

-El papá de Lucas – contestó Gong Myung.

-Pero pens̩ que estaba casado con un tal Jaehyun Рdijo la chica -Espera, ya record̩ la historia.

-¿Ya tomó una decisión? – preguntó Gong Myung a su tía.

-Sí – pausó -Se quedará con Lucas y se irá a vivir con Taeyong.

-Mis padres no le dejarán en paz – murmuró Gong Myung -Y dudo que sus suegros lo hagan.

-Todo depende de Jaehyun – dijo la tía.

-¿De Jaehyun? Pero si él es el que más ha sufrido, no sólo porque tuvo el matrimonio arreglado sino también por la infidelidad de su pareja – esto último lo dijo en voz baja para evitar ser escuchado por su hermanito.

-Jaehyun ha querido divorciarse incluso antes de que se casaran, estoy segura de que hará de todo para conseguirlo, además, sabe lo importante que es Lucas tanto para Doyoung como para Taeyong.







💥







-¿Hola? ¿Taeyong?


-Hola, Doyoung. Lamento decepcionarte, pero no soy tu querido Taeyong.


El aludido comenzó a temblar tras reconocer la voz de su suegra.


-Tu tía le dijo por error a tu madre el nombre del padre de tu bastardo.


-Eso es—


-Ahora entiendo por qué Jaehyun se deprimió tanto – soltó una risilla macabra -Porque te acostaste con su adorado muerto de hambre. Nunca pensé que el ponerlos en la misma habitación traería tantas consecuencias.


-Señora, no es lo que usted piensa.


-No mientas más, cariño. Los doctores de la escuela me han dicho lo preocupado que estuvo cuando te desmayaste y lo mucho que se la pasaban juntos; aunque… quizá deba agradecerte por haber alejado a alguien así de mi hijo.


-Taeyong no es una mala persona.


-Vaya, ya hasta lo defiendes – bufó -Como sea, iré directo al grano. Quiero que regreses ahora mismo; eres un hombre casado con funciones que cumplir.


Doyoung mordió su labio inferior; necesitaba tomar una decisión.


-No me interesa si necesitas amarrar o drogar a mi hijo, pero TIENES que embarazarte de él.


Doyoung seguía sin responder; su corazón latía con fuerza.


-Deja que el muerto de hambre se encargue de su bastardo.


-No – contestó -No quiero seguir con esta maldita farsa, Jaehyun no me quiere y yo tampoco a él.

-¿Crees que me casé con mi marido por amor? ¡¿En qué mundo vives?!


-En uno muy diferente al suyo. Mi matrimonio con Jaehyun está más que acabado, me divorciaré.


-No puedes hacer eso.


-Claro que puedo, estoy en todo mi derecho – tomó aire -Y no vuelva a llamar a MI hijo bastardo, su nombre es Lucas Lee y su padre no es ningún muerto de hambre, es una persona que merece mucho más respeto que usted – cortó.








💥








-Doyoung, ¿qué pasó? – preguntó su tía apenas lo vio bajar de las escaleras muy molesto.

-Era mi suegra, no Taeyong – contestó -Sabe que él es el padre de Lucas.

-Sobre eso—

-No te preocupes – interrumpió a su tía -Le dejé las cosas en claro; me divorciaré y punto.

Su tía lo abrazó fuertemente.

-Estoy orgullosa de ti – dijo.

-Doyoung… - la voz de su hermano, rompió aquel momento -Creo que Lucas necesita un cambio de pañal.

El menor sonrió, tomó a pequeño entre sus brazos y se dirigió a la habitación que le habían preparado al niño. Mientras tanto, Hye Sung, Gong Myung y su tía, continuaron platicando.



Continuará…

23 de septiembre de 2018

Dynamite - Capítulo 16



Capítulo 16
Lucas


Doyoung rodeó con los brazos el cuello de Taeyong, profundizando el beso. Cuando sintieron que el oxígeno se les acababa, se separaron.

