8 de mayo de 2018

After School - Cap铆tulo 6


Cap铆tulo 6:
Regalo

[Tiempo despu茅s]

El verano y el fin de curso se acercaba cada vez m谩s. Donghyuck continuaba con su mismo comportamiento; asist铆a a unas clases y a otras no; hac铆a algunas tareas y otras no… Mark se hab铆a mantenido al margen, pues si citaba a Donghyuck en su oficina, sab铆a perfectamente en qu茅 terminar铆a.

Una ma帽ana, cuando Mark estaba a punto de abrir la puerta de su auto, alguien golpe贸 la ventana.

-¿Nancy?* – exclam贸 sorprendido. Jam谩s imagin贸 ver a su ex–esposa ah铆. Sali贸 del auto con rapidez -¿Qu茅 haces aqu铆?

La mujer le dio una cachetada.

-¿Por qu茅 me quitaste la pensi贸n? – reclam贸.

-No tenemos hijos, no estaba obligado a pagarla – contest贸 Mark mientras se sobaba la mejilla.

-No tenemos por tu culpa. Pasabas todo el d铆a dando clases, por eso prefer铆 buscarme a otro.

-¿S贸lo viniste para eso?

-Y para decirte que pienso luchar por ella.

-S贸lo gastar谩s dinero y tiempo. Ya te dije que no estoy obligado a hacerlo.
La chica rod贸 los ojos y de pronto hizo una mueca de asco.

-Qu茅 horror, c贸mo permiten que los alumnos y los maestros tengan algo – exclam贸 mirando hacia un auto estacionado no muy lejos de ah铆.

Mark dirigi贸 la mirada hacia donde su ex estaba apuntando. Algo dentro de 茅l explot贸; era Donghyuck platicando muy de cerca con el director de derecho.

El claxon de un auto hizo que se separaran y que Mark pegara un brinco del susto.

-Est谩s advertido – sentenci贸 Nancy entrando al auto que hab铆a tocado el claxon.

Mark reconoci贸 al chofer, el antiguo amante y ahora novio de su ex, el cual le salud贸 con cinismo, le devolvi贸 el saludo mec谩nicamente pues no dejaba de pensar en Donghyuck y el maestro.







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Una vez m谩s, Donghyuck estaba en la oficina de Mark.

-¿Tanto te gusta enredarte con profesores? – reclam贸 el mayor.

-¿Disculpe? Pens茅 que me hab铆a mandado a llamar porque reprob茅 tres materias.

-No, no fue por eso – buf贸 -¿Qu茅 te pasa Donghyuck?

-¿A m铆? Nada.

-¿Te parece normal andar con hombres mayores?

-Son divertidos y me compran cosas – respondi贸 como si nada -Adem谩s, usted igual estuvo conmigo, no s茅 por qu茅 me est谩 reclamando.

Mark qued贸 boquiabierto y perplejo.

-S贸lo he estado con Lucas; estaba intentando algo con el profe de derecho, pero luego usted se meti贸 y pues todo se fue al demonio.

El mayor no pod铆a creer la simpleza con la que el otro hablaba del tema. Donghyuck se levant贸 de la silla y encar贸 a Mark.

-¿Tanto le cuesta decir que est谩 celoso?

Mark abri贸 los ojos con sorpresa.

-Oiga, la de la cachetada… es su ex, ¿verdad? – el menor cambi贸 repentinamente de tema.

El profesor parpade贸 repitas veces, confundido.

-S铆 – respondi贸 ante la insistente mirada de Donghyuck.

-Y el del coche… ¿su novio?

Mark asinti贸.

-¿Le duele verlos juntos?

-Basta, Donghyuck. Deja de hacer tantas preguntas.

-S贸lo responda esta y me voy.

-No me duele, ¿contento?

-¿Qui茅n enga帽贸 a qui茅n?

Mark inhal贸 todo el aire que sus pulmones le permitieron y luego lo exhal贸 lentamente.

-Regresa a clase.

-Pero quiero saber…

El mayor le mir贸 con el ce帽o fruncido.

-Est谩 bien, ya me voy – Donghyuck camin贸 hacia la salida, pero se detuvo ante la inesperada pregunta de Mark.

-¿Qu茅 est谩s buscando, Donghyuck?

El menor puso ambas manos en la cintura y se volte贸.

-¿Qu茅 est谩 buscando usted meti茅ndose en mi vida? – contratac贸.

-Estoy buscando que dejes de hacer tonter铆as.

