21 de agosto de 2022

Rock Me - Cap铆tulo 2

 

Cap铆tulo 2:
Tortura

 

[Al d铆a siguiente]

 

Donghyuck estaba en la parada del autob煤s esperando a que llegara el indicado que le llevar铆a la universidad.

-El dinero – exclam贸 para s铆 mismo tras recordar que no lo ten铆a a mano.

Mientras revisaba su mochila, sent铆a c贸mo la presi贸n se le bajaba tras no encontrar su billetera.

-No puede ser, estoy seguro que estaba aqu铆 – agreg贸.

Mir贸 su celular; no tendr铆a tiempo suficiente para regresar, buscarla en el departamento y regresar a la parada, ya que el autob煤s pasaba cada media hora.

-Mierda – continu贸 revisando los dem谩s bolsillos de su mochila hasta que encontr贸 suficientes monedas para el pasaje.

 

 

 

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-Gracias, me has salvado – dijo Donghyuck a su amigo mientras caminaban hacia el 谩rea de las mesas, en busca de una vac铆a.

-No te preocupes, para eso estoy – contest贸 Jungwoo, su mejor amigo, el cual hab铆a terminado compr谩ndole el almuerzo debido al problema con su billetera.

Tras encontrar una mesa vac铆a, Donghyuck pr谩cticamente devor贸 su comida, pues se hab铆a despertado tarde, probablemente porque su cuerpo al fin pudo relajarse tras semanas de estar soportando el ruido de su molesto vecino, y no hab铆a tenido tiempo de desayunar.

-¿Cu谩ndo fue la 煤ltima vez que usaste la billetera? – pregunt贸 Jungwoo, mientras le extend铆a una servilleta de papel -L铆mpiate, tienes restos de comida hasta en las mejillas.

Donghyuck trag贸 lo que ten铆a en la boca y tom贸 la servilleta mientras hac铆a memoria.

-Creo que cuando fui al supermercado— espera – detuvo sus palabras cuando un recuerdo cruz贸 por su mente -¡Maldici贸n! – aporre贸 ambas manos en la mesa.

-¿Qu茅 pasa? – exclam贸 su amigo, algo asustado por la repentina reacci贸n del otro.

-¡Mi est煤pido vecino la robo! Estoy seguro – afirm贸 con coraje.

-¿Hablas del vago ruidoso?

Donghyuck asinti贸.

-Como me negu茅 a prestarle dinero, seguramente la tom贸 cuando me lo encontr茅 en las escaleras y me advirti贸 sobre “no llamar a la polic铆a” – explic贸.

-Rayos, ¿y qu茅 vas a hacer?

-Intentar茅 ped铆rselo de manera civilizada, sino tomar茅 otras medidas.

-Espera, ¿no se supone que se lo llev贸 la polic铆a?

-Tienes raz贸n – murmur贸 -Pero seguramente ya lo habr谩n dejado libre, as铆 funcionan las cosas por donde vivo.

-Esperemos que todo salga bien, entonces.

El moreno asinti贸 con la cabeza y continu贸 comiendo.

 

 

 

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Donghyuck acababa de regresar de la universidad, estaba tan entretenido buscando las llaves en su mochila que no se dio cuenta de la presencia de Mark, quien se encontraba apoyado en el barandal del peque帽o balc贸n que se formaba en el pasillo de sus departamentos; parec铆a que le estuviera esperando.

-Fuiste t煤, ¿verdad?

Donghyuck dio un respingo tras escuchar aquello; sin embargo, prefiri贸 ignorarlo y continuar buscando sus llaves.

-¡Te estoy hablando! – Mark alz贸 la voz.

-¿Y qu茅 si fui yo? – pregunt贸 Donghyuck, encarando al pelinegro -Adem谩s, ¿en d贸nde est谩 mi billetera?

-¿De qu茅 mierda hablas?

-Seguramente la robaste cuando me viste el otro d铆a en las escaleras.

Mark solt贸 una risilla. Bebi贸 lo que quedaba dentro de la lata de cerveza que ten铆a en una mano y la lanz贸 por las escaleras.

-¿Y qu茅 si fui yo? – devolvi贸 Mark retadoramente.

-Devu茅lvemela – exigi贸 Donghyuck.

