Capítulo 15
Viaje (II)
Viaje (II)
[Semanas
después]
Las fiestas habían terminado, era enero del año
1999 y Taeyong no podía esperar la llamada de Doyoung, diciéndole que ya era
momento para viajar a Hong Kong, pero primero necesitaba terminar con el
semestre.
-¡No puedo concentrarme! – gritó.
-Tranquilízate, este es nuestro último examen –
dijo Taeil, quien había sido arrastrado por su amigo para “estudiar”, cuando en
realidad sólo habían platicado de Lucas y de lo lindo que se vería con la ropa
que habían comprado.
-Es que… no puedo creer que vaya a ser papá, no
estaba en mis planes aún, pero— - se recostó en la cama, sintiendo cómo todas
las emociones se acumulaban en sus vísceras -Estoy feliz, pero al mismo tiempo
asustado, nunca he viajado en avión.
-Taeyong – Taeil tuvo que tomarlo de los
hombros y reincorporarlo en la cama -Enfócate, sabes que dependes de la beca.
El mayor salió de su burbuja y le miró
asustado.
-Tienes razón, gracias por recordármelo – se
levantó de la cama, se dirigió al escritorio y continuó estudiando.
💥
[Horas
después]
Taeyong y Taeil acababan de salir de su último
examen.
-Con tanto examen y estrés sólo he tomado café,
muero de hambre, ¿te parece si vamos a la cafetería? – propuso Taeil.
Taeyong asintió.
Mientras escogían algo para comer, un prefecto
se acercó a Taeyong.
-Tienes una llamada – dijo.
Taeyong miró a Taeil y este le sonrió, el menor
tomó eso como un “ve” y salió corriendo rumbó hacia los teléfonos.
-¿Hola?
-Taeyong—
-¡Doyoung! ¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿Y Lucas?
Doyoung soltó una risilla.
-Todo está bien – pausó -Ya envié el dinero para los boletos; el médico
dijo que Lucas debe nacer entre esta semana y la otra.
-¡Perfecto! Entonces… mañana mismo salgo para
Hong Kong.
-De acuerdo, te espero— quiero decir, te esperamos.
Luego de despedirse, Taeyong regresó a la
cafetería; Taeil había comprado algo para él también.
-Tranquilo, te puedes asfixiar – advirtió
Taeil, puesto que Taeyong comía demasiado rápido.
-Estoy muy nervioso y eso me da hambre.
-Lo sé. Entonces, ¿estás mentalmente preparado
para el viaje?
-No – bufó -Pero todo sea por mi hijo.
-¿Algún plan a futuro con Doyoung?
Taeyong dejó de comer, limpió su boca con una
servilleta.
-Aún no – dijo con tristeza -Espero que el
viaje y el nacimiento de Lucas ayuden.
-Estoy seguro que lo hará. La tensión sexual
entre ambos es… demasiada.
Taeyong enrojeció.
-N-no sé de qué hablas – murmuró abanicándose
con una mano, mientras que con la otra bebía un poco de soda.
💥
Taeyong ya estaba por fin en el aeropuerto,
esperando la hora de su vuelo; estaba tan nervioso que no había comido nada en
todo el día.
-Demonios, todo está tan caro aquí – bufó,
mientras recorría las tiendas.
Y como su algún ser especial estuviera cuidando
de él, una chica se acercó con un volante de comida.
-Combo del día, hamburguesa, papas a la
francesa y bebida por… ¡wow! Suena bien – hablaba consigo mismo mientras leía
dicho volante. Sin pensarlo dos veces, ingresó al restaurante.
No tenía ni un minuto que había terminado de
comer cuando su vuelo fue anunciado. Salió a toda prisa del restaurante,
chocando y tropezando con todo a su paso.
-Lo siento, voy a ser papá – decía cada vez que
chocaba con alguien.
La tía de Doyoung le había comprado un boleto
de primera clase, algo que tenía maravillado a Taeyong, puesto que la atención
era excepcional. Luego de haber comido una vez más, cayó dormido víctima del
cansancio y la tensión a la que había estado expuesto por días.
-Joven, hemos llegado – la azafata tuvo que
despertarlo, puesto que era el único de los pasajeros que no había bajado del
avión.