-No puedo, es mi naturaleza.

Mark lanz贸 un largo suspiro y antes de que Donghyuck abriera la puerta para salir, dijo:

-Te invito a comer.

-¿En serio? – pregunt贸 el menor con una enorme sonrisa -No estar谩 buscando otra cosa, ¿verdad? – comenz贸 a caminar lentamente hacia Mark.

-No – cort贸 el mayor.

-¡Perfecto! Le espero en el estacionamiento – sali贸 felizmente de la oficina.

Mark se golpe贸 mentalmente por haberle hecho caso a sus impulsos, pero es que Donghyuck le hac铆a perder la raz贸n en segundos.







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Luego de haber almorzado en un McDonald’s, a petici贸n de Donghyuck, Mark termin贸 llev谩ndolo a su casa pues el menor hab铆a insistido en querer ir al ba帽o.

-¿Por qu茅 no fuiste cuando est谩bamos en el restaurante? – reclam贸 Mark.

-Porque no ten铆a ganas.

-Donghyuck no deber铆a llevarte a mi casa, est谩 mal.

-Se acost贸 conmigo, eso est谩 peor.

Mark no dijo nada, fingi贸 estar concentrado manejando. Tras llegar a su casa, le indic贸 al menor en d贸nde estaba el ba帽o, 茅ste corri贸 a toda velocidad.

-Mucho mejor – suspir贸 el menor tras salir del ba帽o -Sent铆 que mi vejiga iba a explotar.

-S铆, bueno, ser谩 mejor que te lleve— – intent贸 decir Mark.

-No, espere, quiero conocer su casa.

-¿Qu茅?

-S贸lo conoc铆 la de Lucas – dijo recorriendo en lugar sin si quiera preguntarle a Mark si pod铆a hacerlo.

-Donghyuck.

-¿Qu茅 hace con los trabajos que le dan sus alumnos? ¿Los quema?

-No, los guardo como evidencia por si surge alg煤n problema o aclaraci贸n.

-¿Ha pensado en que quiz谩 necesite una novia? Su casa me deprime.

-No tengo tiempo para eso. Ya v谩monos.

-¿Por qu茅 quiere sacarme de aqu铆?

-Porque no es bueno.

-¿Qu茅? – Donghyuck fue acerc谩ndose lentamente al mayor.

-N-no es bueno que est茅 contigo, a solas.

-¿Por qu茅?

-Donghyuck, no – Mark detuvo las traviesas manos del menor.

-¿Le gusto?

Mark sinti贸 sus piernas flaquear ante la pregunta.

-S茅 que muere por estar conmigo otra vez – susurr贸 en su o铆do -Me ha estado evitando, pero muy en su interior me desea.

El mayor lo acorral贸 entre la pared y su cuerpo.

-No se preocupe, yo tambi茅n quiero – dijo Donghyuck acariciando los labios de Mark.

Hab铆a ca铆do en la trampa del menor. Lo besaba con hambre mientras pr谩cticamente le arrancaba la ropa. La habitaci贸n de Mark estaba junto al ba帽o y Donghyuck lo sab铆a, as铆 que lo guio hacia ella.

-Dime que tienes condones – dijo Mark.

El menor asinti贸 y sac贸 uno del bolsillo trasero de su pantal贸n.

-Hay que estar preparado siempre – sonri贸 y bes贸 al mayor.

Mark sab铆a que lo que sent铆a por Donghyuck no estaba bien, por eso hab铆a tratado de alejarlo, pero le result贸 imposible.

-Ah… Mark… mmh – gem铆a Donghyuck debajo de su cuerpo.

El aludido sinti贸 que su pulso se aceleraba a煤n m谩s tras escucharlo gemir su nombre luego de tanto tiempo. Le embisti贸 con mayor velocidad hasta acabar en el menor.

Donghyuck podr铆a ser experimentado en el tema, pero muy pocas veces hab铆a alcanzado el orgasmo y Mark se hab铆a encargado de lograrlo.

-Ese fue el mejor regalo de cumplea帽os – dijo el menor con la respiraci贸n agitada.

-¿Es tu cumplea帽os? – pregunt贸 Mark, volteando el cuerpo para verlo y recargando la cabeza en su mano.

-S铆, 6 de junio.

Mark se acerc贸 y lo bes贸 con suavidad.

-Me gustas, Donghyuck – confes贸 tras separarse de los labios del menor.



Continuar谩…

*Nancy de Momoland

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