Capítulo 11
“Quiero que regreses”
“Quiero que regreses”
Seis
largos y eternos meses habían pasado desde la partida del adolescente. Minho no
había hecho ni el más mínimo intento por contactar a Jonghyun y preguntarle si
sabía algo de él, tampoco había vuelto a la empresa, es más había renunciado,
después de todo tenía suficiente dinero para mantenerse durante un tiempo sin
trabajo.
Su
relación con Sulli ya no era de noviazgo, era más bien de amistad, sin embargo
Minho no se atrevía a terminarla pues ella era la única persona que estaba ahí
a su lado para que el sentimiento de soledad no se apoderara de su ser.
Se
veía demacrado, pálido, ojeroso, con el cabello echo un nido de pájaros. Aquel
glamoroso y presumido empresario se había convertido en un pobre diablo, en una
persona que con tan solo mirarla, causaba tristeza.
=
Minho ¿por qué no me cuentas lo qué pasó? – insistió una vez más su novia.
= No
quiero Sulli.
La
joven sabía que era inútil, por más que tratase, el alto jamás le contaría la
razón de su tristeza; sin embargo, no era tonta, y lo relacionaba con la
ausencia de Kibum, pero cuando le preguntó al alto si esa era la razón este le
respondió con firme: no.
~*~
Una
fría tarde de lo que parecía ser el principio del invierno, Minho había salido
a despejarse un poco, ya que, en la mañana, al mirarse al espejo, se dio cuenta
de que no podía seguir viviendo así, aquella depresión en la que estaba
sumergido, le iba a causar la muerte. Necesitaba renovarse, aunque sabía que le
costaría algo de tiempo.
Entró
a una tienda de ropa casual, tras revisar, encontró algo de su gusto y se
acercó a dónde se encontraba la caja registradora.
=
¿En efectivo o con tarjeta de crédito?
Y
tras escuchar aquella voz, sintió como todo su cuerpo, su alma, su mente volvía
a funcionar correctamente. Levantó la mirada para asegurarse de que no se
trataba de una broma de mal gusto y, no lo fue.
Las
miradas de ambos chocaron y fue como si aquello los inyectara de energía y
felicidad.
=
Kibum – exclamó Minho.
=
H-hola – saludó.
Choi
lo abrazó con fuerza, Kibum tardó en corresponder. Por suerte casi no había
gente en la tienda así que nadie se iba a quedar viéndolos, aunque eso no les
importaba.
= Perdóname
– dijo en su oído = Perdóname Kibum, soy un estúpido, un idiota – decía
mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
=
Tranquilo, está bien, te perdono – le acariciaba suavemente el cabello.
El
alto deshizo el abrazo y tomó ambas mejillas del chico.
=
Quiero que regreses conmigo.
=
¿Ah?
= Te
quiero a mi lado Kibum, sin ti siento que mi vida no tiene sentido. Te necesito
conmigo. No sé cómo pasó, pero me gustas, me gustas mucho – confesó.
Kibum
solo lo veía fijamente, estaba sorprendido, no podía creer lo que Minho estaba
diciendo. Nunca pensó ni se imaginó verlo llorar, decirle cuanto le hacía
falta.
=
¿Por qué no me buscaste? – preguntó.
=
Porque soy un idiota, un estúpido y asqueroso idiota que solo piensa en sí
mismo.
Kim
sonrió tímidamente,
=
Hasta que lo aceptas – lo abrazó nuevamente = Está bien, volveré contigo.
Minho
se hinchó de felicidad, una que jamás había sentido, una que lo trajo de nuevo
a la vida.
= ¿Y
Dongwoon?
=
Terminé con él hace unas semanas; lo llevaron a un reformatorio por haber
robado en un súper y golpeado a los policías.
=
¿Lo extrañas?
=
Hmm – suspiró = Algo, pero… - bajó la mirada = Te extrañaba más a ti – dijo
sonrojado.
Choi
no dijo nada, solo lo besó tiernamente, intentando, con ese beso, transmitirle
toda la alegría que estaba sintiendo en esos momentos.
~*~
{Horas
después}
Kibum
había terminado de trabajar; ahora se encontraba yendo hacia el departamento
del alto. Sonrió tras recordar como, prácticamente, lo tuvo que sacar de la
tienda, pues no quería irse.
=
Tonto Minho – suspiró.
Y
rápidamente ya se encontraba tocando la puerta del departamento; esta no tardó
en abrirse.