-Claro – el chico malo fingi贸 entrar a su departamento; de pronto, se gir贸 intempestivamente y un pu帽etazo se estamp贸 en la mejilla izquierda de Donghyuck, dej谩ndolo desubicado.

Mark aprovech贸 la confusi贸n de su vecino para tomarlo con fuerza de los hombros y meterlo a su departamento.

-¿Qu茅 haces? ¡D茅jame en paz! – reclam贸 Donghyuck tras percatarse de lo que hab铆a pasado.

-¿O sino qu茅? ¿Llamar谩s a la polic铆a? – pregunt贸 Mark -Chicos, tenemos un invitado – indic贸 a sus amigos, quienes estaban platicando, comiendo y bebiendo en la cocina.

-Vaya, ¿qui茅n es? – cuestion贸 Jeno.

-Mi vecino, el imb茅cil que llam贸 a la polic铆a – explic贸 Mark.

-Escucha, s贸lo dame mi billetera. No quiero problemas – pidi贸 Donghyuck, tratando de sonar valiente, aunque en realidad estaba muriendo de miedo.

Mark chasque贸 la lengua y sonri贸 de manera burlona ante aquel comentario.

-No debiste hacer eso, pasamos una noche del demonio. Casi violan a nuestro querido Renjun – aclar贸 Jaemin, quien se hab铆a sentado junto a Jeno; ambos se encontraban en el 煤nico sof谩 del departamento, el cual estaba en lo que podr铆a considerarse la sala.

-Renjun, trae una cerveza – indic贸 Mark.

El aludido, quien se hab铆a quedado en la cocina, sac贸 una lata de cerveza del refrigerador y se la lanz贸 a Mark, el cual hab铆a soltado a Donghyuck.

-Toma – se la extendi贸 al moreno, quien neg贸 con la cabeza.

-No bebo, gracias – aclar贸.

Mark gru帽贸.

-No fue una pregunta.

-¡No quiero! – insisti贸 Donghyuck.

-Suj茅talo bien, Jaemin – orden贸 Mark a su amigo.

El aludido suspir贸 con cansancio, se puso de pie y con una mano tom贸 a Donghyuck del cabello y con la otra le arrebat贸 la mochila y la lanz贸 al suelo.

Mark abri贸 la lata de cerveza y la estrell贸 contra el pecho de Donghyuck.

-Bebe.

-No quiero – contest贸 Donghyuck.

Mark chasque贸 la lengua; con su mano izquierda, tap贸 la nariz de Donghyuck, el cual inconscientemente abri贸 la boca, por lo que Mark aprovech贸 para estampar la lata contra la boca del otro, oblig谩ndolo a beber el contenido de esta.

-¿Tienes m谩s sed? – cuestion贸 el chico malo.

Donghyuck no pod铆a para de toser; la cerveza se hab铆a colado por sus fosas nasales.

-Renjun, p谩same otra. Nuestro querido amigo tiene sed.

El aludido tard贸 en reaccionar, lo cual termin贸 desesperando a Mark, quien fue a la cocina, empuj贸 a su amigo, sac贸 la cerveza del refrigerador y regres贸 a la sala.

-D茅jame ir… por favor – pidi贸 en voz baja Donghyuck.

-¿Escucharon eso? “Por favor” – Mark imit贸 con burla la desesperaci贸n de Donghyuck -Ahora… - abri贸 la lata -Hay que calmar su sed.

-¡No, por favor! – suplic贸 Donghyuck.

-Suj茅talo bien, Jaemin – recalc贸 Mark tras percatarse que su amigo hab铆a suavizado el agarre en el cabello y brazos de su vecino.

Mark volvi贸 a taparle la nariz. Una vez m谩s, Donghyuck casi se ahoga con la cerveza.

-Su茅ltalo – indic贸 el chico malo.

Jaemin obedeci贸. Donghyuck cay贸 hincado al suelo, tos铆a sin parar a la vez que jadeaba por aire.

-Veamos qu茅 tanto tienes aqu铆 – coment贸 Mark caminando hacia Renjun, el cual hab铆a recogido la mochila del moreno y se hab铆a puesto a revisar su contenido.

-Es estudiante – exclam贸 Renjun, algo alarmado tras encontrar la credencial de estudiante de Donghyuck.

