8 de mayo de 2014

This Love - Capítulo 10

Capítulo 10
Tormenta I




-¿Por qué no te sientas? – invitó su madre.

-No, prefiero estar de pie – contestó Baekhyun -Explíquenme – pidió.

-Bien – habló su padre -Dara y Chanyeol se quedaron sin dinero para pagar la renta del departamento en el que vivían...

-Y Chanyeol vino a pedirnos perdón y a que lo dejásemos volver a casa – continuó su madre.

-¿Es enserio? – exclamó Baekhyun -¿Qué no se dan cuenta? Chanyeol sólo regreso porque se quedó sin dinero, no porque en verdad quería hacerlo.

-No es así – dijo la señora Park.

-¡Claro que sí! Qué casualidad que cuando ya no hay dinero, recuerda que tiene padres – Baekhyun seguía reclamando.

Chanyeol se puso de pie. Dara y los señores se alarmaron; temían que en cualquier momento aquella discusión pasara a mayores.

-¡Cállate! – gritó el gigante.

-Ya, no discutan – pidió la Sra. Park. TaeHyung había comenzado a moverse en sus brazos dando señales de que aquel ruido privaba su sueño.

-Lo siento, mamá, pero esta es la única razón que encuentro para que éste haya decido volver – continuó el más bajo, con molestia.

-No es la única y lo sabes – habló Chanyeol, viéndolo fijamente.

Baekhyun recordó lo sucedido en la clínica. Se mordió el labio inferior intentado tragarse todo lo demás que quería decir.

-Mamá, dame a mi hijo. Voy a mi habitación – Baekhyun prácticamente, le arrebató el bebé a la señora -Buenas noches.

-Lo siento mucho, Dara – dijo el Sr. Park.

-No se preocupe – habló la chica.

-Será mejor que vayan a dormir – dijo la madre de Chanyeol.






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-Y eso que viste, no fue nada - Chanyeol le comentó a su novia.

-Lo sé – sonrió Dara, mientras sacaba sus ropas y las doblaba para luego guardarlas en el otro clóset que Chanyeol tenía vacío -Le envidio tanto… – exclamó.

-¿Por qué?

-Él sí pudo tener un hijo.

Chanyeol la abrazó fuertemente.

-No comiences con eso, por favor – suplicó el alto.

-Es que, no sabes lo ilusionada que estaba por tenerlo – Dara dibujaba círculos invisibles en el pecho de su novio.

-Claro que lo sé – Chanyeol suspiró -Sigamos guardando tus cosas ¿si?

La chica asintió.

Minutos después, Dara se quedó dormida; Chanyeol aprovechó para salir de la habitación e ir a ver a su hermano, pero, al girar la perilla, se dio cuenta que la puerta tenía seguro.

-Regresaste, por él, ¿verdad? – preguntó su madre.

Chanyeol dio un respingo y la alejó de la puerta, ya que Baekhyun podría escucharlos.

-Sí – contestó.

-Hijo, él…

-Le dije que me gusta.

Su madre le observó sorprendida.

-Pero me dijo que no abandonara a Dara.

La señora lanzó un suspiro.

-Y no debes de hacerlo – habló suavemente.

-Pero tú me dijiste que le dijera y… - Chanyeol abrazó a su madre -Ya no sé qué hacer. Quiero a Dara pero no de la misma forma en la que lo quiero a él.

-Ya, ya – le dio palmaditas en la espalda -Hijo, debes entender que para una mujer es muy triste perder un hijo. Ahora necesita que la apoyes, no que termines con ella. Sólo espera a que esté mejor, ¿si?

-Está bien – infló las mejillas -¿Por qué tenías que adoptar a Baekhyun? – murmuró como niño pequeño.

-Acompáñame a tomar algo de té – pidió la señora.

-¿Me haces un sándwich? – preguntó Chanyeol.

-De acuerdo – la señora sonrió, limpiándole las lágrimas a su gigante.






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{Al día siguiente}

La hora del desayuno había llegado.

Todos estaban en la mesa; los señores intentaron destensar el ambiente, pero fue inútil. Baekhyun seguía molesto.

-Chanyeol, Baekhyun, laven los platos – ordenó su madre.

