7 de octubre de 2018

Dynamite - Capítulo 18




Capítulo 18
Libertad



-¡¿Por qué no permites que nos divorciemos?! – Jaehyun había perdido la calma; luego de que, tras explicar pacientemente a su madre lo cansado que estaba de aquel estúpido matrimonio, ésta le contestara un simple “no”.

-Un poco de terapia matrimonial ayudará – dijo su madre.

-¡Claro que no! Entiende que Doyoung ya tiene un hijo, el cual le necesita.

-Un hijo con tu adorado Taeyong.

Jaehyun abrió los ojos sumamente sorprendido por las palabras de su madre.

-¿Y-ya lo sabías? – preguntó el menor.

-Sí – contestó la señora -Me atrevería a decir que tienen “algo”.

Jaehyun tomó aire, tratando de evitar llorar.

-Entonces por qué no deshaces esta farsa – insistió con la voz entrecortada -Sólo nos quieres para un maldito negocio.

-Te equivocas – pausó para darle un sorbo a su copa con vino tinto -También quiero un nieto.

-Mi hermana… está embarazada – confesó.

-¿Qué?

-El tratamiento funcionó; me dijo que planea anunciarlo en la próxima cena familiar. Con eso aseguras un negocio más grande puesto que su esposo tiene más dinero que los padres de Doyoung.

-Tienes razón – suspiró la señora -Está bien, dejaré que se divorcien.

Jaehyun sintió un enorme y cansado peso liberar sus hombros.








💥








[Una semana después]

Doyoung ya se encontraba en condiciones óptimas para regresar a Corea. El nerviosismo y la ansiedad se habían apoderado de él ya que tendría que ir a ver a su suegra para firmar el divorcio.


|Flashback|


Doyoung estaba a punto de quedarse dormido debido al cansancio acumulado que tenía, ya que Lucas despertaba cada media hora, cuando escuchó que alguien ingresaba a la habitación.

-Doyoung, ¿estás despierto? – preguntó su tía.

-S-sí – dijo somnoliento.

-Tienes una llamada, es Jaehyun.

Tras escuchar aquel nombre, se incorporó rápidamente en la silla en la que estaba dormitando minutos atrás.

-¿Estás segura? – preguntó a su tía.

-Sí, muy segura – respondió la mujer, visiblemente estresada por la inesperada situación.

-Está bien – estiró la mano para tomar el teléfono.

-¿Quieres que me lleve a Lucas?

-No, ya está durmiendo.

-Bien, suerte – se despidió la señora.

Doyoung respiró profundo para tratar de relajarse.


-Hola

-Hola.


Silencio.


-¿Pasó algo? – no sabía cómo iniciar la conversación.         


-Mi madre aprobó el divorcio.


-¡¿En serio?!


-Sí, gracias a que mi hermana logró embarazarse.


-Ya veo – suspiró. Sus padres estarían más que furiosos por la pérdida de aquel jugoso negocio con los Jung.


-Pero es necesario que vengas la próxima semana. Mi madre quiere hacerlo lo más rápido posible. ¿Estás bien para viajar? ¿O quieres que le pida un poco más de tiempo?


-No te preocupes, ya estoy mucho mejor. De hecho, pensaba regresar a Seúl la próxima semana.


-Entonces… te veo luego.


-Jaehyun.


-Dime.


-Muchas gracias.


-De nada – respondió algo desaminado.


De pronto, Lucas comenzó a llorar y la melancolía de aquel momento se vio interrumpida.

-Me tengo que ir, adiós.


-Adiós.


|Fin del flashback|



-Sé fuerte, Doyoung, hazlo por Lucas – dijo su tía, sacándolo de aquellos obscuros pensamientos.

-Sí – suspiró y abrazó a la mujer; sólo estaba esperando la llamada para abordar el avión que le llevaría a Seúl.

-¿Avisaste a Taeyong? – preguntó Gong Myung, quien se había quedado un tiempo más para convivir con su hermanito y su sobrino.

-No, quiero que sea sorpresa – sonrió.

La llamada del vuelo llegó; Doyoung abrazó una vez más a su tía y ésta se despidió llenado de besos el rostro del pequeño Lucas.

-Mucha suerte – suspiró la señora a punto de llorar.








💥








Tras su llegada de Seúl, Doyoung se hospedó en un hotel cuyo dueño era amigo de su tía, así que no tenía por qué preocuparse por el tiempo de estadía. Luego de descansar un poco, pidió algo para comer y mientras el servicio llegaba, decidió llamar a la universidad, pero le dijeron que no pudieron localizar a Taeyong.

-Tendremos que ir mañana – le dijo a Lucas, el cual le sonrió como si hubiera entendido todo.

Luego de comer, bañar y dormir a Lucas, cayó rendido en la cama.


[Al día siguiente]

Taeil caminaba hacia la entrada de la escuela, puesto que iría a recoger la comida que había pedido a domicilio. Mientras pagaba al repartidor, un taxi se estacionó justo en la entrada.

-¡¿D-doyoung?! – exclamó para sí mismo tras reconocer al pasajero. Estuvo a punto de lanzar su comida cuando lo vio bajar con un bebé en brazos -¡Lucas! – gritó a todo pulmón, causando que tanto el repartidor como el chofer pegaran un brinco del susto.

-Taeil, hola – saludó Doyoung.

El aludido le abrazó intempestivamente.

-¡Está hermosísimo! – chilló, mientras observaba detenidamente a Lucas.

-Gracias – sonrió.

-Espera, Taeyong no me dijo nada sobre tu llegada.

-Porque no lo sabe, es sorpresa.

-¡No puedo creerlo! ¡Vamos, yo te ayudo!

Luego de que Doyoung le pagó al chofer del taxi, accedió a la universidad por la entrada “secreta” que los alumnos utilizaban para visitas no permitidas, ya que sólo las personas registradas podían ingresar a la universidad.

-Seguramente tu suegra ya te dio de baja – comentó Taeil.

-Tenlo por seguro – secundó.

-Taeyong debe estar a punto de salir de clase, iré a buscarlo si no se irá directo a la cafetería.

-Gracias – dijo Doyoung para después abrir la puerta de la habitación que compartía con Taeyong.

El mayor asintió.

-Wow, está más limpio de lo que imaginé – exclamó tras entrar al cuarto.

Pensó que todas sus pertenencias estarían empolvadas debido al tiempo que estuvo ausente, pero no, todo se encontraba ordenado y limpio. Su mirada se detuvo en el escritorio de Taeyong, sobre éste se encontraba la foto de ellos dos con Lucas y en la pared de atrás estaban pegadas las demás imágenes. Se sintió sumamente conmovido.







💥








-Vamos, Taeil, muero de hambre, ¿podemos platicar en la cafetería? – se quejaba Taeyong, quien era arrastrado hacia su habitación por el mayor.

-No, es NECESARIO que vayas a tu habitación – respondió el otro.

Taeyong iba a continuar quejándose, pero fue interrumpido cuando Taeil abrió la puerta y detrás de esta se encontraban Doyoung y Lucas.

-No puede ser… - exclamó Taeyong, envolviendo en sus brazos a ambos.

Taeil decidió dejarlos solos para disfrutar de su tiempo familiar.

-¿Por qué no me avisaste? – preguntó a Doyoung mientras acariciaba con suavidad la cabeza de Lucas.

-Quería que fuera sorpresa.

-Vaya que lo fue – suspiró Taeyong.

-También vine pronto porque necesito firmar mi divorcio.

El mayor miró fijamente al otro con los ojos abiertos de par en par.

-Al fin seré libre – agregó Doyoung.




Continuará…

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