-De universidad, idiota. Conozco esa escuela, es para privilegiados – aclar贸 Mark luego de arrebatarle la credencial a su amigo -As铆 que tu nombre es… Donghyuck.

El aludido se puso de pie y corri贸 a la puerta, Jaemin lleg贸 antes y se puso frente a esta, cerr谩ndole la salida a Donghyuck.

-¿Por qu茅 la prisa? – pregunt贸 Jaemin con los brazos cruzados y una enorme sonrisa en el rostro.

-D茅jenme ir, prometo que no dir茅 nada – suplic贸 Donghyuck.

-No creo que puedas hacerlo – dijo Mark, sonriente.

-¿V-van a matarme? – pregunt贸 Donghyuck, temblando.

-No s茅, ¿qu茅 opinan? ¿Somos asesinos? – Mark lanz贸 la pregunta a sus amigos.

Antes de que alguno dijera algo m谩s, la puerta comenz贸 a sonar.

-Seguramente son las chicas – indic贸 Mark -Am谩rrenlo – se帽al贸 a Donghyuck.

Jaemin dej贸 de bloquear la puerta para hacer lo pedido por su amigo; con ayuda de Jeno, Donghyuck fue sentado en una silla que Jeno hab铆a tomado del comedor, luego sus brazos fueron puestos detr谩s de su cuerpo y amarrados a la espalda de la silla con lo primero que los chicos vieron: cables que usaban para conectar sus amplificadores y guitarras; su boca fue cubierta con un pedazo de franela que usaban para limpiar sus instrumentos.

Mark, tras ver que su presa estaba atrapada, abri贸 la puerta del departamento.

-Hola, hola. ¿Se perdieron? – pregunt贸, mirando a las muchachas de arriba abajo.

-S铆, ¿podr铆an darnos posada? – respondi贸 una de las chicas.

Mark asinti贸 y se hizo a un lado, dej谩ndolas ingresar al lugar.

-¿Y ese? ¿No se supon铆a que s贸lo ser铆an 3? – pregunt贸 otra muchacha.

-Es un invitado, no hay de qu茅 preocuparse – aclar贸 Mark.

-¿Invitado? Pero si est谩 amarrado – dijo la tercera joven.

Donghyuck les suplicaba con la mirada, pero las chicas parec铆an no inmutarse ante su desesperaci贸n.

-Les veo ma帽ana – Renjun se despidi贸, caminando hacia la salida. No le gustaba ese tipo de “diversi贸n”, tampoco estaba muy de acuerdo en la manera en la que Taeyong hab铆a tratado a su pobre vecino, as铆 que opt贸 por deslindarse de todo y salir de ah铆.

-Adi贸s~ - dijeron en un铆sono las j贸venes.

-T煤 te lo pierdes – grit贸 Mark antes de que Renjun cerrara la puerta -Entonces… ¿comenzamos? – pregunt贸 a las chicas.

Jeno entr贸 a la habitaci贸n que utilizaban para practicar su m煤sica con la chica de cabello rubio, Jaemin se fue al ba帽o con la de cabello cobrizo y Mark se qued贸 en la sala con la de cabello negro.

El chico malo se sent贸 en el sof谩, quedando frente a la silla en donde estaba Donghyuck; abri贸 las piernas y la chica se sent贸 en su regazo. En cuesti贸n de un par minutos, hab铆an comenzado a tener relaciones sexuales.

-Hey, maric贸n, la mirada hacia aqu铆. De esto te pierdes por preferir los penes – dijo Mark penetrando con fuerza a la chica, la cual no paraba de gemir su nombre.

Donghyuck apretaba los ojos y manten铆a la cabeza hacia a un lado; sin embargo, pod铆a escuchar todo. Se sent铆a mareado y nauseabundo. Una vez que los gemidos y otros sonidos terminaron, abri贸 los ojos con miedo. Vio a Mark susurrarle algo a la chica, la cual acababa de bajarse de su regazo y se encontraba acomod谩ndose aquel ajustado vestido negro que tra铆a puesto.

-Eso te costar谩 extra – indic贸 la muchacha, tomando los billetes que Mark acaba de sacar de su billetera.

-S铆, s贸lo hazlo – buf贸 mientras encend铆 un cigarrillo.