-¡¿Qué?! – exclamó Baekhyun -Tengo que bañar a TaeHyung – intentó zafarse de aquello.

-Yo puedo hacerlo, ¿me acompañas, Dara? – dijo la señora.

-Claro – contestó la chica.

En segundos, Chanyeol y Baekhyun se quedaron solos en la cocina. Baekhyun se dedicó a lavar los platos en silencio, mientras Chanyeol los secaba y de paso le vía de reojo.

-¿Qué? ¿Tengo monos en la cara? – preguntó Baekhyun.

-No, pero si sigues frunciendo el ceño, te saldrán arrugas, las cuales ninguna crema te podrá quitar.

-Ash, ya cállate – Baekhyun se dio la media vuelta, dispuesto a salir de la cocina.

-No has terminado de lavar.

-¡Hazlo tú! Voy a darle comida a Cappuccino.

Chanyeol sonrió. Una idea había cruzado por su cabeza. Apenas vio que Baekhyun había salido al jardín, corrió al baño de arriba, en donde se encontraban su madre, Dara y el bebé.

-Hola, hola~ ¿cómo van? – preguntó con una enorme sonrisa.

-Bien – contestó Dara -Es muy tranquilo.

-Sí, y casi no llora – continuó la señora Park -Chanyeol, ¿podrías llevarlo a la habitación de 
Baekhyun y vestirlo? Dara y yo iremos al salón de belleza.

-Pero no sé vestir bebés y…

-Obedece.

-De acuerdo, pero ¿por qué van al salón de belleza?

-Somos las únicas mujeres en la casa y necesitamos distraernos.

-Ustedes son raras.

-Ya, ve a vestirlo que se puede enfermar – su madre le pasó al pequeño; Chanyeol comenzó a temblar apenas lo tuvo en sus brazos.






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-¿A dónde van? – preguntó Baekhyun, tras ver que su madre y su cuñada salían de la casa -¿Ya terminaron de bañar a TaeHyung?

-Vamos al salón de belleza y sí, ya terminamos. Chanyeol lo está vistiendo – respondió la señora.

-¿Dejaste que ese idiota vistiera a mi bebé?

-Ese idiota es tu hermano – finalizó su madre.

Ambas se subieron al auto y partieron. Baekhyun entró furioso a la casa.

-¡Papá! – gritó.

Su padre casi tira la laptop que tenía en las piernas.

-Baekhyun, estoy trabajando, arréglalo tú solo.

-¡Ash! – bufó.

Subió a su habitación y azotó la puerta.

-¡Vete! – gritó, pero luego calló sus palabras al ver que Chanyeol ya había vestido al bebé y jugaba 
con él en la cama.

El gigante comenzó a levantarse.

-No… - habló Baekhyun -P-puedes quedarte un rato con él, si quieres…

-Sí, sí quiero – respondió el gigante. Siguió jugando con las manitas del pequeño -¿Sí o no se ve lindo con el mameluco de Pikachu le que compré?

-¿Tú se lo compraste? ¿Cuándo? – cuestionó el bajito.

-Antes de volver a la casa, pasé por una tienda de ropa para bebés y lo vi.

Baekhyun se acercó a la cama.

-Pues, le queda un poco grande, pero está bien – le sonrió a su pequeño -¿Puedo preguntar algo?

El alto asintió.

-¿Por qué te fuiste?

-Porque Dara me dijo que estaba embarazada. Tuve tanto miedo porque yo…yo no quería dejarla 
sola y tú…tú ya me gustabas – explicó.

Baekhyun se sorprendió un poco. Se aclaró la garganta y continuó con sus preguntas.

-¿Cómo fue que perdió al bebé?

Chanyeol suspiró con tristeza.

-El doctor dijo que fue un aborto espontáneo. Tal vez su cuerpo no pudo retenerlo.

-Ya veo. Debió haber sido muy fuerte para ella.

-Sí, pero poco a poco lo va superando.

-¿Se casaron?

-No, no teníamos dinero.

Baekhyun se levantó de la cama y se acercó al clóset; comenzó a revisar sus ropas.

-¿Vas a salir? – preguntó el gigante.

-Kai me invitó a cenar.

-Oh… - Chanyeol se puso de pie y se posicionó detrás de Baekhyun.

