31 de julio de 2017

Touch 2 - Capítulo 2

Capítulo 2
Destino

[ Muchos años después ]

Dos adolescentes se encontraban sentados en una de las bancas de los vestidores de la cancha de fútbol de su escuela. El ambiente era tenso y el silencio insoportable.

-Jeno, me gustas.

El aludido abrió los ojos, sorprendido.

-Mark… yo… - Jeno trataba de encontrar algún pretexto para zafarse de aquella situación.

-No tienes que darme una respuesta ahorita.

-No es eso, es que… - hizo una pausa -Ya tengo novio.

Mark trató de mantener la compostura. En todo el tiempo que llevaba conociendo a Jeno, nunca le había escuchado mencionar estar en una relación. Se levantó de la banca y miró al menor.

-¿En serio? ¿Quién? – preguntó.

De pronto, alguien abrió la puerta de los vestidores con tal fuerza que golpeó contra la pared causando que todo el lugar vibraba debido al estruendo.

-Wassup!!

Mark cerró los ojos y suspiró; Jeno se puso de pie.

-Él – dijo, abrazando al chico ruidoso.

-¿Yo qué?

-Estás saliendo ¿con Donghyuck? – exclamó Mark.

-Sí – contestó Jeno pellizcando al recién llegado para que le siguiera el juego -Lamento no haber mencionado nada antes pero fue una decisión que tomamos como pareja, ¿verdad?

-Sí, ajá – contestó Donghyuck.

-Comprendo – exclamó Mark, para después tomar su mochila y salir de ahí rápidamente.

Donghyuck empujó a Jeno.

-¿Qué rayos está pasando? – preguntó poniendo ambas manos en su cintura.

-Mark se me declaró y pues ya sabes… no es mi tipo y—

-Se te ocurrió la bellísima idea de inventarle que soy tu novio, ¿te das cuenta de lo que has hecho?

Jeno se encogió de hombros.

-Quién te manda a interrumpir.

-¿Ahora es mi culpa? – bufó el menor -¿Crees que quiero tener como enemigo al capitán del equipo?

-Oh vamos, ya se le pasará.

-¡Claro que no! Le has gustado desde que nos unimos al equipo, no te hagas.

Jeno bufó.

-Te juro que quiero asesinarte.

-No es para tanto; Mark es muy chill.

-Jeno, Donghyuck necesito que vengan a la cancha.

-Sí, ya vamos Taeyong, digo, entrenador – respondió Donghyuck. -Te odio con todas mis fuerzas – le dijo a Jeno.

-No puedes odiar a tu novio – Jeno abrazó a Donghyuck.

El menor rodó los ojos.











-Bien, ahora llamaré a quienes entrarán a la cancha – indicó Taeyong, hojeando su cuaderno -Mark Lee, Lai Guan Lin, Yoo Seonho, Lee Jeno, Park Jihoon, Kim Samuel…

-Mark me quiere asesinar con la mirada – susurró Donghyuck.

-Claro que no – murmuró Jeno.

-Y Lee Donghyuck.

-Rayos – exclamó el aludido.

-¿Todo bien? – preguntó Taeyong, tras escuchar el disgusto del jugador.

-Sí, todo bien, entrenador.

-Perfecto. Ahora comiencen a calentar.

Tendrían un partido amistoso contra “Astro”, el equipo de futbol de otra escuela.

-¡NCT 101! – gritaron todos en unísono y entraron a la cancha. El partido comenzaría en minutos.
















Astro había metido el primer gol en el minuto 10 y otro en el minuto 30. NCT 101 se encontraba muy presionado; debían meter al menos un gol antes de finalizar el primer tiempo.

-¡Mark pásale el balón a Donghyuck! – gritó Taeyong un par de veces, pero el mencionado no hizo caso y continuó con el balón por su propia cuenta -¡Mark! – gritó Taeyong una vez más.

Mark pateó la pelota tan fuerte que esta pasó varios metros sobre la portería y con eso finalizaba el primer tiempo.

Todos los jugadores se dirigieron hacia los vestidores.

-¿Mark, qué te pasa? Tú no juegas así  – preguntó Taeyong.

-Cosas… personales – respondió mirando cómo Donghyuck y Jeno entraban a los vestidores.

-¿Quieres jugar en el segundo tiempo?

-No – respondió secamente.

-De acuerdo, buscaré a quién meter en tu lugar.

-Gracias – dijo y entró a los vestidores.













El silbatazo que marcaba el final del partido, llegó. Astro había ganado 3 goles a 1.

-Tranquilos muchachos, sólo fue de práctica, no se preocupen – dijo Taeyong, tratando de animarlos -Ahora, vayan a darse un baño y nos vemos mañana sábado a las 7 de la mañana.

-¿Por qué tan temprano? – se quejó Donghyuck.

-Es su castigo por haber jugado tan mal.

Donghyuck bufó y se recostó en una de las bancas del vestidor.

-¿Me sigue observando? – le preguntó a Jeno.

-No, ya se fue.

El moreno lanzó un largo suspiro, destensando su cuerpo.

-Qué bueno.

