7 de marzo de 2019

Dynamite: Explosive - Capítulo 10



Capítulo 10: No hagas cosas buenas que parezcan malas…


Donghyuck se encontraba en casa de Mark puesto que necesitaba platicar urgentemente con él.

-Entonces, creo que Jeno sospecha de nosotros – el moreno finalizó su explicación.

-Lo sé, hoy me dijo que sintió mi perfume en tu ropa el día que fuimos a aquel club.

-¡Es verdad! ¿Hicimos algo? Porque me dolía horriblemente el cu—

-¡Chicos! La cena ya está servida – llamó Taeyong desde afuera de la habitación de su hijo.

-Ya vamos – contestó Mark -Luego platicamos sobre esto.

Donghyuck asintió. Los padres de Mark le habían invitado a cenar y no desaprovecharía la oportunidad puesto que además de que se ahorraba dinero, Mark le había dicho que su papá cocinaba delicioso.

-Donghyuck, ¿de dónde se conocen Mark y tú? – preguntó Doyoung.

-Es compañero de departamento de Jeno – explicó Mark.

-¿En serio? Hace mucho que no veo a Jeno por aquí.

-Está ocupado con la escuela y el trabajo – dijo Donghyuck.

-Hablando de escuela, ¿qué estudias? – preguntó Taeyong.

Donghyuck tragó fuerte y miró a Mark, el cual estaba entrando en pánico.

-No estoy estudiando por el momento, estoy—

-Trabajando en un restaurante, ¿verdad? – interrumpió Mark, Donghyuck asintió algo confundido -Le estoy dando asesorías de inglés para que pueda platicar con los clientes extranjeros.

Donghyuck volvió a asentir repetidas veces, Mark descubrió que era bueno inventando historias.

-Con razón no te mueves de su departamento – dijo con picardía Lucas, el cual había permanecido en silencio observando todo lo que pasaba en la cena.

Mark le miró con molestia y cambió el tema a lo mala que le parecía la carrera de su hermano como modelo.








💞









Los padres de Mark habían ido al cine de último momento, Lucas se encerró en su habitación según él para descansar, dejando a Mark y a Donghyuck solos en la habitación del primero.

-Entonces, ¿qué hacemos? – preguntó Donghyuck.

-¿Sobre qué?

-Sobre Jeno.

Mark suspiró.

-Es la primera vez que te veo preocupado por ser descubierto – comentó el mayor.

-Jeno es un buen amigo, no quiero perderlo por algo así.

-¿Perderlo? Hablas como si te gustara – Mark se levantó de la cama y caminó hacia el menor.

-No, sólo es un buen amigo – aclaró el moreno.

-¿Ah, sí? – Mark lo presionó contra la pared -Sabes, hay algo que quiero probar.

-Dime que no es algo extraño – pidió Donghyuck.

-¿Hacerlo en una tina te parece extraño?

-¡¿Tienes una tina?! – exclamó el menor.

-Claro que sí – Mark se acercó para besarlo, pero Donghyuck apartó el rostro.

-Espera, ¿alguna vez lo hiciste con Wendy ahí?

-No necesitas saber algo así – bufó.

-Entonces no quiero.

Mark lo tomó de la barbilla.

-Te pagaré el doble.

Donghyuck se mordió el labio inferior.

-La llené antes de que vinieras, el agua debe estar tibia – susurró en el oído del otro.

-Tienes todo preparado.

-No puedes negarte – dicho esto, comenzó a desabrocharle el pantalón.

Donghyuck lo tomó del rostro y besó sus labios.









💞








-Hola, Wendy. Adelante – Jeno se hizo a un lado haciendo espacio para que la chica ingresara al departamento.

-Espero no estar molestando – se disculpó la joven mientras se sentaba en el comedor ya que el departamento era tan pequeño que no tenía espacio para una sala.

-No te preocupes, aunque debo confesar que tu llamada sí me tomó por sorpresa, sobre todo cuando dijiste que se trataba de Mark – explicó Jeno sentándose en la silla frente a la chica.

-Es que… creo que no hay nadie más que conozca a Mark mejor que tú.

-También estás tú.

-Estaba, ahora siento que somos extraños.

-¿Quieres beber algo?

La chica negó con la cabeza.

-Donghyuck, ¿está aquí?

-No, salió – Jeno no daría más explicaciones, aunque algo le decía hacia dónde iba la joven con aquella pregunta.

Wendy suspiró con melancolía.

-¿Qué pasa? – preguntó Jeno.

-Sé que sonará inmaduro de mi parte, pero quiero aclarar las cosas con él antes de irme a Canadá.

-¿A qué te refieres con aclarar?