-¿Qué? – bufó el otro.

-Esto y esto – sacó un pantalón de mezclilla y una camisa a cuadros color marrón -Te quedan bien – le susurró estrellándole su aliento en la nuca.

-Gracias – el bajito cerró las puertas y se volteó, ambos quedaron frente a frente.

Baekhyun levantó la mirada para encontrase con aquellos obscuros y enormes ojos.

-¿Podrías quitarte?

Chanyeol lo tomó de las mejillas y estampó sus labios contra los del bajito; Baekhyun pasó ambos brazos por el cuello del otro, a la vez que se ponía de puntitas para alcanzarlo mejor.

Se separaron lentamente.

-Extrañaba tus labios – susurró Chanyeol.

-Vete – pidió Baekhyun.

-No voy a renunciar a lo que siento, Park Baekhyun – dijo el alto y abandonó la habitación.

Baekhyun había quedado algo incómodo con aquellas palabras. Se recostó en la cama y sin darse cuenta, se quedó dormido junto con su bebé.







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{Horas después}

El llanto de TaeHyung despertó a Baekhyun.

-¿Qué pasa, bebé? – le decía con voz melosa.

El bebé dejó de llorar una vez que su madre lo tuvo puso sobre su pecho.

-¿Cómo puedes ser tan tierno? – exclamó sonriente.

Baekhyun tomó su celular y casi cae de la cama cuando vio la hora: 7:30 y su cita era las 8:00.

-Mierda, mierda – exclamó.

Tomó a TaeHyung entre sus brazos y bajó corriendo las escaleras.

-¡Mamá! – gritó. Nadie le respondió -¡Papá! – nada.

Comenzó a recorrer la casa; no había rastro de sus padres. Acechó por la ventana que daba hacia la calle y no vio el auto de éstos.

-Fueron a cenar o algo así – dijo Chanyeol, quién salía de la cocina con una bolsa de frituras y una lata de gaseosa en la mano.

-¡¿Qué?! Pero si le dije que iba a salir con Kai – bufó Baekhyun -Toma – le pasó a su hijo -Voy a 
llamarle a mamá.

Chanyeol tomó con mucha dificultad al pequeño TaeHyung.

Baekhyun se dirigió hacia una mesita que había en la sala, en la cual tenían el teléfono fijo. Marcó rápidamente.

-¿Hola?

-¡Mamá! ¿Por qué te fuiste? ¿Quién va a cuidar a mi bebé?

-Baekhyun, respira – dijo la señora -Tu padre quiso probar el restaurante que abrieron cerca de la 
oficina.

-No me has respondido. ¿Quién va a cuidar a mi hijo?

-Pregúntale a tu hermano. No creo que vaya a salir; Dara dijo que estaba cansada.

-¡¿Cómo voy a dejar que Chanyeol cuide a mi hijo?! ¡Apenas y puede cuidarse solo! – reclamó.

-Pues dile a Dara; lo siento – colgó.

Baekhyun casi lanza el teléfono de lo molesto que estaba.

-¡Chanyeol! ¿En dónde rayos te metiste?

-Detrás de ti – contestó el aludido.

-¿Y Dara?

-Durmiendo.

-Mierda. Creo que…tendré que dejarte a TaeHyung.

-Claro, no hay problema – Chanyeol contestó felizmente.

En eso, pegó un auto.

-¡No puede ser! – Baekhyun estaba peor que histérico.

-¿Qué?

-Es Kai. Ni si quiera me he bañado. Dile que ahorita bajo – Baekhyun subió corriendo.

Chanyeol rodó los ojos. A los pocos segundos, sonó el timbre.

-Buenas… - Kai calló, tras ver quién le había abierto la puerta.

-Será mejor que pases – Chanyeol se hizo a un lado -Se acaba de ir a bañar.

-Ya veo – Kai se sentía muy incómodo estando a solas con su cuñado.

El gigante se sentó en su sillón favorito de la sala; se puso a jugar con TaeHyung a la vez que comía sus dichosas frituras.

Kai permanecía en silencio, intentaba distraerse con su celular. De pronto, se escucharon unas patitas bajar por las escaleras.

-Cappuccino – exclamó el moreno.

El perrito saltó hacia sus piernas.