=
¡¡Kibummie~!! – escuchó un chillido y luego un asfixiante abrazo llegó = ¿Dónde
has estado todo este tiempo? No sabes cuánto te extrañé pequeño.
=
“Sulli” – pensó algo desanimado, ¿Minho aún seguía con ella?
=
Estuve viviendo con Dongwoon, pero…
=
Regresó para quedarse – dijo Minho = Bueno, déjalo respirar – “despegó” a la
chica.
= Me
alegro tanto que estés aquí de nuevo, Minho estaba que se moría sin ti – dijo la chica.
Kibum
se sonrojó y Minho hizo una mueca de incomodidad.
= Y
a todo esto ¿dónde están tus cosas? – preguntó la joven.
= En
departamento donde vivía.
=
Hmm, pues vamos a buscarlas – propuso.
= De
acuerdo, vamos – suspiró el alto = Toma – le dio las llaves del auto a la joven
= Adelántate ahorita vamos.
=
Ok!
Apenas
la chica abandonó el departamento; Minho tomó de la cintura al menor y le
plantó un apasionado beso.
Kibum
estaba algo sorprendido, sin embargo correspondió.
=
¿Por qué sigues con ella? – preguntó entre besos.
=
Porque no sabía que hoy iba a encontrarte – volvió a besarlo.
=
Eres un tonto – le mordió el labio inferior.
= Te
quiero Kibum – otro besó = Ahora vamos, Sulli odia esperar.
=
Vamos.
Y
cuando entraron al elevador, otra sesión de besos y caricias se hizo presente.
~*~
Minho
y Kibum regresaron al departamento mientras que Sulli regresó al suyo; sabía
que sobraba ahí, aquel par intentaba ocultar algo muy obvio. Ya después
hablaría con Minho.
La
recién formada pareja, estaba sentada en la sala; veían una película de terror. Minho tenía al menor en su regazo y de vez en
cuando le besaba con suavidad el níveo cuello.
=
¿Puedo preguntarte algo? – habló el alto.
=
Dime.
=
¿Qué…es exactamente lo que tenías con Jonghyun?
Kibum
suspiró con pesadez y apagó la televisión; la sala quedó a obscuras, lo único
que iluminaba un poco era la luz de la luna que entraba por el ventanal. Choi
encendió la pequeña lámpara que había sobre una mesita a un lado suyo.
=
Bueno – tomó aire = Te explicaré – se aclaró la garganta = Jonghyun y yo nos conocimos hace algunos años
atrás, él es hijo del primer matrimonio de la esposa de mi tío. Recuerdo muy
bien ese día… – pausó = Tuve una discusión muy fea con mis padres, entonces me
fui a mi habitación y comencé llorar, Jonghyun llegó y me consoló de una forma
tan cálida que no pude evitar sentir cosas por él y…no sé cómo, pero intentó
besarme.
= Ese animal…
- murmuró.
= Entonces, lo saqué de mi cuarto – hizo una
pausa = Pasaron algunos meses y volvió para pedir disculpas, pero, una vez más
intentó besarme y luego me preguntó que si creía en el amor a primera vista, le
dije que sí y después me confesó que yo le gustaba; y desde ese momento
comenzamos una relación en secreto hasta que él…me dijo que tenía a Onew; me
enfadé muchísimo y quise terminar con lo que teníamos, pero luego dijo que
tenía problemas con él, que pronto terminarían y como un estúpido le creí y
aprovechando que mis padres se habían ido de viaje, decidí venir a Corea con la
tonta esperanza de que Jonghyun y yo pasemos más tiempo juntos; pero no fue
así.
= ¡Ese
estúpido desgraciado solo te usó! – exclamó bastante molesto = No puedo
creerlo, quiero matarlo.
= Olvídalo, ya
pasó – moduló con suavidad = Pero, si no fuera por él, tú y yo jamás no
hubiéramos conocido.
= Tienes razón
– suspiró = Perdóname por haber pensado otra cosa, debí haber dejado que me
explicaras.
= Ya no
hablemos de eso – tomó con suavidad el rostro del mayor = ¿Si?
= Lo que tú
digas – lo besó = Mañana mismo terminaré con Sulli, solo quiero estar contigo –
lo abrazó.
Kibum sonrió y
dejó que sus mejillas se tiñesen de rojo carmín.
= No seas muy
duro con ella.
= Lo sé –
abrazó al menor.
Y a los pocos
minutos se quedaron dormidos.
Continuará…
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