-Quédate conmigo, Doyoung – susurró Taeyong sobre los labios del otro.

Doyoung dio unos pasos hacia atrás separándose de los brazos de Taeyong.

-No evites más el tema – pidió el mayor.

-Pensaba esperar al nacimiento de Lucas – pausó, haciendo que la ansiedad en Taeyong aumentara -Me quedaré un tiempo aquí.

-¿Qué?

-No quiero ver a mis suegros ni a mis padres. Quiero recuperarme tranquilamente de la cesárea y convivir con Lucas.

-Entonces, ¿qué pasará conmigo?

Doyoung desvió la mirada.

-Podrás visitarnos cuando quieras.

-P-pero—

-Sólo será por unos meses, después nos podemos ir a vivir con tu abuelita.

Taeyong pensó que había escuchado mal, por lo que su reacción no fue cómo Doyoung se imaginaba.

-¿No te alegra? – preguntó el menor.

-¿Hablas enserio?

Doyoung asintió levemente; Taeyong lo envolvió en un cálido abrazo.

-Gracias – susurró en su oído.

-No, gracias a ti por enseñarme a valorar otras cosas.

La tía de Doyoung había presenciado la escena desde el balcón de su habitación; una enorme sonrisa se dibujó en su rostro. Al fin alguien había logrado reparar su roto y frío corazón.







💥







[Una semana después]

Debido a que Lucas estaba a nada de nacer, Doyoung y Taeyong no pudieron recorrer las calles de Hong Kong, así que toda la semana se la pasaron viendo películas y jugando juegos de mesa.

-Doyoung, ¿te sientes bien? – preguntó su tía, cuando vio que el aludido bajaba con demasiada lentitud las escaleras.

Era las 5:00 AM, la mujer siempre se levantaba a esa hora para hacer ejercicio.

-N-no – respondió.

-¿En dónde está Taeyong?

-Durmiendo – dijo con dificultad -No quise despertarlo, pero— creo que Lucas ya va a nacer.

La mujer llamó al personal de mansión para que ayudaran a su sobrino a sentarse en uno de los sillones mientras ella iba a por Taeyong.

-¡Ya voy a ser papá! – el grito de Taeyong retumbó por toda la mansión.

Doyoung sonrió tras escucharlo.

Luego de que hubieran guardado en el auto todo lo necesario para la estadía de Doyoung y de Lucas en la clínica, partieron a esta.

Una vez que Doyoung fue valorado, fue llevado a quirófano; Taeyong entró a la operación mientras la tía de Doyoung se quedó afuera, esperando. Doyoung recibió anestesia local, pues quería ver y escuchar los primeros momentos de vida de su hijo.

De pronto, el llorar de un bebé se escuchó en el lugar. Taeyong no podía con tanta felicidad.

-Lo hiciste muy bien – le dijo a Doyoung, el cual, a pesar del cansancio, sonreía enormemente.

Luego de que Lucas fuera limpiado y que Taeyong cortara el cordón umbilical, fue puesto en los brazos de Doyoung.

-Hola, Lucas – saludó Doyoung.

-Es hermoso – exclamó Taeyong.

Ambos observaban con amor al pequeño.







💥








Dos semanas habían transcurrido desde el nacimiento de Lucas. Doyoung y el bebé continuaban en la clínica, pero en una habitación exclusiva para ambos; Taeyong no se había faltado ningún día a la visita, puesto que pronto tendría que regresar a la escuela para comenzar un nuevo semestre.

-Doyoung – llamó Taeyong, ambos bañaban a Lucas.

-Dime.

-¿Has pensado en cuánto tiempo vas a quedarte en Hong Kong?

Doyoung negó con la cabeza.

-Sé que estás preocupado por nosotros, pero tranquilo, no te robaré a Lucas.

-Y si… ¿comienzan a localizarte? – preguntó Taeyong, refiriéndose a la suegra y padres del menor.

-Mi tía se encargará de eso. Además, sabes que puedes visitarnos en cualquier momento.

Taeyong suspiró.

-No puedo, recuerda que hasta abril son las otras vacaciones.

Doyoung le miró asustado; no había pensado en que Taeyong no podía faltar a clases debido a la beca.

-Creo que para eso ya estaré mejor.

-No suenas muy convencido – Taeyong envolvió a Lucas con una toalla y lo llevó hacia la cama para vestirlo.

-Es que… no había pensado en eso – murmuró.

-Sé que tienes miedo, pero sabes que estaré contigo para lo que sea.

Doyoung asintió; su corazón latía con fuerza.

-Hola, hola – la tía de Doyoung acababa de ingresar a la habitación.

-Hola, tía – Doyoung se acercó a la mujer para abrazarla.

Taeyong terminó de vestir a Lucas y con delicadeza lo puso en los brazos de la señora.

-Cada día estás más lindo – dijo mientras mecía en sus brazos al pequeño -Necesitamos fotos – exclamó repentinamente.

-No me digas que compraste una cámara – bufó Doyoung.

-Compré varias – contestó la mujer -Así Taeyong podrá presumir a su hijo.

-Y mi abuelita podrá conocerlo – agregó el aludido.

La tía de Doyoung puso a Lucas en los brazos de su sobrino, sacó la cámara que traía en su bolso.

-Primero una foto de ustedes tres.

Taeyong abrazó por detrás a Doyoung y recargó la cabeza sobre el hombro de éste y ambos miraron a Lucas.

-¡Me encanta! – exclamó la mujer.








💥








[Una semana después]

Era el día en el que Taeyong tendría que viajar de regreso a Corea.

-Cuídate mucho – dijo el mayor para después abrazar a Doyoung, el cual seguía junto con Lucas en la clínica, faltaba una semana más para que fuera dado de alta.

-Tú también – contestó Doyoung.

Taeyong se acercó a la cuna, en donde Lucas dormía tranquilamente; con cuidado de no despertarlo, le dio un beso en la frente y le acarició una mejilla.

-Quisiera quedarme, pero— – murmuró con lágrimas a punto de escapar de sus ojos.

Doyoung le palmeó la espalda con suavidad, en señal de apoyo.

El mayor salió de la clínica y regresó a la mansión de la tía de Doyoung en donde tenía sus maletas.

-Gracias por todo – abrazó a la mujer, la cual estaba bañada en lágrimas.

-Puedes venir cuando quieras, esta es tu casa.

-Si fuera por mí no me iría, pero la escuela es importante.

-Entiendo – suspiró -Es para ti – le entregó un sobre.

-¿Qué es?

-Las fotos que tomé el otro día.

-¡Es verdad! Muchas gracias, muero por mostrárselas a mi abuelita y a Taeil.

Ambos se dieron un último abrazo y Taeyong partió al aeropuerto. Apenas estuvo dentro del avión, sacó de su mochila el sobre con las fotos que la tía de Doyoung le había dado.

-Qué lindo bebé, ¿es tu hermanito? – preguntó la joven que iba a su lado.

-No, es mi hijo.

-Oh, felicidades.

-Gracias – dijo Taeyong con una enorme sonrisa.

-¿Quién es él? – la chica señaló a Doyoung.

Taeyong tardó en pensar en una respuesta.

-Mi novio – respondió.




Continuará…

16 de septiembre de 2018

Dynamite - Capítulo 15



Capítulo 15
Viaje (II)


[Semanas después]


Las fiestas habían terminado, era enero del año 1999 y Taeyong no podía esperar la llamada de Doyoung, diciéndole que ya era momento para viajar a Hong Kong, pero primero necesitaba terminar con el semestre.

-¡No puedo concentrarme! – gritó.

-Tranquilízate, este es nuestro último examen – dijo Taeil, quien había sido arrastrado por su amigo para “estudiar”, cuando en realidad sólo habían platicado de Lucas y de lo lindo que se vería con la ropa que habían comprado.

-Es que… no puedo creer que vaya a ser papá, no estaba en mis planes aún, pero— - se recostó en la cama, sintiendo cómo todas las emociones se acumulaban en sus vísceras -Estoy feliz, pero al mismo tiempo asustado, nunca he viajado en avión.

-Taeyong – Taeil tuvo que tomarlo de los hombros y reincorporarlo en la cama -Enfócate, sabes que dependes de la beca.

El mayor salió de su burbuja y le miró asustado.

-Tienes razón, gracias por recordármelo – se levantó de la cama, se dirigió al escritorio y continuó estudiando.







💥






[Horas después]

Taeyong y Taeil acababan de salir de su último examen.

-Con tanto examen y estrés sólo he tomado café, muero de hambre, ¿te parece si vamos a la cafetería? – propuso Taeil.

Taeyong asintió.

Mientras escogían algo para comer, un prefecto se acercó a Taeyong.

-Tienes una llamada – dijo.

Taeyong miró a Taeil y este le sonrió, el menor tomó eso como un “ve” y salió corriendo rumbó hacia los teléfonos.

-¿Hola?


-Taeyong—


-¡Doyoung! ¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿Y Lucas?



Doyoung soltó una risilla.

-Todo está bien – pausó -Ya envié el dinero para los boletos; el médico dijo que Lucas debe nacer entre esta semana y la otra.



-¡Perfecto! Entonces… mañana mismo salgo para Hong Kong.


-De acuerdo, te espero— quiero decir, te esperamos.


Luego de despedirse, Taeyong regresó a la cafetería; Taeil había comprado algo para él también.

-Tranquilo, te puedes asfixiar – advirtió Taeil, puesto que Taeyong comía demasiado rápido.

-Estoy muy nervioso y eso me da hambre.

-Lo sé. Entonces, ¿estás mentalmente preparado para el viaje?

-No – bufó -Pero todo sea por mi hijo.

-¿Algún plan a futuro con Doyoung?

Taeyong dejó de comer, limpió su boca con una servilleta.

-A̼n no Рdijo con tristeza -Espero que el viaje y el nacimiento de Lucas ayuden.

-Estoy seguro que lo hará. La tensión sexual entre ambos es… demasiada.

Taeyong enrojeció.

-N-no sé de qué hablas – murmuró abanicándose con una mano, mientras que con la otra bebía un poco de soda.








💥








Taeyong ya estaba por fin en el aeropuerto, esperando la hora de su vuelo; estaba tan nervioso que no había comido nada en todo el día.

-Demonios, todo está tan caro aquí – bufó, mientras recorría las tiendas.

Y como su algún ser especial estuviera cuidando de él, una chica se acercó con un volante de comida.

-Combo del día, hamburguesa, papas a la francesa y bebida por… ¡wow! Suena bien – hablaba consigo mismo mientras leía dicho volante. Sin pensarlo dos veces, ingresó al restaurante.

No tenía ni un minuto que había terminado de comer cuando su vuelo fue anunciado. Salió a toda prisa del restaurante, chocando y tropezando con todo a su paso.

-Lo siento, voy a ser papá – decía cada vez que chocaba con alguien.

La tía de Doyoung le había comprado un boleto de primera clase, algo que tenía maravillado a Taeyong, puesto que la atención era excepcional. Luego de haber comido una vez más, cayó dormido víctima del cansancio y la tensión a la que había estado expuesto por días.

-Joven, hemos llegado – la azafata tuvo que despertarlo, puesto que era el único de los pasajeros que no había bajado del avión.

-Oh, mil disculpas – hizo tantas reverencias en tan poco tiempo que terminó con un tirón en la espalda.

Tras recibir indicaciones acerca de qué hacer luego de llegar a su destino, esperó a que el chofer de la tía de Doyoung llegara. Miró detenidamente a las personas en el aeropuerto hasta que su vista se fijó en un hombre que sostenía un cartel con lo siguiente:


“Lee Taeyong”


Temeroso, se acercó al señor.

-Soy Lee Taeyong.

-Identificación – pidió el hombre.

Taeyong revisó entre sus cosas, hasta que al fin encontró su pasaporte.

-Perfecto, sígame – indicó el chofer.

La casa de la tía de Doyoung estaba cerca de 20 minutos de ahí, así que el viaje no fue tan incómodo para Taeyong, puesto que el chofer resultó ser alguien muy agradable con muchas aventuras que contar.

-Me recuerda a mi abuelita – suspiró con tristeza, deseaba con tantas ganas tenerla ahí para compartir algo tan especial como el nacimiento de su hijo.

-Hemos llegado.

Taeyong giró la cabeza y quedó atónito con el lugar; era una hermosa mansión.

-Lo que es tener dinero – suspiró.

El chofer rió ante el comentario del menor. Luego de estacionar el auto, Taeyong ayudó al hombre con el equipaje, a pesar de que este le dijo que no se preocupara.

-Ayudando a los demás, como siempre.

La voz de Doyoung hizo que Taeyong prácticamente lanzara sus maletas al suelo y corriera hacia él.

-Hola – saludó con timidez mientras acariciaba el vientre de Doyoung.

-¿Cómo estuvo el viaje? – Doyoung se hizo a un lado para que Taeyong ingresara a la mansión.

-Pues… no estuvo tan mal.

-Te dormiste – afirmó Doyoung.

Taeyong asintió.

-Vaya, tú debes ser Taeyong – exclamó una mujer que recién ingresaba a la sala, en donde ambos estaban sentados.

-Mucho gusto – Taeyong se puso de pie e hizo una reverencia.

-Sí que eres guapo – dijo la señora, analizando de pies a cabeza al menor.

-Gracias.

-¿Tienes hambre? Ya están por servir la comida; espero que te gusten las langostas.

-¿Langostas? – exclamó con sorpresa -Nunca las he probado.

-¡No puedo creerlo!

-Es que… son muy costosas – murmuró apenado.

-¡Claro que no! Son—

-Tía – interrumpió Doyoung.

-Oh, lo siento, disc̼lpame Рdijo la mujer, tras recordar que Taeyong era de escasos recursos.

-No se preocupe, estoy acostumbrado – sonrió.

Los tres se dirigieron al comedor, Taeyong estaba sorprendido con la cantidad de comida que había sido servida. Todos los platillos parecían ser costos y muy finos.

Mientras comían, la tía de Doyoung platicó la historia de su vida a Taeyong, el cual estaba maravillado. La mujer había sufrido de problemas de dinero tras enviudar; su única familia (la madre de Doyoung) le dio la espalda. En vista de esto, se armó de valor y tomó las riendas de los negocios de su esposo, haciéndolos crecer al 200%, ganándose la envidia y desprecio de su hermana.

-Como verás, mi madre es—

-De lo pero – agregó la tía de Doyoung -Cuando me enteré de que planeaban casar a Doyoung, me opuse hasta el cansancio, pero mi querido sobrino terminó haciéndole caso a sus ambiciosos padres – reclamó la mujer.

-No sabía que mis suegros serían peor que ellos – justificó Doyoung.

-Me alegra que Lucas no vaya a ser un Jung.

Doyoung miró a Taeyong, el cual había dejado de sonreír.

-Taeyong, te mostraré la mansión – dijo para destensar el ambiente; lo menos que quería era verlo triste a esperas de la llegada de Lucas.

Doyoung arrastró a Taeyong fue del comedor.

-Lamento lo que dijo mi tía, a veces no deja de hablar y—

Las palabras de Doyoung fueron interrumpidas por los labios de Taeyong.



Continuará…