-Oh, mil disculpas – hizo tantas reverencias en
tan poco tiempo que terminó con un tirón en la espalda.
Tras recibir indicaciones acerca de qué hacer
luego de llegar a su destino, esperó a que el chofer de la tía de Doyoung
llegara. Miró detenidamente a las personas en el aeropuerto hasta que su vista
se fijó en un hombre que sostenía un cartel con lo siguiente:
“Lee
Taeyong”
Temeroso, se acercó al señor.
-Soy Lee Taeyong.
-Identificación – pidió el hombre.
Taeyong revisó entre sus cosas, hasta que al
fin encontró su pasaporte.
-Perfecto, sígame – indicó el chofer.
La casa de la tía de Doyoung estaba cerca de 20
minutos de ahí, así que el viaje no fue tan incómodo para Taeyong, puesto que
el chofer resultó ser alguien muy agradable con muchas aventuras que contar.
-Me recuerda a mi abuelita – suspiró con
tristeza, deseaba con tantas ganas tenerla ahí para compartir algo tan especial
como el nacimiento de su hijo.
-Hemos llegado.
Taeyong giró la cabeza y quedó atónito con el
lugar; era una hermosa mansión.
-Lo que es tener dinero – suspiró.
El chofer rió ante el comentario del menor.
Luego de estacionar el auto, Taeyong ayudó al hombre con el equipaje, a pesar
de que este le dijo que no se preocupara.
-Ayudando a los demás, como siempre.
La voz de Doyoung hizo que Taeyong
prácticamente lanzara sus maletas al suelo y corriera hacia él.
-Hola – saludó con timidez mientras acariciaba
el vientre de Doyoung.
-¿Cómo estuvo el viaje? – Doyoung se hizo a un
lado para que Taeyong ingresara a la mansión.
-Pues… no estuvo tan mal.
-Te dormiste – afirmó Doyoung.
Taeyong asintió.
-Vaya, tú debes ser Taeyong – exclamó una mujer
que recién ingresaba a la sala, en donde ambos estaban sentados.
-Mucho gusto – Taeyong se puso de pie e hizo
una reverencia.
-Sí que eres guapo – dijo la señora, analizando
de pies a cabeza al menor.
-Gracias.
-¿Tienes hambre? Ya están por servir la comida;
espero que te gusten las langostas.
-¿Langostas? – exclamó con sorpresa -Nunca las
he probado.
-¡No puedo creerlo!
-Es que… son muy costosas – murmuró apenado.
-¡Claro que no! Son—
-Tía – interrumpió Doyoung.
-Oh, lo siento, discúlpame – dijo la mujer,
tras recordar que Taeyong era de escasos recursos.
-No se preocupe, estoy acostumbrado – sonrió.
Los tres se dirigieron al comedor, Taeyong
estaba sorprendido con la cantidad de comida que había sido servida. Todos los
platillos parecían ser costos y muy finos.
Mientras comían, la tía de Doyoung platicó la
historia de su vida a Taeyong, el cual estaba maravillado. La mujer había
sufrido de problemas de dinero tras enviudar; su única familia (la madre de
Doyoung) le dio la espalda. En vista de esto, se armó de valor y tomó las
riendas de los negocios de su esposo, haciéndolos crecer al 200%, ganándose la
envidia y desprecio de su hermana.
-Como verás, mi madre es—
-De lo pero – agregó la tía de Doyoung -Cuando
me enteré de que planeaban casar a Doyoung, me opuse hasta el cansancio, pero
mi querido sobrino terminó haciéndole caso a sus ambiciosos padres – reclamó la
mujer.
-No sabía que mis suegros serían peor que ellos
– justificó Doyoung.
-Me alegra que Lucas no vaya a ser un Jung.
Doyoung miró a Taeyong, el cual había dejado de
sonreír.
-Taeyong, te mostraré la mansión – dijo para
destensar el ambiente; lo menos que quería era verlo triste a esperas de la llegada
de Lucas.
Doyoung arrastró a Taeyong fue del comedor.
-Lamento lo que dijo mi tía, a veces no deja de
hablar y—
Las palabras de Doyoung fueron interrumpidas
por los labios de Taeyong.
Continuará…
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