-Hola, pequeño, ¿me extrañaste? – decía mientras le acariciaba.

Los minutos fueron pasando y Kai se sentía cada vez más incómodo. Cappuccino se había ido; lo único que le distraía era ver cómo Chanyeol jugaba con el pequeño.

-Oye – habló el gigante.

-¿Si? – respondió Kai.

-¿Qué tan enserio vas con Baekhyun?

El moreno se desconcertó un poco con aquella pregunta.

-¿A qué te refieres? – preguntó Kai.

-¿Piensas darle tu apellido a TaeHyung?

-No he hablado de eso con Baekhyun.

-Ya veo… - exclamó Chanyeol –Tal vez termine siendo un Park – eso último lo susurró, pero Kai pudo escucharlo perfectamente.

-¿A ti te…? – no pudo continuar, pues fue interrumpido.

-Lo siento – era Baekhyun.

Ambos se giraron hacia las escaleras y quedaron boquiabiertos; Baekhyun se veía realmente bien con aquellas ropas que el gigante había escogido.

-Te ves hermoso – Kai se puso de pie y se acercó al bajito; estampó un beso en los labios de éste.

-Gracias, tú también – Baekhyun le devolvió el beso.

-Ugh, ya váyanse – bufó Chanyeol.

Kai hizo una mueca de disgusto y Baekhyun rodó los ojos.

-Hablé con Dara – dijo el bajito.

-¿La despertaste? – preguntó el gigante.

-Me mentiste. No estaba durmiendo, idiota.

-Bueno, sólo quería cargar a mi sobrino un ratito – se justificó Chanyeol.

-Como sea, ella sabe qué hacer. Por lo que más quieras, cuídalo mucho – acarició la mejilla de su pequeño, quien cerró los ojos al sentir el calor de su madre.

-Sí, mamá. Ya vete – apuró el gigante.

Baekhyun le dio un suave beso a TaeHyung y salió de la casa.






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-¡TaeTae! – Chanyeol tenía al pequeño Pikachu en sus brazos y no dejaba de jugar con sus manitas.

-Chanyeol – escuchó la voz de su novia.

-¿Si?

-Hace media hora que debimos haberle dado de comer. Baekhyun se molestará.

-Es verdad – exclamó -Vamos pequeño – tomó a TaeHyung entre sus brazos y se dirigió a la cocina.

Dara sonrió con melancolía. El gigante sería un buen padre.

-¿Pasa algo? – preguntó Chanyeol.

-Estaba pensando en lo lindo que te verías con un hijo…

Park permaneció en silencio. Poco a poco se quedaba sin palabras de apoyo para la chica.

Minutos después, TaeHyung ya se encontraba disfrutando de su mamila, en los brazos de Dara, mientras que el gigante había ido a buscar algo a su habitación.

-¡Dara, Dara! – decía Chanyeol, dando brinquitos.

-¿Qué pasa? – preguntó la chica.

-Cambiémosle el mameluco – el gigante extendió un mameluco de conejo.

-¿Cuántos compraste?

-¡Cinco!

-¡¿Por qué?!

-Es mi único sobrino. Tengo que consentirlo – cargó al pequeño -Vamos, TaeTae, te cambiaré de ropita.

-Chanyeol.

-Dime.

-No ha terminado de comer – bufó la chica.

-Ah, lo siento – se lo pasó a su novia y se sentó junto a ella para observar a su sobrino durante un rato más.






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{Un mes después}

Todo había estado tranquilo.

Chanyeol y Baekhyun convivían poco, ya que el gigante había logrado entrar a la universidad y pasaba poco tiempo en casa.

Dara ya se encontraba mejor y se había vuelto amiga cercana de la señora Park, además de ayudar con las labores de la casa.

Las cosas marchaban bastante bien para todos en casa; sin embargo, una “tormenta” se avecinaba.






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Chanyeol acaba de llegar a casa; estaba cansado y lo único que quería era dormir.

Tras haberse recostado en la cama, Dara entró a la habitación. Tenía la mirada triste y algo perdida.

-Chanyeol – habló en voz baja.

-Dime – el alto tenía los ojos cerrados, buscando descanso.

-¿Estás seguro que quieres seguir conmigo?

Aquella pregunta le había dejado helado.






Continuará…

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