-Necesito que me ayudes a terminar lo que sea que tiene con Donghyuck.

Jeno palideció ante las palabras de la joven.









💞









Mark estaba semi-sentado en la tina, observando con gusto las expresiones de Donghyuck mientras se autopenetraba.

-¿Primera vez haciendo algo así? – preguntó Mark con una malévola sonrisa.

-C-cállate – se quejó el moreno.

Mark movió sus caderas, haciendo que Donghyuck soltara un gemido de dolor.

-Shh, mi hermano está aquí a lado.

-Ojalá supieras lo que se siente – reclamó.

Mark se incorporó quedando sentado en la bañera, se encontraba por completo dentro de Donghyuck pero este aún no se acostumbraba a la postura.

-N-no vayas a moverte… ah – jadeó el moreno.

El mayor sonrió e hizo caso omiso a la petición del otro, moviéndose lentamente.

-M-mark— no… - Donghyuck decidió besarlo para acallar sus gemidos, si estuvieran en su departamento, no repararía en aquello, pero estaban en la casa del mayor, en donde podrían ser descubiertos ante el más mínimo error.

Entre besos y tímidos gemidos, Mark golpeaba con fuerza el interior del menor.

-Donghyuck... hmn… me aprietas – Mark nunca había experimentado algo así, pensó en estar haciendo las cosas mal pero un conocido entumecimiento se apoderó de su cuerpo.

Donghyuck se cubrió la boca con una mano y con la otra apretó con fuerza el hombro de Mark, dejando que el orgasmo hiciera su magia. Mark cerró los ojos con fuerza y ejerció mayor presión en su agarre en las caderas del moreno; lo que hubiera dado por vivir esa experiencia sin necesidad de reprimir sus emociones.

Luego de que hubieran descansado en aquella posición durante un par de minutos, Donghyuck se bajó del regazo del mayor, se giró y recargó la espalda en el pecho de este.

-No puedo creer que mi primer orgasmo haya sido desperdiciado contigo – comentó el moreno mientras jugaba con la espuma de la bañera.

-¿Desperdiciado? – preguntó Mark sin saber cómo sentirse al respecto -No eres el único que se siente así.

Donghyuck se giró nuevamente y lo miró directo a los ojos.

-¿También fue tu primera vez?

Mark asintió.

-Por cierto, sigues sin firmar el contrato - reclamó Donghyuck, regresando a su antigua posición.

-He sido fiel a las cláusulas, no es necesario hacerlo.

-Me costó escribirlo – bufó el menor.

-A mí me cuesta dinero.

-No sé por qué te quejas si eres millonario.

Mark lo tomó de la barbilla, obligándolo a girar el rostro.

-Eres demasiado ruidoso – dicho esto, lo besó con hambre.

Donghyuck giró el cuerpo, rodeando con ambos brazos el cuello del otro. Mark comenzó a sentir que su entrepierna despertaba nuevamente; sin embargo, el momento se vio interrumpido por el sonido de un celular.

Mark tomó de mala gana aquel aparato, su mirada cambió apenas vio de quién se trataba.


-¿Hola?


-¿Mark?


El aludido salió rápidamente de la tina, se puso una toalla alrededor de la cintura y abandonó el baño. Donghyuck reconoció rápidamente aquella voz femenina.

-¿Pasa algo? – preguntó Mark una vez que estuvo sentado en su cama, poco le importaba mojarla.


-La próxima semana me iré a Canadá y antes de hacerlo, necesito que hablemos.


-Wendy, y-yo—


-¿Cuándo podemos vernos? Prometo que no te robaré mucho tiempo.


En ese momento, Donghyuck salió del baño. Las miradas de ambos chocaron.


-El sábado, en el café de siempre a las 7 – contestó Mark, cortando el contacto visual con el moreno.


-Ahí estaré. Gracias.


Mark colgó y suspiró con pesadez.

-Supongo que tendré que encontrar un empleo… pronto – comentó Donghyuck.

-No exageres – suspiró Mark sin muchas ganas de discutir.

-Es obvio que vas a regresar con ella, se te ve en la cara.

-No… lo sé – Mark estaba sumamente confundido.

-No tengo tiempo para tus dramas amorosos, dame el dinero de hoy – Donghyuck estiró la mano.

Mark le miró con el ceño fruncido, se levantó de la cama y caminó hacia su clóset en donde tenía guardados sus ahorros.

-El doble, como prometí – recalcó mientras depositaba los billetes en la mano del moreno.

-Avísame si lo dejamos hasta aquí, no quiero ser plato de segunda mesa – aclaró el menor y salió de la habitación una vez que estuvo vestido.

Mark se quedó mirando hacia la puerta de su habitación.



Continuará…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario