26 de mayo de 2021

Call U Mine - Capítulo 2

 

Capítulo 2: Peligro

 

Taeyong abrió la puerta del cubículo del baño apenas terminó de limpiarse y acomodar sus ropas.

-Taeyong – llamó Doyoung.

El aludido dio la media vuelta.

-¿Qué? – respondió.

-Coges como virgen.

Taeyong chasqueó la lengua, caminó a paso firme hacia él, quedando ambos nuevamente dentro del cubículo, lo acorraló en la pared y con una mano lo tomó del cuello de la camisa.

-Cuidado con lo que dices, Doyoung. No estás en posición para estarme amenazando – dicho esto, lo soltó, se lavó las manos mientras veía a Doyoung por el espejo, el cual estaba terminando de vestirse. No pudo evitar recorrer su cuerpo con la mirada, el estado en el que Doyoung se encontraba sólo le confundía más y el saber que él había ayudado, le despertaba sensaciones que jamás pensó experimentar.

El beta salió del baño y tuvo que recargarse en la pared para soltar toda la tensión y el revoltijo de emociones que tenía dentro.

-Taeyong, ¿está todo bien? Ya no regresaste a clases – la voz del profesor de la primera hora le trajo de vuelta.

-S-sí.

-Estás pálido.

-Estoy bien. Gracias por preocuparse y disculpe que me haya perdido la clase.

-No hay problema. Sólo ponte al corriente con la tarea, ¿sí?

-Claro que sí.

-Hasta luego – el profesor le palmeó el hombro y siguió su camino hacia la sala de maestros.

Taeyong ingresó al salón, seguía algo confundido y para colmo, sus compañeros le miraban como si hubiera asesinado a alguien.

-Hmmm… con que por eso tardaste tanto en el baño – dijo un compañero.

-N-no sé de qué hablan – respondió Taeyong.

-Hueles a omega, no te hagas al que no sabes – dijo una chica -Suelta el té, ¿quién es?

De pronto, un hombre ingresó al salón. Los chicos sólo lo miraron por algunos segundos y luego continuaron molestando a Taeyong, el cual sólo veía lo que el extraño sujeto hacía; el hombre tomó la mochila de Doyoung y las cosas que había sobre la paleta de la silla y sin más abandonó el salón.

-Hey, Taeyong, ¿sigues en el baño cogiéndote al omega? – dijo otro chico mientras pasaba su mano de un lado a otro frente al rostro del aludido.

-Necesito salir un momento – dicho esto, abandonó el salón.

-Está más raro que de costumbre – comentó una chica.

-Es obvio, acaba de perder la virginidad.

-¿Cómo sabes que era virgen?

-Es súper nerd, siempre nos olvidamos de su existencia, hasta hoy que huele diferente.

-Tienes razón, me pregunto ¿quién habrá sido?

-Yo igual. Sus feromonas eran demasiado dulces.

-Lo que daría por conocer a ese omega y hacerlo mío.

La conversación de vio interrumpida por la entrada de la profesora al salón, la cual anunció que la clase sería en el laboratorio.

 

 

 

ʚɞ

 

 

 

Taeyong había seguido al misterioso hombre quien, de acuerdo con uno de sus compañeros, era el chofer de Doyoung; dicho sujeto terminó ingresando a la enfermería.

-Aquí están, Doyoung.

-Gracias, Taeil – contestó el aludido, quien estaba sentado en una de las camas del lugar.

-¿Por qué no usaste condón? Sabes lo peligroso que es en tu condición – dijo Taeil.

-No tuve tiempo, fue algo… no hablemos de eso – Doyoung tomó se metió una pastilla a la boca y luego bebió del vaso con agua que el sujeto le extendió.

-Dijiste que lo tenías controlado.

-Lo tenía, pero creo que lo he encontrado.

-¿Estás seguro?

-Casi, el problema es su hermano – suspiró e hizo una mueca de disgusto -Espero estar equivocado.

-¿Qué tiene su hermano?

-Llévame a casa. No quiero estar aquí.

El hombre asintió y ayudó a Doyoung a levantarse de la cama. Taeyong salió corriendo hacia el salón. Una vez que estuvo dentro de este, se quitó la sudadera de Jaehyun y con coraje, la guardó en su mochila. De pronto, su celular vibró; un compañero le había mandado un mensaje avisándole que estaban en el laboratorio.

 

¿Desde cuándo les importaba su existencia?

¿Acaso había sido por…?

 

Su mirada viajó hacia la sudadera.

-No, yo no soy así – murmuró para sí mismo. Tomó su cuaderno y un bolígrafo y sin más abandonó el salón.

 

 

 

ʚɞ

 

 

 

Al día siguiente…

 

La puerta principal sonaba con fuerza, era sábado por la mañana y todos dormían; excepto Taeyong, quien tenía el sueño ligero.

-¿Qué haces aquí? ¿Cómo averiguaste donde vivo? – cuestionó Taeyong apenas abrió la puerta y descubrió que el responsable de aquel ruido era Doyoung.

-Tengo los contactos y el dinero suficiente para hacerlo – contestó el otro, ingresando a la casa como si nada.

Taeyong suspiró con cansancio.

-Vete.

-No – contestó Doyoung -Necesito que me dejes ver a tu hermano.

-¿De qué mierda estás hablando?

-Sólo obedece.

-Escucha, no tengo ganas de discutir contigo y no eres bienvenido, así que fuera – lo tomó de la muñeca con intenciones de sacarlo de la casa.

-Suéltame – se arrebató con brusquedad -Te guste o no, tu hermano es mi—

Doyoung no pudo continuar, pues el chirrido de una puerta abriéndose interrumpió el momento. Taeyong se alarmó, así que, aprovechando la distracción del otro, le cubrió la boca y lo arrastró hacia la bodega que se encontraba debajo de las escaleras.

-¿Taeyong? – llamó Jaehyun, mientras bajaba las escaleras -Qué raro – echó un vistazo a la planta baja y tras ver todo en orden, regresó a su habitación.

 

 

 

ʚɞ

 

 

 

-¡Déjame, maldita sea! – Doyoung forcejeaba para zafarse del aprensivo agarre del beta.

-Te prohíbo acercarte a él, ¿está claro? – advirtió Taeyong.

-Tú no me prohíbes nada, asqueroso beta. No tienes derecho sobre mí.

-¡Basta Doyoung! Estoy harto que me trates peor que mierda, ¿te has visto al espejo? Eres un omega, “la clase más baja” de la que tanto te burlas. De nada te sirve tener tanto dinero si al final—

-¿Al final, qué?

Taeyong se alejó de repente.

-¿Qué? – cuestionó Doyoung.

-Tus feromonas.

-¿Qué tiene? – preguntó mientras inconscientemente se cubría la nuca.

-Vete, Doyoung. Fuera de mi casa.

-Quieras o no, tu hermano sabrá de mí.

Antes de que Doyoung pudiera si quiera girar la perilla de la puerta, Taeyong lo jaló hacia su cuerpo y lo besó con hambre.

-¿Qué me hiciste? – susurró en su oído, mientras trataba de contenerse.

-No te hice nada – contestó Doyoung, tratando de zafarse de aquel abrumador agarre en su cintura -Además, eres un beta, no deberías—

Las palabras de Doyoung terminaron en la boca de Taeyong, quien sin más aseguró la puerta y se lanzó a nuevamente a los labios del otro.

-¿Qué pasa? – preguntó cuando sintió que Doyoung no estaba correspondiendo -¿No sientes nada?

Doyoung negó con la cabeza. Taeyong suspiró, con la mirada recorrió aquella diminuta bodega hasta encontrar una camisa que solía usar su hermano.

-Ten, debe oler a él.

Doyoung se la arrebató y la llevó a su nariz, esnifándola al instante.

-Sí… un poco.

Taeyong lo acorraló contra la puerta; lamió y besó su cuello, tratando con todas sus fuerzas de no dejarse llevar y morder su nuca.

-¿Tanto me deseas? – cuestionó Doyoung con una sonrisa burlona.

-Demasiado – confesó, tomándolo fuertemente de las mejillas para después besarlo.

 

 

Continuará…


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