-No entiendo por qué te odiaría – exclamó Jeno, sentándose junto a Donghyuck.

El menor le miró con el ceño fruncido.

-Porque soy “novio” de su crush – bufó.

-Bueno, esperemos a que se le pase y decimos que terminamos y ya.

-Estás loco. Mi vida será un infierno.

-Exageras, Mark no le haría daño ni a un átomo.

-No me vengas con tus cosas científicas – Donghyuck se incorporó y se sentó.

-Dejemos de hablar sobre esto; no quiero recordar lo incómodo que fue cuando me confesó que le gustaba.

Donghyuck soltó una carcajada. Ambos tomaron sus cosas y partieron hacia sus respectivos hogares.













-Hey, Johnny.

-¿Heechul? ¿Qué hace en el cielo?

-Toma, aquí está la información de los ángeles y los demonios que mandaron a la tierra.

-¿No cree que se retrasó unos 22 años? – exclamó el alto con sarcasmo.

-Já, qué chistosito. Incluso a nosotros los demonios nos estuvieron vigilando, por eso me tardé tanto.

-Espere un momento, ¿por qué dijo demonios que mandaron a la tierra?

Heechul suspiró.

-Mandé a sus respectivas parejas pero como nos estuvieron vigilando, tuve que borrar sus memorias.

-¿Y qué ganamos con eso? – preguntó Johnny.

-Ya te darás cuenta cuando leas mis notas – hizo una pausa -El punto es que tenemos a todos en la tierra.

El ángel asintió.

-¿Averiguó cómo sacar al maestro Leeteuk? – preguntó.

-Estoy en eso; cuando sepa algo más regreso.

-Espere – dijo Johnny -Encontré algo – chasqueó los dedos de su mano izquierda y apareció un cofre dorado en las manos de Heechul.

-¿Qué es? – preguntó el demonio, abriendo aquel objeto -¿Cenizas?

-De los anillos que quemaron.

Heechul abrió los ojos.

-¿Cómo las conseguiste?

-El ángel que sostenía el cáliz me debía un favor.

-¿Seguro que eres un ángel? Te comportas como un demonio – Heechul sonrió de oreja a oreja.

-Será mejor que se vaya, el director no tarda en llegar.

-Es verdad. Hasta la próxima – Heechul abrió un portal color negro y desapareció.

Johnny suspiró aliviado; escondió la carpeta entre los libros que estaba cargando y se dirigió a su habitación. Depositó los libros y la carpeta sobre su escritorio, se cambió el uniforme por algo más cómodo y se dispuso a leer la información que Heechul le había entregado.

Lee Taeyong, 22 años, coreano, estudia en el Campus de Seúl, trabaja como coach de NCT 101 (equipo de futbol del Campus de Seúl); le atrae WinWin 😈

Nakamoto Yuta, 22 años, japonés, no estudia, trabaja en el negocio familiar, es novio de WinWin 😱

Dong Si Cheng (WinWin), 20 años, chino, estudia danza en el Campus de Seúl; no conoce a Taeyong 😢

Lee Mark, 18 años, de padres coreanos, nació en Canadá pero se mudó a Corea cuando tenía 14, estudia en el Campus de Seúl; es capitán de NCT 101; tiene un crush en Jeno 😭

Zhong Ren Jun, 17 años, chino, estudia en el Campus de Seúl; pertenece al club de pintura de la preparatoria. Dato curioso: fue adoptado por Chenle y Jisung

Lee Jeno, 17 años, coreano, estudia en el Campus de Seúl, es parte de NCT 101, finge estar saliendo con Donghyuck para que Mark le deje en paz 😕

Lee Donghyuck (Haechan), 17 años, coreano, estudia en el Campus de Seúl, es parte de NCT 101, admira a Mark pero no le atrae 😒. Dato bonito: su familia le adora y consciente mucho.

Notas finales:
JOHNNY, TENEMOS QUE HACER ALGO PARA JUNTARLOS Y SEPARAR AL YUWIN.

El ángel cerró la carpeta y lanzó un largo suspiro. Necesitaban liberar a Leeteuk lo más pronto posible; él era la única esperanza para resolver ese problema pero por otro lado, se alegraba de que de alguna manera todos se habían reunido.

En aquellos 22 años muchas cosas habían cambiado; el nuevo director les había prohibido usar la fuente para ver a los humanos, sólo él podía hacerlo. Ya no había ángeles de la guarda en aquella área, sólo maestros. Los ángeles de la guarda estaban a cargo del consejo, el cual los moldeaba para su conveniencia. Los maestros se limitaban a enseñar lo que estaba en los libros y nada más.

Los ángeles sometidos a la ley de reencarnación, eran vigilados exclusivamente por el consejo y éste no revelaba información a nadie.

-Quizá el destino no está a favor de la ley y por más que el consejo intente no podrán separar lo que fue unido por lo divino – exclamó Johnny al recordar todos los cambios y tonterías que el consejo había hecho pero lo que más le dolía es que llevaba 22 años sin ver Ten, pues le habían prohibido ir a la tierra, y no podía escaparse ya que el lugar estaba altamente vigilado.



Continuará…

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