La chica camin贸 hacia Donghyuck, el cual estaba asustado e inquieto. Se sent贸 en sus piernas y comenz贸 a besarle el cuello, pero en cuesti贸n de segundos, detuvo sus acciones.

-Es muy lindo, pero… – indic贸 la joven, quit谩ndose de encima de Donghyuck -Es m谩s f谩cil que le abra las piernas a alguno de ustedes que a m铆 – exclam贸.

Mark qued贸 at贸nito.

-¿O sea que no lo har谩s?

-No, sorry. ¡V谩monos chicas! – grit贸.

Las muchachas salieron de los respectivos lugares en los que se encontraban.

-Ya sabes en d贸nde encontrarnos~ - dijo la chica de cabello negro a Mark para despu茅s gui帽arle el ojo y salir del departamento con sus compa帽eras.

El rostro de Mark se descol贸 apenas las j贸venes se fueron. Lanz贸 su cigarrillo al suelo y lo pis贸 para apagarlo.

-¡Estoy harto de las personas como t煤! – se levant贸 del sill贸n y tom贸 de la camisa a Donghyuck.

-¡¿Sabes por qu茅 odio a los tipos como t煤?!

Donghyuck neg贸 con la cabeza.

De pronto, el timbre de un celular interrumpi贸 aquel tenso momento. Jaemin y Jeno, quienes reci茅n hab铆an salido de la habitaci贸n y del ba帽o respectivamente, comenzaron a buscar de d贸nde proven铆a aquel sonido.

-¿Hola?

La voz de Mark detuvo sus acciones.

-Creo que es el celular del vecino – susurr贸 Jeno a Jaemin.

-S铆, eso parece.

-Donghyuck se encuentra ocupado en estos momentos, pero puede dejar el mensaje conmigo, soy su amigo – indic贸 Mark, quien sonri贸 siniestramente tras escuchar algo del otro lado de la l铆nea -A ver, perm铆tame un momento, ¿podr铆a repetir lo que acaba de decir? – pidi贸 para despu茅s alejar el celular de su oreja y ponerlo en altavoz.

 

“Encontramos la billetera de su amigo en la caja registradora en donde realiz贸 su compra. Puede pasar por ella al 谩rea de servicio al cliente cuando lo crea pertinente; necesitaremos alg煤n tipo de identificaci贸n para verificar su identidad.”

 

Mark mir贸 fijamente a Donghyuck, el cual palideci贸 tras escuchar aquello.

-Muchas gracias, le avisar茅 a mi amigo en cuanto se desocupe – dicho esto, finaliz贸 la llamada. Se acerc贸 a Donghyuck y le dio un pu帽etazo en el est贸mago, provocando que el chico se encorvara en la silla.

-Wow, ¿por qu茅 fue eso? – pregunt贸 Jaemin, ayudando a Donghyuck a incorporarse.

-Me acus贸 de haberle robado la billetera – tras decir aquello; nuevamente levant贸 el pu帽o con intenciones de darle otro golpe, pero Jeno se adelant贸 y le detuvo.

-Ya d茅jalo, Mark.

-¡¿Qu茅?! Si lo dejo ir llamar谩 a la polic铆a – se quej贸 el chico malo, arrebat谩ndose del agarre de su amigo.

-¿Y qu茅 piensas hacer? ¿Matarlo? – cuestion贸 Jeno.

Mark mir贸 a Donghyuck, el cual apart贸 la mirada. Lanz贸 un suspiro y se acerc贸 a su v铆ctima.

-Te dejar茅 ir, pero pobre de ti que llames a la polic铆a o digas algo a alguien – advirti贸.

Donghyuck asinti贸 repetidas veces. Jeno fue por la mochila del chico y se la pas贸 a Mark el cual la avent贸 a Donghyuck luego de que Jaemin le hab铆a desatado.

Mark lo tom贸 fuertemente del brazo y lo sac贸 del departamento.

-Est谩s advertido – dicho esto, cerr贸 la puerta con fuerza.

-¿Qu茅 rayos, Mark? Pens茅 que lo asesinar铆as – exclam贸 Jeno.

-Claro que no, s贸lo quer铆a darle una lecci贸n.

-¿Crees que cumpla con lo que dijiste? – pregunt贸 Jaemin.

-Se arrepentir谩 toda su vida si no lo hace.

 

 

Continuar谩…

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